Sueños
Son las 4:30 P.M. y Yeol ya se encontraba suspirando y rezando que al terminar el día, él aun este vivo. Es el día donde comenzará a trabajar donde KyungSoo, pero el solo recordarlo siente como todos sus músculos se vuelven pesados.
- Anímate, Chan, no iras al matadero -le llamó Kai, quien como acordaron el día anterior, estaría con él en la entrada y salida de su servicio para acercarse al bajito.
- ¿Cómo lo sabes? Capaz y ese niño me destace y venda mis partes como carne de alta calidad -soltó un suspiro.
- No lo creo.
- ¿En serio, Kai? -preguntó ilusionado el alto.
- Sí. No creo que tu carne sea de alta calidad, más bien sería como una baja calidad de puerco...
- Gracias, amigo. Tus palabras me motivan en demasía -y ahí iba de nuevo un suspiro.
Las 4:45 y ya se encontraban caminando hacia el establecimiento del blanquecino. En ese momento maldijo a su jefe por los sermones sobre la puntualidad, eso y además que no quería sumar otro día a su castigo.
- Puntuales, tal y como lo prometimos - saludó Kai a KyungSoo que se encontraba arreglando una exhibición de dulces en la entrada.
- Ajá, ¿y tú qué haces aquí? - alzó una ceja Soo.
- Mmm, ¿apoyo moral, tal vez? - Kai uso una de sus encantadoras sonrisas, con extra de encanto esta vez.
- Pues ya puedes irte, y tú, ¿no piensas decir nada? - KyungSoo ignoró al moreno y se dirigió al alto que se escondía detrás de su amigo, aunque eso era claramente tonto.
- Buenas tardes - se atrevió a saludar Chanyeol.
- Bienvenido. Sígueme - Soo entró al local seguido de Chanyeol, quien miró una última vez a su amigo para despedirse.
Chanyeol creyó entrar a un mundo hecho de azúcar. Adentro tenían mesitas donde los clientes disfrutaban sus postres: niños comiendo galletas, padres bebiendo malteadas, parejas compartiendo pasteles, empleados entregando pedidos donde tanto el cliente y mesero sonreían. Desde el las personas hasta la música que se escuchaba era agradable, dulce y delicioso; Chanyeol se reprendió mentalmente por pasar todos los días por aquel local y jamás tomarse un tiempo para entrar.
- Un restaurant de postres... - susurró Yeol.
- Oh, que inteligente me saliste - contestó KyungSoo.
- No fue pregunta...
- Y eso tampoco fue un cumplido.
Cruzaron todo el local hasta llegar a la cocina, donde Chanyeol lo nombró como el lugar donde nace la magia (y con ella las caries).
- Durante estos tres días serás mi empleado perfecto: lo que yo diga, lo aceptarás; lo que quiera que hagas, lo harás, lo que pida, me lo darás; cuando te llamé, vendrás; y cuando te necesite, me ayudarás. No hay replicas, si digo sí es sí, no es no, y si llegará la ocasión que diga sí pero sea no...
- No me importa, es sí - terminó Chanyeol.
- Así es - KyungSoo inconscientemente le sonrió a su nuevo empleado. Chanyeol se sorprendió al ver su sonrisa y parpadeo en varias ocasiones, ¿acaso un demonio pudiera tener la sonrisa de un ángel?
Las horas pasaron y Chanyeol ni cuenta se dio en que momento el reloj marcó las 10 pm por lo entretenido que estaba en los trabajos que recibía de KyungSoo. El recibir órdenes y acatarlas no era difícil para él, estaba bastante ya acostumbrado con su jefe. Tal vez no sintió el paso del tiempo por la concentración que ponía en sus actividades. Chanyeol no era muy bueno en los trabajos manuales, por favor, tuvo el nombre de Chanyeol 'Torpe' Park durante toda la prepa y eso no ha cambiado, pero no quería recibir regaños de Soo y por eso se esforzaba. KyungSoo veía el esfuerzo por parte del gigante pero no daban muy buenos frutos, pero fue compasivo, después de todo le está obligando a trabajar para él a pesar de que no tenía ni la más mínima idea del trabajo en una repostería.
