¿Como es que esta persona conoce a Mael? ¿Por qué está tan empeñado en querer tenerlo para el? Harut es una persona bella con rasgos únicos y hermosos ojos dorados que caracteriza su belleza.

Cuando me pidió que nos reuniéramos, no pensé que fuera una persona con tal aura a su alrededor, por un instante creí estar viendo a Karl. Esos ojos dorados por alguna razón no van con él. Es como si no le pertenecieran.

-¿Cómo te hiciste eso?-Señalo el brazo de Cade.

Cade todavía sigue usado el yeso, Karl no le quitó la vida, pero si le dejó el brazo severamente lastimado. Le tomará exactamente tres meses el recuperarse, pero el médico le dijo claramente que; no le garantizaba que quedaría igual.

La familia Jefferson quería tomar represalias contra Karl, pero Cade les insistió que no. Era inútil perder todo en una guerra que ya estaba ganada mucho antes de empezar.

-No es algo que le importe-Respondió secamente-No venimos hablar de mí-Le da un sorbo a su taza de té.

-Solo quería aliviar la atmósfera-Levanta su taza de café, dándole un sorbo mientras ve con desde a Cade.

Que sujeto más inútil e idiota, es muy obvio que jamas podría ganar contra mi Mael. El es una rareza extraordinaria. Lástima que sus gustos sean horribles, ¿Que le ve a Karl? Ese maldito de Karl por más que haya olvidado a mi Mael, su alma no lo hace.

Es una lástima que no logré matarlo en la primera vida, el muy bastardo es el causante de que yo, huyera mucho antes de poder obtener el cuerpo de Mael. Si hubiese podido obtenerlo, ahora no estaría aquí y seguiría en ese imperio con un Mael. Dónde solo me pertenecía a mí.

No me importaba convertirlo en una marioneta, yo solo lo quería para mí. Cuidarlo, darle mucho pero mucho amor. Era algo que solo yo podía hacerlo. Pero no, ese maldito tenía que arruinar todo siempre. No entiendo; ¿cómo es que puede llegar de primero, siempre?

-¿Todavía quieres quedarte con Karl?

-Hasta la pregunta ofende-Aprieta con fuerza la taza-Él es mío, siempre lo ha sido-Si ese Mael no existiera, todo sería diferente-Yo lo conocí primero, de mi se enamoró primero.

Cade es igual que yo, sigue esperanzado de poder quedarte con lo que crees que es tuyo. Solo que no esperaba que está reencarnación fuera más estupida que la de la primera vida.

Aunque debo de admitir que, sin su ayuda no hubiese podido deshacerme de karl. Él retuvo a karl en una audiencia donde pedía casarse con él y de esa manera le daría todo su poder a la familia real Quinn.

Obviamente el rey, abuelo de Karl. Se opuso. No porque fuera la solicitud de un hombre, sino porqué sabía que era el acosador de su amado y único nieto. Pero eso bastó para que yo, pudiera atravesar con dolor el corazón de mi Mael.

Hacer eso es lo más doloroso que haya podido hacer, pero era por su propio bien. Si, todo lo que e hecho lo hice por su bien. No hay nadie que no se preocupe por él, tanto como yo lo hago.

-Bien-Cruza sus piernas-Eso es lo que quería escuchar-Sonríe peligrosamente-Te diré que hacer para que sea completamente tuyo.

-¿Eso puede ser posible?-Desconfía de esas dulces palabras-Es desagradable aceptarlo, pero Kal en verdad está enamorado de Mael. Es una dolorosa realidad.

Eso es lo que más me enfurece, ¿como es posible que Kal este tan loco por Mael, cuando solo llevan tres meses de cansados? En sus ojos brillantes es como si lo hubiese conocido desde siempre. Ni a mí me vio de esa forma, nunca.

-¿Acaso eso importa?

-¿Perdón?-Lo ve confundido.

-Que importa si en su corazón vive alguien más-Aprieta sus dientes-Da igual, lo único que debe de interesarte es que lo puedes encerrar y tenerlo solo para ti. Llegara un punto en el que no podrá resistirse y sedera a ti.

Cade sintió escalofríos horribles al escuchar y ver las expresiones horripilantes que hacía Harut. Basto verlo una vez para darse cuenta que estaba completamente loco, no. Loco no, un maldito psicópata desquiciado, sin escrúpulos. Cade tenía miedo.

