iii. hi mom! what do you think I have friend
MIA SE LEVANTO SIN GANAS, NO ERA DE ESPERARSE, NO TENIA GANAS DE NADA y soportar a un montón de gente hipócrita fingiendo ser perfecta no estaba en sus planes.
Pero a regañadientes se levantó de su cómoda cama y se preparo para ir a la escuela, después de todo era el primer día del primer año para ella.
Había decidido ponerse una chaqueta marrón, una camisa roja y unos pantalones azul rey, terminando su vestimenta con sus converse negros, se miró al espejo y satisfecha con el resultado bajo a desayunar.
Cuando llego al comedor se sorprendió al ver a su madre ahí, con el desayuno listo, no dijo nada simplemente le dio los buenos días con un beso en su mejilla y se dispuso a disfrutar el desayuno.
—¿Mía? ¿Vas a usar eso? — pregunto incrédula su madre, apuntando a Mía de arriba a abajo.
—Si, ¿qué tiene de malo? — respondió de la misma manera.
Rachel no contestó, simplemente hizo una mueca y prefirió cambiar de tema.
—Pensé que harías las pruebas para entrar a las animadoras — hablo después de un rato.
Mía suspiró rendida
—Estar en un grupo estupido, con personas estupidas no es algo que realmente quiera asi que. . .— admitió la rubia soltando una pequeña risa.
—Por favor, Mía, se lo prometiste a tu hermano ¿no es así? — pregunto Rachel mientras tomaba de un sorbo lo que quedaba de su café.
Mía no dijo nada, pues era cierto, terminó de desayunar y volvió a subir a su habitación para cambiarse de ropa, aunque no era como que tuviera grandes opciones, pues no tenia una ropa rosa realmente linda.
Así que revolco todo en su habitación en busca de alguna prenda rosa o azul, hasta que finalmente (y desgraciadamente a términos de Mía) encontró una camisa rosa y una falda demasiado corta a decir verdad, posicionó ambas prendas en su cama y las observó, debatiendo si las usaba o no.
—Veamos, es usar esta ropa muy cómoda y que la gente te mire raro pero que obviamente no va a importarte o. . .usar ese incómodo atuendo que te hará sentir incómoda todo el día pero que mantendra feliz a tu hermano — hablo Mía para si misma sin dejar de ver el atuendo, hasta que finalmente decidió consultarlo con su madre
—¡Mama! — grito desde su habitación — ¡¿que tan importante es que le cumpla las promesas a mi hermano?!
—¡Muy importante! — grito Rachel del mismo modo —¿¡ya encontraste algo?!
Y sin tener más opciones, Mía se cambió el cómodo atuendo por uno realmente que a términos de ella era sumamente incómodo, como pudo y sosteniendo la falda para que esta se hiciera más larga, cuando su madre la vio no pudo evitar sonreír.
—Te ves hermosa linda — comentó su madre observándola
—Si, si con lo linda te refieres a que estaré incómoda todo el día — respondió sarcásticamente mientras tomaba su mochila y se encaminaba a la puerta.
—Ponte una sudadera del mismo color que convine con la falda, hará frío, por cierto, llegaré algo tarde asi que no quiero que te desveles y por favor Mía, no quiero quejas sobre que te estuviste peleando con Bucky — comento su madre dándole una mirada severa a su hija.
Mía simplemente sonrió, se colocó una sudadera rosa pastel que hacía juego con su falda de cuadros del mismo color y que cubría la camisa blanca de vestir que había decidido cambiar por la otra, cuando se arregló lo más que pudo, tomó la manilla de la puerta y volvió a sonreírle socarronamente a su madre.
—Anotado — respondió y sin dejar responder a la mujer, salió de la casa.
Afortunadamente y aparentemente era la última en llegar a la escuela, pues no había ningún otro estudiante que fuera a la escuela.
—Mejor, así no tendré que saludar a personas que no quiero saludar — comento para si misma y apresuro el paso.
