Capítulo 57: "¿Eres novio de Thomas?"
☆♛☆ 57. "¿Eres novio de Thomas?" ☆♛☆
—... el primer retrato que hice fue el ex mi difunta esposa, tenía esa necesidad de dibujarla porque parecía que una cámara no era capaz de capturar todo lo que ella representaba.
Mi vista se dirige automáticamente hacia Amelia, a quien no he perdido de vista desde que llegó.
Hoy es el día de la presentación de las pinturas de Thomas. Y sí, sigo aquí.
—Mi esposa no solo tenía un bello rostro o un bello cuerpo, ella exudaba en cada poro, en cada suspiro, en cada gota de sudor algo que una simple cámara no podía captar. Y pintarle fue el único modo que encontré para retratar todo eso.
Amelia parece notar que la observo y me mira de vuelta, pero sus ojos vuelven a enfocarse en el pintor que continúa en el pequeño estrado colocado en medio de la galería. Lía, a quién tiene en brazos, también me nota y me saluda agitando la mano y sonriendo.
—Ahí me di cuenta que era un pintor durmiente que acababa de despertar. Encontré mi voz, mi forma de expresarme. Y todo gracias a mi esposa.
Su discurso concluye con una ovación del público y da por finalizada la primera parte del evento. Mi asistente y la señorita Rojas ayudan a Thomas a que regrese a su silla de ruedas, que ahora solo usa como precaución ya que ya le han quitado la férula, pero le colocaron un protector mientras finaliza su recuperación.
Me encuentro con los dueños del museo Grindr de Britania y charlo con ellos mientras espero a que mi asistente traiga a Thomas ya que es momento de integrarlo al círculo exclusivo del mundo del arte.
Lo noto llegar justo a tiempo, solo que no es mi asistente quien lo está trayendo. Es Amelia quien empuja su silla. Hago las debidas presentaciones e inician una formal charla. Aprovecho que están distraídos para inclinarme hacia ella.
—¿Por qué estás con él? —pregunto en voz baja y cerca de su oído— ¿Dónde está mi asistente?
—Brenda la mandó a encargarse de algo más y me pidió el favor de que lo trajera ya que ella también se veía ocupada —responde a susurros y con voz calmada.
—Puedes irte, yo me encargo.
—No. —Me mira a los ojos, con ese brillo retador aún resplandeciendo en ellos—. Brenda me pidió el favor y voy a cumplirlo. Si te incomoda que esté aquí es tu problema, no el mío. —Se aparta para volver con el pintor y sujetar su silla.
Exhalo y regreso con el grupo para retomar las presentaciones con el resto de invitados.
Luego de lo ocurrido en la fiesta de disfraces no me he atrevido a contactarla, y extrañamente ella tampoco lo ha hecho. Pasaron los días y supe que ella estaba furiosa conmigo, tan furiosa que parece querer golpearme cada vez que me ve.
Aunque lo ha sabido disimular con Lía presente, pero no me sirve de nada saber que solo finge amabilidad. Detesto que finja y creo que lo sabe, por eso lo hace a propósito.
Su rostro se ilumina en cuanto se le acerca Rei con Lía en brazos y acorto la distancia con sutileza en un intento por escuchar lo que dicen.
—Te avisaré cuando vaya a recogerla.
—¿Segura que no la quieres recoger mañana? Sabes que me encanta hacer pijamada con mi ahijada.
—No. —Planta un beso en la frente de Lía—. Esta noche no tengo ganas de pasarla sola.
—Bueno, ¿quién dijo que debas pasarla sola? —Le codea y me mira.
Amelia voltea hacia mí ya que no entendió a qué se refería Rei y cruzamos miradas. Su sorpresa por ver que se trataba de mí me provoca cierta emoción y ganas de acercame a ella y besarla. Pero se gira rápido antes de que pudiera intentarlo.
Noto que Rei me sigue observando y su mirada lastimera empeora mi humor.
Jack llega justo a tiempo y Thomas se excusa para poder hablar con él ya que mi hermano tiene en cada brazo a cada gemelo. Intuyo que se ha ofrecido a cuidar a los pequeños puesto que ambos se han vuelto demasiado cercanos para mi gusto. Ese pintor sí que ha sabido integrarse con rapidez a mi círculo más íntimo.
—¿Hace cuánto sale con Thomas?
Pongo inmediata atención a la conversación que se desarrolla en mi delante.
—¿Qué? No no, nosotros solo somos amigos. —Amelia le sonríe con amabilidad a la persona que se ha atrevido a escupir tal pregunta.
—Eso es aún mejor. —El tipo le devuelve la sonrisa, solo que esta me provoca repulsión.
El otro sujeto también sonríe y ninguno le quita los ojos de encima a mi novia.
—Lo es para mí ya que su novio soy yo.
Los tres voltean a verme con diversas reacciones. La de Amelia es la única que me interesa. Me encanta que reaccione de ese modo nada disimulado que me muestra a la perfección lo que está pensando.
—¿Eres novio de Thomas? —Eleva sus cejas, mostrando verdadera curiosidad por mi respuesta.
—Soy tu novio. —Me acerco a ella y la sujeto de la cintura para pegarla a mi lado y dirigirme a la birria que tengo adelante—. El único que tendrá.
—Claro, esa era la razón por la que te nos hacías tan familiar —habla uno de ellos—. Eres la famosa novia de la que tanto nos han hablado.
—¿Disculpa? —Mi novia frunce el ceño y me empuja para que la libere, pero me niego a hacerlo— ¿Le han hablado sobre mí? —Me mira— ¿Hablan de mí?
—¿Cómo fue que la llamaron en el club? —el tipo le consulta a su socio.
