+18 capitulo 22

—¿Estás seguro?—Pregunta por tercera vez, su poco autocontrol le obliga a preguntarle eso. Quiere estar más que seguro.

En esa mirada podías observar cuan ansiosos y emocionados están por ver el cuerpo desnudó del Omega.

—Ya dije que sí—Aquel aliento caliente con sabor a Azahar, es inhalado por el alfa, cambiado así, ese color de ojos por uno más claros.—Darte prisa—Le quita la camisa, intenta quitarle el pantalón a Karl, pero este lo detiene.

¿Esta bien hacer esto? Yo lo quiero, quiero poseer esa bella piel terciopelada, pero no hay amor entre nosotros, tener una primera vez sin sentir nada, sería una experiencia nada grata.

—Estoy excitado hasta el punto de querer destrozarte, pero por más irracional que me pueda poner, no quiero que sientas dolor—Besa la frente de Mael—Intentare ser educado, ¿Si?

—No importa si duele—Ese color lila es transparente pero un poco melancólico—El dolor es una parte de mí, estoy acostumbrado a ello. Así qué....solo por está vez está bien...

Karl posó sus dedos en los labios de Mael, escucharlo hablar de esa manera es un tanto doloroso, su corazón duele al igual que el alfa en él, está aullando de tristeza.

—No volverás a sentir dolor—Acaricia con delicadeza la piel expuesta del Omega—No mientras yo lo impida—Besa los labios de Mael.

¿Qué le pasa a este hombre? Su voz es muy dulce, no se está comportando como es él, ¿Dónde está "mi lingote de oro"? Esta es una persona diferente, una que me mira de una manera diferente pero, que no me desagrada.

El color dorado de sus ojos, ¿siempre fueron asi de brillantes? Me mira con una expresión que se puede considerar adorable, ¿Esta personalidad se debe a mis feromonas? ¿Quizás el olor lo vuelve de está manera? Muy dócil.

No le daré importación al motivo que lo causa, ahora mismo solo voy a disfrutar de este momento. Quiero que apagué estas llamas ardiente que quema mi piel. Otro día meditare o me disculpare sobre está situación.

Mael se sorprendió al ver ese misil, el preservativo que Karl se estaba poniendo, aún le quedaba corto. Inconcientemente tragó grueso, la saliva no quería fluir por su garganta.

Al ver el rostro del alfa puedes ver cuan difícil es estar de pie intentando buscar las cosas para poder prepararlo, porque lastimarlo es lo menos que quiere. El Omega siente un poco de calidez, después de todo, Karl está haciendo lo posible por protegerse y no causar un accidente no deseado, O lastimarlo.

Sus mejillas se volvieron más rojas, el color lila está un poco lloroso, muerde sus labios por la incomodidad que siente. Quiere que ese lugar sea llenado, que el alfa lo toqué.

—Ya voy—Responde a los quejidos de Mael.

Karl sube a la cama, se arrodilla enmedio de las separadas piernas de Mael, lamió sus labios al ver cuan mojado estaba su esposo. Por un momento deseó meterlo sin preparación. Pero en ese mismo momento se abofeteó para que su cerebro reaccioné y no piense en dañar al Omega.

Mael se sobresalto por el repentino movimiento de Karl, al instante comprendió porque lo había hecho. Aún con los delirios que él estaba teniendo, entendió que lo hizo por el, para no dañarlo.

Por más que lo intente evitar, no lo logro, su corazón se había agitado un poco, y no, no era causado por el celo. Fue causado por ese alfa que está temblando por el nerviosismo de tocarlo y por temor de hacer algo que lo haga sentir incómodo.

¿Esta bien que haga esto? Él no está en condiciones de tomar una importante desición como esta. Siempre he pensado que hacer el acto sexual, es cuando ambas personas se quieren.

Karl iba a bajarse de la cama, tenía que salir de la habitación antes de comerte una locura que pueda arruinar la buena convivencia que tenían los dos. Pero fue detenido.

