Capítulo 39: "Lo haces y grito"
☆♛☆ 39. "Lo haces y grito" ☆♛☆
—Llamas en cuanto aterricen.
—Lo haré.
—Mandas foto de Lía bajando del avión.
—Lo haré.
—Y también muchos audios de ella.
—Te enviaré fotos, videos y audios.
—Y haremos video llamadas.
Rodeo la cintura de Amelia para atraerla hacia mí y beso su mejilla.
—Ya debemos irnos.
No sabe qué decir, lo que me produce cierta satisfacción.
Jack regresa con Lía en brazos, y Maya mira con satisfacción la cámara que ha usado para la improvisada sesión de fotos que ha tenido con el ex modelo y la pequeña.
Amelia recibe a su hija y sigue a mi asistente, yo camino detrás de ellas con sus maletas.
Miro por encima de mi hombro mientras nos vamos alejando de los ex modelos y la ex adolescente, y ladeo mi boca. Dirijo la mirada hacia Amelia y respiro hondo, impaciente por subir al avión y así disfrutar de la experiencia de tenerla solo para mí.
Y ya que solo serán por dos semanas me aseguraré de aprovechar cada minuto. No importa si debo dormir menos para adelantar el trabajo, no me despegaré de ella.
Subimos al avión, en donde Lía se sienta junto a la ventana, Amelia en el centro y yo a su derecha. Aprovecho que la pequeña esta entretenida mirando por la ventana para acercarme al oído de su madre.
—¿Cómo vas con tu entrenamiento? —murmuro.
—Bueno. —Se aclara la garganta—. Recién empecé así que aún me falta mucho.
—¿Y si entrenamos juntos? —Muerdo su oreja.
Se aparta, cubre la parte mordida con ambas manos y me advierte con la mirada que me comporte.
—Debo avisarte... —Acerco mi mano a su mejilla—. Que al mirarme así me provocas aún más. —Deslizo mi pulgar a sus labios, y relamo los míos al resultarme tan deliciosos que es imposible quitarles la vista.
Introduzco la punta de mi dedo a su boca y trago saliva ante la sensación húmeda y caliente de su interior.
—¡Mamá, mira!
Amelia escupe mi dedo como si fuera la semilla de una fruta y voltea para enfocarse en su hija. Yo me limito a observar mi pulgar ante el humilde trato que acaba de recibir. Lo acerco a mi boca, cierro los ojos y lo lamo. Sí, sabe a ella.
El teléfono vibra y lo saco del bolsillo. Y abro el mensaje que he recibido de mi asistente.
De: Asistente
Jefe, por favor contrólese, que varios ya lo han reconocido y es cuestión de tiempo de que lo fotografíen actuando como adolescente hormonal
Exhalo y miro a mi derecha, hacia las mencionadas personas. Ellos esquivan mi mirada sin disimular que me han estado observando. Vuelvo a mirar el teléfono al recibir un nuevo mensaje.
De: Asistente
Si iba a comportarse así ¿por qué canceló los asientos en primera clase? Ahí habría tenido más privacidad
Para: Asistente
Sus asientos están demasiado alejados
De: Asistente
Solo son unas pocas horas de vuelo, ¿no puede esperar hasta entonces?
Para: Asistente
No
Escucho su suspiro resignado a mi espalda y guardo el teléfono.
Aunque odio aceptarlo, ella tiene razón. Si no me controlo con tantas personas observando podría incomodar a Amelia o peor, involucrarla en asuntos ruidosos y molestos.
Lo que menos deseo es que atraiga atención innecesaria.
Tomo su mano, apoyo la cabeza en el respaldar y cierro los ojos.
—Dormiré un poco —le aviso.
—¿Estás bien?
—No.
—¿Qué pasa?
—Hay demasiado ruido.
—A mí tampoco me gusta mucho el ruido —comenta Lía—. Mami, dale esto.
—¿No los vas a necesitar?
—No, yo veré a Shrek en la pantalla.
