Todo está pasando demasiado rápido.

De un momento a otro las cosas cambiaron, y padecí de un tornado de emociones.

En este momento ya no sé que pensar. Descubrí tantas desilusiones que ya nada me puede sorprender.

Todavía no entiendo como me sucedió todo esto, no creo que haya sido justo, pero no tuve la opción de decidir nada y ahora mi vida ya está planeada.

Mi padre nos está llevando a Andrew y a mí a lo de un fotógrafo amigo que le debe un favor, así que le va a pedir que saque las fotos de nosotros dos y que se encargue de los murales y el libro de firmas.

Me da risa pensar que las personas van a escribir en el libro de firmas sin ni siquiera conocer a Andrew. Además la mayoría ni me conoce a mí.

Seguro todos van a escribir lo típico: "Gracias  por invitarme a pasar esta noche con ustedes",  "Les deseo lo mejor", "Espero que se cumplan sus deseos"...

Todas son mentiras escritas solo por compromiso. Solo lo hacen para quedar bien.

Yo la verdad no sé como voy a sacarme una foto, cuando mis ganas de sonreír son nulas, pero según mi padre es necesario hacer estas fotos para que todo salga perfecto y  obviamente yo no me puedo negar aunque quiera.

Mi padre quiere mostrarnos al mundo como la familia ideal. Pero hasta en lo más perfecto hay grietas.

Y así continua mi patética vida. Tengo miles de problemas, una boda que organizar y  cero ganas de hacer algo.  Necesito a alguien con el cual pueda desahogarme pero ya no sé con quien.

Ya no sé quién es bueno o quién es malo.

Ya no se en quién confiar y eso me duele.

Quedo totalmente perdida, no conozco a Andrew y me voy a casar con él. Solo me queda aceptar que ya nada se puede hacer. Tal vez mi vida no esta hecha para encontrar el amor.

Llegamos a lo del fotógrafo y mi padre se encarga de tocar el timbre.
Yo solo quiero desaparecer e irme a otro planeta si es posible, pero no puedo escaparme de mis problemas aunque sea mi mayor deseo.

Aprovecho ese momento para observar la expresión de Andrew, quiero saber que piensa sobre esto, si esta triste, contento, pero no puedo descifrar su mirada. No tiene ninguna expresión.

Este hombre va a ser una gran caja de sorpresas.

-Señor Black, ¡Qué gusto verlo!-expresa el fotógrafo con una amplia sonrisa.

Estoy tan sumida en mis pensamientos que ni me di cuenta cuando el apareció.

Mi padre  estrecha su mano con la de él y dijo:

-Albert, ¿Cómo estas? Te presento a mi hija y a mi futuro yerno.

Andrew estrecha su mano con Albert y yo hago lo mismo.

Albert es de maso menos la misma estatura de Andrew, ambos me llevan media cabeza de alto. Tiene el pelo marrón y sus ojos son de color café.
Parece simpático a simple vista pero la verdad, con todo lo que sucedió, ya no puedo creer en mis instintos, tal vez Albert es un loco desquiciado y yo aquí pensando que es simpático.

Albert nos invita a entrar  y nos sentamos en un sillón. Su casa ed amplia, por lo qué me dijo mi padre, él saca las fotos aquí, ya que tiene un patio trasero que es muy bonito.

-¿A qué debo el honor de su visita?-nos pregunta Albert aún con su sonrisa, creo que es el único que puede sonreír en este momento.

Seguro que cuando se entere el motivo por el cual estamos aquí le va a dar un infarto. Puede que sea un gran fotógrafo, pero es muy poco el tiempo que tiene para sacar las fotos y revelarlas.

-Necesito de tus servicios Albert, mi hija se casa mañana y necesitamos las fotos de ellos dos para la fiesta, que es pasado mañana-le pide mi padre y a Albert se le desfigura la cara y yo me aguanto la risa.

Sé que no es un buen momento para reírme, pero los ojos de Albert parecen que en cualquier momento se van a salir de su cara. Andrew me mira negando con la cabeza, como diciéndome que no tengo que reírme de él pobre hombre, aunque puedo ver que él también tiene un destello de diversión en sus ojos.