—No pienses en nada más—Mael rodea con sus brazos el cuello de Karl, se sostiene de él con mucha fuerza—Solo concéntrarte en mí, para sentirse bien, no siempre debe de estar implicada la palabra amor. Si ambos lo queremos, está bien. ¿Lo quieres?

—Si—Respondio con una voz más grave de lo normal—Si quiero.

—Entonces está bien—Mira fijamente a Karl—Apaga las llamas que queman mi Ser.

—Las apagare—Besa los labios de Mael.

Voy a pagarlas para encender unas nuevas, unas que me deseen como yo estoy empezado a desearte. Creo que ya crucé esa línea que no debió ser cruzada. Ahora solo debo hacer que tú también la cruces, Mael. Se que me llevara un largo tiempo, pero lo lograre o dejo de llamarme Karl Quinn, lo juro.

Lleva su mano a ese lugar que desea ser llenado, con la otra frota los pezones del Omega. Los gemidos por parte de Mael, son devorados por los labios del alfa.

—¡Mmm!~—Mael se estremeció al sentir como la mano de Karl, cubierta de lubricantes empezó acariciar su entrada.

El primer dedo fue ingresado con algo de facilidad, Mael está tan mojado que su interior se encuentra resbaladizo. La sangre del alfa hirvió al tocar las paredes blandas del Omega.

El dolor y la brusquedad que creí que llegaría, no llegó. Karl en verdad está conteniendose lo más que pueda, yo estoy por perder mi poco razonamiento, más con este aroma proveniente de el alfa que me sostiene como un tesoro. Olivo y menta que manera más exquisita de combinar.

—¡Aah!~—Un segundo dedo había sido introducido.

Mael tiró su cabeza hacia atrás, dejado su pálido cuello a la vista del alfa. La mirada de Karl se volvió codiciosa, quería encajar sus colmillos en las glándulas, pero no lo hizo, prefiero encajar sus colmillos en la clavícula.

—Ahgm~—Esta controlado sus instintos, puedo sentir sus colmillos rompiendo mi piel.

Puedo sentir como sus dedos largos y gruesos se mueven dentro de mí, buscan algo en mi interior. Pero no estoy conforme, quiero algo más grueso y largo. Justo como la tercera pierna de Karl.

—Ponerlo—Demanda—Te quiero dentro~.—Retira la mano de Karl, con sus manos sostiene el miembro del alfa para llevarlo a ese dilatado lugar.

—¿Seguro?—Pregunto una vez más.

¿Esta bien sin me pongo de espalda? ¿No recordaré esos desagradables momentos? Quizás sean borrados por las caricias de Karl.

Cómo respuesta a su pregunta, Mael se giró para ponerse en cuatro. El alfa no resistió más y empezó a moverse de a poco.

—¡Aah!—¡Muy graden! Puedo sentir como se va desgarrado de apoco, ese sentimiento indicaba que mis vírgenes paredes, dejarían de serlo después de hoy.

—¿Duele?—Pregunta cerca del oído de Mael—¿Me detengo?—Suena preocupado, gira un poco el rostro Mael, quería ver esos preciosos ojos de color lila, los cuales están llorosos.

—Duele un poco—Agarra con fuerzas esas blancas sábanas—Dijistes que no debería—Se queja—¿Cuánto falta?—Sabia que no había entrado por completo.

—Mas de la mitad—Cubre la mano de Mael, con la suya. De alguna manera ambas están entrelazadas—¿Paremos aquí?—Olfatea el cuello del Omega, su mirada dorada está fija en ese lugar donde están las glándulas, sus dientes picaban, quería morderlo, marcarlo con sus feromonas a más no poder.

—No—Ya decide que mi primera vez será con Karl, es de lo cual nunca me voy a repetir—Hazlo de una sola estocada.

—De acuerdo—Muerde los hombros de Mael, con un movimiento empujó por completo su miembro.

—¡¡Aaah!!...

