capitulo 29
Mi labio está inflamado, me lastime mucho anoche, no debí entrar en esa desesperación, debí de intentar calmarme con más ganas ¿Como le explicaré ésto al anciano Iker? Tengo que encontrar una mentira convincente para él y mi familia. Hoy saldré un momento con Claudio.
Diré que anoche un perro intento comerme, y ese perro tenía ojos dorados y unos filosos colmillos. Sí, esa respuesta será muy creíble.
Mael deja de verse en el espejo para terminar de arreglar su cabello. Hades frota su colita en los tobillos de su amo, quiere que Mael le haga caso. Él Omega así lo hizo.
—Eres una cosita hermosa—Acaricia el pelaje peludo del gatito—Te llevaría conmigo pero no a dónde voy hay muchas personas, es un lugar concurrido. En otro momento saldremos al jardín ¿Sí?
Hades Solo maullo en acuerdo, frotó su rostro en las manos de Mael. Sus palmas se estaban volviendo mucho más suaves e delicadas que antes. Pero ayer se las lastimó mucho por lo que lleva guantes para ocultarlo del anciano Iker.
—¿Con quién hablas?—Karl venía saliendo de la ducha solo cubriendo parte de su cintura con una toalla.
Esa piel aún se ve un poco húmeda, Mael sin discreción alguna lo vio directamente de arriba y abajo con una mirada pícara.
Este hombre está tratándome de seducir en plena mañana o que? Es difícil retirar la mirada de ese maravilloso cuerpo, sus hombros son tan anchos, ese abdomen tan firme. "Mi lingote de oro" es la definición de pecado.
—¿Mael?—Mueve sus manos enfrente del rostro del Omega.
—¿Si?—Por poco me da una hemorragia nasal como ese día, escogiendo los trajes de boda.
—¿Con quién hablabas?—Ve al gato mirándolo con una mirada de desagradó.
Hades había visto a la perfección la sonrisa en los labios del alfa, más cuando vio a Mael absorto en su trabajado cuerpo.
—Con Hades...
Mael se estremeció al sentir repentinamente los dedos de Karl, acariciado dulcemente sus inflamados labios. El color lila hace contacto visual con los ojos dorados. No supo en qué momento Karl, se había acercado tanto a él.
Podía oler un agradable olor emanado del cuerpo del alfa, no eran sus feromonas, era el olor a avena del caro jabón que usa para limpiar su grandioso cuerpo.
—¿Es incómodo?—Se ve doloso, si alguna persona mira esto, dirá que lo golpeé.
No quiero que digan que nos llevamos mal, tampoco que soy un maltratador. Para las páginas amarillistas de los medios de comunicación, esto sería una gran historia sacada fuera de contexto.
—No es incómodo—Este hombre sigue actuando diferente.
Si sigue así, no podré reaccionar a ninguna de sus acciones. Y eso, me hace sentir molesto. No me gusta que me siga tomando con la guardia baja, eso puede ser peligroso.
—¿Saldrás así?—Quiero besarlo, pero quiero lastimarlo en el proceso.
—Sí, voy a salir con Claudio.
Aprovecharé para hablarle sobre llevar a Alin, ha una revisión y saber más sobre la condición de su columna. Ya estuve averiguando cuál es el hospital privado más bueno de la ciudad. Hoy enviaré un mensaje para hacer una cita. Esperó que aún pueda ser tratado.
—Primero que te revisé el doctor.—Con cautela camino mas cerca hacia el Omega, en sus ojos podías ver el deseó de querer besar a Mael. Esa mirada no pasó desapercibida para el pequeño gato negro.
Como si Hades supiera lo que vendría acontinuación, el prefirió ir a su casita de descanso allá afuera de la ventana, un pequeña terraza personal. Quería arañar al alfa, pero se contuvo porqué sabía que, su amo iba a molestar lo suficiente a Karl.
—No, estoy bien—¿Cuando va a quitar sus dedos de mi boca—Puedes...
Karl no soporto más y termino besado los labios del Omega. Mael frunció el ceño, de su boca salió un leve gemido que fue devorado por Karl.
No debí dejarme llevar por mis deseos, pero él estaba a mi alcance y no podía solo ignorarlo así que, sucumbí a estás ardientes emociones que mi esposa despierta en mí. En estos momentos quisiera llevarlo a la cama y quitarle las prendas que se interponen entre el y yo.
Con su mano izquierda rodea la cintura de Mael, atrayendo al Omega más carca de él. Con la otra mano sostiene el rostro cincelado de su esposa.
La piel desnuda del alfa se frota con el cuerpo de Mael. Karl deseó que en estos momentos su esposa, estuviera sin ropa. Poder rozar piel con piel.
El beso fue escalando a uno más candente, los jadeos suenan cada vez más fuertes. Mael rodeo el cuello del alfa aferrándose fuertemente de él. Karl desliza sus manos hacía los redondos e ardientes glúteos del Omega.
Puedo sentir su erecta erección golpeado mi ombligo, si esa toalla no estuviera de por medio podría sentir cuan caliente está. Esa tercera pierna de seguro está muy incómoda.
Karl busca la manera de desabrochar el jeans negro con forro polar que, lleva puesto el Omega para no pasar frío allá afuera.
—¡Ahg~!