—Eeh, cariño, no creo que vaya a servirle —susurra en un intento para que no le escuche—, mejor hay que dejar que duerma tranquilo.
Abro los ojos y volteo a verla. Noto que tiene en las manos un reproductor de música y audífonos.
—¿Qué es eso?
—Eh. —Me mira sorprendida—. Solo es algo que Lía escucha a veces.
—Mamá lo hizo para mí. —La pequeña asoma su cabeza hacia adelante—. Me relaja cuando no puedo dormir.
Cojo el objeto y reviso la lista de reproducción.
—Son los cuentos de mamá narrados por ella —explica Lía.
Miro a Amelia y ladeo la boca.
—Vas a escucharlos, ¿cierto? —dice con cara aburrida ya que le resultó fácil averiguar lo que estoy pensando.
Me coloco los audífonos y reproduzco el primero de la lista. Y escucho su suave voz.
Cierro los ojos para enfocarme en sus palabras como si me las estuviera susurrando al oído. Que exquisitez.
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—Preparas los documentos de la primera fase para mañana a las cinco y los revisaremos juntos antes de la reunión.
Ya hemos bajado del avión y aprovecho que Amelia se está tomando fotos con Lía para terminar de coordinar algunos detalles con mi asistente.
Y aunque ya había cerrado tratos con otros pintores que actualmente son colaboradores de varias de mis galerías, este es un caso especial ya que este pintor en particular ha sido bastante tedioso de localizar. Hay tan poca información de él que se ha convertido en una gran caza por atraparlo.
Nos dirigimos a la salida y el chofer se estaciona frente a nosotros. Se encarga de guardar el equipaje y me aseguro de que tanto Amelia como Lía estén cómodas en el asiento de atrás.
—Primero cenaremos algo y luego iremos al hotel en donde nos quedaremos los siguientes días —les comento—. ¿Qué desean comer?
—¡Aceitunas! —Lía se emociona.
—Algo ligero ya que Lía se quedará dormida apenas llegue a la cama —me susurra su madre.
Asiento y dejo que mi asistente se encargue de darle las indicaciones al conductor que ha contratado.
Tomo la mano de Amelia y la beso, encantado de que al fin puedo estar así de cerca de ella, que el molesto apoyabrazos del avión impedía que la abrazara apropiadamente.
—Mami, ¿puedo mandarle un audio a mi tía Rei para contarle lo que voy viendo?
—Claro, cariño. —Le entrega su teléfono—. Y que sea lo más largo posible para que quede satisfecha. —Acaricia su cabeza.
La pequeña recibe el aparato y le va hablando mientras mira por la ventana.
—Sospecho que de grande va a ser locutora —comenta Amelia—, no importa cuánto hable ella no se cansa.
—Sus cuerdas vocales son fuertes, lo haría bien en la locución —agrego.
—O actriz de voz. —Me mira emocionada—. O cantante.
—¿Lía canta? —Acaricio su mejilla y miro sus labios.
—Bueno... no canta tan mal, pero tampoco muy bien.
—Lo que sea que ella quiera hacer sé que lo conseguirá. —Rozo sus labios con mi pulgar—. Ya que heredó tu terquedad.
—En realidad eso lo heredó de Max. —Sonríe.
Ladeo la boca y acaricio su cabeza.
—Tienes razón. —Beso su frente—. No he conocido a otra persona más terca que él.
Llegamos al restaurante seleccionado por mi asistente y cenamos rápido porque Lía empezó a bostezar. En cuanto termina de comer me pide que la cargue, y se queda dormida antes de regresar al auto.
Tener en brazos a la mini persona que es la viva imagen de sus padres me llena de nostalgia por los momentos que pasé junto Amelia mientras ella estaba embarazada.
Cada vez que cargo a Lía cumplo aquel deseo inconsciente que tuve varias veces en esa época. Practiqué tantas veces para asegurarme de no lastimarla, y cuatro años después al fin he podido poner en acción lo aprendido.
—¿No te pesa? —pregunta Amelia en cuanto llegamos al auto.
