capitulo 54

Sebastián se quedó con las palabras en la boca, Camilo no le dio tiempo y solo pasó corriendo junto a él, como alma que lo lleva el diablo. Desesperado por encontrar algo en específico.

—¡¿Dónde está Claudio?!—Preguntó con preocupación. Esa mirada lo busca desesperadamente por todo el lugar.

Esperó llegar a tiempo y que no haya recibido ninguna llamada de esos bastardos, dejaron muy en claro que volverán a usar a Claudio para su planes perversos.

Busque a mi primo como primera opción, sin embargo no contesta mis llamadas. Es raro que él no responda, después iré a su casa y verificaré que pasa con él.

—¡Claudio!—Gritó. Su voz era áspera y al mismo tiempo cansada por corre todo el trayecto.

Ni siquiera esperó el auto con su chófer, solo corrió desde el centro comercial hasta la propiedad Quinn. No estaba muy lejos por lo que no fue tan agotador el viaje, no obstante lo dejo sin aire.

—¿Qué demonios te sucede?—En su mirada se ve con molestia y consternación.

¿Por qué llevá esa apariencia tan desordenada? Sus labios rojos ahora tiene un color pálido. ¿Corrió hasta aquí? ¿por qué?

—No grites en casas ajenas, pareces un loco salido del manicomio.....

Todo en el pequeño alfa se estremeció al sentir los brazos temblorosos de Camilo, envolverlo su cuerpo con cuidado por temor a lastimarlo.

Se encontraba tan perplejo por esa acción que no podía reaccionar y solo se perdía o se estremecía al percibir la respiración cansada y caliente de Camilo sobré su clavícula. Ahí es dónde descansa la cara de su mejor amigo.

—¡Gracias a Dios que sigues aquí!—Suspiró aliviado. Agitándose un poco al percibir el olor de Claudio.

Huele a cítricos como aflores, ¿acaba de salir de la ducha o es una loción nueva rociada en su blanca piel? No puedo evitar seguir oliendo está agradable fragancia.

—Llegué a tiempo—Levanta su rostro—Solo permíteme estar un poco más así—Con una gran sonrisa hizo contacto visual con Claudio.

Un sonido raro se alojó en mi pecho, ese cabello despeinado y esa mirada tierna en Camilo, de alguna forma lo hacía lucir lindo, no. ¿Él me estaba pareciendo lindo en estos momentos? ¡Debo estar perdiendo la razón!

—Soltarme—De mi cuerpo retiré los brazos de Camilo, quien no quería soltarme.—No quiero golpearte—Advierte.

—Bien—Con pesar se alejó de su mejor amigo porque sabía que no eran advertencias banales.

¿Qué fue eso? Mi corazón no deja de latir y no es por venir corriendo hasta llegar a la mansión, es otro sentimiento extraño.

—¿Qué era ese escándalo?—Preguntá Mael.

El Omega venía con aspecto de alguien que estuvo haciendo mucho ejercicio, ese cabello azul negro es un completo desastre y por su cuello se veían unas cuantas muestras de amor dejadas por el alfa que se encuentra con un aspecto peor que el del Omega.

Se habían vestido lo más rápido posible para salir de la habitación, esos gritos de Camilo los había sorprendido, interrumpiendo su cuarto ronda de hacerse el amor.

—Hola, Mael—Ve a Karl—Hola, maestro Quinn.

Creo que seré más que solo asesinado por esos ojos filosos dorados. Algo me dice que interrumpí su tiempo a solas, sus aspectos lo dicen todo.

—¿Podemos hablar un segundo?...por favor.

—¿Conmigo?—Karl se señaló—¿Por qué?

—Con ambos—Ve a Mael—Es un asunto importante.

¿Qué le preocupa para tener esa expresión nerviosa? Quiere ver y a la vez se abstiene de mirar a mi hermano. ¿Sus preocupaciones están relacionadas con Claudio?

—Sube, hablaremos en el despacho—Expresó Mael.

Karl lo siguió ciegamente, no tan ciego porque su mirada dorada se encuentra en el firme y sobresaliente trasero de su esposa. De lo cuál el omega es muy consciente, provocado aún más al alfa, movimiento sus caderas sensualmente.

Me tuve que limpiar la boca y ocultar lo que estaba pensando, estamos en un momento serio. Sin embargo es diferente mantener la concentración cuando tengo cerca a mi sexy esposa.

—Claudio, ¿qué pasa?—Pregunta Alin.

—Escuchamos unos gritos, ¿quién era?—Iker hasta fue cargado por su guardaespaldas Ademir, para llegar rápidamente a la sala y averiguar que sucedía.

—Tampoco lo sé.

Camilo se estába comportando extraño, ya es muy empalagoso pero en está ocasión lo fue mucho más. ¿Qué lo tenía tan asustado?

—Los gritos pertenecían a Camilo—Ve en dirección a las escales—Él se fue al despacho con mi hermano y cuñado, tenía algo que hablar con ellos.

