capitulo 12
El tan día esperado por fin había llegado, todos en la mansión Quinn caminan de aquí para allá terminando con la decoración del el altar, mesas, sillas, de la boda.
"Pero había un pequeño problemita", el novio no estaba por nigún lado, Mael había salido de su casa desde muy temprano. Nadie sabe a donde fue, el no dijo nada.
—¿Dónde está Mael?—Preguntó Karl, Sebastián le está ayudando acomodar los accesorios que van en el traje negro azulado—Faltan dos horas para la ceremonia, los invitados no tardan en llegar.
¿Se arrepintió? Lo dudo, no confío al cien por ciento en el, pero estoy seguro que no renunciará al dinero. ¿Entonces dónde está?
—No te preocupes, iré por el—Donovan lleva un traje elegante de dos piezas color gris.
—¿Cómo sabes dónde esta?—Fruncio el ceño.
—No lo sé, pero quiero probar mi intuición. No te preocupes, lo atraere de vuelta—Se retiró.
__Sebastian, tráeme un botella de agua—Otra vez mi boca se siente amarga, ¿Por qué?
—Como ordene.
Donovan estaba en lo cierto, ahora mismo Mael está de pie frente al inmenso mar azúl. En sus manos sostenie un hermoso ramo de rosas blancas conjunto con gladiolos, su mirada color lila esta en las olas que son levantadas con fuerza por este frío clima.
—Hola mamá, papá, hermano....¿Están bien alli donde están?—Habla sin emoción alguna—Ayer cumplieron tantos años desde que partieron que ya perdí la cuenta, me vengue, lo hice, sobrivivi. ¿Esta bien que aún siga con vida?
Estamos en un mundo completamente diferente con respecto a los géneros ¿Me seguirán escuchado? No importa, quiero seguir hablando, el mar era nuestro lugar favorito. Mamá decía que le gustaba oler la brisa porque le transmitía tranquilidad.
—Saben...estoy por casarme—Tiro la primer rosa blanca—¿Estan de acuerdo?—Esta vez arrojó una gladiola.
—Me disculpó si no derramó una lágrima, si mi voz no tiene emoción, no es que no esté feliz de hablarles...solo que hace mucho tiempo olvide lo que significa la palabra sentir.
El viento se volvió más violentó, las olas se elevan a una altura formidable, al igual disminuyen gradualmente hasta que llegan a los pies de Mael, el sigue arrojado las flores, el mar las arrastras hacia dentro.
—En esta vida sere mas egoista, mi pecado es enorme lo sé. Pero ya no puedo seguir viviendo por ustedes. Perdón, viviré para mí y solo para mí.
Mael cerró sus ojos, arrojó las últimas Flores, el frío penetraba sus huesos, pero no le importaba, siguió de pie.
—Espero su bendición. Hermano mayor, creo que conocí a tu reencarnación—Aguardo silencio por un momento—No logre sentir felicidad ¿Esta mal? ¿Cómo podría sentir algo cuando solo tiene tu cara pero no el cariño con el que me veías?
El hermano que conozco me hubiera reconocido así fuera un gato, así de bien me conocía. Por eso está reencarnación no significa nada para mí.
—Vivire los años que dios quiera permitirme vivir, si muero luego, espero volver a verlos.
Mael abrió sus ojos, ese color lila era tan claro que podías ver el reflejo del cielo en ellos.
—Adios, mi amada familia.—Dio la medía vuelta, caminó hacia la orilla, anteriormente el agua le llegaba hasta las rodillas.
De seguro causé un lío en toda la mansión Quinn, que importa, tenía que venir a decirle a mi familia que su pequeño niño se casará.
Mael levantó sus zapatos, se dirige a la carretera. Esperando encontrar transporte que lo lleve a la mansión Quinn.
__¡¿Mael?! HgGrito Donovan.
—¡¿Hermano?!—Giro para ver al dueño de la voz solo para tener una gran decepción—Don ¿Que haces aquí?
Abriel, siempre sabía donde encontrarme, por lo que por un momento creí estar viendo su fantasma, pero eso no existe, ya qué en mi anterior vida nunca lo logré ver.
—Todos estan buscándote—Lo abrigo con una frazada—¿Era necesario venir a la playa?