—Podría cargarla durante todo el viaje y no me pesaría.
—No se lo digas a Lía o lo tomará como un reto —comenta.
Ingresa primero recibe a la pequeña en sus brazos para que yo pueda entrar. Noto que se ha quedado contemplándola mientras acaricia su rostro.
Beso el costado de su cabeza y rodeo sus hombros con mi brazo para que pueda apoyar su cabeza en mí.
—Descansa un poco, te despertaré cuando lleguemos —susurro.
Gira la cabeza para mirarme.
—¿Tú no descansarás?
—Gracias a ti descansé muy bien en el avión. —Muevo hacia atrás un mechón de su cabello que le cubría parte de su hermoso rostro.
—Más te vale que le devuelvas a Lía su reproductor —ordena con firmeza.
No tiene ni idea de cuánto me encanta que me hable así. No hace más que provocarme y dificulta que mantenga el control.
—Se lo devolveré mañana. —Levanto su barbilla y beso sus labios.
Me separo de ella y ladeo mi boca, ansioso por seguir probándola.
—¡¿Por qué hiciste eso?! —murmura exaltada— ¡¿No ves que hay personas presentes?!
—¿Solo puedo besarte cuando estemos a solas? —cuestiono con cierta molestia ante la idea de no besarla seguido.
—Bueno... —Arruga la frente y desvía la mirada—. No necesariamente, solo no lo hagas cuando hay personas que conocemos.
Volteo a ver a mi asistente, quien está sentada junto al conductor.
Así que es ella quien impide que siga besando a Amelia... tendré que mantenerla lo más ocupada posible.
—Y eso incluye a Lía —agrega.
La miro como si acabara de ser quemado en las manos con agua hirviendo.
Exhalo y asiento, aceptando su condición. No deseo incomodarla a ella, mucho menos a Lía, así que no me queda otra opción más que controlarme.
—Mientras te quedes a mi lado aceptaré cualquier condición. —Beso su cabeza.
—¿Y si te pido que te pintes el cabello de azul?
—Asistente.
—¿Lo desea en alguna tonalidad en especial? —Asoma la cabeza.
—No puedo bromear con ustedes. —Intercambia miradas con ambos.
Me acerco a su oído.
—Haré lo que sea con tal de mantenerte junto a mí —murmuro—. Lo que sea.
—¿Planeas encerrarme en tu casa o algo por el estilo? —Sonríe como si no lo dijera en serio.
—¿Puedo?
—Lo haces y grito.
Ladeo mi boca y vuelvo a besar su cabeza ya que no puedo hacerlo en sus labios.
—¿Es una advertencia o una provocación? —murmuro cerca de su oído.
—Mejor dormiré un poco. —Apoya su cabeza en mi hombro.
Descanso mi cabeza sobre la de ella y me dejo embriagar por el aroma de su shampoo.
—Me equivoqué, el olor a coco ya no me resulta tan desagradable.
—Ah sí... por la prisa usé un acondicionador de coco... pero ya no lo usaré —murmura con suavidad, señal de que se está quedando dormida.
—Sigue usándolo, queda bien en ti.
—No... te disgusta el coco... no quiero hacer nada... que te disguste...
Mi mente se nubla por aquellas palabras que tal vez ha dicho a la ligera, pero que me dejan hecho un desastre por dentro.
Me sentía satisfecho con saber que le gusto y atraigo, pero cada vez que muestra señales de preocupación hacia mí, o que tiene este tipo de detalles no tengo idea de cómo reaccionar.
Presiento que también me volveré adicto a la idea de que haga algo pensando en mí.
¿Qué puedo hacer para que lo siga haciendo?
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¡Hola!
Amelia: ¿Desde cuando Frank es tan bromista?
Frank: Estoy así de mantenerla cautiva en mi casa para que solo me mire a mí
PD: Si quieres leer antes los caps de "Conde herpes" en mi instagram hay información que podría interesarte :3
Días de actualización: Lunes y Viernes
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Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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