10. Diferente.
Escuchaba el agua, tan fría, tan agradable, olía algo raro, como metal. Abrí mis ojos agotado y note que mi ducha seguía abierta, me levante en la tina y cerré la ducha para luego salir del agua, me sentí tan débil, mire el agua de la tina y esta tenía un fuerte conjunto de rojo y marrón, no lo podía dejar así. Con todo el asco que me permite mi mente abrí el desagüe dejando que se vaciara toda el agua, el piso del baño también estaba mojado y ¿cómo no? Si se estaba desbordando el agua de la tina.
Narrador Omnisciente.
Izuku: -Que olor más. Molesto.- Su cuello le dolía, al vaciar la tina ya había estirado su cuerpo, se quito la ropa y entró esta vez a la ducha sin llenar la tina colocándose champú para desaparecer aquel olor tan molesto, al terminar de bañarse se colocó una toalla y camino hasta el espejo tomando su cepillo de dientes y empezando a limpiarse los dientes mirando el desastre que tenía en el suelo del baño. -Y yo tengo que limpiar esto.-
Tocó su cuello y enjuago su boca sin cuidado alzando su mirada al espejo.
Izuku: -Dios, pero que demonios.-
Tocó su cabello repentinas veces y examinó su cuerpo en el espejo el cual sólo reflejaba a un Izuku con cabello completamente negro, lo más diferente a notar era su cabello, ya que casi nada visualmente era diferente. -Es... Impresionante cuanto poder puede tener un quirk.-
Sitio la presencia de uno de los portadores en su mente hablándole con tranquilidad.
Hikage: -Y tienes suerte, el One For All evitó que esa pequeña te matase. Ha de haber sido difícil, te destruía y te armaba tan rápido que no lo sentiste. ¿O si?.-
Izuku: -Fue intenso, pero esto ya está a otro nivel, mira mi cabello no lo puedo creer.-
Izuku se lanzó varias veces agua en la cabeza intentando quitárse aquel color pero le fue imposible, no estaba pintado. Es su cabello pero con un color diferente, después de varios minutos para asimilarlo respiro profundo y se dio palmadas en las mejillas.
Izuku: -Bien, esto no es problema, estará bien así, puedo vivir con esto... Espero que cuando crezca mi cabello ya no salga negro.-
Izuku abrió la puerta del baño y camino hasta la cocina en toalla, reviso la nevera y saco leche que tenía guardada, después de eso se sirvió leche el un vaso para luego tomar una caja de galletas e irse a su sofá y justo cuando se sento en el sofá escucho la puerta ser golpeada.
Izuku: -De verdad... Soy paciente pero tampoco tanto.- Se levanto de mala gana y fue a su habitación colocándose un pantalón sin ropa interior y una camisa cualquiera, no le tomó importancia a su calzado y fue a la puerta de mala gana mirando sus galletas. -Por favor vete rápido, no las quiero compartir.-
Al abrir la puerta su sorpresa fue más que grande, ella una vez más estaba frente a él quien estaba inquieto tanto por su cabello como por la presencia de ella.
No había palabras, no podían pensar en algo que pudieran decir con claridad. Ella estaba atónita y él está avergonzado.
Ochaco: -¿Deku?.-
Izuku: -¿N-necesitas algo Uraraka?.-
El tomo una actitud natural mirándola con calma a lo que Ochaco se acerco y le sujeto un mechón de cabello sujetandolo y bajando la cabeza de Izuku para ella poder verlo mejor.
Ochaco: -¡¿Qué le hiciste a tu cabello?!.-
Ella veía el cabello de él impresionada, no podía creer que él se pintara el cabello.
Izuku: -Eso duele, Uraraka.- ella después de unos segundos supo que lo que hacía estaba fuera de lugar y se alejo de Izuku para luego volver a pararse un par de pasos atrás
-¿Necesitas algo?.-
Ochaco: -Bueno... Aizawa no quería ni verte y Mirio esta algo incómodo con todo lo sucedido. Eri llegó a mi departamento anoche, al parecer había una pandilla molestando y vario niños se vieron envueltos en muchas cosas, algo como una nueva liga de villanos es lo que pensamos, no han dicho nada claramente pero algunos héroes parece que los ayudaron.-
Izuku la miró por unos segundos y luego se hizo aún lado dejándola pasar.
Izuku: -¿Atraparon a los sujetos?.-Izuku camino hasta su sofá acostandose en el más grande colocando el vaso de leche en su pecho y las galletas a un costado invitando a Uraraka a sentarse, quien tras pensarlo por unos segundos pasó a sentarse tranquilamente, no tenía su atuendo de héroe, en esta ocasión ella estaba vestida de una manera casual.
Ochaco: -No sabemos donde están, según los pequeños sólo saben que estaban rodeados de puros árboles.-
Izuku: -Vaya, que complicado. Todos están bien al menos.- Izuku le extendió la bolsa de galletas a Ochaco quien se levantó un poco del sofá tomando un par. -Por cierto, ¿cómo supiste donde vivo?.-
Ochaco: -Ayer estuvimos aquí, ¿no lo recuerdas?-
Ella quería librarse de aquella pregunta ya que le traía algo incómoda.
Izuku: -Claro que lo sé, ayer como supiste donde vivo, ¿eh?.-
Uraraka miraba a todos lados buscando una respuesta, quería responder algo simple pero nada de lo que hizo fue simple.
Ochaco: -Bueno... Le pregunté a varias personas y digamos que. De casualidad di con tu departamento así que pregunte por tu habitación.-
Izuku: -Vaya, ¿y todo eso lo hiciste ayer con Aizawa y Mirio?.-
Ochaco: -"S-si".-
Las mejillas de Ochaco estaban algo rojas y está misma se sentía algo incómoda mirando a su alrededor hasta que se topo nuevamente sorprendida por el cabello.
Ochaco: -¿Qué le sucedió a tu cabello?, ¿te lo pintaste ayer o hoy?.-
Izuku sin haberlo notado ya eran las dos de la tarde, así que solo tomó un poquito de ingenio para crear una excusa.
Izuku: -Una amiga me ayudo a pintarlo, yo no sé mucho de esto pero fue divertido.-
Ochaco: -¿Qué amiga?.-
Solo con ver la mirada de Ochaco, Izuku ya sabía que se había metido en otro problema diferente, uno que parecía tendría una charla incómoda.
Ochaco: -¿Te visitan muchas amigas? , Deku.-
Izuku se sentó en el sofá de lo tenso que estaba.
Izuku: -Una amiga que... Trabaja en una peluquería, eso. Jajaja, no es como si la invitará a mi casa, fui a pintarme el cabello (Tengo que conseguir una amiga que trabaje en una peluquería).-
Ochaco: -Oh, vaya, no te quedo mal, estas... Muy guapo, creo.-
Izuku: -Jaja, gracias Ochaco, bueno, voy a preparar algo para comer, no e ni almorzado así que...- Quería pedirle que se fuera pero no podía, no creía ser tan insensible. -¿quieres acompañarme?.-
Ochaco hizo como si lo estuviera pensando pero la verdad es que ya tenía una respuesta más que clara.
Ochaco: -Por supuesto, no tengo nada que hacer (Demonios estoy de servicio!!!).-
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