-Pero Señor Black, no hay tiempo, no voy a llegar-trata de decirle pero ya sabemos como es mi querido padre cuando tiene una idea en la cabeza.

-Tú sabes muy bien que llegas, además me debes un favor Albert-le dice mi padre y Albert se queja un tiempo pero luego accede.

<<Imagínate, no me hace caso a mí que soy la hija, ni creas que lo vas a convencer Albert>>pienso.

Obviamente no lo digo porque no quiero empeorar la situación. Solo quiero que todo pase lo más rápido posible.

Albert me dice que tenemos suerte de que su vecina es maquilladora y peluquera. Así que ella se encarga de mí.

-¿Estas emocionada?-me pregunta Sara, la maquilladora.

-Sí-miento, lo que menos siento es emoción, pero obviamente Sara no esta enterada de mi situación, así que seguro pienda que estoy re feliz con todo esto.

-No lo pareces, deben ser los nervios. Yo también estaba nerviosa cuando me casé, pero te digo que es la cosa más bonita que hay. Es un gran paso a una nueva vida junto a la persona que elegiste para que te acompañe todos los días-expresa feliz.

Suena tan alegre que me hizo acordar a mí minutos antes que Peter me dejara.

-Si. Tienes razón, es un gran cambio. Espero estar preparada para ello-digo nerviosa, porque esto va a ser nuevo para mí y no sé lo que me espera. Además sé que mi padre se encargó de invitar a miles de personas, y eso si que empeora las cosas.

-Lo estás. Tranquila que cuando lo veas a él, vas a olvidarte de todo.

<<Cuando lo vea a él seguro me voy a poner más nerviosa, me voy a acordar de todo lo sucedido y me voy a desmayar y ahí si que se iba a armar un re escándalo>>pienso.

Siempre me imaginé entrando al altar y encontrándome con la mirada de Peter. Él me sonreía y yo me olvidaba de lo que estaba sucediendo.

Tengo ganas de llorar de nuevo y me odio por eso.

Y de repente pienso que tal vez todo esto no es tan malo.

Tal vez si me casaba con Peter el me iba a engañar toda la vida. Por lo menos ya sé que Andrew no me quiere.

Porque estar todos los días con Peter queriéndolo y sin saber que mis sentimientos no son correspondidos si que hubiera sido horrible.

Tal vez es mejor que me enterara ahora antes que fuera tarde.

Tal vez es mejor estar con Andrew, a estar con un idiota como Peter.

Tal vez me estoy tratando de convencer que todo esto que estoy haciendo esta bien.

Cuando estoy lista, me prestan  un hermoso vestido rojo que me llega hasta las rodillas. Y me dirijo al patio donde estan Andrew, Albert y mi padre.

El patio si que es enorme, hay flores por todos lados, una fuente de agua y árboles, es realmente hermoso.

Albert nos va guiando y diciendo cómo posicionarnos y a dónde.

La situación es un poco incómoda ya que Andrew y yo apenas nos conocemos y tenemos que abrazarnos o él tiene que poner sus manos sobre mis mejillas.

-Ahora, bésense para una foto-dice Albert y siento mis mejillas enrojecer. No me siento cómoda besando a Andrew en este momento.

Andrew lo nota y va a mi rescate.

-Emily es muy tímida, creo que no es necesario sacarnos esa foto, ya podrás sacarla mañana en el civil-dice y le agradezco con la mirada y me doy cuenta de que nos vamos a tener que besar sí o sí mañana.

-Es solo un beso  Emily, no hagas tanto drama-me reta mi subconsciente.

El fotógrafo dice que lo entiende y sigue sacando fotos. 

Hago varios cambios de vestuario hasta que por fin terminamos de sacarnos las fotos.

-Hacen una pareja perfecta. Eres hermosa Emily, saliste como una diosa en todas las fotos-dice Albert y provoca que me sonrojara-Bueno ya estamos. Los veo mañana y pasado para sacarles fotos.