Aunque el celo ayuda un poco a mantener tus sentidos de placer despiertos a un nivel abrumador, pero eso no ayuda mucho cuando se trata de dolor. ¡Joder, como duele! Mi estómago se siente tan lleno. Si se llega a mover me destrozara las entrañas.

—Karl...no te muevas—Jadea con dificulta.

Ser llamado por su nombre en estos momentos, eso solo encendió más al alfa. Un Interruptor invisible hizo "Clic" agregado nuevas emociones en Karl.

Para saciar sus deseos de morder el cuello de Mael, comenzó a pasar su lengua por toda la espalda del Omega, este se estremeció. Su cuerpo temblaba por lo frío y caliente a la vez, eso le hacía sentir bien.

Karl toca el tatuaje que ha querido tocar estás últimas semanas, sus dedos se mueven al rededor de la serpiente. Baja un poco su rostro, besa ese lugar para segundos después dejar un pequeño punto rojo.

Hermoso, su piel es tan hermosa, tocarlo de está manera es majestuoso. Debo de apreciar cada parte de él, porqué está puede ser la última vez que lo haga.

Los ojos dorados de Karl brillan de una manera anormal, algo estaba pensando, algo que podria significar codicia, o tal vez otra cosa pero que se relaciona con su esposo.

—No me gusta esta posición—Se queja—Quiero ver tu cara—Comenzo hablar con más seguridad—No te asusté—Salio de Mael, lo giró, volvió a entrar nuevamente. Todo paso en cuestión de segundos.

—¡¡AAAH!!—Eso me sorprendió y me emocionó al sentir la estocada por parte de "mi lingote de oro" fue sorpréndete.

¡Él también puede poner una expresión así de lujuriosa! Es raro ver a una persona fría con sus mejillas más que sonrojadas.

—¡Ugh!~

Karl empezó a moverse muy lentamente, al mismo tiempo que sus labios lamen y succiona los rosados pezones de Mael.

—No..No aprietes—Si sigue así, va a romper en dos mi miembro, pero lo más raro es que me gusta la sensación que causa, no es doloroso si no qué placentero.

El dolor se mezcla con el placer, así poco a poco la incomodidad se esfuma y solo deja mis ganas de seguír sintiendo el placer que Karl, me hace sentir con cada movimiento de sus afiladas caderas.

Mael levanta sus manos para sostenerse de los hombros del alfa, ya qué las estocadas provenientes por parte de Karl, lo mueve como un muñeco de trapo.

Ambos ya habían perdido su cordura, ahora mismo solo están siendo guiados por el alfa en él, y el lado Omega de Mael. Ellos habían salido a tomar el control, son sus instintos llamado; placer, deseó, lujuria, pasión, amor, cariño.

No hay momento en el que no se besen o que el alfa muerda la piel de Mael. Karl empieza besando, succionado la piel pálida de las esbeltas y largas piernas del Omega. Con ello el interior de Mael se contrae, volviéndose más estrecho.

Estoy llegando a mi límite—Toma la mano izquierda de Mael, quiere entrelazarla.

Yo también—Su mirada se volvió más oscuro, sin previo aviso sus colmillos se volvieron grandes y afilados, algo en él le decía que está persona era la correcta, tenía que ser ahora o nunca.

—¡Ugh!—Kael sintio los colmillos de Mael, sumergiendose en su pecho, muy cerca de su corazón, era doloroso. Él alfa no se resistió, dejo que ese dolor fluya en él.

El dorado de sus ojos se volvio transparente, sentía que algo se estaba grabando en su pecho, el intenso aroma Azahar, proviniente del Omega se lo confirmo, estaba siendo marcado.

Con la conmoción y emoción a la vez sin ellos saber que había pasado exactamente, ambos llegaron al clímax de una epifanía de placer.

En esa habitación los únicos que sabrán que pasó allí después de perder la cordura, serán; "Su parte alfa y la parte Omega" solo ellos sabrán lo que significa la marca que fue dejada en el pecho de Karl. Se iba borrar en unos días, pero de su piel, no de su alma.

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