Capítulo treita y siete | Distancia

Skylier

Jugaba con mi móvil, esperando que entrara un mensaje de Thiago, habia pasado un mes desde que él se había ido, las cosas al parecen iban bien.

Una llamada entro, rápidamente me senté en el sofá, respondiendo la videollamada. Thiago sonrió viéndome, observé sus preciosos hoyuelos, mientras él secaba su cabello al parecer iba saliendo de ducharse.

—Hola, guapo. —Lo saludé con una sonrisa.

—Hola, preciosa. ¿Que hacías?

—Este... limpiaba mi apartamento —Fingí quitar una pelusa inexistente del sofá.

No iba a admitir que me había pasado todo el día esperando su llamada.

—¿Pero tú que hacías?

—Estaba en la casa de una compañera realizando una actividad.

Él había estado en la casa de una de sus compañeras, intenté que eso no me afectará, así que asentí sin dejar de sonreír.

—Estaba su novio —Él aclaro

—Pero no he dicho nada —Suspiré.

—Sé que no lo haz dicho pero te conozco y sé que algo paso por esa cabecita tuya

Odiaba que él me conociera tan bien.

—¿Saliste muy tarde de tus clases?

—Solo un poco —Él miró un mensaje en su móvil y sonrió, yo me aclare la garganta.

Quería decirle que dentro de una semana iría a verlo, pero también quería darle una sorpresa así que me mantuve callada.

—¿Sucede algo? —Se sentó, mirándome con fijeza.

—No, nada. Cuéntame de tu día. —Le pedí mientras me acomodaba bien en el sofá.

Él comenzó a relatarme todo lo que hizo el día de hoy, mientras al parecer estaba preparando la cena.

—Y que ha pasado con Kilian, ya ha invitado a salir a Aysel?

—Aún no lo ha hecho digamos que es como yo.

—¿Pero dices tú qué ella está interesada en él?

—Si, eso parece.

—Bueno, ella tendrá que dar el primer paso si el no lo da.

Él asintió, dándome una sonrisa.

—Te extraño mucho —Admití.

—Y yo a ti.

—Este mes se me ha hecho muy largo, nada es igual, cuando voy a las gradas, espero encontrarte entrenando con los demás. Pero ahora el capitán del equipo es Ashton.

—Se lo merece.

—Y sé que se lo merece —Le di la razón.—Pero te extraño, deseo tanto que estés aquí.

—Pronto nacerá la pequeña Aubrey y estaré en su nacimiento, no quiero perdermelo por nada del mundo.

—Creo que ya quiere nacer, dice Harriet que ha estado muy inquieta.

—Espera un segundo. —Él desapareció de mi vista y comencé a escuchar voces, una era la voz de una chica, seguido entraron dos chicos más.

—¿Hablamos después? —Thiago se acercó a la laptop y me miró, esperando mi respuesta.

Suspiré y asentí, no tenía otra opción. Todo los días era lo mismo, yo emocionada esperando su llamada, hablamos unos cinco minutos muy bien y después llega alguien o él está muy cansado para continuar la llamada siempre promete que me llamara dentro de una hora o dos, pero no vuelve a llamarme.

—¿Te llamo ya que ellos se vayan?

Asentí, sabía que no iba a llamar pero no tenía ganas de pelear.

—Te a...—No me dió tiempo de terminar la frase porque él colgó la llamada, tire el móvil y me acosté, cerrando los ojos.

Me desperté ya que escuche como mi móvil había comenzado a sonar, emocionada, creyendo que era una llamada de Thiago brinque del sofá y busque el móvil al tenerlo mire la llamada, era una llamada de Jake.

—Skyyyyy.

—Jakeeeeee

—¿Estás ocupada?

—Uh, no. —Bostecé.

—Teníamos en mente salir, ¿Te apuntas?

—¿A dónde? —Quise saber.

—¿A un bar? No lo sé, te hemos notado algo deprimida, sería bueno que te distraigas un poco.

—Bien. ¿Pasan por mi?

—Claro, en media hora estaremos en tu apartamento.