Claudio se quedó con mucha inquietud, pensado en que si tiene que romperle la cara a su mejor amigo para que le diga que pasa, lo hará sin titubeó.

—¿Qué eso de lo que quieres hablar? ¿Tiene relación con mi hermano, Claudio?—Pregunte con mi mirada interrogativa fija en Camilo, esperando su respuesta.—Calienta tu cuerpo con este abrigo y toma un poco de té.

Mael tomo asiento enmedio de las piernas de su esposo, lo cuál fue una dicha para él alfa, quién disimuladamente ponía sus manos sobre el estómago de Mael, acariciando de vez en cuando ese abdomen que quizá muy pronto se volverá abultado.

—Bueno...—Busca su celular en el bolsillo—Sin querer escuché una conversación horrible—Gruño feroz—Cade estába con otra persona que desconozco, nunca lo había visto. No obstante su parecido con el maestro Quinn, es algo inquietante.

La pareja de esposos se pusieron alertas, sin que Camilo dijera nada más, ellos ya estaban armado el rompecabezas sobré la mesa.

—Grabe todo sin que ellos se dieran cuenta.

Mejor dicho ni siquiera se dieron cuenta de mi presencia, ellos estaban demasiado ocupados ingeniado ese gran plan. Hubiese sido perfecto excepto por la variante que vendría siendo yo.

—Escuchen—Reproduce la grabación.

Solo basto escuchar una palabra y Mael reconoció al instante esa voz que una vez perteneció a su ahora esposo, en su tercera vida.

Una furia penetró cada célula de su cuerpo, el aire que respiraban los dos presentes, pronto se volvió demasiado pesado, difícil de respirar.

—¡¿Cómo se atreve?!

Mael dejo salir una carcajada espeluznante al igual que su mirada sanguinaria, se encuentra tan furioso que esa persona se haya atrevido a usar la apariencia de su amado esposo, tanto que quería ir ahora mismo y sacarle los ojos por tal atrevimiento imperdonable.

—Lo voy a destrozar.—Declaró con odió.

No le basto con hacer de mi vida una mirada, ahora la muy maldita tomo la apariencia de Karl, ¿creé que por se hombre en está vida voy amarla? ¡Su nivel de locura está sobrepasado límites que ni siquiera existen!

—Esposa—Solo hay algo aparté de esto que lo puede poner así de furioso, ese algo soy yo. ¿Ese tal Harut está relacionado con nuestras vidas pasadas?

Camilo cubrió su nariz, ardía mucho tanto que creía que en cualquier instante iba a terminar teniendo una hemorragia nasal por la sofocación y sobretodo la imponencia que ejercer Mael, con esas poderosas, desenfrenadas feromonas.

—Mael—Besa la nuca de su esposa—También estoy molesto—Confiesa con una voz dulce para tranquilizar a su Omega.

Sin embargo, esa mirada dorada filosa se tiño de negro. Como todo un depredador listo para cazar a su presa y despedazar su cuerpo por completo.

—Camilo está pálido, si sigues dejando salir tus feromonas él no podrá resistir y caerá como animal herido al suelo.

Solo así, el Omega tranquilizó su irá tras suspirar profundamente por varios segundos. Disculpándose con Camilo por la agonía que lo hizo pasar unos segundos atrás.

—Toma un poco de agua—Karl empujó un vaso sobre la mesa—¿Es por eso que venías tan alterado?

Ya que ese tipo vino hasta aquí por algo que no le pertenece, le cumpliré su sueño de ir a conocer a su creador. Solo espera, tendrás una muerte muy hermosa

—Sí, estaba preocupado de que haya llegado tarde—Toma agua—¿Cómo le diremos ésto? Él iría sin pensarlo si eso tiene relación con su hermano mayor....

—¡¿Crees que soy tan estúpido?!—Entro bruscamente al despacho—Soy consiente de que todo lo relacionado con mi hermano mayor, me importa mucho—Ve a Camilo con molestia—Pero no soy tonto—Suelta un pequeño golpe sobré la cabeza de Camilo—Antes de hacer algo se lo comentaría a Mael.

Me molesta que quieran protegerme, se que lo hece con buena intención pero no me voy a romper solo por saber algo como esto. Es más, me gustaría poder serle útil a mi hermano mayor, por una vez en mi vida.

—¿Cuánto escuchaste?—Se dirige hacía Claudio—¿No sabes que es de mala educación escuchar a escondidas y entrar de esa forma?—Reprende.

—Escuché todo—Baja su mirada, con nerviosismo mueve su pie—Lo siento...

Karl solo sonríe al ver a su esposa mostrado cariño a alguien más que no sea él. Eso le hacia sentir feliz de que por fin se está abriendo con su familia, no obstante solo permite que lo este abrazando porque es Claudio. Si fuera otra persona ya estaría bajo tierra.

—Soy yo quien tiene que pedir disculpas—Deja un cálido beso sobre la coronilla del pequeño alfa—Por mi culpa has quedado envuelto en diferentes y desagradables situaciones...

