capitulo 43

Luego de dos días encerrado en casa a causa de las fuertes lluvias, por fin hubo un momento de calma y aprovechamos en salir. Aunque no fue del todo malo, fue grandioso pasarla en familia, creado buenos y felices recuerdos con el anciano Iker. Él era el más feliz entre nosotros.

Yo no estába del todo ganoso por salir, prefiero estar en casa jugando con Hades, o comiendo mucha comida deliciosa bajo las colchas de mi habitación, mientras esperó a Karl, y lo hacemos hasta que nuestros cuerpos quedan exhaustos. Pero, Alin me pidió que lo acompañará, quería agradecerle a Donovan y ha Alden por ver ayudado a Claudio, ese día que quisieron llevárselo.

Solo que, algo raro y muy extraño está pasando frente a mis ojos. La atmósfera entre ellos dos se siente un poco densa y lúgubre como lo está el cielo. El cual se muere por enviar una gran tormenta, pero esta vez de nieve. Mi nariz se siente un poco incómoda por el frío.

Es por eso que Karl, no quería que saliera con ellos. Me hizo que vestiría prendas muy calientitas, unas orejeras para mantener caliente mis oídos, guantes para manos. Él quería venir con nosotros pero tenía que ir a supervisar una grabación que estaba yendo demasiado lenta y ya casi estaba por cumplir el plazo.

La realidad es completamente diferente, él alfa no quería que Mael, estuviera cerca de Alden, odiaba el hecho de que estuvieran en un mismo espacio, respirando el mismo aire.

Karl estaba muy consciente que, Alden tiene sentimientos por el omega. Aunque Mael no estaba al tanto de eso, o quizás si, solo que finge no saberlo para no poner su relación con dicho alfa en una situación incomoda.

Mael tiene la mirada fija en ese par de alfas, analizando las expresiones en sus rostros y la manera en que evaden el verse a los ojos. Donovan es el que más se nota nervioso.

¿Follaron? Sí, definitivamente han dormido juntos. Siempre que se veían parecían perros y gatos pero en este momento ni siquiera tienen el valor de verse, y Donovan tiene un leve sonrojo en sus mejillas. Aparte, él no es de las personas que se pone tímido sin razón alguna.

Quién lo diría, dos alfas dominantes llegaron a tal situación ¿Quién dominaría a quién? ¿Debieron tener una lucha para elegir la posición? No, Donovan fue quién dominó. Los mojigatos suelen ser los más pervertidos. Te engañan con la fachada de joven correcto y centrado que no rompe un plato y rompe más de una vajilla.

—Muchas gracias por ayudar a mi Claudio—Les entrega una pequeña bolsa con un obsequió—No es mucho, pero se los regalo desde el fondo de mi corazón—Sonríe.

—¡No era necesario que se molestará!—Hablan al unísono—No lo hicimos con la intención de recibir algo a cambio.

—Lo sé—Los ve fijamente—De igual manera quería mostrarles mi gratitud—Sostiene con ambas manos la taza de chocolate—Pueden abrirlo y darme su sincera opinión.

Alden y Donovan no pudieron decirle no. No cuando su mirada es tán brillante. No les quedó de otra que abrir la bolsa e averiguar qué era.

"Es unas bonitas bufandas peluditas tejidas a mano de un color azul con un toque de color miel, para que combinen de una manera hermosa y a la vez extraña" Eso lo que pensaban los dos alfas, eran los colores de sus ojos. Cómo si de una pareja se trase.

—Me gusta—Respondió Donovan, su voz y mirada mostraban mucha sinceridad. En verdad le gustaba mucho—Es hermosa.

Los colores están en armonía, al tocar la tela es tan suave nada rasposa. Se podría decir que estoy tocando el pelaje de un lindo gatito.

—Sus habilidades son espléndidas—Donovan cubre su cuello con dicha bufanda. Le quedaba bien sobre ese traje gris de dos piezas y abrigo negro—¿Qué le parece si emprendemos un negocio juntos, tendría su propio lugar de trabajo y las telas más finas.—Salio su lado empresarial.

