+18 capitulo 47

Quisiera que todos los días fueran así de pacíficos, despertar sobre el pecho de mi esposo, verlo dormir mientras se aferra de mi cintura.

Sentir ese sentimiento un poco posesivo porque en este momento eso me está de mostrado porque a se unos segundos quería levantarme y él solo se pega más fuerte a mí.

Pero siento que este momento pacifico está por arruinarse, presiento que una gran tormenta estaba por desatarse. Pero no importa, sea lo que sea que este por venir no pienso alejarme de este hombre.

Lo amo tanto, aveces uno planea algo y al final sale algo completamente diferente, pero está bien. El resultado me sigue encantado.

—Eres tan malditamente seductor—Toca la punta de la nariz de Karl—Aún durmiendo y con esas greñas despeinadas sigues emanado sensualidad, es tan injusto—Deja un casto beso en esos labios que están aguantado el no reírse como un tonto. 

Mael besa todo el rostro de Karl, sabía que su esposo estaba más que solo despierto y es por eso que planea jugarle una broma un tanto placentera. Ver hasta cuanto puede resistir el fingir estár durmiendo.

Mael se metió bajo las sábanas, deslizándose por el cuerpo de Karl. Al llegar a su destino, el desató la bata y en es ese preciso momento algo grade y caliente golpeó su cara. Esa cosa era una la bara de carne que estaba más que solo despierta, se encuentra deseosa por saber que hará Mael, con el.

—¡¿Está cosa acaba de golpearme?!—Lo ve fijamente—Como te atreves hacerme eso.

—¡Aaghm~!

Karl no logró mantenerse racional, su miembro había sido mordió pero más allá de sentir dolor le gusto esa nueva sensación.

Los dos se encuentra en esa posición tan famosa del sesenta y nueve. Las redondas y bonitas caderas de Mael, se encuentra enfrente de la lujuriosa mirada de Karl. Él jadeo luego saboreó sus labios de una manera extremadamente caliente y muy pero muy lascivo.

Su respiración se volvió pesada en cuestión de segundos, no estaba en su rut pero sus expresiones decían lo contrario. Una idea apareció en su mente y sus ojos dorados se vuelven muy brillantes.

—Te atreves a morderme—Expreso en un tono supuestamente molestó, pero su rostro mostraba una sonrisa pícara—Tengo que castigarte mi amor.

—¡¿Mmng?!

Mael se estremeció al sentir como la palma de Karl, hizo fricción con sus caderas, ardo y caliente que había ocasionado ess abofeteada en su trasero, hizo que pequeño lugar empezara a dejar salir fluidos.

El alfa se volvió más grande ahí abajo al admirar la manera en que ese lugar se contraía y se ponía ansioso por ser tocado.

—Me vuelves a pegar y te dejó sin está cosa—Advierte al mismo tiempo apreta con fuerza ese duro miembro.

—Bien, bien—Levanto sus manos en sinónimo de rendición.—Me disculpó, fui muy impulsivo mi Omega—En su rostro deja ver una mirada juguetona, no estaba arrepentido de ver hecho tal cosa.

Su piel se tiñó de rojo sin notarlo se había puesto tímido, se ven tan hermoso. Quiero seguir molestándole, que me deje seguir viendo esas expresiones, admirar su deslumbrante belleza. Quiero morder estos bonitos glúteos, dejar la marca de mis dientes en ellos.

Espero hacer bien lo que estoy por hacer a continuación, me muero de deseos al sentir y ver en la manera que su cuerpo se vuelve un completo desastre por mis caricias.

—¡Aaah!

Mael deja caer su pecho sobre el abdomen de Karl. No logró mantenerse firme, sus manos y piernas se debilitaron al momento de sentir algo invadiendo su interior.

—K-Karl...saca tu..¡Aaahhg!

Los dedos de mis pies se encorvan al igual que mis manos se aferran fuertemente de las sábanas, mi mente se iba pérdido poco a poco en el placer al momento en que su lengua lame descaradamente las paredes de mi interior. ¡¿Cómo se atreve hacer algo así?! Ese lugar está...

—¡Mngh~!

Karl lo hizo gemir sin darle la oportunidad de terminar lo que estaba pensando, en ese color lila solo puedes ver una profunda euforia. No puede mantener su boca cerrada, los gemidos salen una y otra vez. La saliva se escapa por las esquinas de sus ruidosos labios.

De igual manera que ese fragante olor Azhar marca territorialmente toda esa habitación y principalmente el cuerpo del alfa.

Mi cuerpo se emociono a respirar ese olor que tanto me encanta, la manera en la que sus feromonas marcan cada parte de mí, es electrizante.

No podía parar de mover mi lengua, su interior está demasiado caliente y la manera en que apreta están malditamente caliente que desearía poder llegar más profundo, quiero hacerle venir solamente con mi lengua.