Estoy caliente, en estos momentos quiero volver hacer mío a éste hombre. Pero por más que quiera, debo de darle un escarmiento por lo de anoche. Aparté no puedo hacer esperar a Claudio, a "Mi lingote de oro" puedo comerlo cuando guste ¿Creó?
—Nos vemos mas noche—Respira entrecortado—No puedo llegar tarde a mi cita con Claudio—Camina hacía la puerta.—Haste cargo de eso—Señala la erección.
—¡UHH!
Mael fue acorralado en la puerta, Karl evitó que la abriera. El Omega podía sentir la tercera pierna haciendo presión en su trasero, la respiración caliente rozado su desnudo cuello, aún no se ponía la bufanda.
Los escalofríos estremecedores van desde las puertas de mi cabello hasta las puertas de mis pies. La agitada respiración del alfa en mi cuello logra que, mis piernas flaqueen. Mi mente está perdiendo la dirección correcta por el placer que se está apoderado de mi cuerpo.
—Mael~—Susurra dulcemente.
Eso causó muchos más escalofríos en la columna dorsal del Omega, esa voz es tan diferente a la que suele usar Karl. Eso lo vuelve a confundir mucho.
Mael solo escucho esa voz cuando estuvo en celo y creyó que esa voz fue inducida por el olor de sus feromonas, logrado que el alfa perdería el razonamiento y por la excitación hablaba incoherencias.
—Te irás cuando estás así.—Desliza sus manos en el jeans y ropa interior de Mael. Con sus manos frota la dura erección del más joven.
—~Aah~—Deja caer su cabeza en el hombro del alfa.
En está posición puede sentir aún más la excitada respiración de Karl, rozado toda la piel de mi cuello. Mi cuerpo se está sintiendo raro. Sí sigo de está manera voy a perder contra este alfa.
—Mi lingote de oro....UHG~!!—Por alguna razón Karl, se había emocionado aún más. Con cuidado giro el cuerpo del Omega, este tenía una expresión que para Karl, es sublime.
La forma en la que pronunció ese apodo, fue diferente a lo habitual. No se expresó de manera sarcástica, eso me hace sentir tan bien como e emocionado. ¿Puedo entrar y quedarme para siempre en el corazón de Mael?
—¿Podemos hacerlo?—Quiero hacerte el amor, es lo que en verdad quería decirle, hacerte mío, verte desnudó bajo de mí con esa mirada color lila fija en mí.
Ese color dorado tiene una mirada que dejó sin habla al Omega, ese brillo están deslumbrante que no podía decirle no. Mael quería dejar de verla o terminaría perdiéndose en ella. Los latidos de su corazón empezaron a sonar hasta por sus oídos.
Inconscientemente Mael llevó su mano al pecho, verificó que los latidos de su corazón no sé deben a la pasión del momento. Eso causó un enorme conflicto en él, se negaba aceptar que el alfa enfrente de él, había movido su protegido e frío corazón.
Por razones desconocidas las palabras dichas por la Emperatriz, en sus sueños vinieron a él. "Ese color dorado te hará perder la cabeza y el corazón" Solo bastó eso para despertarse y no caer dónde no debería caer.
—Yo...
Toc, Toc, Toc.
Eso sacó un gran susto en la pareja de esposo que estaban inmerso en su candente atmósfera.
—¿Sí?—La voz de Karl se escuchó muy extraña para la persona al otro lado de la puerta.
—El señor Iker, me envió a decirles que el desayuno ya está listo.—Siento que interrumpí algo que no debía, mi maestro me va a matar.
—Entiendo, Sebastián. Iremos en un momento, puedes retirarte.—Que inoportuno, tenían que aparecer justos en estos momentos.
—Si—Vuelve al comedor.
—Mael...
—Paremos aquí—Se aleja de Karl, su expresión es indescifrable—Ire con el señor Iker—Acomodo su ropa. Va por Hades antes de salir de la habitación.
No puedo volver a cometer el mismo error dos veces. Ya perdí suficiente, no lo olvides Mael. Esto es puro negocio, no pierdas tu objetivo por el placer carnal.
Karl golpeó la dura pared con todas su fuerzas, sabía que su relación había retrocedido muchos metros. No fue necesario que Mael dijera algo, con su expresión lo dijo todo.
Fui demasiado impulso, no debí tentar tanto a mi suerte solo porque Mael, reaccionó de buena fe a mis toques, caricias. A sus ojos solo soy un cuerpo deseable con el cual puede disfrutar sin necesidad de tener algo serio. Eso lo sé muy bien.
No debo de apresurar esto, para poder tener su confianza y lograr un día obtener su amor, tengo que hacerle sentir seguro. Primeramente mostrarle que mis intenciones, sentimientos hacia él, son los más genuinos que yo, haya podido sentir . Que en mi corazón ya no se encuentra Cade. Si no qué, él. Mael Quinn.
Karl enciende su celular, en la pantalla puedes ver la foto de Mael, esa que se tomó con el celular barato que compró para pasar la información que, Karl tanto apreciaba, dónde tenía el número de Cade.
El alfa había pasado esa foto a su celular personal, la configuró como protector de pantalla. En ese otro había borrado todo, excepto esa foto. Es como su tesoro, lo tiene aguardado en una caja de colección en la vitrina de trofeos.
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