Después de aquel incidente en la cima se la montaña, las cosas se pusieron un poco tensas, la pareja casada no salió por unos días del bungalow, luego como si el Tsuderismo de Karl, se hubiera esfumado, salieron a conocer diferentes lugares.

Justo como ahora, Mael ve a las personas que disfrutan del paracaidismo mientras piensa en algunas cosas.

Ya llevamos tres semanas en este lugar, hemos hecho la mayoría de cosas “En pareja” como bucear en una jaula para poder ver a los tiburones, surfear, ahí me di un buen taco de ojo, ver el cuerpo semidesnudo de Karl, valió la pena el quemarme con el sol. Hizo babear a muchas personas sin importar que estuvieran con sus respectivas parejas.

Cómo todo un profesional tuve que meterme en mi papel y aprovechar la oportunidad para manosearlo, pero siento que no soy el único que se aprovecha, eso no me agrada nada.

Así como nos hemos divertido tambien han incrementado las llamadas de Cade a Karl, bueno, solo yo me he divertido. Porque Karl no se veía muy feliz que digamos o tal vez detrás de esa cero expresión si se encuentra feliz "muy en el fondo."

En estos días me he sentido más libre que nunca, ignoro el hecho de que Karl me hace compañía, cuando estamos a solas es como si el no existirá, solo existe cuando quiero apreciar su cuerpo.

Justo como ahora que no se ha donde se fue a contestar esa llamada, me dejó solo pero no importa. Es te lugar es hermoso hay muchas personas lanzándose con paracaídas. Nosotros solo vinimos a tomarnos fotos. Si no envíamos nada, ellos se preocupan.

—¿Quiere saltar en para caídas?—Pregunta un hombre amablemente.

—No—Una cosa es observa de está distancia segura otra es corre hasta llegar al risco y luego saltar lo cual no lo haré.

Esa vez en la montaña ya sabía que no era tan alto por eso quería molestar a Karl.

No tengo miedo solo que esto no es lo mío, prefiero hacer otras cosas en vez de paracaidismo, aparte el cubito de hielo tampoco es de esas personas que disfrute algo como esto.

Hubo un tiempo donde hacia de todo para terminar con mi vida, y una de esas fue saltar desde un avión pero no abrí mi paracaídas. Cuando volví a reencarnar, le tenía mucho miedo a las alturas y a los aviones, solo fue por unos años ya qué logré vencer ese miedo. Ese miedo no era nada comparado con mis otras desgracias que me ocurrieron.

—¿No es de las personas que les gusta lo extremo?—Se acercó a Mael—Blady Gutierrez.

Es un hombre muy bien parecido, de cabello castaño, una mirada juguetona de color verde.

—Mael Quinn—Asiente con la cabeza, pero no saluda de manos—Y no es eso, solo me gusta observar.

Me gusta ver las sonrisas de estas personas felices disfrutando de su luna de miel, tristemente aquí unos años estarán divorciados. El amor nunca dura para siempre y si lo hace dichosas esas personas que tuvieron tal suerte.

—¿De vacaciones?.....

—¡Bebé, Ya hice la reservación!—Karl llega junto a Mael, lo sostiene de la cintura—¿El es?—Lo mira fijamente con una mirada más fría de lo normal.

Me descuido un momento y aparece otro hombre intentado hacer un movimiento con mi esposa, fui a contestar la llamada de Donovan, el me informó algo que tenía preparado para nosotros dos.

Dale con su maldito bebé, ¿cual reservación? No pudo inventar una mejor excusa para evitar el hecho que estabas hablando por teléfono. Ya qué está sostenido mi cintura yo también voy aprovechar, mi mano rodeó y abrazo la cintura de Karl.

—Blady Gutiérrez, una persona que vacaciona en este lugar, ¿Creo?—Apoya su cabeza en el hombro de Karl—Esta preguntado si iba hacer paracaidismo.

Blady se sorprendió mucho al ver el dedo anular de Mael, anteriormente no había podido verlo por eso se le acercó.

—Entiendo. Si nos disculpa, mi esposa y yo tenemos otras cosas que hacer—Lo atrajo más a el, dan medía vuelta hacia el lado izquierdo aun abrazándose de esa manera.

Marcello los cuida desde atrás, no usa el traje negro habitual. No, está vez usa ropa como la ocasión lo amerita.