—Si lo era. Además estaba por volver, aún falta hora y media—Subi al auto.
Donovan hizo lo mismo, condujo lo más rápido posible. Mael solo observa como el mar va quedando atrás.
—¿Como supiste dónde estaba?—Sujeté el vaso con chocolate que Donovan, le entregó.
—Todo se debe a mi intuición y una corazonada.
Mael apretó con fuerza el vaso que sostiene sus manos.—¿Tienes hermanos?—apoyo su cabeza en el asiento del auto.
—No, soy hijo único—Respondió un tanto confundido por la recién pregunta de Mael—¿Por qué?
—...La persona que se parecía a ti...tenía un hermano menor, uno muy revoltoso.
—¡Enserio! ¿Dónde está? Me gustaría conocerlo—Su voz se escuchó más emocionada.
—Muerto.
Responde a mis preguntas como si fueran cosas triviales, lo dice de una manera tan monótona. ¿No le duele? A mí sí me hace sentir un poco de tristeza.
—Lo lamento.
—No hay nada que lamentar, fue hace muchos años.
Los invitados ya estaban llegado, Donovan entró por la puerta trasera, no podía dejar que los invitados vieran a Mael.
Se estacionó en el lugar más lejano de lugar, ambos se dirigen a la habitación en la que Mael tendrá que arreglarse con la ayuda de Alin.
—Mael, ¿Dónde estabas?—Iker ya podía respirar aliviado.
—Lo siento, abuelo. Tenia que ir hacer algo por lo que no medi el tiempo, pero ya estoy aquí. Iré a prepararme.
—Si, si, ve.
Mael entró a la habitación, Alin lo vio con mucha preocupación el omega volvió a disculparse, comenzó a cambiarse. Claudio estaba charlando con Alden. Muchas personas se sorprendieron al verlo, después de todo también es un joven maestro, uno que solo pasa encerrado en el club nocturno apolo.
—¡Te vez hermoso!—Alin lo veía con una mirada húmeda—A tu padre le hubiese encantado entregarte en el altar.
—El estará junto a mi y tu también, mamá.
—Si, tienes razón—Alin se limpio las lágrimas, el lleva un traje neutro de dos piezas.
Las que arreglan el cabello y la cara de Mael, entraron por la puerta. Sus ojos se sorprende por ver tal belleza.
—No es necesario que hagan demasiado, que sea lo más natural posible.
—Como guste, señor Quinn.
Aún no se casa y ya lo están nombrando por el apellido de casado.
Estas dos señoritas son muy hábiles con las manos, puedo ver sus movimientos aún con mis ojos cerrados. Sus manos crean viento cada vez que las mueven, por eso estoy seguro que son buenas.
—¿Esta bien así?
Mael se vio en el espejo, ellas habían logrado resaltar más sus rasgos faciales de una manera elegante, nada exagerado. Ese lunar bajo su ojo se ve más hipnótico.
—Si, esta perfecto. Gracias.
—Muchas felicidades—Volvieron a poner todo en su respectivo lugar, salieron de la habitación.
—¿Listo?—Preguntó Alin.
—Si, estoy listo.—Ambos salieron de la habitación.
—El señor Quinn, te entregará.
—¡¿Qué? ¿Por qué?!
—No quiero que vayas empujando la sillas de ruedas, eso sería vergonzoso.
—No estoy avergonzado, estoy feliz de ser tu hijo—Es lo que sentía el anterior Mael—No voy empujar tu silla, será Claudio, yo solo tomaré tu mano.
—¿Eh?
—Tardaste, hermano mayor—Me posicione detrás de mamá.
Ahí estaba la persona que será mi esposo durante un corto año, su cabello negro es iluminado por la poca luz solar que llegaba a lugar, nadie se casa en invierno pero este día parecía verano. No había señal de querer llover.
Jamás imaginé que me casaría de esta manera, cuando era un niño ingenuo, si pensaba como sería. Fue un sueño que destrozaron mucho antes de poder ponerlo en marcha,
Las personas abrían sus ojos de una manera anormal, estan viendo el rotro que tanto querían conocer, para los que decían que era feo, fueron callados al instante.
