Capítulo 27: "¿Pasó algo?"
☆♛☆ 27. "¿Pasó algo?" ☆♛☆
—Llegaste antes. —Me enseña una adorable cara larga—. Pasa. —Se aleja.
La sigo hasta la sala, en donde hay papeles tirados en toda la alfombra, algunos arrugados como pelota y otros en perfecto estado.
—Ponte cómodo, yo iré a prepararme. —Se adentra en el pasillo hasta que la pierdo de vista al entrar a su habitación.
Me inclino para recoger el primer papel que encuentro y leo la primera oración.
«Me encontraba perdida y rogaba que alguien me hallara y salvara, pero yo sola lo hice.»
Debe de tratarse de un nuevo cuento que planea escribir. Significa que estos son sus primeros borradores.
Doblo el papel, saco la billetera y la guardo junto al dibujo que hice de Lía.
Me apresuré en terminar rápido lo que tenía pendiente para tener la oportunidad de pasar más tiempo con ella, así que quitaré del camino todo lo que pudiera interponerse en mi plan. Por ejemplo, estos papeles.
Los recojo uno a uno y acomodo la pila en la mesita junto al ordenador. Quisiera llevármelos todos como parte de mi colección privada, pero seguramente la señorita Thompson aún los necesitará. Así que llevarme solo uno tendrá que bastarme.
Saco el teléfono del bolsillo y abro el mensaje que acabo de recibir.
De: Asistente
Laila White está Seattle y espera reunirse con usted para una propuesta de negocios en la ciudad
Para: Asistente
Agéndala para la siguiente semana, una hora antes de una reunión imposible de cancelar, el lugar coordínalo con su asistente
De: Asistente
¿Se lo agendo para el jueves? Antes de su vuelo a Bretaña
Para: Asistente
Suena bien
—¿Pasó algo? —La señorita Thompson asoma su cabeza al lado del celular.
—No. —Guardo el aparato y me concentro en ella.
Me paralizo al verla usando un vestido verde que se amolda a su figura y unas botas negras que permiten ver parte de sus piernas.
Tal vez me ha sorprendido más de lo esperado ya que desde que llevo aquí solo ha he visto usar sudaderas con jeans o pantalones de buzo. Hasta el cabello lo tiene brilloso y ondulado, como salido de la peluquería.
—Vamos, que se hace tarde. —Me jala del brazo hasta la salida.
Ya en la puerta saca un sobretodo gris del armario de la derecha y es la primera en salir.
Entramos al elevador y nos colocamos lado a lado y mirando al frente.
—Te ves bien.
—Tú también... como siempre —lo último lo murmura con cierto resentimiento.
—Lo mismo digo.
—Tch. —Aunque solo puedo apreciar su perfil sé que ha rodado los ojos—. No podía esperar menos del aclamado casanova que ha visto más ropa interior femenina que yo.
—¿Mi pasado te molesta...? —Me giro hacia ella— ¿Amelia?
—¿Por qué me molestaría? —Se cruza de brazos, sin atreverse a mirarme.
Me acerco a su oído.
—No te equivoques, porque la única mujer en la que he pensado los últimos seis años has sido tú.
—Pero si solo te fuiste cuatro. —Gira la cabeza y nuestros ojos se encuentran.
—Exacto. —Miro sus labios entreabiertos.
—¿Por qué el ascensor se mueve tan lento? —Presiona sin cesar el botón que lleva al estacionamiento.
Esto es malo, mientras más reacciona así más quiero provocarla. Debo controlarme.
Desde que la conozco he sido muy firme en mi comportamiento para no dar ninguna señal equivocada, ¿por qué ahora me cuesta más mantener ese papel?
—¿Frank? —Parpadeo dos veces y vislumbro el rostro de Amelia a una corta distancia de la mía.
—No deberías acercarte tanto. —Me inclino hacia ella—. Haces más difícil la tarea de controlarme.
—Por eso no bebes alcohol, porque apaga tu barrera de control.
Que lo diga así es como colocarme en el mismo nivel que el de un animal. No soy un salvaje que actúa por instinto. Pero es mejor si ella no lo sabe.
—Se hace tarde. —Uso el índice para empujar su frente y apartarla.
—¡Mierda! —Sale del elevador a toda prisa.
Camino con tranquilidad hacia su auto, el que no encuentra ya que los nervios la vuelven más torpe y despistada.
—Amelia —la llamo para que se baje de la parte superior del maletero de un auto que ni siquiera se parece al suyo.
Se apresura en bajar y corre hacia mí con una gran sonrisa. Sí, es justo ese gesto el que ha debilitado el muro de control. Cada sonrisa suya ha sido un golpe hacia la barrera impenetrable.
¿Desde cuándo sus sonrisas han tenido tal efecto en mí?
—¿Vas a subir o quieres que te noquee y te suba a la fuerza?
Me coloco en el asiento del copiloto y fijo la vista en la ventana.
Tal vez no debí venir, esto es demasiado para mí.
Si ella conoce mi debilidad lo más coherente es que mantenga mi distancia.
Me petrifico al sentir su cercanía.
—Por más genial que quieras verte debes seguir usando cinturón de seguridad. —Me rodea con el cinturón y lo ajusta a mi medida—. Ya está. —Sonríe, satisfecha por su gran trabajo.
Mi mano parece cobrar vida y toca su mejilla, y la acaricia con la yema de los dedos.
—Te advertí que no te acercaras tanto.
Su forma de reaccionar es inesperada, lejos de verse nerviosa parece que tiene un debate mental.
Regresa a su asiento y arranca el auto.
En todo el recorrido no ha dicho una palabra.
Debería sentirme agradecido por el silencio, pero la inquietud es más intensa.
Hay algo en la forma en la que me miró que me ha puesto intranquilo.
¿Fue desagrado? ¿Culpa? ¿Por qué tenía esa cara?
Tal vez...
—No. —Sujeto su mano, impidiendo que se baje del auto.
No te alejes.
Sé que por años he sido yo quien se mantuvo apartado, y estos días también hice lo posible para mantener mi distancia. Pero si eres tú quien se aleja...
No podré soportarlo.
☆♛♛♛☆♛♛♛☆
¡Hola!
Capítulo cortito como mi paciencia (?)
El lado bueno es que nos veremos el viernes 7u7
Días de actualización: Lunes y Viernes
♛PREGUNTAS♛
☆¿Preguntas?
☆¿Frase favorita?
☆¿Teorías del siguiente capítulo?
Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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