Capítulo 0
☆♛☆ Capítulo 0 ☆♛☆
—¿Cuál es tu nombre?
—Alicia.
—Que tengas un brillante futuro, Alicia —digo mientras escribo cada palabra en el papel.
—Yo también escribo cuentos y de grande quiero ser tan talentosa como tú. —Enseña una radiante sonrisa.
—Estoy segura de que ya lo eres. —Curvo los labios—. Gracias por venir.
Recibe el cuento y lo abraza como si se tratara de un preciado peluche. Se aleja entre la multitud y la siguiente jovencita se detiene frente a mí.
Le doy un vistazo a Maya, quien conversa amenamente con una niña que está disfrazada de malvavisco. ¿Si me la como también sufriré una reacción alérgica?
—Mamá. —Algo me jala la parte baja del pantalón así que me inclino a un lado para mirar por debajo de la mesa y apreciar a una adorable pequeña—. Quiero hacer pis —dice con su preciosa voz.
Sonrío ante tal sencilla frase que me resulta de las mejores jamás escuchadas.
—¿Es urgente? Ya casi terminamos.
Asiente con su tierna cabecita.
Deslizo la silla hacia atrás para que pueda salir de su guarida, con su mano libre se sujeta de mi pierna para no caerse ya que la otra mano está ocupada sujetando aquel peluche de mimo que no suelta ni para ir al baño. Ya parece una extensión más de su brazo.
Una señorita de polera negra se acerca por detrás, y la miro al reconocerla como una de las encargadas del evento.
—Voy a ir un rato al baño —le explico bajito mientras sujeto de la mano a Lía.
Su rostro serio cambia de inmediato al toparse con la mirada fija de la mini yo. No me sorprende ya que lleva derritiendo personas desde que empezó a gatear.
Nos vamos alejando cuando la señorita informa al público que volveré en unos minutos.
—¿Quieres que te cargue o puedes caminar? —Miro a la mini yo.
—Puedo caminar —afirma—. No, mejor usamos tus piernas, mami, las mías son pequeñas.
Curvo los labios y me empino de una rodilla. Estira sus bracitos y estos me rodean en cuanto la cargo. Sus piernas se enroscan en mi cintura y avanzo en cuanto compruebo que la tengo bien sujetada.
—Yijaaaaa.
Sabía que había sido mala idea que viera esa película de Barbie vaquera.
—Mami.
—Mande.
Se ríe por mi respuesta, lo que me encanta ya que sigue dándole gracia a pesar de que le he respondido así varias veces. La mejor audiencia.
—¿Sabías que mi cumpleaños es en una semana?
Mis pies se detienen. Dirijo toda mi atención en la mini yo, quien mi mira expectante por lo que diré. Parece que duda si ponerse feliz o triste.
—Con razón te veo enorme. —Curvo los labios—. Ya casi casi tienes cuatro años.
Su risa es música para mis oídos.
Continúo caminando mientras me concentro en mantener la calma y no mostrar ni una pizca de tristeza. Que la mini yo lo nota al instante.
—¿Ya sabes qué quieres para tu cumpleaños? ¿Tal vez otra fiesta con temática de mimos?
Sacude la cabeza, lo que provoca que sus trencitas salten de un lado a otro.
—Quiero conocer a Papá Noel.
Vuelvo a frenar, esta vez demasiado impactada para poder disimularlo.
—Pero aún falta mucho para Navidad...
—Quiero conocer a Papá Noel.
Retomo el paso, llegamos a los baños y la ayudo a sentarse en uno de los inodoros vacíos.
—Mami, quiero conocer a Papá Noel —insiste.
Al no escuchar más pis saliendo la ayudo a limpiarse y salimos a los lavabos. La cargo para que esté junto al grifo. Lía deja descansar su peluche sobre su regazo y se moja las manos.
—¿Y si para tu cumpleaños vamos al circo? —propongo mientras le sobo los deditos con el jabón.
Sacude la cabeza en negación.
—Quiero conocer a Papá Noel.
Le entrego un pedazo de papel para que se seque.
—Lo hablamos mejor en casa, ¿sí?
