Capítulo doce | Fiesta sorpresa

Thiago.

Termine de colocar los globos de color lila junto los blancos, mientras colocaba un poco de serpentinas y Grace acomodaba perfectamente el número veinte.

Yo no sabía que tenía creatividad, pero bueno, todo por Sky. Por mi chica anónima.

Si, Sky era la chica anónima, al parecer yo le gustaba. Todo era raro y algo irreal para mí, seguía sin creerme que ella era la persona que todo los días enviaba notas a mi casillero.

Y ahora no perdería mi oportunidad y la besaría para hacerle saber que yo también sentía tanto por ella, así como ella lo demostró en cada una de las nota que me escribió.

En cada una de las notas que me sacaba una sonrisa y que hacía que mi corazón latiera con fuerza.

Ashton fue quién descubrió sobre ella.

—Adivina qué —Me había dicho, mientras jadeaba intentado tomar aire, todos los chicos lo miraban con fijeza, esperando que hablen—No sean metiches, le hablo a Thiago.

—Como eres de odioso —Leonardo había comentado y comenzaron a calentar mientras, Ashton y yo nos alejabamos de ellos.

—No soy adivino —Rodeé los ojos, bufando.—Así que solo habla.

—Sé quien es la chica anónima.

—¿A si? ¿Quien según tu?

—Skylier.

¿Qué? ¿Como que Skylier? ¿Acaso he escuchado bien? ¿Me estoy volviendo loco?

—Si pretendes que caiga en tu bromita, pierdes tu tiempo —Susurré con el corazón martillandome sobre el pecho, mientras me alejaba de él.

—Es ella Thiago, yo lo ví con mis propios ojos.

Lamentablemente seguía sin poder creerle, él suspiro y desbloqueo su móvil mientras me lo tendía, dónde me enseñaba una foto de Sky, dejando lo que supongo que es una nota en mi casillero.

—Le gustas a tu amor platónico, que suerte tienen algunos.

—¿No es una broma, verdad? ¿No es photoshop?

—Se que para ti no es tan creíble, pero juro que no es photoshop, es Sky, tu Sky, la chica de la que estás enamorado.

Agarrenme que me desmayo.

¡Le gustaba a Sky! ¡Le gustaba a Sky! Casi podía gritar de la emoción.

—¿Le gusto a Sky? —Dije con voz temblorosa.

—Veo que lo estás entendiendo, justamente eso es lo que parece.

—¿Entonces no necesitaré ninguna lista? ¿Ni necesitaré un plan de conquista?

—Al parecer no.

—Entonces ahora sí, Sky es nuestra mami. —Tristan llegó hasta nosotros.

—¿Has escuchado la conversación? —Ashton alzo una ceja.

—Bueno, parecía que el capi, estaba apunto de vomitar arcoiris con corazones y parecía que sus ojos tendrían corazones en cualquier momento, debíamos actualizarnos de su vida amorosa.

Rodeé los ojos, bromeando. Me sentía tan feliz, ilusionado. No podía creer esto, sentía como si lo estuviera soñando, y si era un sueño, no quería despertar nunca, era mi sueño hecho realidad.

Le gustaba a Sky. Que bien se sentía decirlo

Después de que Ashton me lo hubiera confesado sentía que vivía en una burbuja de felicidad y no quería que está muriera pronto.

La música había comenzado a sonar, mientras Grace terminaba de arreglar unos globos.

Harriet había llegado con el pastel y Ashton corrió hasta ella para poder tomarlo, mire la hora en mi móvil, no faltaba mucho para que pasara por ella.

—Iré a arreglarme, dentro de media hora debo de ir por Sky.

Al salir de la habitación, mire como ahora todo estaba perfectamente arreglado. Sonreí mirando a todos con agradecimiento.

—¿Puedo ir por la cumpleañera?

—Ve por mami —Leo se sentó en uno de los sofás.

—Les avisaré cuando lleguemos.

—Bien, nos vemos.

Salí de la casa algo nervioso y ansioso por verla, desde que me enteré que Sky era la chica anónima no la había visto.

Ahora podía tratarla con la libertad de un chico enamorada, ya que sé que el sentimiento es mutuo.

Al llegar a casa de Skylier me quedé un rato en el auto, tratando de controlar los latidos de mi corazón. Baje del auto y limpie mis manos en mi pantalón, saque mi perfume de la guantera y me rocie un poco más, despeine mi cabello y sonreí, dejando ver los hoyuelos de mis mejillas. Entre al edificio y subí al ascensor para después presionar el número del piso de Sky, al estar enfrente de su puerta, volví a secar mis manos y di un largo respiro para después tocar el timbre.

Segundos después ella me abrió, me sonrió y joder, se miraba tan hermosa.

—Te miras preciosa —Susurré y sus mejillas se encendieron, mi sonrisa se agrando.

—Gracias.

Mi sonrisa no se borraba mientras recordaba mi plan de esta noche.