Alden está idiotizado viendo a Mael, con el revés del ojo karl estaba viendo perfectamente ese comportamiento que para el era vulgar e irrespetuoso hacia su futuro esposo.
—Karl Quinn, le entregamos a nuestro amado Mael, cuidarlo de la manera más preciosa posible—Alin colocó la mano de su hijo encima de la de karl.
—Lo cuidaré como mi más preciado tesoro.
Este lingote de oro no puede poner una expresión más feliz, pero si su voz suena un poco más dulce. Esta mejorando en su actuación.
El lazo fue colocado, todo el lugar esta decorado con tulipanes y rosas blancas era como estar en el jardín real de los antigüos reinos.
El juez comenzó a cantar las palabras que conlleva la palabra matrimonio, Mael tenía la mirada en ese anciano que para el hablaba muy despacio.
Los invitados tampoco estaban poniendo atención a las palabras del juez, ellos están concentrados en la pareja frente a ellos, la mirada dorada del alfa está en el rostro de Mael, es una mirada tierna, algo que sorprendió a los invitados.
¿Estará finjiendo? No podríamos saberlo pero de que lo mira de una manera dulce, era muy cierto.
Me sorprendió un poco cuando lo ví caminar hacia a mí, se veía completamente diferente a lo habitual, admito que su belleza está más allá de la compresión humana, es como ver a un hada de radiante hermosura de las historias que solía contarme Cade....Cade.
No es momento para poner una expresión de melancolía, mi abuelo sospecharía.
Karl llevo su vista al frente, el juez ya estaba llegado a la parte importante, ellos se pusieron de pie, comenzaron a decirse los votos, votos que habían ensayando desde el momento en que decidieron casarse, una vil mentira pero todos se tragaron esa deliciosa comida para perros. Le habían creído a la perfección.
Los padrinos entregaron los anillos, Mael sonrió, sonrió porque tendría otra argolla preciosa en su dedo, está planeado quedarselas después de que se divorcié.
—Yo Mael Alaya, te recibo a ti Karl Quinn para ser mi esposo, para tenerte y protegerte hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuídate hasta que la muerte nos separe—La argolla de matrimonio fue puesta en el dedo anular del alfa.
El juez volvió a recitar el discurso de como tenía que hacerlo acontinuación, Karl.
—Yo Karl Quinn, te recibo a ti Mael Alaya para ser mi esposo, para tenerte y protegerte hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuídate hasta que la muerte nos separe—con suavidad deslizó la argolla en el dedo anular de Mael.
—Yo los declaro esposos, pueden besarse.
¿Tenemos que besarnos? Este sería el primer beso de este cuerpo, que más da. Esta bien dárselo a esta belleza.
No estará pensando besarme ¿Verdad? Lo podemos fingir como lo hicimos frente al abuelo.
Mael no iba a fingir esta vez, rodeó con su manos el cuello del alfa, logrando que Karl se estremezca. A los segundos los labios del hermoso Omega estaban tocado los de el.
Los aplausos comenzaron a resonar por todo ese espacioso lugar, y como si estuvieran siendo bendiciones los copos de nieve comenzaron a caer en sus caballos.
Alin y Claudio tenían los ojos llorosos, ver a su querido hermano, hijo, casándose sin importar qué sea una farsa cuando se trata de amor, pero igual era muy emotivo y estan Feliz por el.
Al principio el beso fue un poco torpe, Mael había planeado solo darle un piquito y se pararse no esperaba que Karl lo sujetará de la cintura y profundizara el beso.
¿Nieve? Podía sentir los copos caer encima de mi cabello, el como se derriten al tocar mi ropa, pero lo más raro es que no eran fríos al contrario, era un tanto cálido...¡¿Cálido?! Mi cuerpo es el que se está calentando por este beso.
Mael se alejó de Karl, sonrió avergonzado, los invitados solo gritaban grandes deseos para la recién pareja.
—Tiraré el ramo, ¿Alguien quiere tomarlo?
—¡Nosotras!—Las que parecían ser las hijas de los socios del grupo Quinn, caminaron hacia Mael, atentas a qué lo tiré.
—Yo también quiero unirme—Ese fue Donovan.
—En ese caso yo también—Esta vez hablo Alden.
