Skylier

Alcé la cabeza para mirar a Thiago, él al notar que lo estaba viendo hizo que sus caricias en mi cabello se detuvieran.

—¿Pasa algo, preciosa?

—¿Enserio estás aquí?

Él me sonrió y dejo un beso sobre mi cabeza.

—Si, estoy aquí.

—Te extrañe tanto, pero tanto —Admití.

—Y yo a ti, pero ahora que hemos arreglado todo, nada nos separara, preciosa. O al menos hasta que tus sentimientos por mi mueran.

—No creo que eso suceda —Suspiré tomando su mano y acariciando sus dedos.

—Tenemos que hablar con mi madre.

Yo asentí, dándole la razón.

—Pero ahora no tengo ganas de hablar.

—¿No? —Sonreí de lado.

—No, solo quiero besar hasta cansarme esos preciosos labios —Dijo y me tomo de la nuca mientras me atraía a él y comenzaba a besarme nuevamente.

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Caminaba junto a Thiago mientras sentía las miradas de todos sobre nosotros.

—No me gusta que me miren así.

—¿Así como? —Preguntó él, divertido, mientras se aferraba a mi mano.

—Como si quisieran que desapareciera, yo sé que me tienen envidia por estar contigo pero bueno, esa fue mi suerte, aparte no sé cómo conquiste a una persona que creía que tenía el corazón de piedra.

—Muy chistosita —Recriminó mientras pellizcaba mi nariz causando que yo sonriera.

—¿Has sabido algo de Kaitlyn? —Pregunté.

—No, y así estamos bien, preciosa, no hay necesidad de mencionarla ¿O si?

—No quiero mi imaginar que ha de sentir por ser exnovia de Thiago Loughty, y que dolor para ella, pero yo estoy bien contigo, estamos bien los dos.

—Vamos con los demás mejor, chistosilla.

Me pare de puntitas y dejé un beso sobre sus labios, él tomo mi cintura y besó mi frente, caminamos hasta donde estaban los demás.

—¿Ya? —Preguntó Ashton.

—¿Ya que? —Dije yo confusa mientras me sentaba a lado de Jake que besaba mi cabeza.

—No le hagas caso —Thiago sonó nervioso—Iré a mi casillero, ahora vengo. —Me dijo, asentí, suspirando.

Él y Ashton se alejaron, mientras yo me acercaba a Harriet y dejaba un beso sobre su vientre que ya estaba un poco hinchado.

—¿Como está mi bebé hoy?

—Me imagino que bien, pero se ha portado muy mal, no ha parado de hacerme vomitar.

—Cuando nazca siempre tendrás la opción de regalarselo a la tía Sky.

—¿Y tío Thiago se va a convertir en su papi?

—Tonta —Me reí, acariciando su vientre.

—¿Café? —Me miró Jake.

—Ay si, por favor. —Bostecé.

—Oye, Sky.

—¿Si?

—Tienes los apuntes de literatura de la semana pasada.

—Si. ¿Necesitas que te los pase?

—Si, por favor.

—Ven, vamos a mi casillero, ahí se encuentra mi cuaderno.

—Venga, vamos.

Ambas nos levantamos y caminamos hasta los casilleros, al abrir mi casillero, había una rosa roja, junto una nota.

Confusa la tomé y la abrí.

Mi preciosa.

Hemos pasado por tantas cosas, ambos hemos pasado por un corazón roto, que fue ridículo que hayamos pasado por eso cuando podíamos ser dos personas maduras y hablar sobre el tema.

Recuerdo que te dije que quería cumplir mi lista de conquista, pero perdóname, no puedo tener toda esa paciencia, no ahora que te recupere después de estar casi tres meses sin ti, que por cierto, fueron una tortura.

Me enviaste esas notas por equivocación (me alegro mucho por eso) esas notas abrieron una gran oportunidad en mi vida, tener la oportunidad de conquistarte y de ganarme tu corazón. Cada vez que te miraba pensaba en hablarte pero era un cobarde, gracias a Ashton fue como comenzamos más a tener un poco de contacto.

Hoy veinticinco de marzo te pido que seas mi novia, que intentemos tener una relación, que me dejes quererte y amarte con toda la intensidad que estoy guardando, con todo el amor que está guardado en mi pecho desde que te conoci, déjame estar contigo. Te quiero, mi chica anónima y siempre serás la única persona que será capaz de sacarme una sonrisa y hacerme sentir el hombre más afortunado en el mundo.

Limpie mis lágrimas y a lo lejos observé a Thiago que parecía nervioso, corrí hasta él y lo abracé con fuerza.

—¿Y dime, aceptas ser la novia del capitán amargado?

No respondí solo ataque sus labios, sentí como él me tomaba de la cintura y los aplausos de los chicos comenzaron a escucharse.

—¡Si Thiago, si quiero ser tu novia!

Él besó mi mejilla, mi frente, mis párpados y por último mis labios.

—Gracias, preciosa, prometo que no te arrepentirás de haberme dado está oportunidad, te quiero.

—Y yo te quiero a ti —Susurré contra sus labios, mientras acariciaba su cabello, él me sonrió de lado.

—Quiero cantarte, pero creo que es mejor en privado.

—Un concierto en privado por mi novio, me encanta.

—Solo para ti.

—Creo que ahora habrá más razones de odio hacía mi

—Dejalas que te odien, preciosa. Ellas quisieran ser tu.

Cerré los ojos y suspiré.

—Ahora debo de irme a mi entrenamiento. ¿Nos vemos ya que termine en las gradas?

—Esta bien.

—Debemos festejar bien que papi Thiago dejo de ser un cobarde con mami y dejo de ser su amor platónico para terminar siendo su novia real.

—Si, dejen el bullying para después, ahora vayamos a entrenar. —Thaigo alzó la voz y yo sonreí de lado, se miraba tan sexy.

—Nos vemos en un rato, novia.

—Nos vemos en un rato, novio. —Le tiré un beso y él me sonrió para después desaparecer con los demás chicos—Omg, Thiago termino siendo mi novio

—Felicidades, es algo que no lograría cualquiera. —Grace me sonrió—Estoy muy feliz por ustedes, pero en especial por Thiago, siempre había estado enamorado de ti, y se maldecia por no saber cómo confesarte sus sentimientos.

—Podría decirse que la que dió el paso en esta relación fui yo, gracias a mi equivocación con las notas.

—Si, Thiago debe de agradecer ese giro tan inesperado que dió su vida.

—Quien iba a pensar que yo, la obsecionada con Jake, iba a terminar con el chico amargado, pero no me arrepiento. —Comencé a caminar

—¿A dónde vas? —Me miró harriet.

—Iré a las gradas, a ver a mi novio entrenar, deberías de hacer lo mismo.

—Si Damien entrenará, haría lo mismo, aparte no le interesó a ese chico.

—¿Porqué dices eso?

—Realmente se siente como si la única interesada fuera yo, es decir, creo que a él le interesa otra persona.

—¿Él te ha dicho algo?

—Eso es lo peor, para él no existo.

Al llegar a las gradas subí y de reojo noté a Thiago que al verme me sonreía, estaba apunto de gritar a los cuatro vientos.

«Él es mi novio» Estaba tan feliz de que al fin, después de dos meses de sufrimiento podía estar con el chico que me interesaba.

Solo esperaba y deseaba que esto no acabará pronto.