Skylier

Hoy es mi cumpleaños y al parecer todo mundo lo olvido, en todo el día no he recibido ninguna felicitación de nadie. Casi me pongo a llorar pero intento despegar mi mente pensando que solo es un día cualquiera.

Miró la hora, es hora de arreglarme porqué bueno, había quedado de ir a comer con Thiago, di un respingo mientras caminaba hasta el baño y me daba una ducha.

Al salir, seque mi cabello y hice unas ondas, mientras me hacía un maquillaje natural y como siempre lo que más destacaba era el color rojo de mis labios.

Justo a tiempo se escuchó el ruido del timbre, camine hasta la puerta del apartamento encontrándome con Thiago, quien sonreía de oreja a oreja, así que imite su acción.

—Te vez preciosa —Él había susurrado, sentí como mis mejillas se volvían rojas.

—Gracias

—¿Nos vamos?

—Vamos.

Salimos de mi apartamento y él se notaba algo nervioso, suspiré mientras colocaba el cinturón de seguridad, él me miró de reojo y se acerco a mi para después besar mi mejilla.

—Olvidé saludarte —Dijo, yo asentí.

Durante el camino nadie dijo nada, mi vista estaba perdida sobre el paisaje.

—¿Que te parece un helado antes de ir a lo bueno?

—El helado parece perfecto

Paramos en una heladería que quedaba cerca del edificio donde vivo.

—¿Helado de chocolate, cierto?

Asentí y me conmovió de que él haya recordado mi helado favorito.

—Siéntate aquí, iré por nuestros helados.

Me senté sobre el sofá de cuero, mientras esperaba que Thiago regresará, mire mi móvil, viendo si de casualidad no había recibido un mensaje.

Me lleve una decepción al ver que no tenía ni un solo mensaje, ni una sola llamada.

Oficialmente todo el mundo había olvidado mi cumpleaños, me concentre en el gran ventanal, que dejaba ver a parejas tomadas de la mano, familias, personas sonriendo.

—Aquí tienes tu helado.

Al momento que nuestros dedos rozaron sentí un chispazo, como si hubiera metido mis dedos en un enchufe.

Comimos nuestros helados en silencio, mientras de reojo notaba que Thiago me miraba con fijeza.

—¿Tengo algo en la cara?

Él tomo un poco de helado y lo coloco sobre mi nariz.

—¡Oh, no acabas de hacer eso! —Exclamé viéndolo mal.

—Oh, si que lo hice.

Tome un poco de helado y lo unté en su mejilla, él cerró los ojos un instante y una sonrisa tonta apareció en sus labios.

Sus ojos se achicaron mientras continuaba sonriendo.

El móvil de Thiago vibró así que lo saco de su pantalón para después observar el mensaje.

Tecleó rápidamente una respuesta, guardo nuevamente su móvil y después tomo una servilleta para limpiar cuidadosamente el helado de mi nariz. Mire fijamente cada uno de sus movimientos, sus ojos estaban brillando mientras las ligeras arrugas seguían apareciendo en sus ojos.

Tome una servilleta y limpie su mejilla mientras escuchaba como él comenzaba a respirar con dificultad.

—Es hora de irnos —Él se aclaró la garganta mientras se levantaba, imite su acción y ambos salimos del local.

Durante el camino lo único que sonaba era una canción de the fray, en la lista de reproducción de Thiago. Comencé a picar mi pierna con nervios, mietras comenzaba a darme cuenta que estábamos alejándonos de las casas.

—¿Vamos a la cabaña que te heredó tu abuelo? —Lo mire de reojo.

—A esa misma. —Su voz sonó ronca.

Me quedé callada jugando con mis dedos, mis manos están sudando, pero no entendía el porqué, acomode un mechón de mi cabello atrás de mi oreja.

No sabía que decir, quería romper el silencio, pero al parecer Thiago estaba sumido en sus pensamientos y estaba tranquilo.

Después de unos minutos el auto habia parado.

—Dame un segundo —Dijo bajando del auto.

Alcé una ceja, cuando después de unos segundos el llegó hasta mi puerta y la abrió, me extendió la mano y la tomé, mientras sentía la calidez que sus dedos me brindaban

Nos acercamos a la casa y Thiago abrió la puerta.

—Después de ti —Me adentre a la casa y lo primero que escuche fue un coro de <Sorpresa>

Sonreí agradecida

—Feliz cumpleaños, preciosa —Thiago había susurrado en mi oído, sentí como mis piernas se habían debilitado y de pronto sentía que mis piernas eran de gelatina.

Sus fuertes brazos rodearon mi cintura mientras dejaba un beso en cabeza, voltee a verlo, él tenía una gran sonrisa en su rostro.

Y daba la sensación de que hoy era un día de que Thiago Loughty iba a sonreir mucho.

—¡Mi Sky! ¡Mi sol y mi luna! —Harriet se abalanzo sobre mi para darme un gran abrazo de oso.—Feliz cumpleaños, ahora te veo un poco más vieja que ayer.