Me encanta sentir en la manera que su cuerpo se retuerce de alegria cada vez que empujó más al fondo, mi omega empieza a mover sus caderas por si solas en busca de más. Pero lo que más me emociona son sus ruidosos gemidos que intenta contener pero no lo logra.

—Mmm~

Karl gimió un poco al sentir la cavidad caliente en la que estaba entrado su miembro, la forma en la que es tragado y lamido al mismo tiempo no podría resistir el venirse aunque él no lo quisiera todavía. La succión completa de su excitado miembro era demasiado como para contenerse.

El alfa llevo una de sus manos al desesperado miembro de Mael, lo flotó al mismo tiempo que con sus caderas embisto la garganta del Omega.

—¡Ahg~!—Tan profundo y caliente, el muy bastardo está soltado todo en mi garganta. Tendría que retirar mi boca pero ni siquiera tengo la fuerza para eso.

El cuerpo de Mael empezando a temblar, su rodillas no pudieron sostenerse más y solo calleron al igual que su grades caderas sobre la cara de Karl.

—¡Uhm~!—El interior de Mael estaba teniendo una convulsión de placer.

—¿¡Mi omega!?—M-Mi esposa está...

Karl se sorprendió mucho al ver lo que para él era una maravillosa vista, su miembro se había vuelto a emocionar. Palpitaba ansioso por deslizarse por esa cereza que se contrae una y otra vez.

—¡No me mires!—Mael cubre sus rostro e intenta cerrar sus piernas, no quería que su esposo lo viera de esa manera. Pero el alfa no lo permitió, él se arrodilla enmedio de ellas.

Está muy avergonzado al ver en el desastre que se encuentra su cuerpo. Él se había venido por sus dos lugares al mismo tiempo, parecía una fuente tanto por delante y por detrás.

—Vamos mírame—Quita las manos del rostro de Mael—Quiero entrar—Su voz y mirada eran calientes.

Su mirada provoca que ese lugar pique, era tan lujuriosa que quema y agrega mucho más deseó en mi cuerpo. Es como si quisiera llenarme por completo con su esencia.

—Adelan...¡Aaahg!

Ni siquiera lo dejo terminar hablar cuando lo había dejado sin aire, esa estocada había tocado hasta lo que no podía ser tocado. Un pequeño bulto se veía muy claramente arriba del estómago de Mael. Esa cosa por poco y perfora hasta sus entrañas.

Caliente, todo se siente demasiado caliente. Puedo sentir como se frota con cada parte de mi interior el cual se encuentra sensible si sigue así no tardaré en volver a correrme.

—Karl....Karl detente un segundo, se está volviendo a sentir raro...UHG—Tan profundo.

Sus embestias son cada vez más fuerte al igual que sus dientes mordiendo mis pezones y su mano frotado de arriba a bajo mi miembro el cual está dejado salir algo viscoso.

—Mi Omega—Maldición que bien se siente en la manera que su interior me aprieta, es tán cálido que quiero estar así por siempre.—Te amo esposa...Nmh~—Me está succionando, nuestros fluidos se encuentra mezcladose entre sí.

—¡Esposo!—Se sobresalto—No me digas que...Aaahhg—Está creciendo, esa cosa sigue creciendo en mi interior.

—Esposa...yo lo siento—Kael iba a salir antes de que el nudo se completará, pero en eso Mael enredó sus piernas en la cintura de Karl.

—Está bien...¡Uhgh!—Sabia que sería doloroso para Karl, es por eso que prefiero ser anudado y también lo quería aunque dijera lo contrario.

—¿Mael?

Karl se asustó al ver las lágrimas desbordarse por las esquinas y mejillas de Mael, el cual tiene la respiración muy agitada por la presión que esa arma está ejerciendo en su interior.

—Duele y tu sigues creciendo más—Lo fulmina con la mirada—¡¿Hasta cuándo dejará de crecer?!...¡Ahgm~!—Algo caliente se está derramando—¡Karl tú...!—Sus labios fueron apresados por los labios de Karl.

Mael le hizo sentir el mismo dolor que está sintiendo a Karl. Las uñas del Omega arañan sin piedad la ancha espalda del alfa, este ni siquiera soltó un ruido de incomodidad, él solo seguí disfrutando de ese apasionado beso.

—Te amo—Besa la frente de Mael.—Está bien, en el cajón se encuentra las pastillas—Acaricia el rostro de Mael.

—¿No quieres impregnarme con tu hijo?—Frota su rostro en la palma de Karl.—Te amo—Expresa de forma dulce.—pero en estos momentos quiero darte un buen puñetazo en tu hermoso rostro. ¿Y te ríes?—Jala con fuerza las mejillas de Karl. Las dejo un poco rojas.

