Capítulo 16: "Me niego"
☆♛☆ 16. "Me niego" ☆♛☆
—Si no bailan voy a jalar —insiste la no adolescente.
—Ya voy, ya voy. —La señorita Thompson se me acerca y me mira a los ojos—. Mientras más rápido lo hagamos, más rápido terminará. —Levanta ambos brazos.
Tomo su mano derecha para entrelazarla con mi izquierda, y llevo mi derecha de vuelta a su cintura.
—Frank —me advierte la universitaria.
Bajo mi mano a su real cintura.
—Épale, vaquero —murmura la madre de Lía.
Subo mi mano.
—Frank.
Bajo mi mano.
La señorita Thompson se ríe, y su estremecimiento acerca más nuestros cuerpos.
Deja de reír y me clava la mirada.
—¿Siempre fuiste tan alto? Aún con tacones me llevas media cabeza. —Me mira con ojos curiosos.
—No, te has encogido.
Se carcajea.
¿Yo la estoy haciendo reír? ¿O solo se ríe por nervios? ¿Está tan nerviosa como yo lo estoy?
No, yo no estoy nervioso.
En lo absoluto.
—Genial, también sabes bailar —bufa.
—Sé mucho más que eso. —La rodeo de la cintura con más confianza para poder girar sin problema.
Por alguna razón, a los millonarios les encanta realizar bailes temáticos, así que no tuve opción que tomar clases para mostrarles que en eso también soy mejor que ellos.
De repente se escucha una melodía familiar que resuena a nuestro alrededor, y sospecho que estoy perdiendo la cordura ya que no tiene sentido que haya música en este lugar.
Nos detenemos al mismo tiempo en que el gimnasio vuelve a quedar en silencio.
—Wow. —La señorita Thompson parece ida.
—No... se... muevan.
Pero la madre de Lía no obedece e intenta apartarse, así que pongo presión en el brazo para mantenerla cerca y quieta.
—Ella dijo que no nos movamos —murmuro.
Asiente levemente en respuesta, y noto cómo sus dedos tintinean entre los míos.
Quién sabe cuándo volveré a tener otra oportunidad de tenerla así de cerca y deseo apreciar cada sensación y capturar cada detalle de su rostro.
Algo está mal conmigo porque no tiene sentido que desee algo así.
No debería desear nada de ella.
No debería desear y punto.
—Frank.
Trago saliva como reflejo.
—Estás diferente.
¿Lo estoy? Yo no noto ninguna diferencia.
—No me gusta. —Frunce el ceño.
Se aparta y gira hacia Maya.
—¿Puedo ir al baño?
—Ah... claro, justo estaba terminando los últimos detalles, ya pueden moverse si gustan.
Sin atreverse a verme, sale trotando del gimnasio.
Me limito a ver su silueta alejándose hasta que desaparece en la salida.
Mis pies se mueven antes de pensarlo mejor y cuando me doy cuenta ya estoy corriendo.
Apenas pongo un pie afuera soy empapado por la lluvia que cae como si fuera el fin del mundo.
A pesar de las actuales circunstancias consigo ubicarla y corro hacia ella.
Estoy actuando por puro impulso y las inexistentes razones por las que hago esto lo confirman. Aun así, la tomo del brazo para detenerla y llevarla bajo el árbol más cercano porque si sigue empapándose así terminará resfriada.
—¿Me seguiste? —Me mira de pies a cabeza—. Santo cielo, estás empapado.
—¿Por qué huiste?
—¿Ah? —Eleva las cejas y bufa—. No he huido, solo me dieron ganas de hacer pis.
—Entonces explica lo que dijiste ahí dentro.
—No sé a qué te refieres. —Se rasca la mejilla mientras me evita la mirada.
Es tan obvia que hasta un feto sabría que miente.
Pero ya he vuelto a mi realidad en donde no tengo derecho a insistirle en que me diga la verdad.
Debo ponerme un límite o ya no habrá vuelta atrás.
Doy el primer paso hacia atrás con la clara intención de alejarme de ella y todo lo que me hace sentir.
Antes era un profesional conteniéndome, y aunque me duela admitir debo haber perdido la práctica, solo eso explicaría que esté actuando de esta manera tan errática.
Retrocedo otro paso, y solo me falta uno más para dar media vuelta e irme de este lugar peligroso que se burla de mis fortalezas.
—Espera.
Cruzo miradas con la mujer que ha pisoteado mi habilidad con el control.
—Está lloviendo demasiado fuerte, espera a que se despeje.
Exhalo para expulsar la estúpida idea que se cruzó por mi mente.
Algo está muy mal conmigo.
No le encuentro sentido a nada de esto. No la he visto en años, y aunque hemos mantenido el contacto de manera indirecta, ya que ha sido a través de Lía, nosotros no somos nada más que conocidos.
Aun así, continúo comportándome de este modo tan... incoherente.
Es molesto pensar una cosa y hacer lo contrario. No me gusta.
Volteo a ver a la señorita Thompson al recordar que es justo lo que ella ha dicho hace unos minutos.
—Es curioso. —Me da la espalda para caminar al otro borde de la media protección que nos ofrece el árbol—. Esto me recuerda mucho a aquella escena de la película en donde Darcy confiesa sus sentimientos en contra de su buen juicio.
Sé a qué película se refiere porque Maya me obligó a verla con ella cuando estaba en preparatoria. Es una suerte que dejó atrás esa etapa chantajista.
Al menos él pudo hacerlo porque lo único que lo detenía era la diferencia de estatus.
—Pasado mañana es el cumpleaños de Lía. —Suspira—. Y el cumpleaños de Max.
Aparto la mirada para observa el césped que hay a nuestro alrededor.
—Ya no duele tanto decir su nombre, ya resulta más sencillo recordar los buenos momentos sin sentir culpa o tristeza.
Cierro los ojos como me gustaría cerrar mis oídos.
—¿Por qué me cuenta esto? —digo entre dientes, conteniendo el mal humor porque lo que menos deseo es desquitarme con ella.
—Porque lo noto, Frank. —Se gira y cruzamos miradas—. Puedo notar que aún te culpas por lo que le pasó.
Sacudo la cabeza y giro hacia mi izquierda para distraerme con la vista. Todos parecen estar resguardados en los edificios o establecimientos, lo que significa que estamos solos en un radio de varios metros de distancia.
—Descuida, no voy a intentar convencerte de que no deberías hacerlo. —Se para a mi lado para también apreciar la vista—. Después de todo no somos tan cercanos. —Se encoge de hombros y exhala, bastante relajada a pesar del actual tema de conversación.
—Podemos serlo. —La miro.
—¿Ser qué cosa? —Me mira.
—Cercanos. Podemos serlo.
Eleva las cejas en respuesta.
Parece que ya lo he decidido sin darme cuenta. Me quedaré por aquí más tiempo del planeado.
Obviamente no lo hago por ella, me quedo por Lía.
Como extrañé a esa pequeña. Su voz, su sonrisa. La forma en que me mira.
—Me niego. —Se gira y se aleja.
¿Qué acaba... de decir?
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¡Hola!
Publicación nocturna para recordar los viejos tiempos (?)
Escribir desde la perspectiva del conde ha sido un reto desde el principio ya que ese hombre es aún más complicado que Amelia :v yo pongo la situación y la oportunidad y él solo -.-
Días de actualización: Por verse
♛PREGUNTAS♛
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☆¿Teorías del siguiente capítulo?
Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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