Cuando llego a la Seabrook High, lo que vio enfrente no le gustó, una barrera que dividía a los estudiantes zombies de los humanos, por lo que haciendo una mueca se acercó hasta la reja donde vio a su hermano, sonrió ampliamente al verlo.
—Hola, bola de cesos — hablo Mía, anunciando su llegada, Steven se volteó a verla con una sonrisa.
—¡Evie! Te abrazaría pero. . .— respondió señalando la reja a su alrededor
—No hay problema, ¿estas bien? ¿Bucky no hizo nada para molestar? — pregunto preocupada hacia su hermano.
—See, tuvo un pequeño problema con Bonzo y mis amigos, pero nada grave, pero basta de que me hagas preguntas ¿desde cuándo vistes así? — pregunto el zombie observándola con una risa
Mía simplemente bajo la mirada apenada.
—Mama me obligó a usarlo — admitió — dijo que si no voy a entrar a las animadoras, por lo menos te de el gusto de que te imagines que si.
—Espera. . .Mía, se que tu jamás vestirías así, y no tienes que hacerlo solo por mi, por nadie en realidad — respondió Steven acercándose más a la reja.
—Ya se, igual no es importante — respondió con una sonrisa hacia su hermano pero el nego
—No Mía, si no te sientes cómoda ve a casa a cambiarte de ropa, no quiero que las personas te vean raro o de manera inapropiada ¿en qué rayos pensaba mamá en mandarte así? — admitió, empezando a enojarse
—Hey, tranquilo, estaré bien, igual si cualquier chico intenta sobrepasarse conmigo, bueno, solo tengo que dejarle en claro que no es no — respondió con una sonrisa hacia su hermano, esperando a que el hiciera lo mismo, pero no.
—Si alguien te. . .Mía. . .solo quiero protegerte — respondió Steven mirándola
Mía sonrio enternecida
—Se cuidarme sola, aquí quien en verdad debería protegerte sería yo a ti, no alreves — ella miró hacia la puerta en cómo dos de los profesores les hacían una seña a los estudiantes para que ya entraran — tengo que irme, las clases están por empezar, feliz primer día, te veré luego para que me presentes a tus amigos.
Y sin dejarlo responder Mía entro, esperando sin duda alguna que su primer día no fuera tan aburrido.
PERO QUE EQUIVOCADA ESTABA, su día hiba más que aburrido, sin contar que tenia las materias que más aborrecía, química, historia y matemáticas. Justamente estaban en clase de historia cuando de repente la alarma Z fue activada y todos los estudiantes comenzaron a salir como locos del salón, Mía sin embargo, no pudo evitar pensar que quien había sido el causante de que la alarma fuera activada era su hermano.
Salio a buscarlo esperando no ser aplastada entre el bullicio de la gente, así que empezó a buscar como loca a su hermano hasta que vio como alguien entraba a un salón a salvo de zombies que había cerca y sin pensarlo demasiado entro detrás de él, pensando que era su hermano.
Cuando ella entró, el salón a salvo de zombies se cerró automáticamente, pero no le asustó, mucho menos el echo de que estuviera a oscuras, aunque si se sobresaltó cuando escuchó como unas cajas eran movidas.
—¿Steven? ¿Eres tú? ¿Que cosa fue lo que hiciste para que la alarma Z se activara? — pregunto Mía, incrédula.
—Creo que te equivocaste de persona, no soy Steven — anuncio la voz desde el otro extremo de la habitación.
—Lo siento, ¿sabes dónde está el? Solo necesito saber que este bien y a salvo ¿lo conoces? — pregunto Mía avanzando hacia aquella persona que no conocía
—Puede que si, vivo con el así que si lo conozco, ¿tu de donde lo conoces? — pregunto, de la misma manera, avanzando hacia Mía.
—Se podría decir que es mi hermano, así que tengo que cuidarlo cuando deberia de ser alreves. . .espera — hablo Mía formando todos los puntos — ¡tu eres el amigo que dijo que me presentaría! Bueno, uno de los tres que tiene espero.