Nos despedimos y nos vamos.

-Viste Emily que todo se soluciona-sonrie mi padre.

¿Acaso se burla de mí?

Nada se solucionó, solo nos sacamos unas fotos.

-Eso es mentira, ¿y mi tristeza? ¿cómo se soluciona?-pregunto apenada.

-Ya va a pasar Emily, no seas dramática-expresa mi padre.

-Clava un clavo en la pared, ¿queda el hueco?

-Sí.-responde.

-¿Ahora entiendes? No va a pasar, siempre va a estar ese hueco en mí-digo con cierta tristeza porque se cuan verdaderas son mis palabras y me duele.

-Solo si tú dejas que este-comenta Andrew de repente que me sobresalta. No había dicho casi nada desde que nos fuimos del fotógrafo.

-¿Y cómo hago que se vaya?

-No necesariamente se tiene que ir, a veces otra persona llena ese hueco-dice y me hace analizar sus palabras.

<<¿Cómo iba a dejar que alguien ocupara ese hueco si yo ya no confiaba en nadie?>>pienso.

Después de eso, el viaje de vuelta a la empresa es silencioso. Supongo que todos tenemos mucho en lo qué pensar.

Al llegar, bajo de el auto y voy a ver a mi mamá que sigue en la empresa.

-¿Y? ¿Cómo les fue?

-Bien-y dicho  esto mi madre me empieza a interrogar como si hubiéramos hecho algo muy interesante.

-Salió todo perfecto-le dice mi padre y mi madre sonrie, la noto emocionada.

¿Qué le pasa a  todo el mundo?

Son solo unas simples fotos,  ¿qué puede haber salido mal?

-Papa, me quedo una duda, ¿qué te debía el fotógrafo?-me doy cuenta que no me percate de eso antes. Mi padre  logró que Albert saqué las fotos gracias a que éste le debía un favor, pero…¿Cuál es ese favor?

-No es de tu incumbencia, Emily. Es por negocios, tú no entenderías-dice haciéndome enojar.

-Quizás entendería si te dignaras a explicármelo.

En ese momento hay un duelo de miradas, entre mi padre y yo. Sin embargo, mi mamá interrumpe la tensión dándome un fuerte abrazo que me deja atónita.

-Mi hija se casar-dice emocionada mientras yo sigo en shock.

Todavía me cuesta procesar todo esto y que mi madre lo dijera así de feliz me deja congelada.

-Si, bueno yo creo que es hora de que vuelva a mi departamento, necesito descansar y pensar-comento exhausta ya estoy harta de las discusiones y peleas con mi padre y presiento que si me quedo, esto va a continuar y va a terminar mal.

-Me parece una gran idea-expresa mi madre.

-Sí, Andrew te llevara-dictamina mi padre con su tono de autoridad que te reta a desafiarlo.

Oh no otra vez…

¿Acaso no puedo tener un segundo de tranquilidad sin que mi padre tratara de manejar mi vida como si fuera un partido de ajedrez y el decidiera que pieza mover?

-Puedo tomar un taxi…-trato de decir pero mi padre me interrumpe llamando a Andrew.

-Andrew, te dejo lo que queda del día libre ya que debes estar cansado, acompaña a mi hija a su departamento de paso, si no es mucha molestia.

-Gracias Señor Black, claro que llevo a su hija, no se preocupe.-contesta Andrew pero no voy a irme con él.

En primer lugar, el pobre soportó toda esta locura manteniéndose cuerdo. En segundo lugar, si mi padre obliga a Andrew a llevarme, él me va a terminar odiando por pesada y va a evitarme por el resto de mi vida.  En tercer lugar, Andrew no se negaría a llevarme porque no va a desafiar a su jefe. Es hora de que yo lo salvara de esta situación.

Tal vez dramatizo un poco las cosas pero así soy yo.

-Obviamente que te va a decir que si, eres el jefe, solo lo hace por compromiso papá. Deja que se vaya, ya lo he atormentado mucho con mi presencia-digo exasperada.