—No se burle de mí—Sonríe avergonzado—Todavía carezco de habilidades, no tengo la confianza de emprender un negocio de esa magnitud.

—Está vez estoy descuerdo con él—Mira a Mael, este también traía una bufanda que fue hecha por Alin—Es muy suavecita y calientita.

Aunque los colores no me terminan de convencer, es algo inquietante. No deberían de combinar tan bien pero lo hacen. Ver este azul es como....

Las mejillas de Alden se tiñeron un poco de rojo. A su mente había llegado esa profunda e hipnótica mirada azul que lo veía fijamente sin pestañear mientras, le susurraba dulcemente lo hermoso que era.

—Gracias—Con ella se cubrió parte de su cara, quería ocultar sea cuál sea la expresión que esté poniendo en este preciso momento—La usaré bien.

Son tan obvios, entre ellos dos ocurre algo. Hice bien en decirle a mamá, que les hiciera algo que les haga pensar en el uno y él otro. Y si combinaba, mejor aún.

Claudio sonríe ligeramente, estába muy orgulloso de su descubrimiento. Tanto el y Mael se daban miradas de complicidad.

—¿La de Camilo?—Preguntó Mael.

—¿Yo?—Pregunta confundió—Yo estoy bien—Termina su malteada de chocolate—Claudio me invitara a comer por una semana.

—¿Que? ¡¿Qué yo que?!—Arquea un ceja—No recuerdo estar de acuerdo con eso y mucho menos sugerir algo así.

—Puedes venir a la casa cuándo gustes ya que por algún tiempo, Claudio no podrá salir solo—No hasta que esas personas sean atrapadas.

Karl sigue investigando a esas personas, pero es como sí todo lo sucedido ese año, fuera borrado como si nunca sucedió. Y no quieren que esas personas se enterén que los están investigando porque puede ser perjudicial.

Al parecer son tán influyentes cómo lo es mi yerno. Eso lo complica mucho más. Al ser grandes potencias con mucho dinero, es muy fácil el deshacerse de muchas cosas.

—No seré modesto—Sonríe—Estaré cinco minutos antes de que empiece.

—Genial, ahora no podremos sacarlo de la casa.—Camilo es muy acomodado.

—No seas exagerado—Frota su hombro contra el de Claudio—No es como si fuera a vivir allí, solo iré a desayunar, almorzar, cenar...

—Para eso mejor traerte la cama de una sola vez—Sugiere Mael.

—¿Puedo?

—¡Deja de decir idioteces!—Le dejá ir un pequeño puño en el pecho—¿No puedes notar el sarcasmos en la voz de mi hermano mayor?—Pregunta con el ceño fruncido pero en sus labios tenía una pequeña sonrisa.

Todos sueltan una pequeña sonrisa, tienen un momento divertido, de esa manera se esfuma la tensión que anteriormente tenían en el aire ambos alfas.

                                                {•••••••}

Por fin terminamos con este problema, solo termino mis últimos pendientes y podré ir con mi esposa. Poder darle unos cuantos besos. Últimamente se siente muy tenso, yo también me he estado sintiendo muy ansioso, ver a Mael de esa manera causa muchos conflictos en mi.

Hay algo que lo está preocupado demasiado, puedo sentir sus nervios cada vez que nuestros cuerpos se tocan, tengo que descubrir que motivo o cosa es lo que lo tiene así. Prometí destruir sus miedos y protegerlo de todos los males que lo estén asechado. El bienestar de mi esposa es lo único que me importa y me interesa en este preciso momento.

Él se relaja mucho al inhalar mis feromonas, le encanta abrazarme y esconder su rostro en mi pecho. A mí también me encanta oler ese dulce aroma de Azhar.

—¡Kal!—Lo brazo por la espalda, restregado su rostro en esa ancha y explendida espalda.

