Hola, mis colegas de arte

En esta ocasión quiero reflexionar sobre cómo diferenciar las emociones de los sentimientos a la hora de plasmarlos en nuestros personajes. Este tema viene en honor a una colega, entiendo que todos tenemos distintas debilidades a la hora de construir nuestras historias, al igual que podemos compartir algunos de estos. Así que, el tema del que les quiero hablar es: la Descripciones Buenas sin Desajustes.

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Primero, aclaremos las diferencias de estos dos que nos ayudan a expresarnos y mostrarnos a los demás como personas capaces de apreciar a otro, a través de amor o amistad, que nos permiten mostrar fragilidad, ya que quien no tiene debilidad no es capaz de valorar a otro tanto en su fortaleza como en su debilidad al caer. Las emociones y sentimientos nos permiten interactuar con los demás mostrándole a ellos una personalidad; mostrando una parte de uno que es la que nos caracteriza ya sea como una persona carismática o tímida.

Las emociones son aquellas reacciones que uno adopta, como: alegría, susto, tristeza, pero de forma momentánea.

Los sentimientos son estados duraderos que nacen de las emociones profundas, como el miedo persistente, la tristeza traumática  o el enojo.

Ejemplos de emociones:

» Tristeza al escuchar la desgracia de otro en empatía.

» Alegría porque el estreno de una película o serie que le gusta.

» Susto al tomarle desprevenido en alguna actividad.

Esas son emociones, reacciones que se adoptan al instante.

Ejemplos de sentimientos:

» Tristeza por la pérdida de un familiar amado.

» Miedo hacia alguien que le ha causado un gran daño.

» Enojo cuando una persona ha hecho algo imperdonable.

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Las emociones son reacciones breves y los sentimientos son un sentir. Estos son distintos pero se confundir porque los sentimientos son las emociones prolongadas, como: una tristeza más profunda, una alegría más larga.

Ejemplo de emoción:

—Hola, Erik. ¿Vas a ver a tu novia? —le dice con burla, rodeándolo con un brazo.

—Ya te dije que Anny no es mi novia —murmura Erik,  con la cabeza gacha y la pena dibujada en  su rostro.

El replicado ríe con ganas para golpear la espalda del muchacho y decir:

—Pero te gusta. ¿Por qué no se lo dices, eh?

—Porque yo no le gusto. Solo me pide que le pase las tarea.

—¿Qué? ¿Es de esas controladoras? Porque no lo dijiste antes...

El chico lo mira con duda.

—¿Qué quieres decir?

—Te enseñare como se caza una mujer —dice con una neblina en su rostro que asusta al muchacho, pero lo dice con real decisión.

Ejemplo de sentimientos:

Un joven se acerca a una muchacha con las manos sudándole. Nunca antes se había confesado a una chica, así que los nervios de tener que hacerlo con su mejor amiga, y el miedo de ser rechazado rotundamente por esa chica, que es su reina para él, con el poder de destruirlo o completarlo, lo tiene en un manojo de nervios que hasta olvidó aquellas palabras que había practicado durante la noche para contarle sus sentimientos.

—Ho-hola.

El chico ve a la pelicastaña más hermosa que ayer con el cabello arreglado, su uniforme de camiseta y pantalón, sus zapatos negros, con pulseras en ambas manos y un cintillo azul de un lado. Cuando ella se da vuelta para estar de frente a él, no puede evitar mirarla más fijamente con completa admiración, ama oír su voz y ver esos labios, esos ojos todo de esa chica de tez blanca lo hipnotiza.

—¡Ho! Hola Erik. ¿Cómo estás? —le contesta como siempre, solo que a él siempre le parece que es dulce con su risueña voz y sonrisa común. Se molestaba de que esa preciosa sonrisa sea regalada a todos y no solo a él.

—Yo, estoy bien. Gracias por preguntar ¿Podríamos hablar un momento?  Me gustaría decirte algo —concluye sus palabras viendo hacia el piso agarrando fuerte el coraje que armo.