—¡No es tu culpa!—Mis manos agarran fuertemente su camisa.

Al principio me encontraba confundido con respecto a su repentino movimiento, Mael sabe ser cariño pero no tanto como lo es en este instante y eso me sorprendió. Sin embargo, me hizo sentir pleno es como si me estuviera diciendo a su manera; me importas mucho, eres mi hermanito..te quiero.

—Nada de esto es tu culpa, esas personas son las equivocadas y su necesidad por tener el control o la razón los llevó a un punto sin retorno.

Esa mirada se volvió oscura, no parecía la de un adolescente era más la de un alfa dominante que estaba a punto de despertar sus instintos depredadores.

Nadie logró notar ese cambió de expresión peligrosa porque su rostro, se encontraba escondido en el pecho de Mael.

—Déjame ayudarte—Sugiere—Usame como la carnada.

—¿Qué?—Mael frunce su ceño al igual que Camilo.—¡No, nada de eso!—Con sus dedos el índice y el de enmedio le dio un golpecito en la frente.

—¿No dijiste que no eras estúpido?—Recrimina Camilo—Estos momentos la saliva que tiraste para arriba te cayó en la cara.

—Apreciamos tu sugerencia, cuñado—Abraza por la espalda a Mael—Aún así, eso es un no—Frota su rostro contra el de Mael—Esa persona es alguien muy peligroso, lo que aseguró en esa grabación pueden ser solo patrañas. Nada confiable.

—Si, Claudio. El maestro Quinn tiene mucha razón—Camilo pone su brazo sobre el hombro del pequeño alfa—No hay nada que garantice que no está mintiendo solo para que caigamos en su trampa.

—Lo sé—Aprieta sus puños—Solo quería ayudar a mi hermano—Se ven fijamente ambos hermanos—Por una vez en mi vida quiero poder ayudarte, has echó tanto por mí...sacrificado tu adolescencia cuando debías estar estudiando y no trabajando para mantenernos a nosotros...solo permíteme ser el hermano menor que te mereces.

Claudio con lágrimas en sus ojos expresó en voz alta lo que había querido decir hace mucho tiempo, ya no podía seguir reteniendo eso.

Mael era consciente de lo que Claudio pensaba desde hace un buen tiempo, no era necesario indagar tanto cuando el pequeño alfa era fácil de leer, sobretodo cuando hablaba con Mael.

—Eres un gran tonto—Le vuelve a dar golpecito en la frente—Ya me has ayudado mucho y ni cuenta te das.

Él tampoco tuvo buena infancia ya que en ocasiones le tocaba acompañar a Mael, y le ayudaba con cualquier cosa pequeña en su trabajo.

Otras veces cuidaba de Alin, para en ese entonces su madre no podía levantarse ni andar en una silla de ruedas porque le era muy incómodo. Eso fue después del accidente que lo dejó en ese estado.

—Aparte—Cruza sus brazos y con una mirada juguetona observa a Claudio—¿No pronto serás un joven maestro con mucho dinero? ¿Ese videojuego ya está siendo verificado o como se llámame el proceso que se realiza para la venta?

—¡¿Lo sabias?!—Preguntó con un sonrojo en sus mejillas. Por alguna razón se encuentra avergonzado al ser llamado joven maestro.

—Sí, lo supe desde el momento en que te quedabas despierto hasta tarde. Al principio me causo pesar porque no quería que terminaras tan agotado, en una ocasión estuve a punto de decirte que te detuvieras. Sin embargo verte sumergido en lo que hacías y con una gran sonrisa, solo lo dejé pasar.

También escuché como murmuraba que al terminar y venderlo por fin podríamos salir de esa casa rota a un lugar donde no pasaríamos frio. Para en ese momento, Claudio solo tenía 10 años de edad.

—¿Por qué no me habías dicho nada de eso? ¿No somos mejores amigos?—Preguntó muy cerca del rostro de Claudio, estremeciedo nuevamente al pequeño alfa.

—No te acerques tanto—Empuja el rostro de Camilo—Era una sorpresa para mi....

—¡Maestro Quinn, señor Quinn!—Sebastián tenía una expresión pálida—Me disculpo por mi falta de respeto...

—Solo habla—Tuve un mal presentimiento, mis manos empezaron a sudar y mi corazón a palpitar con desesperación.—¿Don?—Es el único nombre que por alguna razón salió de mis temblorosos labios.

—¡Sí, el joven maestro Donovan no se encuentra en la habitación!

Con esa declaración vino una llamada telefónica, Mael contestó esa llamada con temblor en su mano y un profundo miedo.

—¿Alden?

—¡M-Mael!

—¿Don está bien? ¿Está allí contigo, verdad?—Pregunté con un nudo en mi garganta—Dime que sí, Alden.

—É-Él....él fue atropellado...

Todo se volvió negro en cuestión de segundos, envolviendo cada parte de mí, la oscuridad que me arrastra hacía el fondo. ¿Nuevamente iba a perder a mi hermano mayor?

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