capitulo 14

El sol, arena, mar, brisa, es tan gratificante. Que misterioso es el mundo, en nuestra ciudad estamos en invierno y aquí en está preciosa isla esta en pleno verano.

Después de tanto tiempo por fin podré disfrutar de la playa sin tener que preocuparme por nada, donde nos estamos quedando es tan lujoso y eso no es todo, estamos sobre el mar. Los arquitectos y los que tuvieron está idea de construir pequeños Bungalows, son hermosos.

Mael lleva puesta ropa cómoda que muestra parte sus fuertes piernas, una camisa de algodón de mangas cortas, los lentes de sol son sostenidos por su cabeza.

—¿Qué quieres hacer después?—Karl limpió su boca, había terminado de desayunar.

—¿Ahora nos vamos a tutear?—Le di un último sorbo a mi bebida de naranja—No es necesario que me acompañe, aquí no tenemos que actuar. Haré las cosas que quiera hacer por mí cuenta.

—Ya estamos casados puedes tutearme—Comento—Quisiera no salir de este lugar pero mi abuelo querrá ver fotos o vídeos de lo que haremos.

Primero dice que cuando estemos solos le hable con respeto pero ahora dice que puedo hablarle informal, ¿Es bipolar o sundere?

Mael, leé el folleto que le entregaron cuando recién llegaron a la isla. En el estan todos los lugares turísticos a los cuales puedes ir a divertirte.

—Entonces vamos a....—El celular de Karl, comenzó a sonar—Contesta podemos seguír la conversación después.

—Hola.

—Kal, ¿Llegaste con bien?

—¿Quién te dió mi número?—Su mirada esta en Mael pero este ni lo estaba viendo.

El Omega está más concentrado en ver el folleto que tiene en su mano, que prestarle atención a Karl. Le daba igual quién le estaba llamando a su esposo.

—El tío Sebastián me lo dio, ¿Estás molesto?

—¿Adónde vas?

—¿Eh? ¿Karl?

—No te hablo a ti.—Expreso Karl, Cade fruncio el ceño con molestia.

—Solo caminaré por allí, volveré cuando me entre hambre nuevamente. No te preocupes, habla con tu luz de luna—Sonrio con burla para luego irse.

—Que te acompañe Marcello.

—¡No, no quiero tener a ese chango detrás de mí! Puedo cuidarme yo solo.

Mael salió a fuera de su lujoso Bungalows, camino por esa estrecha pasarela que une a muchas otras.

—¿Kal?

—¿Si? Cade—¿Qué estoy haciendo? No debí contestar en primer lugar.

—Solo quería hablar contigo un poco, ¿Esta mal? Quiero disculparme por no verte hablado durante cinco años, pero tenía mis motivos, te los diré cuando vuelvas ¿si?

—Si eso es todo lo que tenías que decir, adiós—Corto la llamada.

¿Qué excusas pondrás? ¿Tengo que escucharlas? El sueño absurdo que tuve hace Cinco años se fue esfumando con el pasar de los días.

Mientras Karl esta sumergido en los recuerdos de su adolescencia, Mael camina sin rumbo por la orilla de la playa.

Este lugar es demasiado hermoso, el agua es de un color cristalina, puedo ver tan claramente esos peces y las bonitas piedras de colores.

¿Cuando fue el día que me sentí a si de relajado? Ya perdí la cuenta de cuantas veces estuve a borde de la locura, he vivido tanto que me cansé de la vida misma, mi menté seguía cuerda por la promesa y la venganza.

Mael llevó su mirada al azul cielo, los lentes de sol le permitían ver con claridad, suspiró profundamente, siguió caminado.

Karl me recuerda a mi yo de mi primera vida, alguien dispuesto hacer todo para ser feliz a la persona que más querías solo que a Karl su abuelo si lo ama y en cambió a mi, mi madre solo amaba su ambición por ser la madre del emperador.

En mi primera vida fuí un emperador, me tocó sentarme en el tronó muy joven, desde pequeño fui un cascarón vacío que fue entrenado para ser un digno Emperador, mi madre era una concubina que llevo su ambición al extremo.