-¿Que gracia tendría eso?-Pregunte, intentando no mostrar terror hacía el.-¿Cual es el chiste de poseer algo que solo te mira con desprecio? Encerrarlo solo haría que me odie todavía más.

Yo estoy loco, si. Lo acepto. Pero no al nivel en el que se encuentra este Harut. Si quiero a Karl, pero tampoco quiero llevar a mi familia a la extinción.

-El odio también se puede transformar en amor-Sonríe cual loco salido de una institución mental-Solo imaginarte su furiosa mirada, mientras lo sometes con esas cadenas al rededor de su cuerpo o eres sometido. Algo espléndido.

Su racionalidad la perdió hace mucho tiempo, ahora solo queda una persona repugnante que está llevando su obsesión a un nivel completamente diferente.

-Necesitas ayuda urgentemente-Se levanta-Puedo ser un completo bastardo y todo lo que piensen, pero no voy a jugar tus raros juegos de perversión-Deja un billete sobre la mesa.

-No vas ensuciarte las manos-Lo agarra del brazo-Solo tienes que hacer una cosa, nada peligroso ni fuera de lo normal.

"Solo olvidate de esto Cade, todavía estás a tiempo de empezar de cero en lugar lejos de aquí. Si cruzas más allá de esa línea y todo sale mal. Karl no te dejara ir y está vez si acabara contigo y toda tu familia." Fueron las sabias palabras del medio omega que vive en su interior. Pero era una desgracia que Cade, hizo oídos sordos.

-¿Qué cosa?-Solo lo intentare una última vez.

-Solo pídele a Claudio que se reúna contigo, solo eso.

-¿Que le piensas hacer?-Eso no le gusta a Cade-Mi problema no es con él. ¡Claudio solo es un niño!-Tengo un hermano y no me gustaría que alguien le hiciera daño por mi culpa.

Cade si que eres doble moral, te comportas digno cuando desde un principio has sido maldito egoísta sin escrúpulos alguno.

Al parecer se le ha olvidado que es un omega en base al sufrimiento de una persona a la cual obligatoriamente le quitaron las glándulas y experimentaron con ella. Pero eso no me importa, no sé lo voy a recordar.

-No le haré daño-En está vida no dañare a su hermano de sangre-Solo quiero tocar su mano-En el voy a usar mi última gota de poder-Para lo que voy hacer, tengo que tocarlo.

-¿Tocarlo?-Lo ve raro.

-No esa clase de toque-Frunció el ceño-Solo yo me entiendo-Hunde sus dedos en su cabello-¿Lo harás?

-Dudo que quiera verme-Me detesta.

-Inventa una excusa, dile que se relaciona con su hermano mayor. Que se yo.-Suspira con irritación-Piensa.

-Bien.-Da media vuelta-Te llamaré o te enviaré por mensaje la hora y el lugar.

Sus planes tal vez no se lleven acabó como ellos creen, ya que su espantosa conversación había sido escuchada. Y pronto iría a contarle a Mael, quién es estos momentos está batallando por levantarse de la cama.

Hades ve con preocupación a su amo, ya que Mael se había levantado de la cama, pero al instante cayó de golpe sobre ella. Al parecer se había sentido mal, mareado.

-Miau-Quería llamar la atención de Mael, encontró la manera de subir a la cama y así poder ver en la condición que se encuentra.

-Estoy bien-Sube a Hades, sobre su pecho-Solo fue un simple mareo, solo eso mi pequeña bola de pelos-Acaricia el pelaje azul negro de su gatito.

Se sintió tan horrible, en cuestión de segundos todo dio vuelta como si la habitación se hubiese puesto de cabeza. ¿Fue por qué me levante muy rápido? O, ¿Lo hicimos demasiado y mi cuerpo me está pasando factura?

¿Más de seis veces es demasiado? No, hasta muy poquitas. Tanto Karl como yo, somos un tanto insaciables. Tanto que su herida volvió abrirse, es por eso que nos detuvimos. El abuelo debe de estar regañandole o burlándose de él, una de dos.

-Eres tan lindo-Mima a Hades-Gracias por preocuparte por mí.

Con sus dedos masajea ese peludo cuerpo. Hades solo cierra sus ojos, al mismo instante que ronronea de felicidad por recibir esas gratas caricias.

-Espérame aquí-Lo deja en la cama-Tengo que irme a vestir-Con cuidado se levantó, pero ya no sintió ningún malestar.

Mael entro al clóset, hacer eso fue como entrar a un paraíso exótico que desconocía. Su nariz cual perro en busca de comida, olfatea todo el lugar.

