Palabras: montoro, mar, paraíso

Se iban de vacaciones. El presi había organizado todo un viaje al paraíso y, con todo lo que habían trabajado en todo el año, sin duda se lo merecían. Irían todos, desde Saenz hasta Montoro, pasando por el de Vigo o la Cospe.

Estaban todos en el avión privado, disfrutando del caro champán francés cuando notaron una turbulencia. No le dieron mucha importancia al principio, pero cuando vieron al piloto y al copiloto, con un paracaídas cada uno, diciéndoles adiós con la mano y con una sonrisa maquiavélica, se asustaron un poco. Todos menos el presi, que aún no se había enterado de lo que ocurría e intentaba hacer el puzzle de 20 piezas que le habían regalado aquella mañana.

No pudieron reaccionar a tiempo. Los pilotos se tiraron y el avión se precipitó sobre el mar, rompiéndose en mil pedazos.