El  consejo de guerra aseir estaba en su punto máximo, la guerra contra los jotnar  había costado muchas vidas a ambas partes, los consejeros sabían que lo que estaban proponiendo era una medida desesperada pero también era la única, ya habian pasado por muchas guerras en el  mandato de Odin y jamás habían pensado usarla, pero ahora al calor de los acontecimientos era por demás necesario erradicar los conflictos entre ambos pueblos.

Había una antigua ley que cualquiera de los bandos peleadores pediría a el otro, una concubina noble para el heredero del reino que quería hacer cumplir la ley,  en esta ocasión sería Asgard quien solicitará dicha concubina.

Está concubina sólo estaría en el palacio enemigo hasta dar a luz a el  primogénito del heredero enemigo, después de eso podría regresar a su pueblo o si ella lo deseaba exigir su derecho de concubina si se rehusaba a abandonar a su hijo , al hacerlo podria quedarse con el enemigo y  a ver crecer a su descendencia, no tendría ningún derecho salvo de ser tratada conforme a su título.

El mismo Odin era producto de esa ley, su madre Betsla había sido una "concubina de guerra", pero a diferencia de otras concubinas que habían pasado a lo largo de los milenios por Asgard, ella había regresado a su hogar dejando a Odin al total cuidado de su padre Bor el cual sería el futuro rey de Asgard, tiempo después Bor se caso enamorado con una bella princesa teniendo más descendencia, pero Odin al ser el primogénito y sin importar quien fuera su madre heredaria el reino.

La historia de Thor, hijo de Odin no era diferente, la guerra contra Vanaheim había sido sangrienta y Bor que en ese entonces era rey  de Asgard había hecho uso de esa ley siendo Frigga la enviada a hacerla cumplir.

Pero la historia de Frigga y Odin había sido muy diferente, se habían enamorado al poco tiempo de la llegada de Frigga al palacio, a los pocos meses se embarazó de su primogénito y no fue hasta que dio a luz en la misma sala de partos Odin se arrodillo frente a ella pidiéndole que fuera consorte.

La ley era muy clara para evitar abusos innecesarios, solo podían tener intimidad sin tomar en cuenta los deseos de la concubina hasta que esta quedara embarazada ya después era decisión de la concubina permitir que el padre de su hijo la siguiera tocando íntimamente, durante el periodo de gestación solo tendría el título de concubina, por ningún motivo se le permitía cambiar de estatus, creían que el embarazo podría nublar el  juicio de ambos padres y tomar decisiones apresuradas,  solo al momento de dar a luz la concubina era libre de hacer lo que quisiera, quedarse o volver a su hogar,  el recién nacido sería la promesa de paz entre ambos reinos.

Frigga había aceptado la propuesta de matrimonio  encantada, el embarazo solo había alimentado más el amor que sentía por Odin y años después eran un  matrimonio sólido y lleno de amor.

Al enterarse del acuerdo al que pretendían llegar los consejeros Thor trató por todos los medios de no llegar a ese acuerdo, incluso planteo ante el consejo la rendición aseir, para el era preferible arrodillarse ante el enemigo que  tener que emparejarse con un jotun, pero los consejeros no accedieron a su petición, los daños que causaría a Asgard el rendirse eran infinitamente peores que el hecho de que Thor tuviera un hijo sin amor.

Thor no podía creer lo que estaban haciendo con él, hace años que el principe tronador estaba enamorado de Freya quien era princesa de Vanaheim, Freya  le devolvía sus afectos y Thor deseaba que su primogénito fuera producto del amor con ella, no como un acuerdo de paz, pero Odin le hizo entender que junto con el título de heredero también estaba ligada una gran responsabilidad con su pueblo, además el podía seguir con sus planes de matrimonio con Freya, al finalizar el embarazo de su concubina podría casarse libremente con Freya en un ambiente armonioso y no en medio de una guerra.

La decisión estaba tomada, Jotunheim había aceptado el trato con Asgard  sus fuerzas estaban por demás diezmadas y ellos mismos habían pensado en esa solución, pero Asgard no tenía heredera, solo un heredero y si Laufey hubiera sido el que exigiera concubina les enviarían a cualquier noble para sellar el pacto,y Laufey era por demás ambicioso para aceptar algo menos que un príncipe, así que esperaron a que Asgard hiciera el movimiento, Laufey tenía previsto enviar a su segundo príncipe,  por todos era bien sabido que los jotnar  podrían engendrar y dar a luz por igual asi que el pequeño Loki podría perfectamente hacer cumplir el acuerdo, de esa manera Laufey  tendría cierto poder en el trono de Asgard al tener a su propio nieto perfilandose como futuro rey del reino dorado.

Helblindi hijo mayor de Laufey había destrozado media sala de consejo, de ninguna manera estaba de acuerdo en que su pequeño hermano fuera dado a sus enemigos para que lo violaran, prefería seguir mil años más de guerra y morir en ella antes que permitirlo, pero Laufey  lo había mandado encadenar en las mazmorras y solo con la partida de Loki hacia Asgard Helblindi sería liberado.