1. Ayer pedi que te murieras.

Esta es mi participación que se sale del limite pero bueno.

Escogí la canción porque siento que es algo que Ryoga le cantaría A Ranma si tuviera ese sentimiento conflictivo.

Como dato curioso, la voz original de Ryoga es un gran cantante.

Disclaimer: Ranma no es mio
Y ya está.
***********

No estaba del todo seguro de como habia terminado aquí en primer lugar.

Bueno, eso era una mentira. Claro que lo sabía.  Bufo apretando los brazos en su vientre. Su malteada permanecía intacta mientras Ranko ya iba por su tercer Round.

Si no fuera porque no estaba de humor ni para molestarla por traerlo en primer lugar, ya le abria dicho lo gorda que se pondría.

Aunque eso no pasaría. Gracias a dios ambos gemelos eran un pozo sin fondo.

"No pongas esa cara Ranma. Akane me hizo prometer que te sacaría de ese cuarto, y tu le prometiste que vendrías a la inauguración de su cafe"

Ambos se sacudieron pensando en la fuerza de la hereda del dojo Tendo. Una bendición y una maldición que a los Saotome solo les atraían personas de carácter fuerte.

Una total estupidez si le preguntaban a Ranma. Ese estupido gusto es lo que lo trajo a este problema en primer lugar.

**********
Ranma y Ranko Saotome, de 18 años de edad se estaban mudando al fin de casa de sus padres para ir a la universidad.

No es que a ninguno de los dos les interesara realmente estudiar una carrera pero era la unica condición en que su madre los dejaría ir tan lejos a ambos.

Gracias al cielo la Universidad publica de Nerima, la ciudad vecina de la casa de sus padres, tenía un programa para una licenciatura en deportes de alto impacto y habian logrado obtener becas deportivas para dicho lugar.

Cosa realmente buena, porque ellos no eran demasiado buenos en el rango academico.

"Ranko eres más que capaz de llevar tus propias cosas.  Así que dime, ¿Porque estoy llevando tus cosas? "

"Porque nos conseguí a ambos comida gratis, conseguí que el tipo del uber no nos cobrará el servicio y nos consegui unas malteadas gratis para que nadie pensara que estabas consiguiendo un postre femenino por tu cuenta. Así que si, tu llevas mis cosas porque no tuviste que gastar un centavo"

Ranma enserio amaba y odiaba la cabeza roja de su hermana en partes iguales.

"Bueno. ¿Cuánto falta para que lleguemos?" Gruño rebotando un poco las cajas en sus brazos para apoyarlas mejor. No eran de lo mas pesadas, pero no podia ver exactamente hacia donde iba con todas encima.

"Damos vuelta en el pasillo a la..."

Ouch.

"Izquierda"

"Disculpe. No vi por donde iba, me perdí y estaba buscando el cuarto de mi amiga"

Ranma estuvo a punto de no aceptar la disculpa y dar una o dos palabras de su mente al tipo tonto por su orgullo herido. No era sencillo que alguien pudiera chocarlo y mucho menos hacerlo caer al suelo.

Eso hasta que vio quien era la persona con la que habia chocado. 

Fue un muchacho de su edad, decididamente un practicante deportivo de algun tipo, su construcción era poderosa de una manera tosca y sincelada, como un martillo.

"Yo lo siento. No me fije por dónde iba. " Ranma aceptó la mano ofrecida por el interesante extraño ante la mirada incrédula de su gemela.

Ambos jóvenes se midieron en el breve apretón de manos y se estudiaron el uno al otro. 

"Disculpen mi descortesía. Mi nombre es Ryoga Hibiki. ¿Podrían ayudarme a encontrar el dormitorio de mi amiga Akane?"

"Claro, Yo soy Ranko Saotome, y él es mi hermano Ranma. ¿Tienes la dirección de la habitación? Así sabre que tan lejos debemos llevarte. "

Ranma volvio a apilar las cajas que habian salido volando de sus manos mientras observaba la interacción entre su hermana y este nuevo personaje.

No quería admitir que estaba algo sorprendido por la condición que Ryoga mantenía en su cuerpo. El tipo llevaba encima varias cajas más que Ranma y una enorme mochila de viaje en su espalda con bastante facilidad.

Resultar en que su hermana y la amiga de Ryoga eran de hecho compañeras de cuarto parecia un cliché salido de alguna pelicula barata.

Aunque la sorpresas parecía que jamás terminaban.

"¿Akane?"

"¡Ranko!"

Claro, la susodicha compañera tenía que ser simplemente la amiga de la infancia y crush de su hermana.