El alfa estaba inmenso en sus pensamientos donde solo reina Mael, que no puedo evitar ese toque que para él, fue muy desagradable. Sintió unas horribles náuseas, no podía oler esas leves feromonas. Pero él podía jurar que las estaba esparciendo y de esa manera marcaba su ropa con dicha peste.

Karl con mucha fuerza alejó esas manos de su cintura, tan fuerte que dejó marcas en esas delicadas muñecas. Provocado ganas de llorar en esa persona, por el dolor que está sintiendo, pero mantuvo su sonrisa para no arruinar el plan que estaba poniendo en marcha. Y estába resultado, la mayoría de las personas estaban tomando fotos y susurrando una que otra cosa extraña e ilógica.

—¿Qué crees que estás haciendo, Cade?—Muestra su descontento muy ampliamente y como cereza de pastel, de su bolsillo saca un pañuelo para cubrir su nariz. Tiró su abrigo al suelo porque estaba contaminado.

No podía oler nada, de igual manera dedujo que era un olor nauseabundo y que ameritaba el cubrirse para no inhalarlo y así, no contaminar su interior.

—Solo pasaba por aquí y quise saludarte—Tímidamente lleva su cabello atrás de su oreja—También quería pedirte disculpas a ti y Mael por ver sido rudo el otro día.

¡Lo sabía, sabía que no podría resistirse a mis feromonas! Son tan fragantes que no puede soportarlas y tiene que cubrir su nariz. Eso quiere decir que, ¿La mordida en el cuello de Mael no es una mordida de enlace?

Cade sonrió ampliamente, feliz por cosas inexistentes. No podía leer la expresión de Karl. Era muy obvio, él alfa está por explotar de lo molestó que se encuentra.

—Tus disculpas no son necesarias—Mira a Francis—Elimina y demanda a todas las personas que se atrevan a publicar las fotos absurdas y pasadas de contexto que acaban de tomar.

La sonrisa de Cade se esfumó lentamente. Cuando el venía, Karl ya había ido y venido muchas veces. Sabía muy bien las intensiones de Cade.

—Enseguida—Los celulares fueron sostenidos uno por uno y de esa manera borró fotos antes de que fueran publicadas.

Esperó que esto no llegue a oídos, o visón del señor Mael. Él se pondrá un tanto destructivo, puedo imaginarlo sin mucho esfuerzo. Esos ojos color lila serían dos balas que te disparan directamente en la cien.

—¿Que estás insinuando, Karl?—Intenta fingir que no sabe nada.

—No te hagas el estúpido—Frota su ceño con irritación—Quizas estés esparciendo tus falsas feromonas, pero es inútil. Gracias a Dios, no puedo olerlas. No te emociones, si estoy cubriendo mi nariz no es por la razón estúpida que estás pensando. Pero, no es necesario olerlas para saber que no serían de mi agradó.

—¿Eh?—Sintió una gran punzada en su pecho, eso había dolido y mucho—¿Cómo puedes decir algo así?—Su mirada es adolorida—¿Es necesario ser así, de rudo? ¿Por qué haz cambiado tanto?—Se acerca más Karl, pero este retrocede dos pasos hacia atrás. Cade aprieta sus dientes—Vuelve hacer el mismo de antes, el que solo me vía a mí. Lo siento ¿Sí? Lamentó irme sin decirte nada pero ya estoy aquí—Sonríe cual demente.

Marcello aprieta sus puños, en su cara hay una expresión tan decepcionada. Todavía le costaba creer cuál era el verdadero rostro de Cade. Se sentía tan estupido luego de darse cuenta de la verdad, del motivo por el cual había abandonado a su maestro, en aquel entonces.

—Joven maestro Jefferson—Marcello lo ve fijamente—Lo lamento por usted—Su mirada es de compasión.

—¿Qué?—Pregunta confundió.

—Sus manos tocaron algo que no deberían de ver tocado.—Eso lo pagará muy caro.

—¡Marcello! ¿tú también?—No, él no puede estar de lado de Mael—¿Me estás amenazando? Karl es mi amigo, los amigos pueden darse abrazos...

