RETO 3: ¿QUÉ PUEDE SALIR PEOR?


Palabras: coche, piscina, lasaña.


Había sido un día fatídico. Su coche no había querido arrancar aquella mañana, por lo que había tenido que ir a buscar el autobús, que había tardado, que iba lleno y que la dejaba a cierta distancia de su trabajo. Todo ello implicaba que llegaba tarde, muy tarde. Su jefe no iba a estar para nada contento, aunque no supondría mucho cambio, pues tampoco era la alegría personificada.

Habían pasado unas cuantas horas desde que llegó. Su pronóstico de día desastroso se había cumplido, pero por fin tenía un descanso. Ella tan sólo quería comer, terminar su jornada laboral e irse rápidamente a casa, donde seguro sus niñas la recibirían con gritos y energía de sobra para que ella recargara la que ahora mismo le faltaba. Sabía que insistirían hasta el cansancio en ir a la piscina, algo que no veía para nada descabellado, pues con tanto calor era lo único que apetecía.

Pero para eso aún quedaban dos horas, que seguro se le harían eternas. Puso su lasaña en el microondas cuando le tocó el turno por fin. Sus compañeros charlaban, entraban o salían de la sala. El continuo movimiento no le permitía demasiada concentración, pero no le importaba, tampoco es que para pulsar un botón del pequeño electrodoméstico necesitara estudiar un máster y, además, agradecía el constante ruido.

El clin del microondas extrañamente le sorprendió. Sacó su comida, no teniendo en cuenta que el plato quemaba. En una milésima de segundo le dio tiempo a maldecir, sacudir sus manos involuntariamente, soplar al aire y a que la lasaña cayera, irremediablemente, provocando una explosión de tomate y carne por el suelo, sus zapatos y su pantalón.

El silencio se hizo en la sala. Miró su desparramada comida y, de pronto, comenzó a reír. La carcajada brotó desde el fondo de su garganta, dejando a todos los presentes totalmente descolocados.

―Lo cierto es que no me había salido muy buena ―explicó escuetamente, haciendo que el resto riera con ella.

Y aunque la ley de Murphy decía lo contrario, se intentaba consolar porque... ¿qué podía salir peor?

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