"Hola Ranma, veo que encontraron a mi amigo Ryoga.  Menos mal, estaba a punto de ir a buscarlo, casi entre en pánico cuando me di cuenta que dejo su teléfono aquí "

"¿Él es Ryoga? Menos mal que Ranma choco con él antes de que saliera del edificio"

Resultar en que los chistes de la vida seguían y seguían podría parecer un efeudismo. Pero la verdad es que a estas alturas parecia ridículo. 

Porque claro las cosas no podían resultar en nada más que tener a ambos como compañeros de cuarto.

Para cuando dejaron el dormitorio de las chicas y se dirigieron a su propia habitación, Ranma decidio dar sus lineamientos antes de que tuvieran algún problema, Ryoga estaba bien para él, pero eso no quiere decir que no pudiera ser precavido.

"Vamos a establecer unas reglas Ryoga. No quiero chicas locas aquí a media noche, si vas a enredarte con alguien porfavor avisame antes para encontrar donde quedarme y aún más importante, no me robes la comida, si quieres algo de lo que tengo pidemelo, si lo tomas solo así tendremos un problema"

Crack

Eran suficientes caídas al suelo para el resto del semestre. El peso añadido a su estomago no era necesariamente doloroso, pero si era ligeramente incómodo.

Observo a Ryoga inclinado sobre él  todavia con su expresión tranquila y los brazos cruzados.

"Estaba pensando en insultarte o soltarte un golpe por insinuar que soy el tipo de hombre jugador que le gusta saltar de cama en cama faltandole al respeto a las chicas.  Pero viendo que mi perrita te dejo fuera de combate lo dejare pasar. "

Ah. Así que ese era el peso que estaba encima de su estómago. 

Ryoga se estiró para tomar a la susodicha mascota y liberar al su compañero caído. 
"Buena chica Shirokuro. ¿Me extrañaste? Vamos a dentro."

Ryoga se hecho a Ranma al hombro y cerro la puerta junto con su perrita. Cabe decir que fue una vista extraña para másde algun peatón casual. Una que más adelante se volvería algo bastante común. 

*********************

Pensar en su primer encuentro de esa manera le hacia sentir que había pasado una vida desde ese momento hasta ahora.

Todo habia sido decididamente más sencillo en aquel entonces. O bueno en vez de sencillo era simple, nada entre ellos habia sido sencillo nunca. Era una de las cosas que los habia hecho tan buen equipo en algún punto.

"¡Ran-Chan! ¡Ko-Chan!"

Ranma levanto la cabeza de sus rodillas para ver a su propia amiga de la infancia.

Mientras Ranko habia tenido a la menor de las Tendo, Ukyo había sido la compañera de aventuras del menor de los Saotome. No importa que la mayor parte del tiempo Ranma penso que Ukyo era un chico, ella era genial independientemente de su genero fluido.

"Te ves terrible Ran-Chan"

Claro díganle algo que no supiera de ante mano.

"Hola U-Chan"  murmuró miserable. Él realmente no quería estar aquí.  No estaba muy seguro de como iba a reaccionar si se veían para estos momentos.

"Cariño, realmente lo siento, ¿En serio no han arreglado nada? Juro que de saber que te daría este problema no habría ido, simplemente quería romper ese tonto compromiso ya que finalmente reunimos lo suficiente para pagar otro carrito de Okonomiyaki"

"No ser culpa de Chica cocinera, Chico cerdo ser tonto y chica leotardo estar loca. ¿Airen triste por chico cerdo aún?"

Oh genial. Porque la tierra no se abria en este momento y terminaba con su sufrimiento.

"Shampoo no es prudente que nos metamos. Podríamos lastimar más el asunto, Saotome ya esta lo suficientemente dolido"

El sonido de la nariz rota de Mousse fue casi lo suficientemente satisfactorio como para aliviar ligeramente su existencia miserable.

"Gracias Ranko"

"En cualquier momento"

**************

"¿Entonces le pasaste el compromiso a Ranko porque te gustan los tíos? ¡Eso es asombroso!"

Esa realmente no era la reacción que Ranma habia esperado, honestamente había ido tan preparado para ser triturado a golpes y esperar que Ranko realmente estuviera dispuesta a devolverle este favor. Porque vaya que se lo iba a cobrar con intereses.

Pero la enorme alegría burbugeante de Akane Tendo fue algo que Ranma no habia tenido dirigido a él y que no habia visto sin Ranko en la misma habitación.

"Bueno, es más como ir en ambas direcciones en mi caso, pero se que estarías más feliz con Ranko que conmigo. O por tu reacción eso es lo que creo Tendo"

El hecho de que ambos estaban comprometidos fue algo de lo que se habian enterado cuando tenian 16 años y los Saotome tuvieron que volver a su ciudad natal, vecina a Nerima. 

Ranma se había ganado el odio indistinto de la menor de las Tendo y la envidia y tristeza de su gemela por practicamente haberle arrancado de las manos a su crush sin pedirlo.