Las Jóvenes señoritas se sonrojan al tener tan cerca a guapos prospectos. Mael rodó sus ojos al ver a Alden, dudaba que esté se fuera a casar algún día, así como es de promiscuo.
—Entonces a la una, a las dos y a las tres—Mael tiró el ramo de tulipanes blancos.
Saltaron al mismo tiempo pero los que agarraron el ramo fueron los dos alfas, los cuales se veían con molestía.
—Soltarlo.
—Soltarlo tú, yo lo tome primero—Bufo Alden.
Los invitados se comenzaron a reír, era muy cómica la escena, dos alfas con una altura de 1.89 metros de alto, discutiendo por un ramo de tulipanes.
—Yo lo solicitaré—Mael volvió a tomar el ramo—Les daré seis a cada uno y todos ganamos—Sonrio de una manera adorable, los invitados tragaron grueso, se sentían purificados.
Ellos desdé el momento en que lo vieron caminar por el altar se dieron cuenta que es Omega, el aspecto no podia see juzgado a la ligera y el anciano Iker también alardeo con los demás ancianos que iba a tener una nuera Omega.
—Eres tan amable—Alden iba a tocar el cabello de Mael, acto que fue detenido por Karl.
—Absténgase de tratarlo de una manera casual—Susurró.
—Señor Mael Quinn, muchas felicidades por tu boda—Lo abrazó delante de Karl—Que seas muy feliz—Susurró antes de alejarse de el.
—Gracias Alden—Puso su mano en el hombro del alfa—Tambien deberías sentar cabeza.
En la frente de Karl se puede ver una vena azul por la molestia que está sintiendo ahora mismo.
—Queridos invitados, entremos. La fiesta terminara dentro de la mansión—Iker les indicó que entren.
Todos obedecieron, los últimos en entrar fue los recién casados, cuando ya estuvieron sentados en sus respectivos lugares.
Los recién casados brindaron, luego cortaron el pastel de de seis pisos, las rosas a un lado se veían tan reales. Era sorprendente.
El anciano Iker comenzó a dar un pequeño discurso de tres segundos.
Los aplausos volvieron a resonar, la recién pareja solo agradecían a sus buenos deseos. Nadie había murmurando nada indebido sobre el origen de Mael, si lo hacían, Iker Quinn los sacaría a patadas.
—¿Sabes bailar?—Susurró Karl a la vez que caminan a la pista.
—Si, no te preocupes no voy a pisar tus pies.
Los reflectores fueron directo hacia ellos, iluminado sus magníficas siluetas, el par de cuerpos se rozan entre si.
La música comenzó a sonar, la pieza se llama; Make it to me {De Sam Smith, amo su música} es una melodía hermosa al igual que sus bellas líneas, era una lastima que nada de lo que transmitía era lo que sentían los recién casados.
Mael veía a Karl, sus movimientos era sincronizado, como si lo practicaron muchas veces, se movían de una manera hipnotizante, los invitados no podía quitarles los ojos de encima, los encargados de tomar fotos y vídeos están más qué encantados captado su belleza en cada una de ellas.
—Anciano Quinn, ellos se ven tan bien, no hay nadie que sea más digno que el señor Mael Quinn, solo mira como lo ve con esa mirada de enamoramiento—Comeneto un anciano de unos 80 años, amigo de Iker.
—Tienes toda la razón anciano Romero, mi nieto tiene mucha suerte.
Muchas personas también se acercan a Alin para darle felicitaciones por tener un grandioso hijo, la música fue caminada, los invitados comenzaron a unirse a ellos dos, los novios también bailan con su familia.
—¿Me permite?—Claudio fue por su hermano, el y Alin iban a bailar con Mael.
—Por supuesto.
Así sucesivamente fue bailado con su familia, anciano Iker, Karl hacia lo mismo.
¿Cuando comeremos? Tengo hambres, ya me cansé de bailar, solo quiero sentarme.
—Mael—Ambos alfas hablaron a la vez.
—Alden, Don, ¿No están rendidos de bailar?
—No—Respondieron con sus manos aún extendidas.
—Entiendo, entonces.
Alden sonrió cuando vio que Mael tomaba su mano, la sonrisa fue borrada inmediatamente al ver qué lo hizo para ponerla sobre la de Donovan.