—¿Mía Crookets? ¿Ese es tu nombre? — pregunto incrédulo
—Así es, ¿y cuál es el tuyo? — pregunto Mía, sin evitar esbozar una sonrisa.
—Zed, supongo que Steven te habló de mi —
Mía soltó una carcajada, lo cual hizo que Zed sonriera.
—No, lo lamento, creo que apenas hoy nos conoceríamos — admitió sin dejar de reír.
—Si sabes que estas hablando con un zombie ¿verdad? — pregunto temeroso Zed, mientras se acercaba más a ella.
—Claro que si, lo tuve en mente desde antes de que entrara a este salón y entablamos esta conversación así que si. — admitió mientras seguía avanzando.
—Así que. . .¿no vas a golpearme cuando me veas? — pregunto hasta estar frente a ella.
—Tranquilo, estarás bien, por ahora — respondió Mía, dándole seguridad.
Pero en ese momento las luces se habían encendido, provocando que Mía se asustara y golpeara sin querer a Zed.
—Lo siento, encerio lo siento, se que dije que no te golpearía pero las luces me asustaron y. . .Zed lo siento encerio — admitió apenada, bajando la mirada.
—Esta bien, Mía, aunque pensé que también serías zombie, pensé que así eras tú a como te describía Steven — admitió aún sobandose la mejilla.
—Pues no, la verdad, aunque no hablamos mucho de el en casa, somos muy tolerantes con los zombies, yo y mi madre, ella. . .se esfuerza por que las cosas cambien para ustedes y yo también de alguna forma.
—Que linda — admitió Zed con una sonrisa, sin dejar de tocarse la mejilla.
—¿te di muy duro? Perdón, de verdad, yo. . .— Mía lo miro y sabía que aunque se pusiera de puntillas no lograría alcanzarlo, solo acariciar su mejilla, así que lo tomó de la mano y lo llevó a una de las camillas
—¿Que es lo que haces? — pregunto confundido el zombie a su lado.
—Simplemente reviso que no te hubiera dado muy fuerte, aveces no mido mi fuerza. . .¿puedo? — pregunto temerosa hacia el.
Zed asintió levemente. Por lo que Mía se dispuso a revisar su mejilla.
—Estaras bien, solo te deje marca, aún me siento culpable, lo lamento encerio — respondió mientras se alejaba.
—Ya te lo dije, está bien — admitió Zed con una sonrisa
—Perdón si te traje hasta aquí, es solo que así no podría haberte alcanzado, eres muy alto en el buen sentido, yo sin embargo soy bastante pequeña. — admitió con un leve sonrojo
—Ser pequeña no es malo, mi hermanita Zoey es más pequeña pero todos la queremos por que es en verdad tierna — respondió Zed con una sonrisa.
—Me gustaría conocerla, ya había escuchado maravillas sobre ella. —
—Talvez, algún día quizá, aunque no logro entender como te veías con Steven, según tenia entendido los humanos no podían acercarse al muro — hablo Zed levantándose empezando a caminar de un lado a otro.
—Soy buena burlando la seguridad, es todo lo que te diré — admitió Mía siguiéndolo. — además, me dijo que quería entrar en el equipo de fútbol, por lo que me imagino tu también ¿no es así? — Zed asintió a lo que dijo — no es por desanimarlos a ambos pero el equipo jamás a ganado un partido.
—Eso tendrá que cambiar cuando nos acepten, si esque Steven no se metió ya en problemas — hablo Zed con una mueca a lo que Mía río
—¿En ciudad zombie se mete en demasiados líos? — pregunto curioso al saber algún defecto de su querido hermano.
—Creo que ni siquiera viviría ahí de no ser por mi — admitió con una sonrisa mientras se encaminada a la salida — bueno, Mía, fue un placer conocerte, espero verte más seguido
—También yo y Zed, gracias — el zombie la miró sin comprender — por cuidar de mi hermano y evitar que se meta en líos, por cierto, mucha suerte a ambos en la práctica y ten cuidado
Zed simplemente le guiñó de forma pícara y se fue de ahí con una sonrisa en su rostro. Mía después de reaccionar, también salió de ahí y se encaminó a las pruebas de animadores.