Akane odiaba a los hombres porque no solían tratarla bien, habia tolerado a Ranma cuando su aversión comenzo por el simple hecho de que el muchacho venía en un paquete con Ranko, sueles tener a ambos o ninguno casi todo el tiempo.

Con el compromiso la toleración terminó y un tipo de amistad odio se habia dado en ambos para poder mantener a Ranko cerca.

Gracias a que ahora ya era finalmente un adulto legal, podía dar fin al compromiso al que lo habia metido su  estupido padre.

Por lo que recibir un golpe juguetón y una mirada de cierta camaradería por parte de su futura hermana en Ley era si bien un cambio bienvenido, tambien le resultaba bastante desconcertante.

"No es solo por eso tonto, aunque estoy muy feliz de finalmente  tener el camino libre y asegurado con ella. El asunto es por Ryoga"

Las cejas de Ranma se alzaron rozando su cabello. ¿Qué tenía Ryoga que ver en el asunto?

Akane cerro los libros que habia estado usando cuando Ranma entro en su dormitorio y giró su silla para que ambos se vieran de frente

"Sucede que bueno sucede que nos conocimos por este problema de dirección que tiene y eso. Así que se quedaba mucho en mi casa entonces... Ryoga es Gay ¡Y no se lo digas a nadie! Es una persona excepcional, pero ha sufrido mucho en su vida"

Ranma frunció el ceño.

"¿Le discriminaban por ser gay?" Fue una pregunta hecha de forma suave, tranquila, tratando el tema con la mayor naturalidad posible. Aunque en si sus puños se apretaron demasiado fuerte y sus nudillos tronaron Akane no lo comento.

Akane asintió y lanzó un corto suspiro, sentándose en la cama.

"Nuestro pueblo era como sabes pequeño, hay pocos homosexuales y la mayoría de la gente es muy adulta… ya sabes, de esa gente chapada a la antigua que creen a los gays seres del infierno y no sé qué más cosas.

Ryoga fue echado de casi todos los clubes deportivos de Furinkan y perdió muchos amigos. No había más jóvenes homosexuales en el pueblo para ese momento, así que se sintió muy solo.

Claro que yo y algunos de nuestros amigos lo animamos y lo apoyamos, pero no era lo mismo. Cuando venimos a la universidad lo hicimos con la esperanza de que Ryoga pudiera encontrar a más homosexuales y se diera cuenta de que él era normal." luego corrigió "Él es normal. Demasiado fuerte tal vez, pero normal.

"¿Acaso Ryoga se avergüenza de ser gay?"

"Sí y no" Akane buscó las palabras para describirlo tanto como ella podía.

"Verás, él sabe que es homosexual y no piensa hacer nada para cambiar eso. Pero por la gente con la que crecimos, cree que ser gay no es del todo normal. Y se siente extraño, sumado a que antes de aprender a usar el Gps era muy dificil que llegara a cualquier lado ¡Pero has llegado tú para serme útil por una vez!"

Y de repente le dedicó una de esas enormes sonrisas que si las editaran para revistas, sería considerada la más radiante de todas. Wou, Ranko era afortunada, lo habría considerado de no ser porque Akane lo abria odiado simplemente por tener una polla entre sus piernas.

"¿Yo?" ahora Ranma se sentía más comprometido con todo y eso no le gustó en absoluto, es decir claro que Ryoga le parecía bien a pesar de que peleaban la mayoría del tiempo. Pero esto "¿Cómo…?"

"¡Ten una charla con él, hazle ver lo natural que es ser gay! Que no se sienta apenado de su forma de ser. Ryoga es un necio, terco y un gran desorientado en ocasiones. Pero esa es solo una coraza. En el fondo es un chico muy sensible, educado y dulce.

Eso Ranma lo había deducido desde el segundo día en que lo conoció.

"Había pensado que Ryoga era de algún lugar cerca del monte Fuji, en las fotos de su habitación se ve con total claridad" dijo, a modo de hacer más ligero el ambiente.

"¡Lo es! Se mudó hace…
¿Qué? ¿seis años, siete? Lo conocí cuando teníamos unos doce años más o menos. ¡No soy buena con las fechas!"

Ranma rio y se encogió de hombros. Si, una charla estaría bien. Por no mencionar que ahora, y de forma casi milagrosa, se había abierto una oportunidad para entablar una mejor relación con Ryoga.

En cierto modo podía relacionar su historia con él.  No quería imaginar como habría sido salir a la luz sin su hermana a su lado y no habían tenido muchos amigos al crecer gracias a los constantes viajes donde su padre los arrastro.