- Esta mal, te enseñaré como debe hacerse - KyungSoo tomó la manga de merengue rosa que sostenía Yeol, quien estaba intentando hacer una flor para adornar los pasteles. Soo tomo la base y con la manga hizo la flor: primero el centro al que fue cubriendo con pétalos, uno por uno; al terminar, despegarla con un tenedor y acomodarla en el pastel cubierto de betún. Chanyeol quedo fascinado por la destreza del pastelero al momento de formar la rosa; le pareció demasiado fácil y lo intento de nuevo, pero el resultado no fue lo que esperaba, ni forma de flor tenía, tal vez un capullo algo raro -. No te preocupes, estas cosas no nacen a la primera y llevan mucha práctica, pero esta no esta tan mal después de todo - y Soo tomo la flor con el tenedor y la puso en el pastel, junto a la que había hecho él.
KyungSoo también tomo dos mangas con merengue de color verde claro, le entregó una a Yeol y le fue enseñando como terminar de adornar con hojas al pastel. Las hojas de KyungSoo estaban bien y las de Chanyeol, bueno, pudieron ser peor. Al finalizar, admiraron su obra con una sonrisa.
- Soo, alguien busca a Chanyeol - llamaron desde la entrada de la cocina.
- Ese debe ser Kai - le dijo el alto a KyungSoo.
- ¿Tan tarde es? - pregunto el bajito mirando el reloj -. Claro, en un momento va. Gracias Baekhyun.
Ambos terminaron de recoger utensilios y trates, así como guardar ingredientes y demás. Una vez todo acomodado y ellos limpios, KyungSoo tomó el ultimo pastel y salieron de la cocina donde el moreno esperaba en una de las mesitas, mientras intentaba platicar con uno de los empleados que limpiaba las mesas (Chanyeol reconoció que era el chico de antes y su nombre era Baekhyun).
- Hola - saludo Chan a su amigo.
- Tardaron mucho, ¿qué hacían ustedes solos atrás, eh? - intento bromear Kai.
- ¡N-nada malo! - contestó fuerte Chanyeol nervioso al entender el hilo del comentario, lo cual causó que Kai riera.
- Trabajando, por supuesto - habló KyungSoo de forma indiferente, mientras acomodaba el pastel en el mostrador de la caja.
- ¡KyungSoo! ¿Cómo estás? ¿Cómo le fue a mi poste con patas? Perdónalo si hace las cosas mal, es un poco torpe.
- ¡Kai! - replicó Chanyeol.
- Yo estoy bien y no fue nada que no hubiera imaginado. En lo personal, creí que sería peor - se sinceró KyungSoo, y a esto, Chanyeol se sorprendió: ¡KyungSoo le había hecho un cumplido! A su manera, pero cumplido a fin de cuentas.
- Oh, eso no me lo esperaba... - dijo Kai por lo bajo con un tono de molestia en su voz.
- Vamos, Kai. Es tarde. - terminó Chanyeol para jalar a su amigo y salir huyendo del lugar.
- Tranquilo, me romperás el brazo - se quejó el moreno después de avanzar un par de cuadras.
- Lo lamento - se disculpó Chanyeol.
Durante el camino no se hablaron para nada, lo cual era extraño porque alguno de los dos siempre tenía algo para platicar. Cuando llegó el momento donde sus caminos se dividían, tan solo se despidieron con un hasta luego y cada quien continuo.
Después de tomar un merecido baño y vestir ropa cómoda, las reflexiones sobre los sucesos del día llegaban. Ya se encontraba acostado en su cama y a punto de cerrar por completo los ojos cuando la fugaz sonrisa de KyungSoo cruzo por su mente, lo cual hizo que abriera los ojos inmediatamente.
- Joder... estoy realmente cansado - se dijo a sí mismo mientras se tallaba los ojos y se acomodaba de nuevo para dormir.