Para ser feliz a mi madre tuve que matar a todo el que se atreviera a dañar el sueño de mi madre, cuando le gane a mis tres hermanos los ministros no les quedó de otra que aceptar que fuera el próximo emperador, y al saber cómo ganarme a mi pueblo fue fácil subir al trono.

Al cumplir 20 años mi imperio era el más fuerte y próspero entre todo los demás, en ese entonces los ministros comentaron que ya era hora de casarme, a mi me daba igual con quien me casara así que acepté.

Ahí fue donde todo comenzó, esa Psicópata fue la que me puso está maldición de vivir y sufrir una y otra vez, todo porque yo no...

—Este lugar es muy bonito, esposo—Comenta la pareja que pasó a la par de Mael.

Mael puso sus ojos en blanco al ver qué todo mundo anda de manera cariñosa con sus parejas, besándose sin importar qué los vean.

¿Esta muy temprano para tomar un vaso de Whisky? Creo que si, mejor iré a esa pequeña choza de bambú por una rica minuta.

—Buenos días, ¿Que desea?—Preguntó la señora de mediana edad.

—Una minuta de limón con chile, y una bolsa de papitas fritas.

—Mientras espera puede sentarse.

—Gracias—Mael se sentó.

El sol está fuerte lo bueno que me puse bloqueador solar antes de salir, si no llegaré re quemado cuando vuelva a la ciudad.

Tomaré una foto para enviarla a mi familia, no quiero hacer esa estupidez pero si no lo hago Claudio y Alin se pondrán inquietos y pueden sospechar que no soy su querido Mael.

Mael metió su mano en el bolsillo del shorts pero no encuentro celular solo encontró dinero.

Lo olvidé, ¿quedó en la cama? bueno otro día será, después de todo estaremos aquí por dos largo mese.

—¿De luna de miel?—Preguntó la señora.

—Si—Sonrio al ver su argolla de matrimonio.

Tengo que fingir que estoy emocionado por mi casamiento, estoy emocionado pero de tener estas presiosura en mi dedo.

—Todas esas parejas de ahí—Apunto al lado izquierdo de la playa—Tambien están de luna de miel—Puso el pedido de Mael en la mesa—Que lo disfruté.

—Gracias.

Esto es una delicia, le puso hasta mango, muy delicioso. ¿Debería de llevarme una más para comerla cuando esté en mi alojamiento?

—Puede hacerme otra para llevar, por favor.

—Si, enseguida.

El cabello de Mael es levantado por la brisa que las palmeras, olas, del mar causan. La mayoría de personas que están tomando sol, han comenzado a llevar su mirada en dirección a el.

Son personas solteras que solo están de vacaciones, ellos si podían darse un taquito de ojo y a preciar la belleza del hermoso Omega que no le importa lo que pase a su alrededor.

—Vamos háblale—Dos extranjeros susurran entré ellos.

—No, ¿porqué no lo haces tu?

—Sabes bien que soy un estúpido a la hora de hablar con una belleza.

—Esta bien, lo invitare a surfear—A grandes pasos camino hacia Mael.

Tks, puedo escucharlos idiotas, así estuviera solo no aceptaría la invitación de estos niñatos que parecen tener unos 24 años.

—Disculpe quería preguntarle si...

—¡bebé, con que aquí estabas. Dejaste tu celular en nuestra cama!—Le dio una mirada afilada al jove que es dos cabezas más bajo que el.

—¿Te hice preocupar? Lo siento—Puse mi celular en el bolsillo—No quise despertarte te veía demasiado cansado por el viaje.

¿Era necesario gritar que deje mi celular en mi cama? No conocemos a nadie aquí, ¿Para que fingir?

—¿Quería preguntarme algo?—Mael le sonrió al joven de cabellera color caoba.

—No, nada—Salio huyendo.

Es una lastima que ya se terminó mi rica minuta, es hora de volver a nuestro “Nidito de amor” Fui a apagar y tomar mi nueva minuta que me comeré como postres después del almuerzo.

—¿Nos vamos o te quedarás a disfrutar un rato?—Tu presencia en muy llamativa, las personas están casi babeando al ver a Karl.

—Volvamos, tenemos que hablarle al abuelo y a tú familia—Como todo un cabellero quería llevar el vaso de la limonada con bonita decoración.

—No es necesario, puedo solo—Presiento que se lo querrá comer.