A pesar de las cosas realmente le gustaría que ambos pudieran ser amigos

****

"Mira, sé que no he sido precisamente una persona amable contigo"

Le dijo Ryoga de repente 

" Pero si quieres reclamarme ¡Pierdes tu tiempo! No escucharé ni la mitad de lo que me digas y…"

Siguió hablando. Ranma miró la boca de Ryoga, sus labios gruesos, moverse mientras pronunciaba palabra por palabra que él realmente no escuchaba.

Dejó que se expresara, que sacara aparentemente algo de la rabia que tenía y vaya que había aprendido que el tipo perdido tenía micho en su interior.

Miró alrededor, estaban solos en una parte de la plaza del campus  y la pareja más cercana estaba fácil a unos diez metros de distancia. Seguro de que nadie escucharía, Ranma  respiró hondo y dijo fuerte y claro ya que andar por las ramas no era lo suyo.

"Sé que eres gay."

Ryoga se congeló en ese momento, viendo a Ranma de reojo repentinamente lívido y con sus ojos muy bien abiertos, luchaba por sentir asombro, miedo o enfado.

Ranma solamente sonreía.

"¿Quién te lo dijo?"

La voz de Ryoga tenía un tono filoso muy parecido a sus prominentes colmillos, conteniendo un montón de sentimientos contradictorios. Pero en vez de reaccionar enfadado y violento, como Ranma pensó, se veía más bien cauto, tratando de controlar la situación.

Esas defensas eran innecesarias.

"Me lo dijo Akane ." respondió Ranma tranquilo, llevando ambas manos hacia el bolsillo de la sudadera "Y no tienes que enojarte con ese Tomboy"

"¿No enojarme con ella?" y repentinamente, estaba indignado.
"¡Era mi secreto! ¡Mío! ¿Desde hace cuánto te conozco Saotome? ¿Dos semanas? ¡Es mi vida y aunque la adoro, Akane no tiene derecho a meterse en ella!

"Ryoga , me lo dijo cuando yo le dije que cancele nuestro compromiso, se lo pase a Ranko para que ambas fueran felices ya que también soy gay."

La expresión de Ryoga cambió por completo. Ya no era de enfado, era de un absoluto asombro que no hizo nada por disimular. Sus ojos cafe miraban con ansiedad los ojos azules  de Ranma.

"¿Tú eres gay?" No cabía de asombro.

"Sí, lo soy" y lo decía con orgullo
"No es algo de lo que debas estar avergonzado, Ryoga. En serio."

"Yo no me avergüenzo de serlo Saotome" su voz sonaba contenida otra vez.

"Mira, no entraremos en detalles." Lo último que deseaba era perder la poca confianza que había entre los dos
"Pero te lo digo para que sepas que no eres el único. Hay miles más allá afuera" señaló la universidad.

"Lo sé"

"No, no lo sabes" pensó sin decirlo.

La expresión de Ryoga era suficiente.

Hay algo enigmático en el amor que Ranma no se había tomado el tiempo de analizar. Cierto, él había sentido el flechazo por Ryoga desde que lo conoció en su dormitorio universitario.

Pero no se enamoró realmente de él hasta después, que lo conoció mejor. Y fue lo mismo para Ryoga. Saber que Ranma era gay le dio más confianza para tratar al chico y mientras más hablaban, más atraído se sentía hacia el sonriente artista marcial que se la pasaba entre clases haciendo comiendo a escondidas y durmiendo de manera bastante creativa e ingeniosa.

Ranma era una persona demasiado enérgica. En las clases prestaba atención y para mala suerte de sus profesores, por más veces que le llamaran la atención debido a sus bromas, Ranma siempre, siempre, se salia con la suya. Cosa que los irritaba.
Entre salones y descansos, Ranma era más bien el alma de una fiesta personal. Veía en cada momento la oportunidad de divertirse, por lo mismo generó una gran cantidad de amigos en poco tiempo.

Ryoga era más bien reservado, y tenía un genio de los mil demonios tanto en las mañanas recién levantado como en sus peores días.

Era una buena persona, la verdad, bastante altruista, pero eso no era perceptible a primera vista y de no ser por la ayuda de Ranma, encajar en el círculo social de la universidad le hubiera costado mucho más trabajo.

Akane y Ranko vieron rápidamente que los dos chicos se apoyaban y siempre se buscaban. Se alegraron mucho por los dos. Con el tiempo pasando, la amistad se estrechó y conforme avanzaban en sus carreras, avanzaban en el ámbito social.

Ranma recordaba los primeros años de la universidad con verdadera nostalgia. Cuando conoció a Ryoga, cuando comenzaron a hacerse amigos, las reuniones para estudiar, consejos sobre las materias… fueron una gran cantidad de momentos especiales que compartieron como amigos. Quizá por eso no debió extrañarle en absoluto cuando dieron el siguiente paso.