Unas habilidosas manos claras recorrían sus largos muslos. Chanyeol se encontraba sentado en su cama y su cuarto estaba iluminado por las luces de velas rojas, podía ver a la persona que recorría con besos y lamidas sus piernas mientras subía con parsimonia. No distinguía la cara, pero él pudo identificarlo como un chico, un delicado, suave y blanco chico. La sensación de cosquilleo y electricidad que esos dedos le causaban con cada roce hacían que una erección creciera dentro de su bóxer. Intento hacerle parar, pero al querer usas sus manos estas tintinearon, estaban encadenadas al respaldo de la cama. Chanyeol se asustó por un momento, pero el muchacho que se restregaba entre sus piernas alzó la cara y le sonrió de tal forma que Chanyeol sintió doler su parte baja. Unos lindos labios carnosos y rosados se curvearon. Chanyeol ya se encontraba en el onceavo cielo, cuando el rostro borroso fue tomando forma y lo reconoció.
Era KyungSoo.
Su boca se entreabrió y dio paso a una traviesa lengua húmeda que viajo sobre sus labios lascivamente, dejándolos brillantes. Se movieron, pero Chanyeol no distinguió palabra o sonido alguno, puede ser por el impacto o el éxtasis que sentía en ese momento, pero lo que si sabía que la sonrisa de lado que mostró y su cabeza bajando a sus boxers no era buena señal.
Chanyeol se despierta repentinamente. Tiene el cuerpo y la frente con una capa de sudor y algo más humedece su bóxer. Son las 4 de la mañana y una gran erección que se niega a bajar le acompaña.
JunMyeon llega a su oficina y se sorprende al ver a Chanyeol en ella. Es la primera vez que su asistente llega más temprano que él y de cierta forma le preocupa.
- Chanyeol, ¿sucede algo? - le pregunta JunMyeon a su empleado, mientras se encamina a su escritorio para dejar su maletín.
- No, no, nada Suho - contestó Chanyeol, pero pareciera que con cada respiración su alma saldría volando.
- ¿Seguro? Te ves cansado - continua interrogando JunMyeon.
- Si, bueno... - Chanyeol arrastra sus palabras -, no pude dormir mucho. Debe ser eso - contesta y no está mintiendo, el problema estaba en cada vez que Chanyeol cerraba los ojos para dormir, recordaba esa lengua recorriendo lugares que no deberían lamerse... ¿o tal vez si?
- Bueno, si necesitas tomarte el día libre, solo dímelo. Puedo vivir un día sin que me acompañes - le tranquilizó Suho. Chanyeol amaba a su jefe por esas cosas y más.
- Gracias, jefe. Le haré saber cuándo realmente lo necesite.
Ya es la hora de que se presente de nuevo al restaurant. Siente que sus manos le tiemblan y sudan aún más que el día anterior, e incluso siente su boca seca.
Llega al local y es un empleado que se encarga de arreglar el muestrario de dulces. No es el que conoció ayer, este es otro y tiene unas mejillas regordetas que le hacen sonreír a Chanyeol por su parecido a una ardilla. Le pregunta por el chef, y el empleado al reconocerlo, le dice que pase a la cocina. Chanyeol agradece y hace el camino de ayer, donde su vista es captada en una pieza específica del mostrador en la caja: aquel pastel adornado con únicamente dos rosas y rodeado de hojas. Chanyeol sonríe de nuevo y por arte de magia todos sus nervios se han esfumado.
Al entrar a la cocina, ve a KyungSoo recostado en la mesa de trabajo, tiene los ojos cerrados y su respiración es pausada. Chanyeol se da el lujo de ir hasta él y poder contemplar su rostro dormido. El rostro de KyungSoo es tan delicado y terso, sus pestañas semipobladas y largas y bajo sus ojos hay pequeñas sombras azuladas.
Parece que él tampoco logró dormir mucho.
Sigue con la vista las facciones y se detiene en la boca. Sus labios rosas y carnosos, la forma de corazón...
*Seré bueno, Chan*
- AAAHH -
- ¡¿QUÉ PASÓ?!
Chanyeol se encontraba en el piso agitado. En su cabeza escucho la voz del KyungSoo de su sueño, aquello que no entendió en el momento, lo escucho claramente, causando que grite asustado, se resbale, le cayeran encima los moldes para postres y cause un gran alboroto.
- ¿Qué carajos estás haciendo? - le pregunta un Soo molesto mientras acomoda de nuevo los moldes en su lugar.
