Capítulo 18: "¿Por qué estás roja?"
☆♛☆ 18. "¿Por qué estás roja?" ☆♛☆
—Extrañaba esto.
Despego la vista de la libreta para enfocarla en mi hermano, quien yace recostado en el sillón grande y con un libro abierto sobre su pecho.
—Debes estar muy ocupado para extrañar la actividad de lectura —comento una vez que vuelvo a enfocarme en los trazos que hice en el papel.
Rei ya se fue a dormir porque debe levantarse más temprano para acabar el trabajo antes de que inicie la fiesta de cumpleaños de Lía.
—Sabes que no me refiero a eso. —Retoma su lectura—. No necesitas buscarte un departamento, puedes oficialmente mudarte aquí.
—Paso.
—Al menos finge que lo piensas antes de rechazarlo tan duramente. —Percibo su mirada, y sospecho es la que usa para que sienta culpa cada vez que lo trato con frialdad.
—No lo rechazo por ti, sino por Rei.
—¿Por Rei?
—No quiero darle excusas para que se acerque a mi asistente.
—¿Brenda? —Se levanta, sorprendido por la noticia— ¿Ha venido?
—Sí, y prefiero evitar lo que ocurrió hace unos años.
—Hermano, no tienes ni idea. —Vuelve a recostarse—. No podrás evitarlo ni con un huracán.
—Sé que no podré evitarlo, pero al menos no quiero estar a metros de distancia de su habitación para cuando llegue ese momento.
Jack cierra su libro y se sienta.
—¿Puedo mudarme contigo?
—Solo si quieres estar a metros de distancia de mi habitación para cuando llegue ese momento.
—Sí, claro. —Se ríe bajo ya que no quiere despertar a Rei.
—¿Qué insinúas? —Vuelvo a enfocarme en él ya que no me ha gustado su risa.
—Hasta yo tengo más probabilidades de traer a una chica a casa que tú. —Se levanta y pasa por mi lado—. Buenas noches, hermano. —Toca mi hombro.
—¿Qué significa eso? —Lo miro por encima de mi hombro—. Jack —lo llamo, pero me ignora descaradamente.
Cierro la libreta e intento meditar sus palabras para encontrar el mensaje encriptado.
No es posible que haya tomado en broma lo que dije conociendo mi historial.
Tal vez ha conocido a alguien y esta es su forma de anunciarlo.
Sí, debe ser eso.
☆♛♛♛☆
Ha llegado el día.
El cumpleaños de Lía.
Por un lado, parece que ha tardado una eternidad en llegar. Por el otro, parece que fue ayer que la vi en persona después de años.
—¿Qué le parece?
Aparto la vista del ventanal y doy media vuelta hacia mi asistente.
—Cómpralo. —Me dirijo a la salida.
—Sabía que diría eso así que traje los papeles, los firma y el departamento será suyo.
Me detengo en la puerta y la miro por encima de mi hombro.
—No solo el departamento, quiero el edificio.
—¿El... edificio... entero?
—¿Algún problema?
—No —se apresura a decir—, hablaré con el dueño.
Cruzo el umbral y mi asistente me sigue mientras realiza una enérgica llamada.
Ladeo la boca, satisfecho con mi nueva adquisición.
Entramos al elevador y la señorita Roja termina la llamada con un suspiro.
—Me enviará los papeles en unas horas.
—Buen trabajo. —Me apoyo en la pared del fondo—. Agrégate un bono a tu salario.
—Ya lo hice. —Está concentrada en su tablet—. Usted es un jefe muy agradecido.
—¿Más agradecido que el mes pasado? —Le doy un vistazo.
—Diría que el doble de agradecido que el mes pasado. —Su teléfono suena y lo contesta al instante.
Aprovecho en observarla mientras mantiene una seria conversación con la persona al otro lado de la línea. Quién diría que crecería tanto en estos cuatro años trabajando para mí. Ha dejado de ser aquella niña que temía hablarme para convertirse en mi mano derecha que se encarga de las negociaciones y los papeleos.