Asiente, mostrando una gran sonrisa, y me entrega el papel convertido en una bola húmeda. Apunto al tacho y hago el tiro.
—Oh sí. —Le enseño la palma a Lía y la junta con la suya.
No es lo que esperaba pero lo aceptaré.
—¿Quieres aprender algo divertido?
—Síiiiiii.
—Pon tu mano así. —Estiro la mano con la palma hacia afuera.
No tarda en imitarme, moviendo los pies de la emoción.
—Luego yo hago esto. —Choco mi palma con la suya, lo que produce un pequeño sonido.
—Wow. —Se mira la palma, asombrada por la magia.
—Eso es un choque de palmas. —Curvo los labios, con la cabeza en alto, orgullosa de compartirle mi sabiduría a la mini yo.
—¿Para qué es? —Ladea su cabeza de un modo tan tierno.
—Sirve para celebrar con alguien más algo que has hecho y que te hizo muy feliz.
Se me queda mirando, aún procesando lo que dije.
—Lo haces cuando estás feliz y quieres compartir esa felicidad con alguien más —intento explicarlo de nuevo.
—Ooooooooh. ¿Es para compartir felicidad?
—Así es. —Asiento, encantada de que lo haya entendido a su tierno modo.
Estira el brazo, enseñando su palma. Curvo los labios y la choco despacito.
—Choque de almas —vitorea.
—En realidad es pal... —Me ignora para chocar sus propias palmas una y otra vez—. Ya te volviste toda una experta.
Se ríe de ese modo tan angelical.
La cargo, que ya es hora de regresar, y la sujeto con más fuerza ya que está bien concentrada chocando sus palmas.
—Casi lo olvido. —Agarro al peluche y lo acomodo entre sus bracitos.
—Choque de almas, choque de almas, choque de almas.
Cielos, me va a dar un ataque al corazón por tanta adorabilidad.
Regresamos al espacio que nos otorgaron para la firma de libros y acomodo a Lía en la almohada que hay bajo la mesa, junto a sus demás juguetes.
—Choque de almas, choque de almas, choque de almas.
Ahora está chocando palmas con su peluche de mimo.
Maya me mira al escucharla y vocalizo «Luego te cuento» sin emitir sonido. Asiente al entender y sigue en lo suyo.
Curvo los labios ante la adolescente que se detiene frente a mí.
☆♛♛♛☆
—Tía Maya, ¿sabías que mi cumpleaños es en una semana?
Como estoy conduciendo me concentro en mantener la vista en la carretera. Aún así siento la mirada de Maya a pesar de que está sentada atrás junto a la pequeña.
Se toma unos segundos para responder.
—Es verdad, creces tan rápido.
—Aún estoy chiquita, o no usaría el asiento para personas chiquitas.
Debe referirse al asiento para niños que la mantiene bien asegurada.
—¿Y qué te gustaría...? —No lo digas, no lo digas— ¿... recibir en tu cumpleaños?
Demonios, lo dijo.
—Quiero conocer a Papá Noel.
—¿Papá Noel?
Exhalo con pesadez.
—Aaaaaah, hablas de Santa —Maya suena feliz—. Pero aún falta mucho para Navidad.
—No, Santa, Papá Noel.
—¿No son la misma persona?
—¿Y qué quieren almorzar? —intento cambiar de tema—. A mí se me antojan tallarines.
No escucho respuesta. Así que miro por el espejo retrovisor y me encuentro con una pequeña carita triste.
Rayos.
—¿Quieres mandarle un mensaje a Papá Noel? —propongo.
Me mira a través del espejo y su rostro vuelve a brillar.
—Síiiiiiii.
Curvo los labios, feliz de que esté animada.
Bien, solo será un mensaje, no es el primero que le manda así que no habrá problema.
De todos modos nunca ha contestado los mensajes. Seguramente ya cambió de número.
—Maya, ¿puedes sacar mi celular del bolso?
Estira su mano hasta el asiento de al lado y lo agarra para buscar en su interior.
—Cariño, dile a Maya el mensaje que quieres mandarle —le indico.
