Palabras: cariño, tren, corbata.

―Necesito que me hagas el nudo de la corbata, voy a perder el tren ―apremió al ver que ella se había entretenido en otras cosas.

Ella entró por fin en la habitación, acelerada por todo lo que tenía que hacer. Lo miró con reproche.

―A ver cuándo aprende el señor, toda la vida teniendo que llevar traje ―regañó.

La miró, sonriendo levemente. Vio su cara, cómo sacaba un poco la lengua y la dejaba entre los labios, concentrada. La observaba, sin disimulo, y ella hacía como que no se enteraba. El cariño, el amor con el que la miraba era innegable.

Él no reconocería que podía hacer el nudo perfectamente. Ella nunca revelaría que lo sabía. Él la seguiría llamando, ella no dejaría de regañarlo. Y así, él la seguiría mirando, y ella continuaría haciendo como que no se enteraba.