capitulo 31
La estamos pasando tan bien y tenía que ser arruinado por la presencia de este intentó de Omega, ¿Como dió con nosotros? Otra vez marcello anduvo de metiche. No le dolió la golpiza de la otra vez, quiere recibir una nueva.
Tanto Mael como Karl están crucificando a marcello, de está no se iba a salvar y nadie lo salvaría. Terminaría con mas de un hueso roto.
—Sigue tu camino, estamos ocupados—Aprovecha el momento para poder abrazar por la espalda al Omega de ojos color lila.
Es la única manera en la que Mael, deja que el alfa haga lo que guste porqué piensa que están actuado su papel de esposos super enamorados.
—Se supone que este lugar es para divertirse, ¿Por qué tendría que irme?—Intenta sonreír, pero solo puede logra poner una sonrisa muy rígida.—Siempre he querido sacar un peluche de ahí—Señala la máquina—Karl ¿Puedes enseñarme?
Esté tipo no se cansa de hacer el papel de idiota, hace días dejó muy en claro que me daría pelea por el amor de Karl. Lo peor es que no me lo dijo solo a mí, lo hizo delante de "mi lingote de oro" declarado la guerra muy abiertamente.
—Esposo— Gira un poco su rostro para poder ver los ojos del alfa—¿Deberías de enseñarle al señor? Cumplirle su sueño frustrado.
Cade tiene tan apretado sus dientes por el enojó, que su cuello se veía un poco raro. Quería gritarle a Mael, jalarlo del cabello y barrer el piso con él.
—Si soy un señor, Kal también lo vendría siendo. Tenemos la misma edad.
—No puedes ponerte en el mismo lugar que, Karl.—Se gira para lograr ver bien a Karl—"Mi lingote de oro" es un ser de otro mundo, en el no pasan los años.
Con sus manos frota el pecho de karl, eso puso aún más caliente al alfa, más de lo que ya está. La corbata de por estába apuntó de caerse, pero el seguía sintiendo que le opresa el cuello. Mael lo vio con cierta inquietud.
—Mi esposo en vez de envejecer va rejuveneciendo. Es por eso que no puedes estar creyendo que eres igual a él. Aparté tus genes se notan que, son de los que se miran viejos a los 20 años—Apoya su cabeza en el pecho del alfa.
Mael se estremeció por un momento al escuchar los rugientes latidos de ese acelerado corazón, quería levantar su mirada y ver qué expresión tenía en estos momentos Karl. Pero no lo hizo, temía ver algo que lo vuelva a confundir.
¿Que significa esa expresión? ¿Por qué tienes que verlo así? ¡Esa mirada debería ser mía, solamente mía! Nunca le han gustado estos lugares. ¿Entonces por qué? ¿Por qué a cambiado tanto? ¿Dónde está mi Kal? La persona que hacía la más mínima cosa para mantenerme feliz....debe de estar fingiendo.
—Cade—Habla sin verlo a los ojos.
—¿Si, Kal?—Sonríe emocionado.
¡Lo sabía, solo estaba fingiendo porqué estamos en público! Kal siempre seguirá siendo mi Kal. Nada puede hacerlo cambiar. Es así, como logré llegar aquí. Por todas esas fotos que tomaron las personas que los veían. Me enoje al principio, pero luego pensé que solo es un show el que están montando.
—Todos esos peluches le pertenecen a mi esposa.
Levanta su mirada haciendo contacto visual con Cade. Este por instinto retrocedió un paso hacia atrás, esos ojos dorados tienen una mirada espeluznante.
—No te atrevas a codiciar sus valiosas pertenecías—Eso lo incluía a él mismo.
Fuertes declaraciones, ¿Como reaccionará Cade? Muy lamentable su expresión. No puede ocultar ese dolor en su mirada, pero no siento ni la más mínima lastima por él.
Quizás sí sus circunstancias fueran diferentes como por ejemplo; Que no lograron estar juntos porque sus familias los alejaron, entonces sí, me daría lástima e intentará que de alguna manera estuvieran juntos. Pero, Cade se fue por razones egoístas. Quería ser Omega cuando a Karl le gustaba sin importar que fuera beta.
¿Como se ésto? Pues Marisol y Edith me contaron todo sobre la relación de ambos, me lo contaron para que cuidara de Karl, y no me lo dejara robar. Ese día solo fui a ver cómo seguía de piel, y ellas dos terminaron por sentarme en una silla mientras me narraban todo.
