El origen de los Vampiros

En el antiguo Egipto existía un faraón llamado Osaze. Se decía que era bendecido por los dioses, ya que la paz y la comida abundaban durante su reinado. Sin embargo, el faraón aun no conseguía tener a su primogénito. Sus dos esposas habían muerto al momento de dar a luz, llevándose con ellas a sus herederos. Por ello, constantemente le presentaban doncellas al faraón, para que eligiese una y la desposara. Un día, Moswen es presentada frente al faraón, y este la elige, fascinado por su belleza.

Moswen le entrega a Osaze su primer heredero: una niña, a la que llaman Annipe. Osaze queda descontento, ya que deseaba un varón. Moswen le promete a Osaze que su próximo hijo será un varón, pero, cuando vuelve a dar a luz, nace una niña a la que llaman Masika.

Osaze, furioso, comienza a buscar entre sus súbditas una mujer que lo satisfaga. Moswen ve como con el tiempo su belleza comienza a desvanecerse, y observa celosa como bellas y jóvenes mujeres seducen a su marido. Por el reino, manda a llamar sanadores y brujos que la ayuden a recuperar su juventud y a concebir un varón.

Eboni, una bruja conocida por sus temibles conjuros, llega a las puertas de Moswen con una solución.

"Para volver a ser joven y que tu vientre sea fértil, debes beber la sangre fresca de un animal puro e inocente, y quedarte sumergida en agua fría hasta que salga el primer rayo de sol" le dice Eboni. "Pero debes tener cuidado: solo puedes hacerlo durante una noche sin luna, ya que es la única noche en que los dioses no nos observan".

Moswen espera hasta la siguiente noche sin luna, manda a matar dos chivos pequeños y realiza el ritual. A la mañana siguiente, Moswen siente que se belleza ha vuelto. Se acerca a Osaze y lo seduce, convenciéndolo de que por fin le dará un hijo varón.

Moswen vuelve a dar a luz a una niña, a la que llaman Zahur. Osaze, decepcionado, comienza a cortejar a Safyi, una hermosa doncella que se resiste a los encantos del faraón.

Desesperada, y al borde de la locura, Moswen recurre nuevamente a Eboni.

"Si quieres que el encantamiento perdure, y que tu vientre sea bendecido con un varón, debes beber la sangre de una doncella pura y casta" le dice Eboni "Pero te advierto, joven reina, que solo puedes hacerlo durante la noche sin luna, y debes asegurarte de que sea realmente una doncella, de lo contrario, la desgracia caera en ti".

Moswen manda a capturar a Safyi la siguiente noche sin luna, y con sus propias manos, desgarra la garganta de Safyi y bebe su sangre. Moswen rejuvenece, vuelve a seducir a su esposo y logra concebir un varón finalmente, al que llaman Yahya.

Con el pasar de los años, Moswen comienza a perder el efecto del encantamiento, y Osaze recae en sus conquistas, dejando a Moswen loca de celos y envidia. Vuelve a realizar el ritual con las mujeres que se han acostado con Osaze durante todas las noches, y el efecto de este, dura cada vez menos. Paranoica, ve como Osaze confabula contra ella para asesinarla y casarse con otra doncella, por lo que recurre a Eboni.

"Joven reina, te he dicho que el ritual debe ser con mujeres doncellas y en una noche sin luna, pero me has desobedecido, y ahora pagaras las consecuencias: nada hará que tu juventud sea eterna" le dice Eboni.

Moswen, furiosa, la tortura hasta que finalmente Eboni le da una solución.

"Mira a tu alrededor, hay tres doncellas, hermosas y jóvenes, que son sangre de tu sangre. Beber de una de tus hijas es tu única salvación para obtener la juventud eterna" le dice la bruja.

Moswen, con la luna llena sobre su cabeza, va a los aposentos de sus hijas. Primero se acerca a Annipe. Sin que la mano le tiemble, desliza un cuchillo por la garganta de su hija dormida, y bebe de su sangre hasta la última gota. No contenta con eso, se acerca a la cama de su segunda hija, Masika, y repite el ritual. Moswen se siente mas fuerte, pero su ambición puede más y termina acercándose a su pequeña hija de seis años. La pequeña Zahur se despierta y observa a su madre. Cuando nota que sus ropas están llenas de sangre, comienza a gritar, pero antes de poder arrancar, Moswen la atrapa y corta su garganta sin vacilación ni remordimientos, bebiendo de ella y sintiendo como la juventud que le fue arrebata, vuelve a su cuerpo. Moswen vuelve a sus aposentos y se sumerge en el agua fría hasta el amanecer. Cuando despierta, siente su cuerpo fuerte y frio. Su piel parecida a la porcelana, más blanca que antes, y su belleza la deslumbra. Sale a buscar a su marido, pero cuando un rayo de luz toca su piel, esta se quema. En su garganta siente como la sed la desgarra, pero cuando toma una jarra de agua, esta no la calma. Preocupada, va a increpar a Eboni sobre lo que le está ocurriendo.

"Te lo advertí, joven reina. Si no sigues las reglas, los dioses te darán la espalda, los has desobedecido, y has de pagar por eso con una maldición" le dice Eboni "Te han dado la juventud y belleza que tanto deseabas, pero jamás podras volver a engendrar un hijo, ni saborear la comida, ni sentir el sol en tu piel"

Moswen, furiosa y en cólera, se acerca a Eboni y la muerde en el cuello, bebiendo de su sangre, y descubre que eso es lo único que logra calmar la sed que siente. Descontrolada y enloquecida, Moswen va donde Osaze, donde lo descubre con otra mujer. Moswen pierde el juicio, y con rapidez sobrehumana, muerde a Osaze y luego a la doncella, dejando a esta ultima moribunda. La doncella se recupera y adquiere las mismas habilidades de Moswen, y pronto todo el reino es desolado por ellas. Es así como nacieron los muertos vivientes, aquellas hermosas y letales criaturas de la noche.

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