Ranma había manejado su flechazo lo mejor posible, dejando sus sentimientos a un lado para ser el mejor amigo que Ryoga necesitaba. Y al año de haber ocurrido eso, se sorprendió mucho cuando el chico perdido haciendo acopio de todo su valor declaró sus sentimientos.

Ranma sabía que era algo importante, vendría siendo su primera relación Ranma había tenido relaciones antes—Si puede decirle relaciones a los multiples compromisos en los que su padre le habia metido al pasar los años—y por eso aceptó encantado con la idea de enseñarle todas las bellezas ocultas en las relaciones que Ryoga no pudo experimentar.

Cuatro años restantes no disminuyeron la relación. Todo lo contrario, la avivaron. Y al momento en que se graduaron ya estaban planeando cómo hacer sus vidas juntos. Después de todo, eran dos jóvenes enamorados.

Hasta que las cosas salieron mal.

********

Ranma habia regresado al pueblo de Nerima al hogar de los Tendo junto con su hermana, su cuñada y su novio.

Akane habia salido triunfante de su titulo de administración de empresas y estaba a punto de abrir un nuevo cafe en la ciudad.

Ranma y Ranko se habian encomendado a ser los nuevos maestros del Dojo de los Tendo y Ryoga habia sido contratado como ingeniero civil en diferentes construcciones de la ciudad.

Todo habia estado bastante bien. Los chicos habian planeado bastante bien como proceder con la siguiente etapa de sus vidas y no querían nada más  que seguir adelanté.

Pero Ranma tenia asuntos pendientes.

No le habia dicho a Ryoga nada sobre el asunto de sus prometidas, el muchacho perdido habia asumido que Ranma era un hombre libre desde el momento que cedió su compromiso con Akane. Lo cual habría sido lo lógico.

Claro si Genma no lo hubiera usado toda la vida como moneda de cambio para el mejor postor.

"Estoy tan emocionada!" dijo Ranko de repente "Me pregunto ¿Qué canción cantaran? ¿No tienes una idea, Ranma?"

lo miró, él negó.

"Bueno, pero tiene una voz hermosa ¡Sé que será un éxito!"

Ranma siempre era muy atento con su hermana, por eso Ukyo  se sorprendió de verlo decaído. La graduada Chef pronto comprendió lo que estaba pasando y suspiró.

"Ryoga no te ha llamado ¿verdad?" dijo, recargando los dos codos sobre la mesa y la barbilla en ambas manos.

"No" respondió, sacó el celular y revisó solo por si acaso
"Una semana exacta. Voy perdiendo la esperanza. Incluso tengo miedo de que este perdido, ese tipo podria cruzar de Japón a china sin nadar en lo absoluto"

A Ranko siempre le había desagrado el carácter tan orgulloso de Ryoga, aunque Ranma solia ganarle en eso, no contaba porque Ranma era su hermano.

Y una cosa era segura; si el chico no llamaba era por eso, por orgullo. Ensimismado en su propio argumento no se daba cuenta de que rompía lentamente el corazón de Ranma.

Y ni a Ranko, Ukyo o incluso Mousse le pasaban de noche una cosa: Ryoga era lo mejor que le había ocurrido a Ranma desde la universidad. Y Ranko estaba aun más segura por Akane que su hermanito era lo mejor que le habia sucedido al tarado desorientado.

¿Por qué empeñarse en perderlo?

"¿Sabes una cosa?" dijo Ranma de repente, cabizbajo "No me sorprende. En los casi cinco años que llevo de conocerlo, jamás me ha escuchado decir "lo siento"… aunque creo que esta vez realmente debí de llamar yo.

Ukyo frunció el ceño.

"Ranma, lo llamaste cincuenta veces en un día" replicó "¡Y setenta el otro! Creo que tú si intentaste arreglar las cosas. En tu vida te habia visto dejar el orgullo"

"Debí tratar más" se lamentó, llevándose una mano al puente de la nariz y presionándolo para no llorar. Diablos se sentía como una chica

"No es ya culpa tuya" le consoló Ranko, agarrándole las manos "Ryoga, sabes que a veces es un patán. Lo está siendo ahora."

Ranma negó con la cabeza suavemente.

"Es mi culpa" recalcó.

"No"

"Sí lo es" la miró fijamente.

Ranko iba a debatir cuando una invitada más llego de repente.

"¡Ranma veniste!" la pelirroja vio a su prometida lanzarse a los brazos de Ranma, feliz de verlo y tratando de animarlo "Pensé que no ibas a venir"

Ranma se puso de pie para darle un buen abrazo a su cuñada.

"No me lo iba a perder por nada del mundo" dijo a pesar de sonar cansado  " Además, te lo prometí ¡Y Ranko iba a patear mi culo si te fallaba!"