Me enseña el pulgar arriba. Esa es mi niña.
—¿A poco tienes el número de Santa? —Maya aún no se lo cree pero igual revisa mi celular.
¿Por qué tengo un mal presentimiento sobre esto?
¿Por qué rayos se me ocurrió la idea de cambiar su nombre a Papá Noel?
Tranquila, no pasa nada, si no ha respondido los mensajes durante estos últimos años dudo vaya a hacerlo ahora. Además, seguro que ya ni usa ese número.
Así que no te preocupes.
—Querido, Papá Noel...
Saldrá bien.
—Gracias por los regalos que me mandaste...
Sí, solo será un mensaje más.
—Voy más rápido con el triciclo, he chocado muchas veces pero no me hice daño gracias a tus regalos de protección...
Más bien es una carta, pero igual no habrá problema.
—Pronto es mi cumpleaños...
Demasiado pronto.
—Este año me he portado bien y fui una buena niña, eso dice mi mamá...
Una increíble niña.
—Mi deseo de cumpleaños por ser una buena niña es...
Aquí vamos.
—Que te quedes con nosotras por un mes.
Y que me voy al otro carril. Por suerte la autopista está vacía.
—Ehm, cariño. —La miro por el retrovisor—. No creo que esa sea...
—Tostada, si vienes antes ya no te pediré nada para Navidad.
—Eh, Maya, antes de que lo... —Le doy un rápido vistazo por encima de mi hombro.
—Y enviar. —Sonríe, orgullosa de cumplir la ardua tarea.
No no no no.
Aprovecho que hay una zona para aparcar y detengo el vehículo. Desabrocho mi cinturón y me giro hacia atrás para arrebatarle el teléfono a Maya.
—Debo decir que esa es la carta más adorable que he escrito en mi vida —comenta con emoción—. Me recuerda a cuando era niña y le escribía a Santa cada año sin falta.
Oh rayos. De verdad lo envió.
—¿Pasa algo? —Parece notar mi cara traumada—. ¿Por qué nos detuvimos?
Intento aligerar mis expresiones para no preocuparla a ella ni a Lía, quien también me está mirando atentamente.
—No. —Curvo los labios—. Solo quería asegurarme de que lo enviaste al número correcto.
—Descuida, revisé dos veces antes de mandarlo. —Enseña el pulgar arriba.
—Sí, ya lo noté. —Enseño los dientes—. Gracias.
—Un placer. —Sonríe.
Tiro el celular en el asiento de al lado y vuelvo a abrocharme el cinturón. Fijo la vista hacia adelante y respiro hondo, con ambas manos en el volante. Me tomo unos segundos antes de encender el auto.
Tranquila, él no lo va a leer. Tranquila.
Espera un momento.
Cada cosa que Lía le ha pedido, ya sea en su cumpleaños o para Navidad, lo ha recibido.
Así fue como decidí cambiar su nombre, porque se me ocurrió la brillante idea de hacerle creer a la pequeña que puede hablar con Papá Noel.
Claro, ahora ya no suena tan brillante que digamos.
Pero ya que solo me escribía para avisar que sus regalos están por llegar no parecía tan mala idea en ese entonces.
Había olvidado ese detalle ya que después de un tiempo dejó de avisar y la bandeja se llenó solo con los mensajes que Lía me pedía le mandara.
Eso significa que...
La vibración me hace girar lentamente la cabeza hacia la derecha.
Mi brazo se estira poco a poco hacia el aparato hasta que mis dedos lo capturan.
—¿Ese es Papá Noel? —Maya asoma su cabeza— ¿A poco respondió? —suena sorprendida.
Claro, yo también lo estaría si habláramos del verdadero Santa.
—No lo creo —me tiembla la voz por los nervios—, seguro es Re...
Oh mierda.
De: Papá Noel
Ahí estaré.
☆♛♛♛☆♛♛♛☆
¡Hola!
Vengo con un pequeño adelanto de la historia del conde, y ya deben saber quién está narrando e.e
Y la fecha de estreno de la novela es...
♛ESTRENO: 17 DE OCTUBRE♛
Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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