- P-perdón, yo-yo - Chanyeol no logra articular oración coherente, tiene presente la cara del KyungSoo pervertido causándole acaloramiento.
- Oye, ¿estás bien? Te ves algo enfermo - KyungSoo se acercó a Chan para ponerle un mano en la frente y comprobar su temperatura -, estas algo caliente, ¿te sientes mal? - KyungSoo hablaba y estaba cerca del rosto del alto, pero esto solo causaba que el calor subiera.
- ¡No me toques! - gritó Chanyeol y quito de un manotazo la palma de KyungSoo, causando que este se sorprendiera por sus acciones - Yo... perdón, solo necesito unos minutos.
Huye hasta la parte de atrás del local, donde se dejan las bolsas de residuos y demás. El aire exterior le ayuda a calmarse. Respira y exhala repetidamente, dejando de nuevo su corazón tranquilo.
- Chanyeol idiota, comportándote de esta manera por tus estúpidos sueños húmedos. Ahora Soo te odia - se autoregañaba el alto.
- ¿Ya te encuentras mejor? - pregunto KyungSoo sin mirarlo, manteniendo su vista fija en la preparación del parfait de chocolate para un pedido.
- Perdón por lo de hace un rato - Chanyeol intentaba buscar las palabras correctas mientas se jugaba el cabello con nerviosismo -, no fue mi intensión ser tan rudo, solo que no he dormido bien últimamente y yo... - intentaba explicarse, pero simplemente no era bueno en ello -, sé que no es excusa y realmente lamento haberme comportado de esa forma - terminó con una inclinación.
- Como sea, entrégale esta orden a Baekhyun - KyungSoo ni siquiera miro a Chanyeol, ya que le dio la espalda porque el temporizador sonó y debía sacar lo que sea que estaba en el horno.
Chanyeol tomó el vaso para salir de la cocina, donde Baekhyun se dirigía en ese camino y recibiendo el pedido para ponerlo en su bandeja plateada e irse nuevamente.
Durante todo el rato, KyungSoo no dijo nada, si bien el día anterior tampoco tuvieron mucha plática, ahora se notaba que realmente no quería dirigirse a él.
- Soo, ¿estás molesto? - intento hacer plática el alto.
- No lo estoy - contesto cortante el bajito.
- Oye... si estás molesto por como actué hace rato...
- Dije que no estoy molesto, ahora, si solo estarás estorbando, no te necesito - aclaro Soo, a lo cual Chanyeol se limitó a bajar la mirada y continuo en cortas galletas de mantequilla de diferentes formas.
Las horas pasaron terriblemente lentas, y Chanyeol no es de esas personas que se mantienen en silencio por mucho tiempo, pero para evitar otro regaño, continuo. La hora de cierre llegó y Yeol se despidió dejando solo a KyungSoo dentro de la cocina.
- ¿Y a ti que te pasa? Haz estado callado por tanto rato que ya me estoy empezando a preocupar - le dijo Kai a su alto amigo.
- Creo que arruine las cosas con KyungSoo, Kai - reflexionó su amigo.
- ¿Arruinar de qué forma? -
- Bueno... te contaré...
- ¡¿Qué hizo qué?! -
- Shhhhhhhhh, y no hizo nada, tan solo fue un sueño - Chanyeol le contó su amigo el sueño anterior, así como las seis horas más horribles de su vida. Ahora se encontraban en un parque mientras se mecían en los columpios.
- Wow, amigo... Para ser un sueño, tuvo mucha acción, ¿no crees? - le comentó el moreno.
- Supongo, pero ahora no sé qué hacer, Kai...-
- Disculparte, eso deberías hacer. Mañana es el último día que tendrás para presentarte, te disculpas, dejas las cosas bien y jamás lo vuelves a ver - recomendó Kai a Chanyeol.
- Pero... No sé si sea por el sueño, pero no quiero dejar de verlo...
- ¿Qué? ¿Ahora me vendrás a decir que te gusta? Solo han pasado dos días, Chanyeol - ironizó el moreno.
- No lo sé, ¿ok? Pero algo me dice que lo conozco de algún lado...
- Yo diría que son muuuy buenos amigos~
- ¡Yah Kai!
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