"Bien. Puedes ir por unos mantecados, yo invito, esta noche al menos"

Ranko vio a Ranma ir a la barra donde estaban sentados sus padres y saludarlos con tranquilidad. En silencio maldijo a Ryoga.

"¿Y bien?" fue lo primero que dijo Akane ya sentada a su lado—"¿Alguna novedad?"

"¡Ni una maldita llamada!" gritó ligeramente, llena de rabia contenida
"Sinceramente ¿Ryoga piensa que Ranma va a estar esperándolo toda la vida? ¡Se mudará con mis padres  Si no arreglan las cosas ahora ¡Adiós a la relación!"

Ukyo sentado negó vehementemente. Le fastidiaba que sus amigos fueran tan tercos. Akane observó la frustración de Ranko y eso no le gustó.

—Cálmate—dijo—Primero que nada, eso será cosa que deben arreglar esos dos. Si no quieren hacerlo, que no lo hagan. Serían cinco años de sus vidas que habrían desperdiciado…

—Lo tomas con tanta tranquilidad—fue la respuesta de Ranko—¿Es que no te preocupan los sentimientos de Ranma ni los de Ryoga?

—Claro que me preocupan—bajó los ojos—Pero es responsabilidad de ellos, no nuestra.

Nadie quería que la relación terminara a mal. No recordaban nunca haber visto a Ranma tan feliz. Con los ojos siempre brillantes, expresiones calidad y alegres, finalmente siendo él mismo sin corazas ni escudos sentimentales. Se complementaban tan perfectamente y eran tan felices, estaban tan enamorados… ¿Qué no podían verlo?

Akane salto al sonido de su telefono. Múltiples mensajes de texto saltaban en su pantalla.

El alivio en la cara de su prometida casi hizo saltar a Ranko, no entiendo la situación. Vio a akane salir corriendo al escenario mientras Ranma regresaba con un monton de mantecados, no luciendo menos miserable que antes.

Ella realmente dudaba que fuera a comerlos.  La malteada en la mesa seguia intacta por una razón. 

*******

Cuando Ryoga entró al café, Ranma sintió ganas de desaparecer. Tenía unas pequeñas ojeras bajo sus ojos, pero fuera de eso, lucía muy bien.

Inmediatamente se acercó hacía Akane en el escenario y le hizo un saludo a los músicos cuando les entrego unas hojas. Tomo él mismo una guitarra y se coloco atras de Akane.

Saludó a todos con la mano, ignorando olímpicamente a Ranma.

Ranko maldijo por lo bajo cuando vio cómo Ranma volvía a apretarse el puente de la nariz ¡Vaya tarado que era Ryoga! ¿Porque no podía ser como los otros problemas que habia arreglado con peleas entre hombres?

Si iba a decirle algo, debió esperar, porque las luces se apagaron y Akane se acercó al micrófono, agarrándolo para hablar.

"¡Muy buenas noches a todos!" saludó, ganándose un aplauso

"Ésta canción la compuso un amigo mío que está presente ésta noche"
después apunto atrás de ella

"Ryoga, muchas gracias por ésta canción tan sensacional Y debo aclarar una cosa. Está completamente dirigida e inspirada en mi hermano en ley, Ranma Saotome."

Ranma se tensó, viendo cómo la mirada de su hermana estaba puesta sobre él. Miró de reojo a Ryoga, él tenía los brazos cruzados y su atención puesta en el escenario ¿Le había escrito una canción? ¡¿Y por qué diantres Akane aceptó que la cantara?! ¿Era un complot en su contra?

A la señal de la chica, los musicos comenzaron a tocar. Era una música en un principio ligera.

Ranma estaba encogido en su asiento, viendo de reojo a Ryoga repetidas veces. Algo le dijo que lo que venía no iba a gustarle en absoluto. De por si el asunto le parecia cruel.

Ryoga con sorprendente habilidad empezó a cantar.

Ayer pedi que te murieras
que te cargara la tristeza
que todo el mundo te olvidara 
que tu belleza se acabara 
para que nadie te quisiera 


La canción era para él, litermente dirigida a él  ¿Acaso ya no lo quería, no deseaba saber nada más de él? ¿Todo iba a terminarse de una forma tan sencilla?

¿Es que acaso le había hecho algo a su cuñada para que ella accediera a cantarle tremendo golpe musical?

Ahora no solamente le dolía saber lo mucho que Ryoga le odiaba, no con su tipico te odio de cuando eran amigos, si no que literalmente lo cantaba con pasión, también le dolía la traición de Akane, él realmente creía que se se había ganado su amistad.

Ranko tenía la quijada casi caída mientras escuchaba aquella canción, no sabía porqué, pero tanto ella como Ukyo  y Shampoo estaba seguros de que lo que venía, no iba a gustarla a Ranma.

