☆♛☆ 5. "¿Pero qué es eso?" ☆♛☆

—Wow, no sabía que las galletas podían tener ese color. ¿Están bañadas de chocolate?

A parecer sí hay algo que no puedo hacer.

Agarro la bandeja y la llevo al tacho para tirar la desgracia que he creado.

La única explicación que tiene sentido es que no estoy tan bien como quisiera estarlo.

—¿Y si mejor preparamos gelatina? —propone Rei.

—No, ya sé qué falló, volveré a prepararlo. —Limpio la bandeja con un trozo de papel.

—Es que ya se acabó la masa para galletas...

—Iré por más. —Dejo la bandeja y me quito el mandil.

—¡Yo también voy! —Lía levanta la mano.

—Supongo que iremos de compras —dice la ex modelo—. Jack, ¿vienes?

—Los espero aquí —avisa desde la sala, concentrado en su ordenador—. Tengo que revisar algunas cosas del trabajo.

Lía eleva los brazos hacia Rei, ella sonríe, la carga y la baja al suelo. La pequeña no tarda en ir corriendo hacia mi hermano.

—Prometiste que hoy no trabajarías. —Se ha sentado a su lado.

Jack deja la laptop en la mesa central y acomoda a la pequeña en su regazo.

—Prometo que cuando vuelvan vamos a hacer todo lo que quieras, ¿trato? —Le enseña el pulgar.

Lía agarra su dedo y le enseña una enorme sonrisa.

—Trato.

Verlos tan felices y cercanos me tranquiliza. Sabía que estaría en buenas manos, por eso pude irme sin problema, porque podía contar con ellos.

—Lía se queda con nosotros los domingos para que Amelia pueda avanzar su trabajo sin tener que preocuparse por vigilarla.

—No pregunté.

—No con palabras. —Aún sin verla puedo notar que está sonriendo—. Así que no intentes escapar porque ella no vendrá.

—No estoy escapando.

—Sí, sí, sigue repitiéndolo. —Le da dos palmadas a mi hombro—. Vamos por esa masa, chef quemador de galletas.

Se adelanta sin permitirme refutar el apodo que me ha dado.

Lía corre hacia ella y le toma la mano.

—Ya volvemos, tío. —Agita la mano en despedida.

—Vayan con cuidado. —Se despide del mismo modo que la pequeña—. Diviértanse. —Me mira y sonríe.

☆♛♛♛☆

Una vez Rei se asegura de sujetar bien a la pequeña en su asiento, sube adelante para conducir.

—¿Están listos? —Gira hacia nosotros.

—¡Síiiii! —Lía eleva los brazos en celebración.

Ambas me miran ya que me he quedado callado.

—Sí —afirmo.

—Wow, bájale a la emoción —ironiza.

Se endereza, coloca el cinturón y arranca.

—Tía Rei, ¿podemos escuchar música?

—Claro, vine preparada. —Enciende el aparato y le da a reproducir.

~Baby shark doo doo doo doo doo doo, Baby shark doo doo doo doo doo doo, Baby shark~

¿Pero qué es eso?

Rei y la pequeña corean como si estuvieran en un concierto, pero la frase se repite tantas veces que sospecho algo anda mal. Aún así la cantan con el mismo entusiasmo.

¿Realmente esa es toda la letra?

No, esto parece que no va a acabar nunca. ¿Cuánto tiempo ha pasado?

~Daddy shark doo doo doo doo doo doo, Daddy shark doo doo doo doo doo doo, Daddy shark~

Díganme que ya está por terminar.

No puedo pedir que la quiten porque a Lía parece gustarle. Y a Rei también, lo que me extraña ya que creí tenía mejores gustos musicales.

~Let's go hunt doo doo doo doo doo doo, Let's go hunt doo doo doo doo doo doo, Let's go hunt~

¿Por qué aún no llegamos? ¿Qué tan lejos está ese supermercado?

Suspiro en cuanto los niños dejan de cantar. A fin.

—¡Una vez más! —pide Lía.

¿Qué? No.

~Baby shark doo doo doo doo doo doo, Baby shark doo doo doo doo doo doo, Baby shark~

Debí quedarme con Jack.

☆♛♛♛☆

—Vayan entrando mientras estaciono. —Y se va con el auto.

Bajo la vista hasta la pequeña, quien me sonríe en cuanto nuestras miradas se cruzan.

Estira los brazos en mi dirección como si quisiera que...

—Debes cargarme para que no me pierda.

Obedezco de inmediato.