—Claro que quiero que lleves a nuestro bebé.—Besa el abdomen de su Omega.

Se acuesta junto a su esposa, dejado la esbelta pierna sobre su cuerpo. Estarán así de unidos hasta que el nudo pase.

—Pero, no voy abrumarte con eso. No quiero presionarte, lo tendremos cuando estes listo y sientas ese deseó de ser madre—Hunde sus dedos en el cabello húmedo azul negro—Aparte, no quiero compartirte con nadie—Posa sus labios sobre los de su Omega—Te quiero solo para mí.

—¿Y si nunca siento ese deseo?

—Está bien—Sonríe dulcemente y a la vez malvado—De esa manera podré hacerte el amor cada día sin interrupciones de algún llanto o un bebé querido quitarme la atención de mi omega. Ya tengo suficiente con la rivalidad que tenemos con esa bolas de pelos llamado Hades. No quiero otra.

Mael sonríe al escuchar las declaraciones de su esposo, su expresión era todo un poema el cual apreciar y aguarda como si fueran tesoros.

—¿Por qué no preguntas sobre lo que confesé? ¿Sobré mis vidas pasadas?

—Mi amor—Besa la mano de Mael—Te creó, siempre voy a creer en ti. Puedo imaginar por todo lo que pasaste y no quiero que mis preguntas vuelvan a llevarte a ese momento—Su mirada se tornar negra—Vamos a encontrar esa persona y la mataremos de la peor manera, le haremos hacer por lo mismos o algo mucho peor. Lo juro.

—Creo en ti—Esconde su rostro en el pecho desnudo de Karl—Confió en ti hasta con mis ojos cerrados. Y gracias, gracias por comprenderme como lo haces...eres el mejor mi alfa—Lame el pecho de Karl.

Me desagrada el hecho de que tuve que pasar por todas esas vidas para poder conocer a este hombre. Nuestro destino no debía de ser gran cruel.

No, el destino en si no es el cruel, la cruel fue esa malnacida. Ella debió de tener una habilidad que le permitirá leer el destino o ver pequeños pedazos del destino de otras personas. Cómo no logré darme cuenta de ello, eso quiere decir que desde un principio sabía que yo la aceptaría como emperatriz...

—Solo quiero preguntar algo, pero si es incómodo no respondas.

—¿Sí?—Se ven fijamente.

—¿Que fue Donovan para ti en alguna de esas vidas?

—Mi hermano mayor. Esos paso en mi tercera vida, la única vida donde tuve una familia que me amaba pero también la vida que más deseó olvidar—Baja su mirada—En esa vida yo...

Mi voz empezó temblaba de la nada, eso me desconcertó, sentía que si decía lo siguente terminaría llorando. ¿Por qué? Mi corazón se está descontrolado, lo mismo pasa con mi respiración, ¿Que pasa? ¡Estoy sudando mucho! Ahora que lo pienso, ¿cómo era esa persona que aseguraba amar? ¿Por qué no recuerdo su rostro? ¿Cómo era? ¿Quién era?

Karl se tesón al ver la expresión desesperada de Mael, la manera en que comenzó a hiperventilar. Estaba muy confundido.

—Estoy aquí—Con sus manos sostiene e rostro de Mael—Respira despacio, lentamente. No te esfuerces—Habla cariñosamente—Mirame, estoy aquí contigo.

—Sí.

Cierra sus ojos, al volver abrirlos tenía una mirada diferente, ese color lila era como si estuviera en transe. Karl se tensó después de todo ya había sucedido esto una vez.

Estás conmigo, sigues vivo, estás aquí—La parte Omega había salido, acaricia el rostro de Karl. El cuál tuvo un mal presentimiento—No estás cubierto de sangre...perdón. mi amor perdóname.—Sus ojos se cubren de lágrimas—Lo siento, lo lamento tanto.

—Te perdonó, así que ya no te culpes ¿Si?—Sus palabras están llenas de sinceridad.—No llores—Besa los ojos de Mael—No eres culpable de nada, nada.

Su parte Omega me está dando alguna pista que no terminó de comprender pero estoy seguro que no es la primera vez que Mael y yo nos conocemos. ¿Qué fue de nosotros en esas vidas? ¿Nos conocimos en todas? ¿Tuvimos un trágico final?

—¡Hu!—Mael se toca sus mejillas y las siento húmedas.—Esa perra salió sin mi permiso.—Fruncio el ceño.

"Sí soy perra, tu también lo eres. Después de todo soy tu" ¿Por salistes y no puedo saber lo que le dijistes? "No es que haya hecho algo, fuiste tu quien impidió escuchar porque muy en el fondo no querías saberlo."