Lo demás lo deduje por mi mismo, sus feromonas son leves, pero logré olerlas esa vez que lo tuve cerca en la sala de la mansión. Si Karl es un alfa dominate, ¿Por qué no las olió? Nada podría escapar de sus fosas nasales, ¿entonces por qué no lo hizo? ¿Perdió su olfato o qué?
—¿Que pasa? ¿Tengo algo en mi cara?—Su mirada es extraña.
Soltaré un momento las mías, voy a comprobar mis dudas....
—Karl, Cade ¿Que los trae por aquí?—Pregunto una bella mujer de cortos cabellos negros y una mirada tierna de color azul.—Me hubiesen avisado, les invitaría a un té.
El Omega se tensó, reconocería esa voz hasta en la profundidad más oscuras y brillante del mundo. Con rigidez se dio la vuelta.
Los ojos color lila hicieron contacto visual con los ojos azules. Mael pellizca su pierna para no perder la compostura, ver la reencarnación de su madre es muy diferente a ver ha Donovan, sus emociones son difíciles de contener.
Eso se debía a qué en su tercera vida no logró despedirse de ella. Solo le tocó ver un cuerpo irreconocible y sin nada de vida, un frío y destrozado cadáver. Por eso el verla viva, le hace sentir feliz y triste porque en sí, en esta vida no es su madre y no lo recuerda.
—Tia, tan amable....—Ella había pasado de largo a Cade, quién estaba intentando darle un abrazo.
Sus ojos siguen fijamente en Mael, siente que una cuerda invisible lo jala hacía el Omega. Hay una fuerte opresión en su pecho, todo su ser le gritaba abrazarlo, solo abrazarlo.
—¡Tú!....
—Si me disculpan.
Mael había salido corriendo, no podía seguir ahí, seguír viendo el rostro de la persona que más quería y, la que murió por su culpa, era insoportable. Sabía que en su momento podrían encontrarse, pero en el fondo esperaba que no.
—¿Doy miedo?—Toca su rostro.
—Con permiso—Agarra los peluches—Tía, hablamos después—Salio detrás de Mael.
¿Qué le hizo comportarse así? Logré oler un profundo dolor proveniente de él. ¿Está relacionado con la tía? Solo la vio y su expresión cambio por completo.
¡Ella está viva, viva! Creí que no volvería a sentir otra vez esto, no debería. Ella no es la madre que me crío, puede ser su reencarnación, pero no es ella. Y aún así, quería gritarle perdón, perdóname por ver sido un mal hijo. Te extrañe mamá.
El omega se rehúsa a llorar, eso le está asfixiado de la peor manera. Respira tan solo un poco de aire, su pecho se siente tan apretado que, su corazón de a poco se está volviendo cada vez más delgado.
—Mael—Karl llegó junto a él.
Los dos guardaespaldas se quedan a seis metros lejos de él, en el área que están, es el aire libre, pero no llegan personas por la época de invierno, podría caer en cualquier momento una tormenta.
—Quiero estar solo—Camina lejos de Karl, no quiere que vea la expresión que tiene estos momentos.
—No diré nada—Vuelve acercarse a él—Solo permíteme estar junto a ti.
Eso es lo que no quiero, no quiero tenerte cerca. No quiero mostrarte nada de mi verdadero yo.
—Vete.
—No quiero—Lo toma de la mano—Me quedaré aquí.
Suavemente giro el cuerpo de Mael, Karl se congeló a ver esa adolorida expresión en los ojos lilas que están apunto de convertirse en rojo, podías notar como contiene su dolor.
—No preguntaré nada—Acaricia el rostro de Mael—Pero no sigas resistiendo más, solo déjalo salir.
Karl les dice a los guardaespaldas que se retiren, Naomi solo asiente y se llevó por el cuello a Marcello.
—No hay nadie más, fingen que no estoy. Vamos, déjalo salir antes de que eso te ahogué y no puedas nadar hacia la superficie de ese inmenso océano—Un océano de dolor.
—No tengo nada, no se de qué hablas...
Pequeñas gotas de agua empezaron a caer por nuestros cuerpos, el cielo también me están diciendo que lloré.
—¡AAAAHHH!—Con ese gritó de dolor, las pequeñas gotas de agua se convirtieron en un aguacero, justo como ocurre en estos momentos en los bonitos ojos de Mael.
Se aferra fuertemente de la ropa de Karl, este lo arrulla en sus brazos. El llanto se perdía con en el sonido de la lluvia, pero el alfa podía sentirlo tan claramente, ¿no sabía el por qué? Pero estaba sintiendo el dolor agonizante de su esposa, tanto en sus desgarradoras emociones como feromonas.