La chica no responde durante unos minutos que le parecen eterno, que le gritan que muy seguramente lo rechazara por ser el pendejo del aula, y porque solo lo ve como un amigo. Se imagina de todo en ese corto momento. Sin embargo, ella le responde:

—¡Claro! Ven, sentémonos por ahí.

Ambos se sientan de frente, ella mira con curiosidad al chico que esta muy nervioso pero a la vez disfruta de la cercanía y atención de la muchacha. Ese momento es sofocante para él, quiere salir huyendo, pero en esos dos ciclos de clase ha estado armándose de valor para confesar todo lo que siente por la pelicastaña.

—¿Estas bien Erik?

—Sí... Verás, desde hace tiempo yo he querido decirte algo. Muchas veces he estado a punto de decírtelo, hace poco casi te lo digo en una carta, entonces me dijiste que comenzaste a ser novia de Ronny. Me dijiste que estabas muy contenta con él, que él te llevaba a salir a sitios, que lo amabas, pero... Hace unas semanas oí que se dejaron, así que me arme de valor... —la mira con desespero, y la chica lo esta viendo con duda.

—¿Qué tratas de decir? Sí, es verdad me dejé con Ronny porque era muy celoso, me molestaba mucho, hasta llegó a creer que mi hermano era mi amante ¿Puedes creerlo? Es un imbécil. Incluso pensó que tú estabas enamorado de mí, jajaja. Vamos, nos conocemos desde primero, es una tontería siempre hemos sido muy buenos amigos ¿Yo, gustarte? Siendo así, ¿por qué nunca me lo dijiste? Ni me has dado señales. Siempre hemos sido muy buenos amigos. Él solo es un tonto ¿No lo crees? Sabes, si fuera así tal vez te hubiera dado una oportunidad. Cuando salimos al zoológico por la escuela ¿Te acuerdas?, que estábamos viendo los leones, en ese momento yo planeaba robarte un beso y confesarte que me gustabas, incluso las chicas me estaban empujando a hacerlo, porque les conté pero tú me dijiste que solo me veías como una gran amiga, cuando te pregunte qué sentías por mí y cómo me veías, me dijiste que me veías como una hermana, entonces... Me dio miedo romper nuestra buena relación.

La chica se levanta, mira a los estudiantes caminar de aquí para allá como si le diera añoranza aquel momento.

—Jajaja —se ríe sin gracia, lo ve—. Fui una tonta.

El chico aprieta sus puños debajo de la mesa, sobre sus piernas. Golpeado por aquella confesión. Cuando él le respondió eso pensando que eso ella quería oír, con miedo de decirle en verdad todo lo que sentía.

—Ah, ¿y qué era lo que me querías decir? —se acerca a él viéndole directamente lo que lo emboba.

—Yo... Yo, solo quería invitarte a casa  —miente, agachando su rostro nervioso—. Ya sabes, a ver una serie. Compraré palomitas, si quieres puedes llevar dulces o lo que gustes. Sería para el sábado, tus padres me quieren, así que no tendrán problema con que te quedes algo tarde. Y, luego te acompaño.

—No digas más —exclama contenta—. Claro que voy, hacia mucho que no hacíamos esto. Ahora me voy, hablamos después de clases. No lo olvide, quiero que vayamos a comprar unas pulseras en la esquina, luego me acompañas a la puerta de mi casa.

La muchacha se va alegre, dando saltitos hasta reunirse de nuevo con sus amigas que la miraban desde hace rato, porque reconocen la mirada con la que el chico la mira, pero él ya no la verá igual... Su corazón está roto, otra vez, y está vez por su gran indecisión que parece que perdió completamente.

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Hay que tener muy en claro la diferencia de describir los sentimientos y las emociones, no tanto porque hayan quienes no les guste que se desarrolle a profundidad solo los sentimientos, porque en sí estos son importantes para darle vida a los personajes y una trama, porque al igual que los sentimientos las emociones ayudan a pulir las actitudes y forma de ser de cada personaje dándole así también vida. Así, como esos personajes sarcásticos, humorísticos o incluso esos que son serios y agrios. Esto, es describiendo bien las emociones y los sentimientos que en una historia logra darle vida a un protagonista y no ser un personaje de papel como se dice. Regresó gbdiv