—Bailen los dos, yo si estoy cansado. !Cielo!—Enredo su brazo en el de Karl—¿Podemos sentarnos?
—Si, vamos—Karl les dio una mirada de superioridad, sus labios tenían una pequeña sonrisa.
Los dos alfas se soltaron de las manos, las cuales se limpiaron en la camisa, se dieron una mirada con asco a la vez que se iban a su respectivo lugar.
Los empleados entraron con la comida, sirvieron mesa por mesa hasta que sirvieron la última, después de dar otro pequeño discurso de dos segundos, empezaron a comer.
Solo así Mael volvió a poner una expresión de jubiló, había estado esperando desde hace ratos. Saboreó la comida con elegancia, los invitados no empezaban solo para poder ver si Mael o su familia se equivocan pero para su desgracia no fue asi.
Ellos si tenían clase como cualquier persona sentada en la mesa, después de cenar, los invitados se acerca a la feliz pareja.
Si, si, tiene razón, ya dejé de hablar. Estás personas no se cansan, si van a decir mentiras de los dientes para a fuera que lo hagan rápido, quiero bañarme para después dormir.
Con el pasar de las horas los invitados se fueron despidiendo, Mael sonría con más felicidad al darles las buenas noches y agradecer por ver asistido.
—¿Cansado?
—Si mucho, nunca volveré a casarme y si lo hago solo iré al registro civil.
Karl, se sintió molesto por ese comentario de Mael, ni se había divorciado y ya estaba pensando en casarse de nuevo.
—Mael, que descanses—Comento Alden.
—Gracias por ser mi padrino—Sonrio—Aparte ser mi ex jefe eres mi amigo, uno bien promis....
—si, si, ya entendí—Evito que hablara de más—Esto es para ti—Le entregó una cajita cuadra.
—Gracias—La metió en su bolsillo del pantalón—Maneja con cuidado.
—Me alegró que aún te preocupes por mí seguridad—Vio a Karl, este fruncía su entrecejo. Para nada le gustaba el alfa llamado Alden.
—Yo también ya me marchó, tienen que tomar un Jet privado para ir de Luna de miel a una Bira, Bira—Sonrio—Ya prepare todo, el Jet los esta esperando en el aeropuerto, ese es mi regalo de bodas, tienen un mes completo para disfrutar.
—Cancelarlo, mi abuelo no puede quedarse solo.
—Eso no sera un inconveniente para posponer su luna de miel, Claudio y Alin se quedarán a cuidarme ¿Verdad?
—Si, lo planeamos desde hace unos días.
—Pero el grupo Quinn.
—Kal, estoy fuerte aún. Puedo manejarlo y si necesitó ayuda hablaré con Francis y Don.
—Yo estaré encantado, entonces nos vemos—Se marchó.
—Yo también estaré encantado, señor Quinn__Francis se había mantenido alejado de ellos en toda la fiesta ya qué estaba supervisando que todo terminara bien.
Este tipo se salió con la suya, tenía planeado ir de luna de miel alguna playa exótica de este país.
—Sus maletas están listas—Sebastian las venía empujándo.
—Si qué se mueven rápido—Comento Mael—Entonces solo nos iremos a cambiar por algo más cómodo.
—Esta bien, Alin, Claudio, vamos por un poco de postre—Ellos dos los siguieron, esperan que bajen para despedirse de ellos.
—¡Kal!—Se lanzó sobre el alfa pero este no reacciono porque esta petrificado.
Mael que estaba por subir a las escaleras solo los observo por un momento, pero su naríz se frunció al instante. Podía oler un olor nada natural proviniendo de él.
—Joven Cade, el maestro ya es un hombre casado no debería hacer tal cosa—Comento con desdé, Marisol.
Solo así Karl reaccionó, alejándose un metro de el. Lo mira con incredulidad, sus manos se convirtieron en un puño.
—¿Qué haces aquí? Cade—Hablo con frialdad—¿Quién te dejo entrar?
¡Vaya con que esté ese el aclamado Cade! No es feo ni guapo, comparado con las personas que evisto, el solo es una persona común, al parecer es beta..no, el huele diferente.
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