¿Que estoy haciendo? Estoy mostrando lo que no quería mostrarle a nadie nunca más. Llorar es para débiles, no soy débil. Mate todas mis emociones, me costó hacerlas. Estuve bien por tantos años. ¿Por qué vuelven? Es como si se empeñan a no dejarme olvidar, vivir una vida solo para mí. Quieren que siga sumergido en la culpa y dolor.
Ya viví muchas vidas en arrepentimiento y culpa por mis decisiones del aquel tiempo, el muy ingenuo de mí, creyó que en esta sería diferente. Que no pensaría más en ese terrible pasado llenó de traumas, dolor, torturas. Pero verme aquí, volviendo a ver mis arrepentidos del pasado.
—No tengas miedo—Presiona cuidadosamente la cabeza de Mael, contra su pecho—Sea lo que sea, que este causando malestar en ti, voy a destruirlo—Su mirada brilló despiadadamente—Déjame destruir tus miedos, permíteme demostrarte que puedo ser confiable.
La lluvia está penetrando hasta lo más profundo de nuestros huesos, tendría que sentir mucho pero mucho frío. Pero en vez de eso, solo puedo sentir calidez. Mi cuerpo y alma se encuentran calientitos.
—No tengo miedo. Lo que me asfixia es algo muy diferente. No puedes acabar con todo lo que me atormenta.—Mira los ojos dorados de Karl.
Mael se alejo unos milímetros de karl, este sigue sin apartar sus manos de la cintura del Omega. La lluvia le empedia verlos bien a los ojos, pero si lo suficiente para saber que ambas miradas están conectadas.
—Déjame demostrarte que puedo—Posa su frente sobre la de Mael.
¿Me seguirás viendo con esa mirada si supieras cuan horrible soy?....no, no puedes dejarte llevar Mael. Ya perdistes todo una vez por caer en el embuste llamado; amor.
—Se que al principio me comporté como todo un bastador, dije cosas feas e hirientes—Levanta en sus brazos a Mael—Una disculpa no basta, pero de igual manera me disculpó.—Camina hacia un lugar dónde puedan cubrirse de la lluvia.
—No tienes porque disculparte, desde un principio he tenido todo muy claro.
Estoy mojado pero me estoy sintiendo muy caliente, mis colmillos se sienten incómodos, pican hasta el punto de llegar hacer e insoportable.
—Ese es el problema, no quiero que me veas como tu empleador....Quiero que...—Siento mucha calor.
—¿Quieres qué?—Estoy oliendo las feromonas de Karl, son mucho más fuertes—¿Por qué no terminas de hablar....?—Mael toca el rostro de Karl, este está hirviendo. Sus ojos dorados son brillantes.
Mael se trago una vez más otra bocarada de feromonas que Karl, está emanado ahora mismo. Él color lila se volvió más claro.
—¿Llego tu rut?—He intenta bajar de los brazos del alfa, pero este lo opresa a su cuerpo—Bajarme, tenemos que ir a casa.
—No voy entrar en modo animal—Esconde su rostro en el cuello de Karl—Quiero oler tus feromonas.
Es por eso que desde hace rato me he sentido caluroso, era por mi rut. ¿Pero por qué no desprendía feromonas? Don me lo hubiese dicho. Tengo el problema de desprender feromonas unas horas antes de entrar en mi rut, pero nadie me dijo nada. Ni en la empresa.
—Es por eso que desde hace ratos andas esparciendo feromonas, creí que lo hacías a propósito.
¡Él si las olió! pero, las demás personas no, ¿Por qué? Está sucediendo algo extraño. Le preguntaré a Don después, porque el hace un rato me dijo que aguardara mis feromonas, pero las de mi rut no las puedo olor. Eso es aún más extraño.
—Dile a Noemí que te llevé a la casa de mi suegro—Jadea, se esta culpado por ver estropeado otro momento con Mael, cuando el Omega tenía las defensas bajas—Me iré solo a la mansión....
De un segundo a otro tenía los dulces labios de Mael, sobre los míos. La sed se empezó a calmar cada vez que el dulce néctar pasaba por mi garganta.
—Vamos juntos—Es mi momento de ayudarle como el lo hizo conmigo.
—¿Seguro? Puedo perder el control y lastimarte, no quiero lastimarte.
—En ese momento tendrás que demostrarme que, eres diferente y no caerás por los instintos animal—Vuelve a besarlo.
No perderé está nueva oportunidad de ver y tener este explendido cuerpo. Voy a deleitarme hasta que nuestros cuerpos queden satisfechos.
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