Observé mis mensajes y no tenía ni un solo mensaje de Thiago. Camine hasta mi habitación y busque mi atuendo, me decidí por un vestido de color beige que era pegado al cuerpo, me maquille un poco fuerte y como siempre lo que más resaltaba de mi maquillaje eran mis labios rojos, me hice unas ondas y al terminar el timbre del apartamento se escuchó

—Hola. —Salude a Jake, él sonrió al verme y besó mi cabeza.

—Te miras hermosa. —Tomó mi mano mientras salíamos del apartamento al subir al auto me di cuenta que no había nadie más.

—¿Y los demás?

—Nos encontrarán allá.

—Entiendo.

—¿Has hablado con Thiago?

Asentí

—Lo noto un poco distante, todo está cambiando Jake y me da mucho miedo perderlo.

—¿Quieres contarme?

—Hablamos cinco minutos al día, no hablamos por mensaje, es más lo que él está ocupado y si, entiendo que él se fue a estudiar, pero él me lo prometio, me prometió que nuestra relación seguiría igual, me prometió que no terminaría pero siento que se esta deteriorando poco a poco.

—Debes de confiar en él y en su relación.

—Nada es igual, todo es tan distinto, siento que Thiago está cambiando.

—¿Porque dices eso? —Pareció confuso.

—Casi no hablamos —Repetí—El me responde los mensajes muy cortante y...

Me calle al instante que sentí que mi móvil comenzó a sonar era una llamada de Thiago.

—Los demás se han ido, ahora sí puedes contarme sobre tu día.

Él cambió la llamada a una videollamada, se encontraba acostado en su cama, al verme me dedico una sonrisa.

—Te miras preciosa. ¿A dónde vas?

—Iremos a un bar, Jake y los demás.

—Si, entiendo, entonces te dejo, hablamos después.

—Podemos hablar si quieres.

Él negó.

—Estoy muy cansado, hablamos después ¿Si?

Asentí, sintiendo un nudo en mi garganta.

—Adiós, Skylier.

—Buenas noches, Thiago.

🎨🖌️🎨🖌️🎨🖌️

Desperté muy emocionada hoy miraría a Thiago después de un mes, debía de admitir que me sentía muy ansiosa.

Corrí a darme una ducha así que me arregle lo más preciosa que pude, peine mi cabello y guarde lo que me faltaba en mi maleta.

La distancia estaba matando muestra relación esperaba que aunque sea una semana pudiera arreglar esto, lo que menos quería es que esto terminara, amaba a Thiago, lo amaba demasiado y tenía mucho miedo de que esto terminara.

—¿Podrás llevarte al aeropuerto? —Envié el mensaje a Jake, después de unos segundos mi móvil comenzó a sonar, era una llamada de él.

—Si desesperada, desde ayer te dije que yo te llevaría al aeropuerto.

—Gracias, gracias.

—Dentro de quince minutos estaré en tu apartamento, para que puedas terminar de arreglarte.

—Yo ya estoy lista, ya puedes venir.

Volví a escuchar su risa.

—Bien, ahora voz por ti.

Después de varias horas al fin nos separara muy poco distancia, llame a un taxista y le entregué la dirección, me sentía demasiado nerviosa y ansiosa.

—Hemos llegado señorita.

Le sonreí mientras me bajaba del auto y le pagaba, entre al edificio y comencé a recorrer el edificio mientras trataba de recordar el número de apartamento de Thiago. Al llegar a su apartamento, intenté tocar el timbre pero  la puerta se iba abriendo y una chica salió con una gran sonrisa en el rostro, pero ella no me vio, luego entro de nuevo y la escuché decir:

—Eh, guapo. He olvidado algo.

Escuché la risa de Thiago, mientras él se acercaba a ella, ella puso su mano sobre la cara de Thiago mientras lo besaba y él no hacía ni el más mínimo movimiento por separarse.

Quería acercarme a ella y decirle que dejara a mi chico, pero no lo haría, simplemente tome mi maleta nuevamente y me di la media vuelta con el corazón en mil pedazos.

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