Esos hermosos ojos lila se tornaron brillantes al ver la ropa de karl, en cuestión de medio segundo saco toda esa ropa y la llevo a la cama.

A Hades le tocó bajarse de la cama, al mismo tiempo que veia con extrañes a su amo. No parecía ser el mismo de siempre, en este instante su habitual yo, se había convertido uno con su omega interior.

-Huele bien-Se cubre con todas esas prendas de alta costura-¿Por qué huele tan bien?-Abraza una chaqueta negra del alfa.-Pero prefiero oler directamente las feromonas de mi alfa.

Mael sin darse cuenta estába haciendo o hizo un nido con la ropa de su esposo, la cual sigue oliendo como un perro descontrolado.

-Esposa ya volví....

Karl se quedó perplejo al ver lo que está enfrente de sus ojos, no podía con tanta emoción. Su corazón está por salirse de su pecho. Hasta sintió que sus piernas perdieron fuerza.

Desesperadamente buscá su celular, pero no podía encontrarlo, porque en sí, no lo está buscando con su mirada. Lo está haciendo a ciegas, no quiere dejar de ver ese maravilloso paisaje que se encuentra frente a sus ojos.

Quisiera llamar a todos y presumir a mi Omega, que lo vean acostado en ese lindo nido creado por él. Ronroneando como un gatito, uno muy feroz. No, no puedo permitir que lo vean, es una vista que solo me pertenece a mí.

Karl sigue tomando fotos de diferentes ángulos, estás fotografías se irían al álbum de recuerdos que está creando desde hace unos días atrás. Quiere tener impreso cada momento emotivo o felicidad que viva su amado Omega.

-¿Karl?-Frota sus ojos, siente mucho sueño-¿Que haces?-Lo llama con su mano-Ve aquí.

-Solo estaba tomado unas cuantas fotos-Deja el celular en la mesita-Sigue dormido-Sube a la cama.

-No sé que me pasa-Deja cae su mano y pierna sobré el cuerpo de Karl.

El alfa se encendió al ver ese pálido y sexi muslo descubierto, con muestras de su amor dejadas por el. Estuvo a poco de subirlo más arriba y dejar otra marca de sus dientes en esa piel.

-De repente me sentí mareado y cuando iba a vestirme me volví loco por tu olor-Olfatea a su esposo-Dejame olerlas-Frota su rostro en ese fuerte pecho-Necesito embriagarme con ellas.

-Sabes que los omegas hacen un nido con la ropa de su paraje, cuando están en cinta.

Mael abrió sus ojos en grande, en ese instante su nariz inhaló unas feromonas con muchas emociones y sobre ellas reinaba, la felicidad. Karl estaba más que solo feliz.

-¡¿Estoy en cinta?!-Preguntó exaltado, pero a la vez Feliz. Esa sonrisa en la comisura de sus labios era muy evidente para el alfa.-¿Crees que eso sea?-Sube arriba de Karl-Pero he tomado pastillas cada vez que lo hacemos sin protección. ¿Entonces como es posible?

-Esa vez que te resfriaste, tomaste la pastilla un minuto tardé de lo habitual. Ambos creímos que no afectaría pero....-Deja a Mael bajó su cuerpo-Ve aquí el resultado.-Toca el estómago plano de su esposa-Creo que aquí está creciendo un mine Mael-Sonríe.

¿Que vamos hacer? Los peligros todavía siguen allá fuera, no hemos eliminado a la persona culpable de todo nuestro sufrimiento.

-¿Mael?-Me preocupe al ver esa expresión pálida en su hermoso rostro.

-¿Estoy feliz? Sí, lo estoy-Se aferra del cuerpo de Karl-Sea planeado o no, es nuestro hijo y estoy feliz....pero no puedo evitar preocuparme, esa persona sigue allá afuera. No quiero perder este regalo.

-No le diremos a nadie-Arrulla en sus brazos con más fuerza a Mael-Por el momento solo quedemos así, no hay que confirmar nada-Besa la frente de su esposa-Lo haremos hasta que acabemos con esa persona, pero de igual manera mantén tu seguridad y cuidarse en todo momento-Besa el vientre de Mael-Especialmente aquí, ¿Si?

Mael solo asintió, soltado sus feromonas. En volvió sus labios en uno con los de Karl. Se entregaron nuevamente a la pasión y desbordante amor que corre por todo su ser.