Capítulo 13:Compras

Los Uchiha solían tomarse las compras demasiado en serio, Sasuke y Izuna corrían por todo el lugar tratando de relajarse y pensar en que podrían comprar para la boda, tú solo no estabas muy animada ante la idea de ver como Madara se casaría y trataría de ser feliz sin ti, soltaste un suspiro de nuevo sentiste como la pequeña parte de tu corazón se rompía, Madara como siempre estaba pensando desde la habitación de su hotel alguna manera de romper el compromiso, pero había sido tan idiota como para seguir ahí, excusándose así mismo, “debo de olvidar a ____” ¿Sirvió de algo su estupidez? No, lo único que trajo fueron corazones rotos, discusiones y un sin fin de aventuras que jamás pensó que haría, por no querer escuchar a _____.

—_____, oye. —Shisui te sacudió un poco para que prestarás atención a los vestidos y tú solo te encogiste de hombros abrumada, ni siquiera querías ir, solamente querías estar de regreso en tu casa tratando de decirte a ti misma que fue un error asistir a aquella boda, un sin de heridas en tu corazón que no soportabas aunque lo desearas por tu amor a ese estúpido Uchiha cabeza dura, imbécil en términos sencillos.

—¿Si? —le respondiste tratando de sonar lo más tranquila y animada posible pero tu rostro solo denotaba tristeza y un inmenso cansancio.

—Mira, este vestido negro, deberías llevarlo. —dijo seguro de sí mismo señalando un vestido negro en tallado, con un corte en la pierna, hombros caídos y un escote de infarto, te quedaste pensando, y una leve sonrisa se asomó en tus labios recordando el vestido de la venganza tal y como el que había usado Lady D. —Yo digo que te verías increíble, solo que tiene brillos y se ve más de cóctel que de boda, pero qué más da, Madara va a cometer el peor error de su vida y que mejor que te veas divina, ¿no? —te codeo con una inmensa sonrisa en el rostro y tú le sonreiste de vuelta, Shisui a veces era algo idiota pero siempre era sincero, listo y sabía que decir en el momento que se necesitaba que hablará. Quizás no era como Itachi, pero Shisui tenía su propio encanto.

—Tienes razón, iré a probarmelo. —mantuviste tu sonrisa, Obito estaba cruzado de brazos mirándolos a ambos, Itachi estaba buscando alguna corbata, Sasuke y Izuna estaban buscando vestidos, aunque ciertamente ya habías encontrado el indicado o al menos eso pensaba Shisui.

—¡_____! —gritaron Izuna y Sasuke mientras jadeaban tenían un vestido en sus manos, dejaba ver demasiada piel y el color era blanco. —¡Pruebate este! —dijeron emocionados y tú solo negaste algo sonrojada, era casi transparente, no te desagradaba la idea de ser el centro de atención con tal de arruinarle la boda a Madara pero solo sacudiste tu cabeza y señalaste el vestido que tenias en las manos.

—Lo siento muchachos, ____ y yo encontramos el vestido perfecto, así que dejen que se lo pruebe, después vamos por algo de helado, ¿vale? —les dijo a los menores los cuáles se miraron entre sí y gruñeron.

—Ya no somos niños Shisui —respondieron ofendidos y se cruzaron de brazos.

—Vale entonces no hay helado. —los miró Shisui con una sonrisa relajada.

—¡No!, ¡SÍ QUEREMOS HELADO! —a sintieron frenéticamente.

_____ estaba probandose aquél vestido negro, se miró al espejo y sonrió despacio, se ajustaba demasiado bien a su cuerpo, quizás no tendría al hombre que quería pero se estaba dando el lujo de verse bella, había que aprovechar, quizás borracha encontraría a su nuevo amor o eso era lo que deseaba, solo sacar al azabache de sus pensamientos y de su corazón. Salió del probador para encontrarse con los Uchiha los cuales abrieron la boca sorprendidos al verla, se miraba espectacular, sin si quiera llevar maquillaje su belleza natural irradiaba por todo ese local, Obito no pudo evitar desviar la mirada, era demasiado hermosa, y se sentía algo imbécil por ayudar a su hermano mayor a recuperarla, cuando a leguas se notaba que había dejado de merecerla desde el momento que no quiso escucharla.

—Te ves...

—Hermosa. —completó Obito mientras asentia, sus hermanos seguían con la quijada casi en el suelo.

—¿Eso creen? —estaba algo avergonzada y sonrojada, las miradas de los Uchiha eran demasiado penetrantes en ese momento, estaban sorprendidos, ¿de verdad el más grande Uchiha la perdería por su estupidez? Vaya que debía de ser tonto.

—Claro que sí, por Dios _____, tienes belleza para regalar si así lo quisieras o sí así se pudiera. —corroboró Itachi.