Tenían razón

Ayer pedi con tanta fuerza
que todo el mal que hay en la tierra
sobre la espalda te cayera

Ese bastardo idiota.

Ranma habia tenido bastante, claro se sentia culpable.

Cierto no le habia dicho que tenia otras dos prometidas.

Y lo habia descubierto in fraganti dándole dinero a Ukyo, un papel firmado a Shampoo y lo que habia causado peor problema, que Kodachi se lanzara a besarle diciendo que ahora que se había  desecho de las demás iban a poder estar juntos.

"Estoy hartó. Se que debí explicarle antes, mínimo mencionarlo. ¡Pero ahora me va a escuchar!"

para que yo lo disfrutara
para que tu lo padecieras

Ranma se levanto abruptamente de la mesa, estaba dolido y triste. Sus sentimientos eran sinceros, pero su orgullor herido estaba dandole la fuerza para ir a lo que debió haber intentado luego de las primeras 50 llamadas.

Darle un merecido puñetazo en la cara.

Ranko miró con el ceño fruncido a Ryoga ¡De ella no se iba a acabar! Cuando terminara esa canción tan cruel iba a vérselas con ella ¿Cómo podía romper el corazón de Ranma se esa forma?

Ranma camino a paso decido hacia el escenario, sin quitarle los ojos de encima a Ryoga. Ambos estaban teniendo algún tipo de competencia de miradas. Vagamente Ranma se pregunto como Ryoga podia hacer eso con un reflector en su cara.

Ayer pedi que te murieras
por que te odio de adeveras 

Ranma apreto los puños mientras mordia el interior de su mejilla.  Vagamente escucho el particular sonido que hacia su hermana al tronar sus nudillos juntos.  Por eso amaba tanto a Ranko, ella siempre estaba lista para una buena pelea.

Pero este idiota corazon
que es mucho mas fuerte que yo 
tambien me obliga a que te quiera

¿Qué?

La impresión de la frase le hizo pararse tan abruptamente que ambos Saotome cayeron al suelo tras chocar entre sí.

Ranma miró descaradamente hacia donde estaba Ryoga  y el chico ahora tenía la cabeza caída con cariño hacia su dirección en el suelo.

Ranma se volteo para ver a su hermana lleno de sorpresa por el giro de la música y con el corazón latiendo, esperanzado de que cada una de las heridas fueran sanadas.

Estoy a punto de volverme loco
por que te amo como a nadie
por que jamas podre arrancarme
tus caricias de mi piel.

Y ahora la canción ya no hablaba de dolor, de rancor ni de tristezas al menos no del todo. Ahora la canción era de una alegre resignación.

Era cierto, Ranma tenía sus defectos, unos que le dolían muchísimo a Ryoga en algunas ocasiones. Pero esos defectos iban de la mano de sus virtudes y lo amaba de pies a cabeza, tal como era, simplemente por ser quien era.

Ryoga lo amaba a pesar de todo, con cosas malas, con cosas buenas. Y eso no se iba a cambiar.

Estoy a punto de volverme loco
por que jamas voy a olvidarte
por que tendre que acostumbrarme
a vivir amandote.

Alguna culpa estoy pagando 
por que te odio y te amo tanto 
como jamas lo imagine.

El coro regresó y con cada acusación Ryoga enfatizaba la voz, remarcando el odio a pesar de que sonaba amoroso. Era un excelente cantante y gran intérprete, cosa que tenia sorprendido a Ranma. Jamás penso que alguien podía sonar amoroso mientras te gritaba en tu cara que te odiaba y te amaba con pasión. 

Ayer pedi con tanta fuerza
que todo el mal que hay en la tierra
sobre la espalda te cayera
para que yo lo disfrutara
para que tu lo padecieras

Ayer pedi que te murieras
por que te odio de adeveras 

Para este punto Ranma no pudo evitar una pequeña carcajada. Aceptando que ciertamente Ryoga era el hombre más contradictorio pero sincero del mundo.

A final de cuentas le estaba diciendo que lo amaba. A su estilo particular enojado.

que es mucho mas fuerte que yo 
tambien me obliga a que te quiera

Estoy a punto de volverme loco
por que te amo como a nadie
por que jamas podre arrancarme 
tus caricias de mi piel

Estoy a punto de volverme loco
por que jamas podre olvidarte
por que tendre que acostumbrarme
a vivir amandote.

Nadie podía decir nada. Había sonrisa pícara en el rostro de Akane, que veía sonriente a su prometida y su cuñado. Ranma le devolvió la sonrisa, comprendiendo que su cuñada fuera parte de esa declaración de amor.

Alguna culpa estoy pagando 
por que te odio y te amo tanto
como jamas lo imagine.

