capitulo 19

¿Por que no contesta mis llamadas? Le he estado llamado por varios minutos, pero no responde. ¿¡Que demonios esta sucediendo en ese lugar!?

Marcello me sugirió que le llamara a mi Kal, pero no contesta. El no rechaza mis llamadas, ya sea por unos segundos pero me responde. ¿Debo de preocuparme? ¡No. No, Kal nunca se interesará por alguien como Mael! Ese Omega representa todo lo que está Mal en un Omega.

Cade camina por toda la habitación, muerde sus uñas por la ansiedad de no saber nada. Vuelve a llamar pero sigue sin responder, está vez lo envía de una sola vez al buzón.

—¡Demonios!

Mordió tan fuerte la uña de su dedo índice que terminó por lastimarse, rechina sus dientes con molestia.

—Cade, soy yo, Alex.—Abre la puerta.

Un hombre esbelto con un porte elegante y una mirada juguetona de color avellana, entró a la habitación. Los rizos de ese cabello rojizo, caen hacia su rostro como gajas de cerezas, de una manera sofisticada.

—¿Estás bien? Te escuché maldecir...¡Estás sangrado! Te he dicho mil veces que no te muerdas las uñas, ¿Cuando dejaras ese mal hábito? Vamos a desinfectarlo.

—Estoy bien—Frunce su ceño.

—¿Que te molesta?—Busca algo con que limpiar y vendar en esa habitación que está pintada de Borgoña con blanco—¿Karl Quinn es el culpable de tus preocupaciones?

—Si lo sabes para que haces una pregunta tan estúpida—Sus mejillas se inflan, se veía como una ardilla a lo ojos de su hermano mayor.

—Te dije que me lo dejes a mí—Termino de vendar el dedo de Cade—Ten paciencia, no tardan en volver. Para ese entonces ya tendré toda la información de ese tipo, así como la cantidad requerida para que se alejé de el.

—Un mes a solas cualquier cosa puede surgir. ¿Y si Kal se enamora de él? ¿Que haré si eso sucede?—Entra en pánico.

—Nada de eso pasará, Karl Quinn no es una persona que puedas seducir tan fácilmente—Limpia las esquinas de esos ojos que lo miran con ansiedad—Ese tipo llamado Mael, desaparecerá de sus vidas sin dejar rastro. De eso me encargó yo, ¿Si?

—Te creó—Mi hermano mayor me adora, no hay nada que no hiciera por mi felicidad. Él es el mejor.—Confio en ti hermano mayor—Sonrie.

—Entonces Vamos a cenar, nuestros padres nos están esperando. No pienses más en ellos, o de lo que estén haciendo, Marcello te diría si algo raro estuviera pasando.

—Si, Tienes razón. Vamos—Salen de la habitación.

Marcello me pasa todo, cada uno de sus movimientos. Así como fotos de mi Kal, ver ese rostro inexpresivo me da consuelo porque se que, no es dulce con nadie que no sea su abuelo, y yo.

No hay nada que preocuparse y si algo llega a pasar solo tendré que confiar en mí hermano mayor, el hará todo para que yo esté siempre feliz.

Mael solo es un pobre diablo que tuvo la mala suerte de codiciar lo que es mío. Tengo muchos métodos para hundirlo.

—¡Achis, achis, achis!—¿Tome un resfriado?

—Estar tanto en el agua te causó molestia—Entrega un té.

—Lo dudo, alguien debe de estar maldiciendo, y yo soy el centro de esas maldiciones—De seguro es ese beta con un olor barato, el hizo algo con su cuerpo.

No he querido..mejor dicho no quise poner mis energías en pensar o averiguar sobre estos géneros que poseemos. Solo que Cade tiene olor, esa vez oli una fragancia de leche y chocolate. Fue leve pero lo olí.

—¿Tienes algún enemigo para que pienses de esa manera?—Mira detenidamente a Mael.

—No que yo esté enterado...Bueno, creo que sí. Cuando trabajaba en el club nocturno me tocaba sacar a las conquistas de Alden—Da un pequeño sorbo a su té—Esos chicos buscaban cada oportunidad para subir a la cama de ese tipo—Niega con su cabeza.

Su mirada esta en la televisión por lo que no ve la expresión en el rostro del alfa, es tan negra como la noche.

—No era tan malo—Intenta averiguar más.

—No precisamente los sacaba con la ropa puesta—Comenta sin porner atención a su alrededor—Ese promiscuo es todo un personaje, pero pagaba muy bien. De eso no puedo quejarme—Sonrie.

Creo que a mí es aquí le pagaba más. Hablado de Alden, no logré abrir su obsequio, ¿Que sería? Lo veré cuando vuelva. Ojalá sea de valor o lo colgaré.

—Puedo ver qué le tienes aprecio—Apreta sus dientes.