—Domadora de dragones. —Asiente el otro.
—¿En serio? —Disimula su sonrisa, o lo intenta—. No está mal. —Está tan interesada en el nuevo tema de conversación que olvidó quitar sus manos de mi pecho, lo cual no me molesta en lo absoluto.
Dejo de prestar atención a lo que dicen para enfocarme únicamente en ella. Sus gestos curiosos, su sonrisa amigable. Su calor.
Poder sentirla, verla y olerla así de cerca me resulta tan placentero como tortuoso.
Todo aquello que me he esforzado por contener empieza a salir como una explosión de sensaciones. La felicidad de tenerla en mis brazos, la tristeza por haberla lastimado, la necesidad por tocarla hasta que se derrita sobre mí.
Una vez más ha destruido aquella contención que tanto me costó desarrollar.
☆♛♛♛☆
—Gracias por llevarnos.
—El placer es todo mío.
—Aunque prácticamente nos obligaste a subir a tu auto y no tuve de otra que dejar el mío... —Se enfoca en la ventana de su izquierda.
La presentación fue un éxito, lo que era obvio que pasaría. Thomas recibió varias propuestas y se ganó un merecido puesto en el rubro. Lo que significa que pronto se irá y ya no tendré que seguir presenciando su amistosa interacción con mi novia.
Y hablando de novia... ¿en serio creía que iba a permitir que se fueran solos en su auto con la excusa de recoger a sus hijos?
Mi novia se quita los tacones y suspira mientras se masajea el pie izquierdo. Miro adelante y cruzo mirada por el espejo retrovisor con el conductor. Entiende la señal y detiene el vehículo en el punto acordado.
—¿Qué pasó? —Mi novia bosteza y mira en mi dirección— ¿Por qué nos detuvimos?
—Espera aquí. —Salgo del auto y me acerco al maletero ya abierto.
Saco del interior la mochila de viaje y regreso a mi asiento.
—Es para ti. —Se lo entrego a mi novia.
—¿Nos vamos a fugar del país o algo por el estilo? —Lo recibe.
El que bromee al respecto lo considero una buena señal.
—¿Por qué me das esto? —Saca una de las zapatillas—. Ya tengo demasiados zapatos.
—También hay ropa.
—Es cierto. —Saca el sobretodo gris—. Wow, es muy bonito... y suave.
—Vamos, te mostraré dónde puedes cambiarte.
—¿Cambiarme? —tarda en entenderlo— ¿Por qué?
—Para que estés más cómoda.
—Ah... —Se queda mirando la ropa—. Gracias.
Aprovecho su distracción para volver a salir del auto, rodearlo y llegar a su puerta. La abro y me mira.
—¿Qué haces ahí? —Entorna los ojos en sospecha.
—Sujeta bien la mochila.
—Claro, la sujetaré bien. —La abraza—. No se me vaya a caer en el cami- ¡Wow! —La cargo en mis brazos— ¡Yo puedo caminar!
—No, ya lastimaste demasiado tus pies. —Cierra la puerta con el pie y camino hacia la acera.
—No están tan lastimados, solo me duelen un poco.
—Vi la herida que intentaste esconder mientras empujabas al pintor.
—Pervertido —murmura haciendo un puchero—. Si tanto te preocupaban mis pies me hubieras dado la mochila mucho antes.
—Ese era el plan.
—Tch.
—Pero te veías tan molesta que había una gran probabilidad de que terminarías lanzándomela.
—Cierto, estaba muy molesta.
—Ya no lo estás. —La miro.
—Bueno... —Evita mirarme a la cara y prefiere enfocarse en el camino—. Aún lo estoy un poco.
—Ese era el plan.
—Tch.
—Regresé con el claro objetivo de hacerte enojar tanto que querrías terminar conmigo.
—Y vaya que me hiciste enojar.
—Pero no terminaste conmigo.
—¿Y darte el gusto de ganar?
—¿Ganar? —Me detengo y la miro— ¿Crees que ganaría algo con eso?
—¿Entonces por qué más lo harías? —Me reta con la mirada, pero la desvía en el siguiente segundo— ¿Por qué estás tan empecinado en terminar cuando no ganas nada con esto?
—Porque no se trata de mí, nunca se trató de mí. —Frunce el ceño y baja la mirada—. Te amo tanto que mi simple existencia no es nada comparada a la tuya. No me importa vivir alejado de ti si de ese modo aseguro tu vida. Cualquier tormento o infelicidad queda en segundo plano al saber que tú estás bien y eres feliz.
—¿Qué dijiste? —Finalmente me mira a los ojos.
—Amelia...
—¿Me amas?
Ah... parece que me dejé llevar una vez más.
—Me amas. —Curva los labios—. Tú me amas.
—Yo no...
—¿No qué? ¿No me desamas?
Sigo avanzando e intento mantener la compostura mientras mi novia dice una y otra vez que la amo.
—El punto es que yo no gano nada al pedirte que termines conmigo.
—¿En serio crees que voy a terminar contigo luego de que me dijiste que me amas? —Se empieza a reír.
—Yo no te dije que te amo... no te lo dije directamente... solo estaba explicándote que...
—¿Que me amas? —Vuelve a reírse.
Exhalo en rendición.
Otra vez mandó a la basura mi plan. Aunque en esta ocasión fue en parte mi culpa.
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¡Hola!
Lo hiceeeeeee, actualiceeeeee
Debo levantarme como en 5 horas pero no importa, cumplí con mi promesa y eso es lo que cuenta T.T
PD: Te recomiendo unirte a mi canal de difusión en Whatsapp ya que por ahí les estaré chismeando cositas de la saga :3
Días de actualización: Lunes y Viernes
♛PREGUNTAS♛
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Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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