LA EXPRESIÓN DE MIA AL VER A TANTOS DESCALIFICADOS no tenia precio, aunque bueno, no podía esperar menos de Bucky y de los Aceys, por lo que tomó asiento junto a los demás, pudo distinguir como Addison era una de las últimas, junto a otras dos chicas más.
Hasta que finalmente armo toda una coreografía para intentar entrar, cosa que si consigo y de cierta manera, esto le agradaba a Mía, satisfecha con lo que había visto, decidió irse, pues al menos ya tenía una excusa válida para su madre y hermano, hasta que escuchó algo sobre una iniciación y viniendo de Bucky no se podía esperar nada bueno, por lo que con esos pensamientos en su cabeza, se fue a su casa a dejar su mochila y por una sudadera más larga.
Al llegar a su hogar, como dijo su madre, ella no estaba por lo que dejó su mochila en la sala y subió por una sudadera larga que desgraciadamente no encontró por lo que tuvo que irse así.
Caminando por las calles de Seabrook comenzó a sentir frío, por lo que se regañó mentalmente al no haber traído tan siquiera otra sudadera, sin titubear entró a ciudad zombie en busca de la casa de Zed y Steven, considerando que jamás había estado allí y mucho menos sola.
Hasta que finalmente, la camioneta de los animadores estaba estacionada enfrente de lo que parecía ser la casa de Zed, Mía decidió esconderse para que así, Bucky no pudiera decirle nada.
Sin dejar de mirar, vio como Bucky le entregaba una charola de huevos a Addison y otra chica, Bree si no recordaba mal, compartía clase de matemáticas con ella.
Hasta que una mujer zombie los había asustado por lo que Bucky no dudó en arrancar presa del pánico y Addison y Bree se escondieron para así evitar ser vistas.
Mía vio como Steven salía y su mirada decayó al ver a Addison con la charola de huevos.
—Steven, ¿hay alguien ahí? — pregunto Zed a su amigo.
—¿Que? — pregunto una vez que había despegado su mirada de Addison — no, no hay nadie.
—Entonces ven, papá está preparado la cena — respondió Zed mientras le hacía un ademán con la mano de que entrara, por lo que así lo hizo.
Lo último que vio Mía, fue como Addison y Bree tiraban la charola de huevos y se hiban, cuando ya estaban lo bastante lejos, Mía salió de su escondite y se acercó a la casa donde su hermano vivía, debatiéndose en si tocaba o no, hasta que se armó de valor y lo hizo.
—Addison, no quiero tus. . .— hablo Steven mientras abría la puerta — ¡Evie!
—Supongo que esperabas a alguien más ¿no es así? — pregunto Mía con una leve mueca.
—¿Que? No, no, pasa ven — respondió Steven mientras la jalaba dentro de la casa — te voy a presentar a mi segunda familia.
Mía sonrio, no recordaba ver a su hermano tan feliz, por lo que decidió seguirlo hasta llegar a una cocina, donde una pequeña zombie estaba sentada con su perro de peluche, por lo que Mía se encaminó a saludarla.
—Hola, ¿qué tal? Soy amiga de Steven y Zed, no te asustes, ¿es tuyo? — pregunto apuntando el perrito.
Ella asintió levemente
—Es muy lindo, ¿cuál es su nombre? — pregunto divertida hacia la niña
—Sander, ese es su nombre — respondió la pequeña dejando atrás el miedo.
—Mucho gusto Sander, soy Mía ¿y tú dueña como se llama? — pregunto observando al perro de peluche.
—Soy Zoey — respondió finalmente la pequeña con una sonrisa.
—Tu eres la famosa Zoey, Steven tiene razón, eres muy tierna linda — admitió Mía observándola, luego volteó al marco de la puerta donde vio a Zed con una sonrisa observandolas
—¿Cuanto tiempo llevas ahí? — pregunto Mía confundida
—El suficiente como para verte a ti ser tan amable con mi hermanita — respondió con una sonrisa.