Me reí, dejando que ella me asfixiara.

—Bueno, mucho de amor, pero nosotros también la queremos abrazar.

—Ah, si claro —Me soltó y besó mi mejilla incluso sentí que dejó baba en ella.

—Ew, creo que dejaste baba en mi mejilla.

Kyle se acercó a mí y me abrazo con fuerza mientras me felicitaba. Esperaba pacientemente que Jake se acercará a mí y me felicitara, pero no lo veía por ningún lado.

—¡Cenicienta! —Matt puso sus brazos sobre mis hombros para atraerme a él—Creo que los veinte años te sientan de maravilla, estas hermosa.

—¡Pero si es mi mejor amiga más hermosa del planeta! —Si, ese era Jake, respiré aliviada mientras el caminaba hasta mi y abría sus brazos para que lo abrazara, camine hasta él y lo abracé dejando descansar mi cabeza en su pecho. —Feliz cumpleaños, Sky. —Besó mi cabeza.

—Bueno, les robaré a la cumpleañera —Thiago se acercó a mí y tiro de mi mano mientras me guiaba hasta una de las habitaciones, lo mire confusa.

—¿A dónde me llevas?

—Solo sígueme.

Sin decir nada más entramos a la habitación, él rebuscó algo y al encontrarlo me extendió una pequeña caja.

—¿Que es?

—Abrela.

Le hice caso, mientras sentía su mirada siguiendo cada uno de mis movimientos, rasgue la envoltura de la caja, y al abrirla había un collar con un dije de una una luna junto unas estrellas, era pequeño, pero era hermoso.

—Me encanta, es hermosa.

—Cuando lo ví supe que era perfecto para ti.

—Me encanta —Repetí.

—Deja te ayudo a ponertela.

Asentí dándome la vuelta, él tomo la cadena entre sus manos mientras yo me colocaba el cabello a un lado para que no le estorbara.

Sus dedos fríos hicieron contacto con mi piel, mi piel se erizo y sentía como mi respiración se había vuelto agitada, después de unos minutos me di cuenta como el dije había comenzado a colgar en mi cuello, era tan precioso

—¿Puedo preguntar el porqué la luna y las estrellas?

—La luna y las estrellas son una belleza natural y tú para mí, eres eso. Una belleza natural

Bien, no era normal lo rápido que mis mejillas se habían sonrojado ni lo rápido que mi corazón había comenzado a latir, como si sintiera que se me saldría del pecho.

Cada vez que Thiago me decía algo bonito sentía algo inexplicable.

—Y cada vez que las veo, me acuerdo de ti.

—Eso es lindo —Admití.

—Vayamos abajo que te tengo otra sorpresa.

—¿Otra? —Lo seguí.

—Si, otra.

—¿De quién fue la idea de la fiesta sorpresa?

—Ha sido mía.

—Gracias enserio, nunca antes alguien había hecho algo así por mi

—No tienes nada que agradecer, espero que te haya gustado la sorpresa

—Ha sido lo mejor, y gracias por haber tomado en cuenta a mis amigos.

Él se encogió de hombros restándole importancia. Al regresar había un equipo de sonido sobre la sala, mientras Ashton le tendía una guitarra a Thiago.

—Sientate aquí —Señaló una silla que estaba enfrente de él.

¿Él iba a cantar?

¿Él me iba a cantar?

—¿Vas a cantar?

—Te voy a cantar. —Me guiño un ojo.

Como si fuera una niña chiquita, camine hasta mi silla mientras esperaba que él comenzará a cantar. Los acordes de la guitarra comenzaron a escucharse, y al instante reconocí la melodía, al parecer era una canción de Bruno Mars.

—Oh, her eyes, her eyes make the stars look like they're not shinin'her hair, her hair falls perfectly without her trying she's so beautiful and I tell her every day

Repito, su voz era tan sexy, y tan angelical, sus ojos no abandonaban los míos, mientras cantaba.

Comencé a tararear la canción, mientras él tocaba los acordes y continuaba cantando. Él me sonrió y al terminar la canción dejo la guitarra sobre la silla y se acercó a mí para darme un abrazo.

Al separarse del abrazo acarició mi mejilla.

—Ya se que ya lo he dicho, pero en serio, feliz cumpleaños. —Sus ojos me observaron con fijeza, al igual que cuando estaba cantando.

Él tocó mis labios, mientras pasaba su dedos por él, parecía que se estaba en un debate con su mente, al parecer se dió por vencido, porqué antes de que pudiera reaccionar tenía los labios de Thiago sobre los míos.

¿Pero que mierda? Pensé.

Su mano acariciaba con suavidad mi mejilla pero a la vez sentía como raspaba su dedo calloso, su nariz acariciaba la mia mientras su labios atacaban a los míos, sus labios sabían a miel y eran tan suaves, parecía como si estuviera besando a una nube, lo tomé de la nuca atrayendolo más a a mi, mientras yo sentía como él me tomaba con fuerza, como si temiera de que yo desapareciera.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top