-Oh querida-dice mi padre mirando a mi madre-¿Has escuchado eso? Emily acaba de afirmar que es insoportable, deberíamos haberlo grabado.

Fulmino a mi padre con la mirada y me siento traicionada al escuchar la risa de mi madre, a la cual miro totalmente indignada. Creo que hasta escuche la risa de Andrew.

-No lo hago por compromiso, Emily. Y creo que es mejor, así tendremos más tiempo de conocernos-voy a protestar pero mi padre me da una de sus miradas que dicen que me calle.

Y a mí no me queda otra que seguir a Andrew. Hoy no puedo decidir nada.
No puedo creer que todos se hayan reído de mí.

<<¡Me voy a vengar!>>exclamo para mis adentros. Aunque no sé en que momento planeare mi venganza porque no hay tiempo.

Me subo a su auto indignada y Andrew comienza a manejar.

-¿A dónde te llevo?

-Te lo dijo mi papá, a mi departamento-respondo secamente y con cara de pocos amigos.

-Genial, y explícame una cosa, ¿cómo se supone que yo voy a saber dónde esta tu departamento?-me cuestiona.

Y me doy cuenta que tiene razón.

¡Qué tonta que soy!

Entonces le digo la calle en la cual vivo y lo guio.

-¿Sigues enojada por lo que acaba de pasar? Si te preocupas por mi salud al pasar más tiempo de lo que es debido contigo, quiero decirte que estuve en situaciones peores-automáticamente lo golpeo en la cabeza, por lo que el suelta un quejido-Hey, no tenías que hacer eso, hoy si mal no recuerdo te ayude varias veces, deberías estar agradecida.

La verdad tiene razón, me salvó en varias circunstancias,  y sí, estoy agradecida pero no lo voy a admitir.

Me doy cuenta que Andrew es completamente otra persona cuando no esta con mi padre. Deja de ser el hombre formal, y se convierte en un hombre divertido y arrogante.

-Te pegue porque te lo merecías-murmuro-No veo la hora de llegar a mi departamento y escaparme de esta farsa.

-Déjame adivinar una cosa, cuando te deje en tu departamento, vas a entrar a tu habitación, vas a tirarte en tu cama  y vas a empezar a gritar:"¿Por qué a mí, si yo no hice nada malo?”-trata de imitar mi voz  y me rio-¿Estoy en lo correcto?

-Primero que  mi voz no es así de chillona. Segundo: no, no estas en lo correcto. Y tercero: yo tengo derecho a hacer lo que quiera.-debo admitir que si pienso hacer eso, pero ahora que él lo dice, no lo pienso hacer.

-Si  que tu voz es así y si que estoy en lo correcto-afirma con una sonrisa contagiosa que me hace reír.

-Te  apuesto cualquier cosa a que no voy a hacer eso.

-Entonces te reto a pasar lo que queda del día conmigo y a qué mientras estés conmigo te olvides de todo lo que sucedió. Si lo logras, me demostraras que eres una persona fuerte y capaz de superar  cualquier cosa.

-¿Qué?-pregunto atónita-No, es absurdo. Además estoy cansada y ya no te soporto.

-¿Estas cansada? ¿O tal vez tienes miedo de perder?-levanto una ceja-No te preocupes,  te entiendo, yo también me negaría a competir con alguien como yo. Es obvio que yo voy a ganar.

-Lo haré. Saldré contigo e intentare olvidarme de todo-sonrio. No le voy a dejar ganar, tengo algo llamado orgullo que siempre me mete en problemas aunque esto no parece tan malo.

Quizá necesito divertirme un poco y distraerme. Solo espero no estar cometiendo un error. De todos modos, ya que me voy a casar con él, probablemente es mejor que nos conociéramos más.

<<¿Y si es un psicópata?>>considero en mis pensamiemtos.

-Ya deja de pensar en tonterías, tu padre jamás te dejaría con un hombre cualquiera-me recrimina mi subconsciente.

-Bueno, si es un psicópata, habrá que averiguarlo-me digo a mí misma armándome de valor.

Si Andrew quiere jugar, jugaremos.