—Los amigos no tienen una mirada extraña por sus amigo. Sus intenciones con mi maestro son muy obvias. ¡No debería albergar sentimientos por un hombre casado, joven Jefferson!—Su voz sonó muy alta, los ojos de las personas se fueron directamente a Cade.

—¡No digas algo tan desagradable!—Este bastador—No me insultes de esa manera, Marcello—De alguna manera u otra quería defenderse y no quedar como un roba maridos.

Sigue molesto por lo del otra dia, ¿por qué se molesta por algo del pasado? ¿Que tiene de malo el quere ser un omega? Todo lo hice por mi amor hacia Karl. Quería hacerle saber que por él estaba dispuesto a todo.

—Maestro, hubo una foto que no pude detener a tiempo y se filtró.

La tez de karl se volvió pálida. Ansioso y nervioso de que Mael la haya visto y piensen las peores cosas, peor aún. Que termine pidiéndole el divorcio.

—¿Que estas esperando para borrarla?—Busca su celular e intenta llamar a Mael.

—Ya lo hice pero fue vista por muchas personas, es momento que nos retiremos. La prensa no tardará en llegar a este lugar.

El alfa intenta comunicarse con Mael, darle una explicación pero de una sola vez lo enviaba directamente al buzón. Eso lo asustó severamente.

—¿Estas preocupado de que lo mal entienda?—Quería sonreír—No te preocupes yo....¡Agh!

Cade jadeo y se asustó al ver y sentir el fuete agarre de karl, en su cuello. No podía respirar, la fuerza había abandonado sus piernas al ver esa sanguinaria mirada.

—Si morir es lo que quieres, puedo concederte ese deseó.

No puedo respirar, el flujo se va acortado cada vez que sus dedos hacen mucha más presión sobre mi piel. Duele, duele mucho. Tengo miedo, miedo de que destroce mi garganta...Este no es mi karl.

Los ojos de Cade se están tornado rojos y llorosos por el inmenso dolor que esta sintiendo. Ni siquiera quería ver esa fría y sanguinaria mirada pero karl, lo está obligado a verlo e inhalar esas violetas feromonas que están llenas de un profundo desagrado.

Francis y Marcello habían movilizado a otra dirección las personas por lo que no lograron ver la imagen tan despiadado y sanguinaria de su maestro.

—k-Karl—Tartamudeo—Por...favor—Suplico con dificultad.

Karl hizo oídos sordos y siguió apresado con más fuerza ese pequeño cuello. Sus dedos estaban empezando a hundirse en la piel de Cade.

Mi visión se está tornando borra, ya no puedo inhalar más aire, ni siquiera podía sentir mi cuerpo, toda miente esta en blanco, ¿voy a morir?

—¡Maestro, tengo en la línea al señor Mael!—Exclamó Francis, no podía permitir que su maestro se ensucie las manos con tal persona que no era digna de ese honor.

—¡Esposa!—Soltó a Cade.

Cade cayó al suelo causando un gran estruendo mientras intentaba recuperar su aliento e intenta mantenerse en calma, calmar su evidente miedo.

—Puedo explicárte....

Dormirás en el sofá de la sala por ver dejado que te encontrarán con la guardia baja.—E interrumpe al alfa. Hasta logro sentir la frialdad atraves del celular—Esta noche la habitación es solo mía y de Hades—Finalizó la llama.

Los tres presentes se estremecieron al sentir la escalofriante opresión que emanaba el cuerpo de karl. No podías ver ni una pizca de amabilidad en esa mirada dorada.

Que ingenuo de mí el creer que la llamada del señor Mael, iba apaciguar la furia en mi maestro Quinn. Se me olvido que al señor Mael Quinn, le da igual si alguien moría pero él jamás diría palabras dulces cuando está molesto por algo.

Y en este preciso momento como le haremos para que nuestro maestro no terminé degollado a Cade, quién todavía no ha podido recuperar el aliento y su cuerpo sigue temblando de miedo.

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