—Si—Aunque lo conozco muy poco.—Alden es una buena persona, promiscuo y todo pero un buen amigo, jefe.—Quien lo apreciaba era Mael. Yo no lo odio pero tampoco siento aprecio como por ejemplo que lo salvaría de un disparo, no, nada de eso.

En los recuerdos de Mael, no hay ninguno que diga que odia o le desagradaba Alden, nada de eso. Todos sus recuerdos lo pintan como su salvador en el peor momento de su vida.

Mael conoció a Alden cuando había perdido todos sus trabajos. Estaba por caer en desesperación al no encontrar nada, necesitaba ganar dinero y mantener a su familia.

¿Que es ese olor? ¿En este lugar algo se está pudriendo? Mi nariz se esta empezando a irritar por ese olor agrio.

Mael olfatea para encontrar la fuente que lo produce, al ver qué en esa dirección está Karl, el color lila mirá al dorado con una expresión de signo de interrogación.

—Tengo sueño—Se excusó—Buenas noches.

—¿Si? Que tengas dulces sueños "Mi lingote de Oro"—En definitiva es un cincuenta porciento bipolar y el otro cincuenta es Tsuderismo.

Alden, Alden, creí que solo era un buen jefe. Que por ese motivo lo invitó a la boda como sinónimo de agradecimiento por verle dado un trabajo. Pero por lo que escuche, es más de lo que se puede ver.

El color dorado se tornó sanguinario, Karl no sabía porque, pero siente una furia que lo carcome por dentro. Ahora mismo en el cerebro del alfa, la imagen de Alden está siendo despedazada.

¿Que fue ese sentimiento? Ese horrible escalofrío casi me hace sudar frío. Fue espeluznante, deseguro la causa es los tipos con los que he dormido. Suspirar ¿Que estoy haciendo con mi vida?

No debería estar de una manera tan deplorable, me veo tan patético. Tendría que estar durmiendo con alguien como siempre lo he hecho, solo que no puedo. ¿Por qué descubrí demasiado tarde este sentimiento? No, ya lo sabía solo que no quiera aceptarlo.

Creí que si lo confesaba todo iba a cambiar, también sabía que mis sentimientos nunca serían correspondios, el solo me veía como su buen amigo y jefe.

—Alden, ¿Por que suspiras tanto?—Frunce el ceño la joven de la barra—¿Te enamoraste?

Alden mira fríamente a la joven, ella había dado en el clavo.

—Puffajajajaj—Sonrio de manera escandalosa—¡No me lo puedo creer! Alden Bultte, está enamorado—Queria volver a reírse pero se contuvo.

—Te gusta ver el sufrimiento de los demás, Ava—Bufa. Toma de un solo sorbo el whisky de su vaso. Con este es el cuarto vaso.

Sus ojos eran como estar viendo unos preciosos zafiros brillantes de color azul, combinan perfectamente con su cortó cabello bicolor. Ava es muy hermosa, muchos vienen al bar solo por verla, algunos han intentado ligar con ella. Pero Ava no es la típica Omega frágil, ella es ruda, ruda. Esos delgados brazos podían romperte como una varita seca.

—¿Cuéntame qué pasa?—Pone una expresión seria, no podía seguir burlándose de Alden. Se veía muy lamentable.

—Primero sirve otro—Levanta el vaso.

—Toma agua, ya llevas cuatro.

—Solo sirve otro. Soy muy tolerante al alcohol.

—Bueno—Tendre que llamar a Ciara—Este es el último—Advierte.

—He estado enamorado por unos cuantos meses—Sorbe un buen tragó de whisky para tener las agallas de seguír hablado—Lo confirme el día que lo vi vestido de aquélla manera espléndida.

Ese traje le quedaba tan bien, resaltaba su piel terciopelada. El hermoso lunar bajo el ojo era más bello de lo normal, tenía esa mirada hipnotizante que con solo verla quedas embobado por ella.

—Sostenia la mano de alguien más en ese altar. En ese momento deseé ser yo, quién jurara amarlo para toda la vida. Tuve que apretar mis dientes para que el nudo en mi garganta, no me asfixiara.

—¿No me digas que estás hablando de esa persona?—Esta más que sorprendida—¡El esposo de maestro Karl Quinn!—Susurra.

¡Lo sabía, sabía que Alden sentía algo por ese chico! Siempre que hablaba de su guardespaldas de seguridad en su club, ese par de zafiros brillaba. Así como se apagaron cuando me confesó que se iba a casar.

—Si—Vuelve a dejar vacío el vaso—¿Crees que hubiera tenido una oportunidad si hubiese aceptado mis sentimientos desde el principio?

—Tal vez o tal vez no. Ahora nunca lo sabrás, al igual que es tarde para lamentarse, aún cuando tenías esos sentimientos seguías con tu promiscuidad.

—Ya lo sé—Apoya su mejilla izquierda en la barra—Soy tan estupido—El alcohol estaba empezando hacer efecto—Lo perdí, lo tuve tan cerca.