—Bueno, deberíamos agradecer a Shisui, él me dijo que me lo probará y creyó que me vería linda. —empezó a caminar para ponerse frente a un espejo, analizó cada detalle que tenía el vestido y ella, sonrió levemente, sí, se miraba hermosa, quizás algo triste debido a los acontecimientos que habían sucedido hace horas, pero debía de se  fuerte, mostrar que no se rendiría o al menos verse hermosa sin importar que sucedería. Al verse en aquél espejo sintió una punzada en su corazón, recordando al evento que asistiría, la boda de Madara, sonaba demasiado fuerte y desastrozo en su corazón.

—Bien, vayamos a pagar, quizás saliendo de aquí podamos ir a almorzar algo, vinimos demasiado temprano. —sonrió de lado, la boda estaba a la vuelta de la esquina, no debían perder tiempo.

—¡Oh mierda!, ¡En la noche es la cena de ensayó! —la voz de Obito salió un poco triste, aunque quisieran evitar cada programa de ese estúpido itinerario, no se podría o al menos Sakura no dejaría que nadie se metiera en eso.

Sentiste de nuevo una punzada en tu corazón, y agachaste la mirada una fina lágrima resbaló por tu mejilla, tocaste tu pecho izquierdo tratando de sentir los latidos fuertes que bombeaba tu corazón, tristeza, decepción y una oleada de sentimientos encontrados que creíste que no existirían llegaron a tu corazón.

—Espero que llueva el día de tu boda... —murmuraste con tristeza, quitaste la lágrima que rodaba por tu mejilla para verte al espejo, la cena seria quizás en un par de horas, ya era tarde, ¿Madara cancelaría el compromiso? Todo estaba girando en tu cabeza, estabas cansada, triste, dolida y no había manera de poder hablar con Madara sin que se te hiciera un maldito nudo en la garganta.

Por otro lado.

—No se supone que no debería de doler, se suponía que la había superado, que ella ya no estaría de nuevo en mi vida, ¿por qué regresó? —Madara agachó la mirada mientras bebía de aquél vaso de vodka, harto de los gritos y del estrés de una boda que ni siquiera deseaba.

—Madara ella nunca se fue, de verdad fuiste un imbécil, quizás esas acciones que cometiste ahora serán tu pesar al menos toda tu vida. —respondió un peliblanco, bebió de su whisky, no quería ponerse ebrio, a penas había llegado a Hawái y Madara quería solo un hombro donde llorar, sus sentimientos y pensamientos no se iban. —No debiste hacerla a un lado, fue un error estúpido, ella ni siquiera estaba viendo a Hashirama, y tu salida rápida fue ¿Sakura?, Diablos, de verdad fuiste un idiota y ella aún así te ama. —negó con suavidad y Madara solo lo miró mal, los ánimos de su camarada no estaban sirviendo de nada, solo lo estaban hundiendo.

—La amo, la amo como jamás imagine amar a alguien, la sigo amando tanto como el estúpido primer día, la amo, Tobirama la amo más que a nada en este mundo y soy un cobarde que está eligiendo olvidarla en lugar de luchar por ella tal y como ella lo hizo alguna vez por mí. —apretó el vaso en su mano y Tobirama le dio unas suaves golpes en la espalda tratando de demostrar apoyó y alguna salida, aunque la salida estaba frente a él.

—Fugate con ella, vete con el amor de tu vida, vete con ella, vete con la persona que consideras tu mundo, vete con esa persona que te ama aún en tus peores momentos, vete con la persona que solo quiere verte feliz, elige a esas personas, Madara, no elijas lo superficial, lo que solo te quiere cuando estás bien, así no es la vida, Madara y créeme estas eligiendo el camino equivocado. —sonrió de lado para retirar su mano, Tobirama tenía razón. —Esa boda debería ser de ____ y tú, no de Sakura y tú, ya no le des vueltas a la verdadera respuesta, deja de ser imbécil, cancela todo, huye, ¡_____ te ama jodido imbécil! —dijo en un grito y Madara alzó la mirada para sacudir su cabeza, todo lo que Tobirama estaba diciendo, todo tenía sentido, aunque, ¿de verdad tendría las agallas de abandonar la boda? Gruño al darse cuenta que la cena sería esa noche, Dios, debía de cancelar todo ya.

Las personas se arrepienten, las personas recapacitan y las personas pueden cambiar de opinión si así se le place, Madara no sería la excepción, debía de hacer lo correcto, debía de demostrar las agallas y el amor que _____ merecía, eso tenía que hacer, no debía de parar, dejó el vaso de vodka para ponerse de pie en un brinco, estaba algo ebrio, pero tenía que hacer algo.

—¡Tengo que hablar con Sakura!, ¡tengo que cancelar este estúpido compromiso!— tomó de los hombros. Tobirama para agitarlo y después salir casi corriendo.

El peliblanco sonrió al ver a su amigo correr, al menos esta vez estaba tomando la decisión correcta o al menos creía que su amigo tendría al fin las agallas de romper su condena a la cuál el estaba mandandose así mismo.

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HOLIIIIII AAAAAA K TALLLLL LAS AMOO MUCHÍSIMOOOOO💗💗💗💗

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