Extrañamente me resulta sencillo acomodarla en mis brazos, como si ya hubiera hecho esto muchas veces.

Quedo helado en cuanto su mano toca mi barbilla.

—Tu barba pica. —Se ríe.

—Me rasuraré en la noche —aseguro con seriedad.

—¿Por qué? Te ves bien. —Enseña ambos pulgares en señal de aprobación.

—No volveré a rasurarme —digo de inmediato.

—Exionista, eres guapo.

Varias personas voltean a vernos, algunos me sonríen, otros parecen detestar el seguir vivos.

—Exionista.

—Me llamo Frank —le corrijo.

—¿Estás casado?

—No.

—¿Tienes novia?

—No.

—¿Novio?

—Tampoco.

—¿No tienes a nadie?

—¿Segura que tienes cuatro años? —La miro.

—Tengo tres, faltan estos días para cumplir cuatro. —Levanta cuatro dedos.

—Lo sé.

—Exionista.

—Soy Frank —vuelvo a corregirle.

—¿Vas a estar en mi cumpleaños?

—Sí.

—¿En serio? —suena entusiasmada, lo que me extraña porque apenas me conoce.

—Sí.

—Exionista.

—Frank.

—Santa va a venir a mi cumpleaños.

Agarro el carro de compras y acomodo a Lía en el asiento de adelante.

Llegamos al pasillo donde se supone está la masa para galleta así que busco la mejor opción.

—Exionista.

—¿Mm? —Agarro un paquete y leo su contenido.

—¿Conoces a Santa?

Dejo el paquete y voy por el siguiente.

—No.

—¡Es genial! —se emociona—. Le escribo seguido para contarle lo buena niña que soy y siempre me trae los regalos que le pido.

—Ya veo. —Leo el contenido del segundo paquete, logra convencerme y agarro varios para luego tirarlos al carro de compras.

—Es mi amigo.

La miro.

—¿Tu amigo?

Asiente repetidas veces.

—Mamá dice que los amigos son personas que no te hacen sentir solas, y Santa siempre me responde sin importar la hora.

Agarro más masa para galletas, pero de distintos sabores.

—¿Cuál es tu sabor favorito? —Le pregunto mientras veo las opciones.

Escucho un golpe ruidoso y un quejido que proviene de mi izquierda, justo donde está la pequeña. Al girar la veo encogida de hombros, con sus manos juntas y un gesto en el rostro que me hace hervir la sangre.

El sujeto que golpeó su coche con el mío ni se dignó a detenerse para disculparse y solo ha seguido su camino.

—¿Te lastimaste? —Tomo sus manos.

Sacude la cabeza.

—Solo me asusté —dice bajito.

—Ven. —Estiro mis brazos, lo que entiende rápido el gesto y me permite cargarla.

Con la mano libre arrastro el coche y persigo al tipo que va chocando con otros coches sin importarle lo molesto que está siendo. Acelero el paso hasta golpear su espalda, y consigo que se detenga y me preste atención.

—Mire por donde camina —escupe.

Dejo el coche a un lado y acorto nuestra distancia. Hago resaltar la diferencia de alturas y lo miro a los ojos. Pongo mi mano sobre su hombro y hago presión.

—Disculpe, no lo vi. —Estrujo su hombro—. Sería maleducado de mi parte golpear a otras personas y no pedir perdón por la falta, ¿cierto?

—Ci-cierto.

Libero su hombro.

—Prometo tener más cuidado. —Curvo los labios.

Hace una rápida reverencia y se marcha sin mirar atrás.

Exhalo al quitarme la molestia de encima, aunque tuve que controlarme para no asustar a Lía.

Si vuelvo a verlo no me controlaré.

—Exionista.

—¿Sí?

Empujo el coche de vuelta a la sección de galletas.

—¿Quieres ser mi amigo?

Freno para prestar atención a los enormes ojos puestos en mí. Ya no hay rastros de temor y vuelven a resplandecer con su brillo característico.

Podría verlos por horas y no agotarme.

—Eso me encantaría.

¿Será posible seguir viéndolos?

☆♛♛♛☆♛♛♛☆

¡Hola!

No pude subir el viernes pasado porque estuve como loca preparándome para un evento literario :3 por suerte todo salió bien aunque quedé bastante morida xd

Por el retraso hoy estaré subiendo otro cap por la noche :3

Días de actualización: Lunes y Viernes

♛PREGUNTAS♛

☆¿Preguntas?

☆¿Frase favorita?

☆¿Teorías del siguiente capítulo?

Nos vemos pronto 7u7

♡ Los adoro ♡

Vale Rie☆