—Es hora de que te vayas—Le escribe a Ciara—Esta interesante la conversación pero no quiero que tú imaginé se vaya por el lavado.

—Un Whisky a las rocas, por favor—Toma asiento junto a Alden.

—Este lugar esta ocupado—Levanta su rostro para quedar a unos centímetros de distancia de esa persona—No te di permiso de sentarte...tú!!—Frunce el ceño—Lo que me faltaba.

—¿Acaso eres el dueño?—Habla con desdén.

—Si, soy el dueño. ¿Y que?

Con solo oler su aliento pudo deducir cuánto alcohol a tomando, si que le gusta tomar.

—Apestas—Cubre su nariz.

—¡Por si no te has dado cuenta este es un maldito bar!—Hablo más fuerte, así como el aliento golpeaba el rostro de esa persona.

—Su pedido—Ava empuja el vaso.

—Gracias.

—Alden, Ciara viene en camino. Solo espera un momento.

—Entiendo....¡Eh!—No en este momento, joder.

—¿Qué es ese olor?

Huele a kiwi, se que sería imposible diferenciar olores en específico en este lugar, pero este es especial. Muy Dulce. El aroma te recuerda a una mezcla de mango, melocotón y melón.

—¿Eres tú?....—¡Hu! Sus mejillas están rojas y no es por el licor que ha ingerido.

La expresión de culo que trae cada vez que me lo encuentro, no está. Tiene una completamente diferente, una que lo hace lucir sexy....

—¿Ava?—Tengo que salir de aquí, no podré mantener mi racionalidad, quiero quitarme está calor que quema mi cuerpo.

—En cinco minutos llega—Le hace mueca a otra persona para que lo sustituya por el momento—Vamos, te llevaré a fuera.

—No—Sostiene el cuerpo de Alden—Eres Omega, esto sería peligro para ti.

Ava se sintio molesta en vez de ofendida, quería golpearle la cara, pero ¿Cómo podría tocar el rostro del joven maestro Donovan?

—Pertenezco al uno porciento de los Omegas que son tan fuentes como los alfas. Quizás todavía más fuerte—Apreta sus dientes.

—No lo dije con mala intención...

—¡Pueden callarse... Necesito irme de aquí!—Intenta liberarse de Don, solo que falla.

—Poner la cuenta a mi nombre—Sale con Alden.

Él ya esta llegado al pináculo de la excitación, la cuerda de la cordura está por romperse, si Ciara no llega en el tiempo acordado. Entonces se tornará un desatre.

El fuego en su interior logra que actúe de una manera irrazonable, Alden contramino a Don sobre el auto, con su pierna abre las piernas del consternado alfa.

Opresado a si su presa, frota su cuerpo contra el de Don. Por fin reaccionó para luchar y no dejar que Alden haga lo que se le plazca, forcejeando, forcejeando, sus labios terminaron tocándose.

El color azúl de esos zafiros, gritan asombro. No sabía que hacer en esta situación, empujarlo era la mejor opción pero tenía que Alden cayera y se lastime.

Ese olor incremento más, puedo oler con más claridad ese dulce aroma a wiki. ¿Por que hule bien? He olido las feromonas de otros alfas y no son agradables. Son nauseabundas.

Don dejo salir las suyas, pensaba que así, Alden se alejaría de el pero no fue así. Eso solo incremento el deseó del alfa en celo.

—Hueles bien—Sostiene el rostro de Don—El mejor que haya olido—Inhala, su mirada esta tan perdida que no logró diferenciar lo que tiene enfrete, vuelve a besar los rojos labios de Don.

—¡Soltarme!—Lo noquea.

Este maldito aprovechado, no debí ser yo quién lo trajera. ¡Perdí la castidad! Mis labios fueron ultrajado por un promiscuo. ¿Qué le diré a mi futura esposa?

Don mira a la persona en sus brazos, quería volver a despertarlo con un par de abofeteadas, pero se contuvo. Al notar que la guardespaldas de Alden, venía. Él se lo entregó con una cara de pocos amigos.

La mujer alta con una expresión neutral, agradeció por la ayuda, su ondulado cabello negro volaba por el aire como Pequeñas serpientes. El verde de sus ojos mira con frustración el cuerpo de su jefe.

Otra vez borracho y para variar con celo nunca lo había visto tan lamentable. Ese amor unilateral le pego bien feo.

—Esto es el karma, mi querido jefe—Lo deja en el asiento de atrás, lo cubre con una manta—El karma—Vuelve a repetir.

Ciara enciende el auto, dejado atrás de a poco ese lugar dudoso.








Nota🤍

Buenas noches, ¿espero que estén bien?🌌 Regreso con las actualizaciones después de disque descansar 🤧🤧 mi semana se arruinó con la visita de esos días no deseados😒😣

Este capítulo no iba a subirlo ahora, pero mientras revisaba la ortografía y que no me haya equivocado en algunas palabras, presioné publicar en vez de aguadar😅 ni porque usó lentes no veo bien 😅😅

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