—Ya puedes soltarme—Habla entre dientes—La próxima vez que me digas bebé no me importará golpear esa bonita cara tuya. "Mi lingote de oro"

El alfa puso más presión en el agarre, Mael había casi besado su oreja mientras le susurraba esas palabras, causando que karl, se estremeciera.

Tanto el lóbulo de su oreja como mandíbula y cuello son unas de las partes más sensibles del cuerpo de karl.

—Entonces no te alejes—Lo abraza con más descaro—Tenemos que actuar enfrente de las personas—Acaricia el rostro de Mael.

—Entiendo—Sonríe dulcemente causado desconfianza en karl—Esposo—Susurra de manera tierna.

Mal se acerca más al rostro de karl, tomado por sorpresa al alfa que no se esperaba ese movimiento. Sus miradas conectaron, el omega parpadea de forma seductora, mueven un poco más sus labios en busca de los el alfa, karl traga grueso. Su corazón se agita un poco. Ese par de labios jugosos rojos, están a dos centímetros de tocarse.

—Esa es solo tu culpa—Con su rozó los labios sedientos de Karl—Nadie te manda hablar por teléfono cuando se supone que estamos en luna miel.

Me alejé de él para retomar mi camino hacia nuestro Jeep, que nos llevará de vuelta al bungalow. Ahora que lo moleste ya me siento mejor aunque no obtuve la expresión que quería, siempre frío como el polo norte, nada divertido.

Más equivocado no podía estar Mael, si lo había hecho molestar y desear besar sus labios, por un momento deseo que esos dos centímetros se desvanecieran, cuando iba hacerlo Mael ya se había alejado sintiendo una gran perdida.

—No iremos al bungalow—Comenta Karl—Conduce al muelle.

—¿A dónde iremos?—¿Que está planeado?

—Con la persona que hablaba hace un momento, era Don. Expresó que nos tenía una sorpresa en el muelle.

—Tu amigo es muy misterioso...aah!!—El Jeep había golpeado una piedra, fue tan brusco que el cuerpo de Mael salto hacia Karl, sus labios hicieron contacto.

El color lila se abre como un capullo en plena floración, eso en verdad lo había tomando por sorpresa, Karl estaba igual o peor. Ambos solo se veían pero ninguno hacia algún movimiento. Tuvieron suerte que sus dientes no lastimara su blanda y sensible carne de esos finos labios.

La nuca de Mael volvió arde un poco pero no le dió importancia, estaba demasiado consternado con la situación actual, quería encontrar una manera de liberarse sin que fuera incómodo de lo que ya era.

El Omega iba alejarse pero Karl, puso su mano detrás de la cabeza de Mael, entre abrió sus labios. Los movió suavemente esperando que Mael también reaccione a ello.

¿Que demonios le sucede? No estamos enfrente de personas para actuar de manera cariñosa, Deberíamos sacarle provecho a esta situación, ¿Cuánto dinero podré ganar si me besa cuando el momento no lo amerita? Yo disfruto, el disfruta y ganó dinero, esto sería un ganar, ganar.

Mael cerró sus ojos, Karl los a via cerrado hace mucho tiempo. El Omega entre abre sus labios permitiendo el contacto más íntimo. Mael sin nigún pudor o timidez subió al regazo de Karl en pleno movimiento. Eso causó que de los labios del alfa, saliera inconcientemente un gemido.

Marcello está por volverse polvo, no esperaba ver qué su pequeño descuido ayudará a Mael, ha seducir a su maestro. Si, para él, Mael es quien tiene la culpa.

¿Maestro que hace? ¿Cómo puede dejar que ese Omega lo toque de esa manera? ¿Qué hay del joven maestro Cade? ¿Ya lo olvido? No me agrada este joven, no voy a permitir que seduzca a mi maestro con su cuerpo. Tengo que encontrar una manera para evitar que se acerque más de lo que ya lo hacen.

Cómo puedo Marcello envío un mensaje a Cade, diciendo que le llamé al maestro. No tardó ni dos minutos cuando el celular de Karl, sonó. El conocía muy bien el tono de llamada al igual que Mael.

El Omega quiso detener el beso, pero Karl lo opresa con sus fuertes brazos impidiendo que se baje de su regazo.

¿Siempre tuvo esa mirada? No, es la primera vez que la Veo. En ese color lila puedo ver una flor formada por la luz tenue del sol...Quiero seguir viendo esa mirad...