Mía se sonrojó levemente
—No es nada, simplemente quería conocerla y es un amor así que. . .— dejo la respuesta en el aire, ya que un grito en la cocina los hizo alarmarse
—Zoey, quédate aquí ¿sí Bonita? — pregunto amablemente Mía, mientras hiba a la cocina seguida de Zed.
Al llegar vio como Steven había quemado lo que probablemente era su cena.
—Tranquilos, prepararé algo más — hablo quien al parecer era el padre de Zoey y Zed.
—Yo puedo cocinar si no les molesta, soy Mía Crookets por cierto, hermana de Steven — respondió temerosa al ver todas las miradas sobre ella.
—Mía, el es mi segundo papá, Zevon Necrodopolis — anuncio Steven, mientras Mía se acercaba y estrechaba su mano con la del hombre.
—Mucho gusto Mía, alfin es bueno conocer a la hermana de la que siempre habla Steven — admitió Zevon con una sonrisa.
—Bueno, entonces ¿si puedo cocinar? Además, podría preparar la sopa de vegetales que tanto te gustaba de niño — anuncio Mía a su hermano.
—Mientras no te cortes un dedo, todo bien — admitió el con una risa
—Que gracioso, salgan de aquí por favor — respondió Mía mientras se preparaba para hacer el platillo favorito de su hermano.
Cuando los cuatro estuvieron en la mesa Steven no paraba de hablar de la rica comida que preparaba su hermana, hasta que fue interrumpido por Zevon quien le dijo a Zoey que le ayudara con los platos.
—¿A que se refería Mía cuando dijo "como la sopa de vegetales que tanto te gustaba de niño" ella la preparaba? — pregunto Zed, curioso y confundido a la vez
Steven se rascó la nuca nervioso
—Cuando eramos pequeños, nuestro padre nos abandonó, mi madre, ella bueno se refugió en el alcohol y Mía aprendió a cocinar por qué si no nos hubiéramos muerto de hambre, nuestra madre no nos cuidaba, por lo que Mía aprendió a cocinar y hacer de todo, aún siendo ella la menor y yo el mayor jamás hice algo por detenerla, estaba bastante concentrado en que nuestra madre dejara el alcohol, hasta que finalmente volvía a estar sobria, pero no evitaba las miles de lesiones que se hacía Mía, recuerdo como lloraba cada noche por que le dolían sus manos de tanto que se las cortó sin querer, debo admitir que al principio no sabía lo que hacía, pero con el paso del tiempo aprendió mejor, pero aún me siento culpable por todas las cicatrices que tiene en sus manos — admitió Steven.
El grito de Mía desde la cocina los hizo salir de su burbuja, anunciando que la cena está lista y con ayuda de Zevon, comenzó a servir cada plato, hasta que finalmente tomó asiento junto a Zed y Zoey. Todos había empezado a comer, comprobando las palabras dichas por Steven.
—¡Esta sopa esta deliciosa! — alago Zoey
—Tiene razón, tu hermana si que tiene talento para la cocina — admitió Zevon sin dejar de comer
—Se los dije — respondió Steven triunfante, comenzando a comer.
—Es cierto, cocinas maravilloso, Mía — admitió Zed sonriéndole
—No es nada, siento que así les agradezco por cuidar de mi hermano — admitió apenada
—No tienes que agradecer Mía, Steven es de la familia y espero que muy pronto tu también — respondió Zevon con una risa
—¿A que se refiere con que. . .? — pregunto confundida Mía, luego miro a Zed y ambos se sonrojaron.
—¡Quiero más sopa por favor! — pidió Zoey, sacando a Mía de ese incómodo momento.
—Claro pequeña, ahora te la traigo — respondió rápidamente Mía, mientras tomaba el plato e hiba a la cocina, le sirvió una cantidad considerable y regresó entregándole el plato a Zoey
—Toma linda — respondió Mía mientras le daba el plato
—Gracias — agradeció Zoey con una sonrisa.