—No lo sé, creo que también se puso hablar con mi parte alfa—No quiero que se fruste e intente recordar algo que al parecer quiere olvidar para siempre.—Ahora puedo entender del porque reaccionaste así, cuando conociste por primera vez a Donovan—Cambia de tema.

—Apuesto que pesantes que me sentí atraído por él—Le jala las orejas.

—No estás tan equivocado, aunque no comprendía del porque me molestaba que se vieran o se hablarán de esa manera.

—¿Será que ya te gustaba y tú ni cuenta te habías dado?

—¿Lo crees?—Se pone pensativo.

—Si, lo creó—Asienta con su cabeza.—Soy demasiado hermoso como para que no cayeras por mis encantos desde un principio. Apuesto que hasta deseabas besarme.

—Mi esposa es un poco narcisista—Embiste, el nudo ya había pasado.

—No es narcisismo si es la verdad...Umng~

—Dire que sí, que sí quería seguir besando tus labios luego de que los probé por primera vez.

Entre veces y caricias se siguieron entregado al placer que sus cuerpos deseaban apagar. Se veían uno al otro mientras se confesaban cuánto se amaban.

                                              {••••••••}

Cruzado de piernas se encuentra sentado sobre un sofá, un hombre de espléndida complexión atlética. De piel aterciopelada, con esa mirada imponente dorada al igual que sus deslumbrantes cabellos lacios que lleva peinados hacía un lado de su masculino rostro.

Una sonrisa codiciosa se formó en sus carnosos labios al ver esa fotografía que sus bonitas y delicadas manos sostenían. Con sus largos y gruesos dedos acaricia el rostro que se refleja en esa foto.

—Sigues teniendo los mismos maravillosos e hipnóticos ojos color lilar, ahora sí podrás hacerme caso. Soy un hombre, por fin pondremos estár juntos—Besa ese pedazo de papel —Es una lastima que haya recordado tarde, pero eso no me detendrá. Si tengo que volver a deshacerme de ese alfa de mierda, lo haré. Estoy seguro que él todavía no tiene tu corazón, ¿Cómo podrías amar a alguien luego de pasar por tantas tracciones?

Sus ojos dorados se tornaron oscuros, irritados con unas ganas inmensas de matar. Al parecer está persona se encuentra más que solo desquiciado, necesita ayuda psiquiátrica.

—Por fin nos volveremos a encontrar de está manera—Mira su reflejo en pequeño espejo—¿Cómo reaccionaras cuando veas la apariencia que tome?—Toca sus pómulos—Aunque es desagradable llevar este rostro—Baja el espejo.

Doblo suavemente la foto para poder ponerla en su billetera, quería tenerlo muy cerca aunque sea en fotografías.

—Vicepresidente House—Entra a al oficina.—El helicóptero ya está aterrizando en la terraza.

—Bien, solo termino este último trabajo y subiré allí.

—Entiendo.

—¿Compraste lo que te pedí?

—Si, su guardaespaldas lo esta llevado al helicóptero junto con las otras cosas.

—Si eso es todo, puedes retirarte.

—Si. Con permiso.

En esta vida tengo que obtener mi objetivo, ya no abra una nueva oportunidad para mí si llego a morir otra vez. En esta vida ya morí una vez sin saber todo mi pasado y de porque reencarnaba. Al parecer antes de morir use mi última porción de habilidades para llegar a este cuerpo.

Pero la mierda que cometí fue la peor, como puede hacer lo que hice. Fui tan estúpido. Basta de lamentos, todavía tengo la oportunidad de tenerlo sin importar que sea a la fuerza, ya sea su odió o amor de igual manera lo aceptaré.

En este lugar Mael ya no es el gran emperador, un emperador que estaba apunto de renunciar al tronó y largarse con ese maldito príncipe. ¿Cómo podía solo renunciar e irse y dejarme? Nadie lo ama como yo. Estuve ahí para él durante tanto tiempo, me deshice de la perra de su madre que solo solía estar molestándole.

—Ya muero de emoción por ver su reacción cuando me vea—Sonríe locamente—No me voy acerca a él de una manera rara porque no quiero que....

—¡Vicepresidente!—Respira con dificulta, había corrido mucho.

—¿Qué te sucede?

—Perdón—Endereza su espalda—El joven maestro Ratt, me envío un mensaje dónde decía que su padre, el señor Ratt. Está yendo a ver a su nieto Mael Quinn...—Sudo frío al ver la expresión negra de su jefe.

—¡Que sea la última vez que lo llamas "Quinn"!

—Si, me disculpó.

Que demonios está planeado hacer ese viejo de mierda, ni piense que va arruinar mis planes. El trato ya está hecho y si lo rompe se desatará una gran guerra entre ambas familias. Y sabe quién será la victoriosa.

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