Los dos caminan por la orilla de la playa, ninguno de los dos volvió a dirigirse una palabra, solo disfrutan de la vista en silencio.

—Estamos de regreso—Comento Karl.

—Bienvenido maestro, señor Quinn.

¿Señor Quinn, eh? Suena muy raro y me hace sentir demasiado anciano, lo soy pero mentalmente. Porque nunca he vivido más haya de los 30 años.

—Hablemos a la mansión Quinn antes de que me vaya a tomar una siesta—Para mañana tengo que estar al cien para hacer muchas cosas.

Karl encendió la laptop, iban hacer una videollamada para mostrarle cuan felices están. Antes de que la llamada conectará, Mael fue a dejar su minuta en refrigeradora que estás abastecida con muchas frutas y que otro aperitivos.

Mael tomo desprevenido a Karl, ya qué se sentó en el regazo del alfa. Lo peor que movía su trasero solo para molestarlo, estaba por despertar a la bestía entre las piernas del alfa.

Iba a empujarlo para que se baje de mi regazo, pero justo ese momento apareció el sonriente rostro de mi abuelo.

—Por lo que veo llegaron con bien.

—Si, lamentó no haberte llamado más luego pero llegamos en la madrugada...

—Lo que pasa es que a mi lingote de oro, y yo solo queríamos dormí en la cama por el...

—¡Oh, ya entendiendo!—Las mejillas del anciano se volvieron rojas—No se preocupen sigan disfrutando de su luna de miel no es necesario que vuelvan a llamar me basta con que envíen fotos.

¿Qué entiende? ¿Por qué se sonroja? ¿Piensa que dormimos juntos? Ja, si supiera que dormimos en camas individuales.

—¿Esta bien tu salud? ¿No te haz estado esforzando mucho en el trabajo?—Suena muy preocupado.

—Nada de eso, Francis está haciendo el trabajo pesado. Claudio y Alin se fueron hace un momento. Lástima que no lograste verlos, Mael.

—Les llamaré después de que terminemos está llamada...

—¡Kal!—Cade se sentó junto al anciano, al parecer están en la sala.

¿Aún no se ha ido? Su cara es demasiado gruesa, bueno se conocen con Karl desde hace mucho tiempo, y se nota que se gustan ¿Entonces porqué no se quedaron juntos?

Logre ver cómo frunce el entrecejo, está conteniendose para no mostrar su enojó, detrás de esa sonrisa se esconde una horrible expresión. Me gusta esa expresión, veamos cuánto aguanta en mantenerla.

—¿Vivirá en la mansión?

Apoya su cabeza en el hombro de Karl, con su mano hace círculos en el pecho del alfa, logrado que Karl sienta escalofríos pero no de manera desagradable.

—No quiero sonar celoso pero si llama a mi esposo de una manera cariñosa, ¿Cómo debería reaccionar?—Mira fijamente a Karl—¿Debo preocuparme?, Mi lingote de oro.

—No, no tienes porqué preocuparte—Besa los labios de Mael—Eres el único para mí—Sonrie.

Mael sintió un horrible escalofrío, entendió rapidamente que no era bueno jugar con este alfa que también se aprovecha de las oportunidades. Pero eso solo hacia que el Omega quisiera molestarlo más, llevarlo al límite.

—Que disfruten su luna de miel, hablaremos después_—Iker cortó la videollamada, no iba a permitir que Cade dijera algo más.

Mael se levantó rápido del regazo de su esposo, se fue directo a la cama, le envío un mensaje a su familia de que está bien que les hablara mañana.

—No me despiertes sin importar qué sea la hora del almuerzo, se los advierto de antemano para que no pierdan sus dientes.

Mael presionó el reproductor de música con un volumen bajo que solo el pudiera escuchar, cerró sus ojos, se quedó dormido al instante.

¿Me case con un cerdo? Desde que lo conocí solo lo evisto dormir, comer y dormir. ¿Cómo una persona se puede quedar dorma tan rápido?

Karl suspiró profundamente, cerro la laptop, se fue directo a la refrigeradora, tomo lo que Mael había comprado.

Será un castigo por verme hecho ir a buscarlo por todo el lugar.

Karl saboreó la minuta, sin tener en cuenta que tan molestó se podrán Mael, cuando la busque y no lo encontré.

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