Tal vez deba...
Las puertas del elevador se abren para darle paso a dos personas conocidas.
Lía y su madre.
—¡Exionista! —Corre hacia mí y abraza mis piernas—. Te extrañé. —Me sonríe.
Me agacho y apoyo una rodilla en el suelo para estar más a su altura.
—Feliz cumpleaños, Lía. —Acaricio su cabeza.
Se ríe y me abraza del cuello.
El ascensor continúa su ruta descendente y noto que la señorita Thompson nos ha dado la espalda.
—Mami, mami. —La pequeña le sacude de la mano mientras aún se aferra a mi cuello—. ¿No vas a saludar a Exionista?
—Hola. —Saluda con la mano, sin atreverse a verme.
Lía al fin me suelta y aprovecho en enderezarme para concentrarme en su madre. Es obvio que intenta evitarme, la razón de por qué lo hace es lo que no entiendo.
—Señorita Thompson.
Su cuerpo se contrae más ante mi llamado. Se le nota bastante incómoda, como si a la primera oportunidad saldría huyendo de aquí.
Aparto la mirada ya que sé es debido a mí, y no soporto verla actuar así.
Después de todo es la razón por la que me fui, para evitar esta situación.
—¿Mami? —Lía suena preocupada, lo que aumenta la culpa.
Volví a equivocarme. Le diré que no iré a su fiesta para no incomodarla más...
—¿Por qué estás roja? ¿Estás enferma?
La señorita Thompson empieza a reírse de una forma exagerada, lo que demuestra que es fingido.
Mi asistente se cubre la boca, aguantando la risa.
¿De qué me estoy perdiendo?
—Mamá solo tiene calor. —Se echa aire con las manos—. ¿Por qué tarda tanto en bajar? —Presiona el botón repetidas veces.
—Mami, si tienes calor, ¿por qué no te quitas la chamarra? —Agarra el borde de la prenda gris y se lo levanta.
Por un segundo pude ver la espalda desnuda de la señorita Thompson.
Fijo la vista en la pared de mi izquierda y trato de pensar en todos mis aburridos pendientes de la semana. Cierto, tengo esta... actividad importante a la que asistir... no planeaba hacerlo ya que la idea es que me iría mañana, pero ahora que me quedaré no veo razón para no ir a esa... actividad.
El elevador al fin se detiene.
—Nos vemos luego, ¡adiós! —La madre de Lía sale corriendo, con la pequeña en brazos.
—Por todos los santos... —La señorita Rojas se cubre la boca, asombrada por lo ocurrido—. Rei tenía razón.
En realidad, no me sorprende que se comporte así, es lo que esperaba de ella. No debería sentirme decepcionado.
Con las manos en los bolsillos, camino hacia la zona en donde estacioné mi nuevo auto.
—Demonios —mi asistente continúa murmurando mientras camina detrás de mí—, ahora no podré negarme a salir a comer.
Freno de inmediato y me vuelvo.
—¿Saldrás con Rei? —La miro fijamente.
—¿En serio se va a enfocar en eso, jefe? —Enarca una ceja.
—¿En qué debería enfocarme?
—¿No vio lo que pasó? —Señala su espalda.
—¿Ver... qué? —digo con poca paciencia ya que detesto que se vayan por las ramas.
—Amelia... se sonrojó por usted.
Continúo mirándola, esperando termine su explicación, pero parece que es todo lo que dirá.
—Wow, ¿en serio fue un casanova? —Se rasca la barbilla—. Creo que Rei exageró con la descripción. —Se adelanta.
¿Qué tiene de sorprendente que la señorita Thompson se haya...?
No. No es posible.
☆♛♛♛☆♛♛♛☆
¡Hola!
Felicidad plena porque pude actualizar a tiempo T.T
Al fin llega el cumple de Lía (sí que se hizo esperar xd)
Días de actualización: Por verse
♛PREGUNTAS♛
☆¿Preguntas?
☆¿Frase favorita?
☆¿Teorías del siguiente capítulo?
Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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