Postre de limón

– Buenas tardes, Soo.

– Buenas. Llegas temprano.

– Sí... No tenía mucho trabajo en la oficina y me retiré antes.

– Qué bueno. Necesitaré de tu ayuda por completo. Tenemos un pedido de postres de limón para una fiesta y hoy antes del cierre, deberán estar listos.

– Okeeey~

Chanyeol se sintió aliviado, él y KyungSoo volvían a hablar como siempre.

Las mesas de la cocina se llenaban con vasitos con el postre de limón, y Chanyeol se entretenía poniéndole galleta triturada encima, su tapa y nombre. Sí, nombre, para hacer a cada postre especial y sea más rico, algo que KyungSoo considero estúpido pero sonreía suavemente.

– Ahora que recuerdo, por estas cositas fue que acabe aquí contigo, ¿no? – pregunto Chan mientras sostenía el último vasito y lo observaba.

– Sí. Me tiraste toda una exhibición de ellos – le complemento el bajito.

– ¿Puedo probar uno? – preguntó curioso Chan, esperando una negativa por parte del chef.

– Si quieres. Sobrarán algunos – la respuesta hizo parpadear a Chanyeol, él estaba casi seguro que era un no.

– Pues no digas más~

Chanyeol tomo una cucharita desechable para poder disfrutar su postre. El bocado inundo sus papilas gustativas, envolviéndose en una suave y deliciosa mezcla de limón. Una verdadera exquisitez, si le preguntan. Pero algo no estaba yendo bien...










Un niño alto de 7 años se encontraba jugando con su nueva pelota en el parque. Una patada con demasiada fuerza hizo que golpeara a un pequeño niño con grandes ojos.

Mi nombre es Chanyeol, ¿y tú?

D-do KyungSoo...

¿Do? ¿Cómo la nota musical?

Mjumm...

Te llamaré...











– D.O –

– ¿Qué? –

– Eres D.O, ¿verdad? – El sabor de aquel postre le hizo recordar aquello que había perdido. Su pequeño amigo con ojos de búho y pequeña boquita acorazonada.

Su pequeño amigo y también primer amor.

– ¿Lo... lo recordaste? – KyungSoo parecía temblar, sus mejillas se tiñeron de un dulce rosa y aquellos oscuros ojos brillaban.

– ¿Por qué no me dijiste desde el principio? ¿Tú me reconociste? – pidió saber Chanyeol. KyungSoo se limitó a jugar con sus manos al asentir, más no miraba al alto. –. ¡¿Por qué no dijiste nada, KyungSoo?!

– Y-yo... yo... – aquella figura imponente que parecía ser KyungSoo, ahora solo queda un pequeño muchacho indeciso - ¡Iba a decírtelo, ¿ok?! Te lo iba a decir... incluso no dormí buscando la mejor forma de explicarte, pero ayer... simplemente no pude... – pequeñas gotas cristalinas comenzaron a correr por las mejillas de KyungSoo, dejando un rastro fresco. Chanyeol acerco sus pulgares para limpiar las lágrimas de KyungSoo – ¡NO ME TOQUES! – Yeol se quedó estático, no esperaba que Soo le gritara de esa manera. Su pecho dolía y mucho, querer abrazar al bultito que temblaba frente a él, pero respetaba su decisión si no quería que lo tocarán. – Ayer... ayer me dijiste que no te tocara y quiero cumplirlo...

– Soo, yo... yo no... – era por eso su rechazo. Todas las acciones de KyungSoo eran consecuencias de las suyas. Chanyeol no le importo más y entrego aquel necesitado abrazo para ambos –. D.O... tu postre de limón es el mejor en el universo – le dijo Chanyeol al oído, mientras su nariz se enterraba en el cabello oscuro.









D.O, tu postre de limón es el mejor en el universo.

No es cierto... de seguro hay mejores...

Nop. El postre de D.O es el mejor porque es hecho por D.O, ¡yo amo los postres de D.O porque yo amo a D.O!

¡No puedes amar a otro niño! Debes amar a niñas lindas.

Pero D.O es mucho más lindo que cualquier niña.

¡No puedes! Los niños tenemos novias...

¡Lo he decidido! D.O será mi linda novia.













– Siempre quise decírtelo – hipaba KyungSoo en el pecho de Chanyeol –. Te veía pasar todos los días corriendo en frente del local, inclusive a mi lado, pero jamás me atreví a hablarte. Me conformaba con verte una y otra vez, recriminándome lo cobarde que soy. Cuando tiraste mis muestras, sentí que podría escupir mi corazón de lo fuerte te latía, pero cuando me miraste, no me reconociste – contó Soo con un sentimiento de tristeza en lo último, mientras se separaba un poco para mirar a Chanyeol a la cara y mostrar una pequeña sonrisa –. Creí que si te podía tener unos días para mí, ya no necesitaría más, pero... ¡pero no quiero! ¡Quiero que te quedes y continúes haciendo pasteles junto a mí! Hagas decorados feos y cuentes chistes malos que me hacen reír... no quiero que te vayas. – Finalizó KyungSoo mientras se abrazaba de nuevo a la camisa de Chanyeol.

Chanyeol entendía perfectamente los sentimientos de Soo. Todo este tiempo, estuvo sufriendo en silencio mientras él continuaba con su rutinaria vida. KyungSoo que estuvo siempre observando, merecía algo más y mejor.

Merecía ser recompensado y Chanyeol buscaría la manera de hacerlo.

– D.O – KyungSoo alzó la mirada ante el llamado –, ¿quieres ser mi linda novia? – preguntó Chanyeol con una enorme sonrisa, creando ese tic en el ojo.

– Si... joder, ¡sí quiero!

Un tierno contacto fue suficiente para poder firmar un contrato entre ellos. No necesitaron testigos, hojas ni letras, tan solo el dulce sabor a limón.













D.O, ¿quieres ser mi linda novia?

Mmm... Solo si prometes que siempre estarás conmigo...

¡Por supuesto! ¡Porque el postre de D.O es el mejor en el universo!

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