15. La Valentía de un Segundo.

Un día habia pasado desde aquel incidente, Izuku solo se mantuvo en su departamento, una aparición en un evento como aquel fue algo innecesario pero al ver a Mirko en aquella posición no pudo evitar actuar, aunque fuera solo alejarla todos los medios de comunicación reventaron con enormes comentarios sobre él y su posible regreso, algo que no estaba pensando muy seriamente.

Él ahora estaba sentado en la cocina comiendo un cereal, planeaba empezar a hacer ejercicios en su departamento, estaba aburrido y tenía poco que hacer.

Izuku: -Debería de comer algo más sano.-

Unos golpes en la puerta lo alejaron de sus pensamientos, estiró su cuerpo y dejo su tazón en la mesa para ir a ver la quién tocaba la puerta, al abrirla sintió una mirada clavada en sus ojos y pudo observar el rostro más decisivo que haya podido ver antes.

Ochaco: -H-hola Izuku...-

Izuku: -Vaya, pensé que no estarías libre hasta dentro de una semana... Y recuerdo haberte dicho que me avisar...-

Ochaco: -Solo... Callate... ¿Quieres salir un rato?.-

Izuku: -La verdad, estaba desayunando...¿Quieres cereal?. -él la había invitado a pasar para desayunar juntos, aunque le gustaba su momento de paz él realmente prefería la compañia de ella.

Ahora estaban sentados uno frente del otro cada uno comiendo cereal y mirando sus tazones. Izuku estaba muy extrañado por la agresiva mirada que ella tuvo y la forma en la que lo mandó a callar. Mientras Ochaco solo estaba avergonzada y emocionada, ni ella misma sabía de donde había salido esa Valentía, era como tener un enorme fuego creciendo en su pecho cada vez más vivo y atrevido.

Izuku: -Pensé que hoy estarías trabajando...- él solo quería sacar un tema de conversación, detestaba aquella tensión.

Ochaco: - Me dieron el día libre por lo que sucedió ayer... ¿Por qué no ayudaste?, podrías haber recuperado tu... ¿Acaso no quieres volver a ser héroe?.-

Izuku: -Enrealidad, me gusta mi trabajo actual. Digo, me gustaría volver a ser héroe y no dejaré que alguien muera si estoy para evitarlo, pero mientras pueda evitar actuar bajo las reglas actuales lo haré.-

Ochaco: -Vale, no planeo molestarte más con este tema.-

Izuku:  -Uraraka, ¿puedo preguntarte algo personal?.-

Ochaco: -Claro.-

Izuku: -¿Qué crees que debería hacer en mi situación?, ¿tú también crees que debería haber matado a Tomura?-

Ochaco: -Yo... Creo que al menos debería recibir un castigo por lo que hizo. Sería lo justo.-

Izuku: -¿Y si te dijera que él ya está teniendo un castigo justo?.-

Ochaco: -Creo que... Podría aceptarlo.- Izuku suspiro un poco y respiro hondo mirando a los ojos a Ochaco.

Izuku: -Menos mal, ya me estaba preocupando.- Las mejillas de Ochaco se tornaron más rojizas de lo que ya estaban y dejó de mirar a Izuku para dirigir su mirada al tazón empezando a comer avergonzada.

Ambos ya estaban más calmados y siguieron comiendo, al terminar Izuku tomó ambos tazones y fue a la cocina pero Ochaco le insistía en que ella los lavaria, al final terminaron compartiendo la tarea pegados hombro a hombro y mientras el lavaba ella secaba, aunque casi siempre era al revés. Ochaco sintió ese momento de Valentía o estupidez crecer en su pecho, a tal punto que sólo dijo lo que pensaba.

Ochaco: -¡Tu me gustabas en la academia!.-

Izuku quedo simplemente congelado, fue un impacto muy repentino como para que él lo analizará tan rápido.

Izuku: -... EMmm... Vaya.- izuku lavó su último tazón y se lo pasó a ella para luego mirar abajo muy avergonzado.

Ochaco: -¡PERO FUE SOLO EN LA ACADEMIA, PORFAVOR NO PIENSES MAL!.- ella agitaba el tazón de un lado a otro avergonzada intentando quitarle peso a sus palabras.

Izuku: -Vaya. Así que fue cosa de antes. Tú, también me gustabas mucho uraraka.- Fue como un ¡bum! En el pecho de ella, cuanto tiempo espero para oír esas palabras pero ahora solo parecía que hayan sido del pasado. -A-unque. S-si esta vez quisieras tener una cita e i-intentarlo, intentarlo bien.-

Ella simplemente se había quedado congelada, su pecho latía demasiado rápido, quería salir de ahí, golpear algo o simplemente gritar pero no podía porque estaba completamente congelada e indecisa. Izuku al no escuchar respuesta de ella empezó a hacerse más de una idea en su mente.

Izuku: -D-disculpa, no de vi...-

Ochaco: -No te atrevas a arrepentirte o te voy a golpear... S-si me gustaría tener una cita.- Ambos aun estando avergonzados, lo sabían, sentían que su relación y aprecio era mutuo, casi ni notaron lo cerca que estaban sus rostros, Izuku apretaba sus puños conteniendo sus manos para no explorar el cuerpo de ella y ella detenía sus impulsos de abrazarlo por el cuello y perder el control de si misma. Sin dudas estaban demasiado animados para mantenerse calmados.

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