—Maestro, el joven maestro Cade esta llamado—Comento Marcello, dándole una mirada nada agradable a Mael.

Miren a este maldito punk, crees que puedes verme así solo porque tu Maestro tiene un cliché de amor de la infancia que se marchó y luego vuelve a recuperar lo que es suyo.

He dicho que si no se mente conmigo, yo no me meteré con nadie, y este lingote de oro no ha dicho nada sobre esta situación. Más bien el comenzó por lo que yo debo de terminarlo de la manera que me plazca.

Mael volvió a besar los labios de Karl, al mismo tiempo que impide que conteste el celular. Mira de reojo a Marcello con una sonrisa de; "Mira cuan importante es ese joven maestro Cade"

Soltó sus feromonas, estás si eran a toda potencia. Karl comenzó a emocionarse y ponerse territorial a la vez que suelta las de él, cubriendo cada rastro del cuerpo de Mael, con las suyas.

Lo siento maestro pero esto es solo por su bien, no puedo dejar que está persona manche su pureza, solo hay una persona que lo merece.

Marcello freno de golpe, fue tan brusco que si Karl no se aleja de los labios de Mael, y lo sostiene con protección en sus brazos, Mael saldría más que lastimado.

—¡¡Marcello!!—Grita furioso—¿Qué demonios te pasa?

—Me disculpó, maestro.

—Mael, ¿Estás bien?....

El Omega bajo del Jeep con una mirada asesina, es la primera vez que Karl lo veía de esa manera, todo Mael está rodeado por una aura sedienta de sangre, abre la puerta, saca a Marcello. Le puso un puñetazo que lo derribó al suelo.

Me puse enclulilla para dejarle ir otra golpe en ese mismo lugar, no estaba satisfecho por lo que le deje ir dos más. Quisiera destrozarle la cara pero me contuve, no porque me da lastima, no. Es porque alguien puede tomar fotografías, eso seria perjudicial.

Marcello escupió sangre, intento levántarse pero le fue imposible, si lo hacía sentía que escupira un pulmón por el dolor.

—Me he contendido todo lo que he podido—Habla con una voz calmada—Pero mi poca paciencia se esfumó, te guste o no, soy tu señor. Si no puedes con eso, entonces ve y sirvele a la persona que te agrade.

—Mael...

—Tú—Mira fríamente a su esposo, por instinto Karl, retrocedió un poco.—No digas nada o serás el próximo en besar el suelo. Deberías educar mejor a tu perro, antes que termines mordido por sus dientes y mueras por la ponzoña.

—Solo quería saber si estabas bien—Ignora al adolorido Marcello.

¿Por qué me comportó tan dócil con Mael? Si estoy más cerca de el, me voy a comportar de manera anormal. Pero hace todo me decía es peligroso, esa mirada hipnotizante te podía causar escalofríos. Yo, como alfa no debería sentirme Así. ¿Los Omegas sangre pura son seres misteriosos?

—Estoy bien—Suspire, Karl se está comportando medió raro, creí que se molestaría asta el punto de gritar, despues de todo golpeé a su gente—Levantarte, no quiero que las personas me acusen de maltrato animal.

—El yate al que subiremos es, el que dice. Belladona. Adelante, te alcanzamos un momento.

A Mael no le dijeron dos veces cuando ya estaba caminando por el muelle y subir al yate.

—Maestro...

—¡Silencio!—Ve con enojó a Marcello—¡Crees que no sé lo que estás haciendo!—La frialdad en ese color dorado, es más que evidente—No te había dicho nada solo porqué no habías cruzado la línea, pero está vez lo hicistes. Yo fui quién lo beso, lo qué haga o no haga no es algo donde de vas meterte.

—Pero...

—¡Pero nada!—Susurró—Mael no es tu enemigo, deberías de comprender que gracias a él, mi abuelo está feliz. Se que te agrada Cade, pero eso termino hace tiempo, el me abandono. Meterte eso en tu cabeza. Si esto sucede una próxima vez, ve preparándote para las consecuencias.

Karl dio la vuelta para ir en dirección al yate, Mael ya se había puesto cómodo en una silla Libanesa, que está en cubierta.

Nota🤍

Feliz navidad 🎆🎇🧨 que este día esté cargado de mucha felicidad, que rebocen de muy buena salud.🤍

Att: Yessi.A