Mía le sonrió y volvió a tomar asiento.
—Sabes algo Steven, creo que ahora yo estoy considerando abiertamente reemplazarte por Zoey, es un amor de persona — admitió Mía observándola
—Y tú fuiste la indignada — respondió Steven burlon sin dejar de comer.
Todos empezaron a reír, hasta que Zoey anuncio que había terminado y se retiró de la mesa, no sin antes acercarse a Mía.
—Ven Mía, hay que ir a jugar con Sander — pidió la pequeña a la rubia
—Encerio me gustaría Zoey, pero tengo que irme, tengo tarea por hacer aunque hagamos esto, te prometo que vendré a jugar seguido ¿te parece? — pregunto Mía mientras acariciaba su cabello
—Esta bien — respondió finalmente Zoey mientras le daba un abrazo a Mía y luego se hiba a su habitación.
—Tengo que irme ya, o mamá se preguntará dónde estoy — anuncio Mía mientras se levantaba
—Pero ni siquiera has tocado tu comida — respondió Zevon mirando el plato de Mía, ella hizo lo mismo pero no dijo nada.
—No tenia tanta hambre, creo que estoy más concentrada en ir a terminar mis tareas — respondió nerviosa, evitando el tema del plato
—Mía. . .— hablo Steven en modo de advertencia, el sabía que aveces su hermana no comía, era por alguna situación que la incomodaba, pero en ese momento no sabía cuál era.
—Encerio Steven, tengo que irme, fue un gusto conocerlos, nos vemos — se despidió Mía al mismo tiempo que caminaba hacia la puerta.
Zed se levantó rápidamente para acompañarla
—Te acompaño — se ofreció Zed mientras le habría la puerta
—Gracias Zed — respondió al mismo tiempo que salía seguida del zombie.
Ambos caminaron por las calles de ciudad zombie que para Mía eran en verdad bonitas, mucho más bonitas que las casas sin chiste de Seabrook.
—Ciudad Zombie es hermosa — admito Mía observando cada luz a su alrededor.
—Si, en verdad lo es — respondió Zed, observando a Mía y no las luces.
Hasta que finalmente llegaron a la barrera donde tuvieron que despedirse.
—Supongo que aquí nos despedimos, gracias por acompañarme y aún perdón por ese golpe que te di — hablo apenada
—Mía, no te disculpes, esta bien, además Zoey quedo fascinada contigo, no puedo pedir más — admitió Zed, recordando esa bonita escena de Mía y Zoey hablando
—Siempre quise tener una hermanita — reconoció Mía con las mejillas sonrosadas — será mejor que me vaya, nos veremos mañana y espero conocer a Eliza y Bonso.
—Seguro que les agradaras, tranquila — la tranquilizo Zed al ver que comenzaba a ponerse ansiosa
—Por cierto, ¿tu y Steven lograste entrar al equipo de fútbol? — pregunto curiosa
Zed hizo una mueca al recordarlo
—No, nos dieron un sermón y bla bla — admitió haciendo una voz rara al final provocando que Mía riera
—Tienes que hacerlo más seguido — hablo Zed de repente
—¿Hacer que? — pregunto Mía sin comprender
—Sonreir más, te ves linda haciéndolo — admitió Zed
Mía sin embargo, no pudo evitar sonrojarse
—Gracias, yo, em, tengo que irme nos vemos — se despidió rápidamente mientras se alejaba de ahí.
Mientras Zed se maldecía internamente por haberle dicho eso y probablemente haberla incomodado
PUEDE QUE MIA HUBIETA MENTIDO, BUENO NO DEL TODO.
Si hiba hacia su casa, pero no directamente a la suya, si no a reclamarle a Addison lo que estaba a punto de hacer, tocó la puerta tres veces hasta que fue atendida por Missy quien le dijo que Addison ya estaba dormida, sin tener otro motivo por el cual estar ahí se despidió y entró a su hogar hasta subir a su habitación quitarse sus converse y tirarse a su cama, con una sonrisa de recordando a cierto peliverde.
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