Alguna culpa estoy pagando 
por que te odio y te amo tanto
como jamas lo imagine.

Y

la música repentinamente se volvió tranquila mientras Ryoga acariciaba el resto de las palabras con ternura.

Y hoy solo quiero que tu vuelvas...

Ranma vio cómo Ryoga  se ponía de pie saliendo del café después de los aplausos y que Akane anunciara el siguiente acto.

No perdió tiempo. Salió tras de él, siguiéndolo.

Los demás se quedaron sentados, viéndose entre sí y apenas recuperándose de aquella inmensa explosión emocional y musical.

"No me esperaba eso" admitió Ukyo, tomando una profunda respiración mientras le daba un mantecado aun comestible a Ranko "Es decir… pensé que era una canción de enfado y en vez de eso…"

"Fue de amor" Ranko rio con su buen humor ahora que su hermano estaba feliz "Bueno, amor al estilo Ryoga"

Shampoo sonrió asintiendo.

"Ese orgullo que tienen" Mousse negó para sí mismo "Mis respetos a ambos"

Ranma que corría por alcanzar a Ryoga. Pero la carrera era innecesaria. En la esquina silenciosa y oscura, el chico perdido tenía las manos en los bolsos del pantalón, y lo estaba esperando.

Los dos se vieron fijamente a un metro de distancia. Ranma tenía demasiadas emociones atoradas por la canción y no hablaba, la garganta estaba bloqueada. Abría la boca sin que sonidos emergieran de ella. Ryoga en cambio, lo miró directamente a los ojos y lo vio abrirlos aun más casi comicamente cuando Saotome pronunció dos palabras que  nunca le había escuchado:

"Lo siento"

Ryoga se quedó aún más petrificado, de ser eso posible, en su lugar.

¿Qué había dicho?

Ryoga se sacudió para salir de la impresión, luciendo inusualmente culpable.

"No, yo lo siento de verdad Ranma" y Ryoga bajó la mirada al suelo "Me puse demasiado celoso, ni siquiera dejé que me explicaras nada. Sé que no quieres a Kodachi  y sin embargo… no pude conmigo mismo. Cuando conocía a tus amigos me dio miedo… miedo de repente por saber que tú tenías demasiadas personas alrededor que te apreciaban. Y cuando la vi  besándote… jamás había querido a nadie como a ti. Y jamás había sentido tantos celos. Supongo que me salí de control.

Y Ranma estaba ahí, escuchando cada una de sus palabras, sin decir nada.

—Y esa canción…. La escribí al segundo día…. No sabía cómo hablar contigo y dejé que todas mis emociones salieran ¡Sé que fue muy dura pero…! Pero… así me sentía y yo… yo…

Ranma, incapaz ya de contenerse, dio un paso hacia él y lo besó.

Lo besó con pasión, con ansiedad, con ahínco, derramando lágrimas de felicidad. Todos sus miedos habían sido infundados. Mientras Ranma estaba desesperanzado llamándole a Ryoga, pensando que el otro hacia su vida sin él, Ryoga había pasado hora tras hora escribiendo una canción dedicada a Ranma. Una canción que reflejara sus sentimientos y que le ayudara a pedir disculpas.

"Oye, es la primera canción que me dedicas" le guiñó el ojo cuando se separaron " ¿Cómo iba a estar molesto? En dado caso, ¿Porque no me dijiste que cantabas tan bien? Tu talento sera desperdiciado como ingeniero civil."

Ryoga rio un poco nervioso, pero agarró la mano de Ranma y la entrelazó firmemente con la de él. Ranma vio sus dos manos juntas y sonrió por las emociones contenidas.

"Ésta es una de las cosas que te gustan ¿No?" dijo Ranma, apretándole fuertemente la mano.

Un ligero sonrojo cubrió las mejillas del moreno.

"Presumido" sonrió en tono de broma.

"¡Ah, eso no te gusta!" sonrió, siguiendo con la misma broma de antes "Mmm… rayos, tendré entonces que hacer algo de la lista buena en recompensa ¿No?"

"Ranma no escribí la canción para..."

No pudo hablar porque Ranma lo besó de nuevo, con mayor intensidad.

Ryoga no había escrito la canción para eso, pero si Ranma iba aprovecharse… mmm… tenía más canciones en mente.

Por ahora, los dos estaban felices. Ryoga había pasado esa semana aprendiendo lo que era verdaderamente el amor incondicional. Cierto, había una lista de cosas que no le gustaban, de la misma forma que había una lista de cosas buenas. Y lo mejor de todo era que ambas, para él, eran grandiosas.

No se había dado cuenta de ello realmente, pero lo amaba. De verdad amaba a Ranma.

Y esa revelación lo hizo esa noche el hombre más feliz del mundo.

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