Déjame salvarte
Un silencio sepulcral invadía aquella escena descomunal. Todos los presentes parecían paralizados. Lo único que se escuchaba eran los ruidos de la ciudad nocturna y las sirenas policiales que cada vez se escuchaban más cerca.
Un policía apuntaba con su arma a cuatro sospechosos para que se quedaran quietos, mientras su pequeño acompañante cantaba victoria.
—¡Oh por dios! ¡Esta será la mejor premisa de mi vida! Bien hecho, Polvito. Los tenemos—, exclamó el pequeño Blueberry, mientras sujetaba su cámara y fotografiaba a los presentes, teniendo las evidencias que necesitaba para delatar finalmente al Guardián de la Noche y al Destructor, —¡Sabía que eran ustedes!
Ink estaba en completo pánico. Todo estaba perdido para él, su identidad sería descubierta al mundo y la policía no tardaría en ir por él.
Y lo peor es que había involucrado a su mejor amigo y exnovio en esto. Ellos no merecían pagar por esto, solo intentaban ayudar.
Observó angustiado a Cross, quién aún cargaba al moribundo Error. El pintor estaba muy angustiado sobre lo que podría pasarle ante la revelación de su identidad al mundo, pero entonces recordó que había algo más importante en juego.
—Blueberry, escucha...—, comenzó el pintor, pero fue interrumpido abruptamente cuando el detective pelinegro le apuntó directamente a la cabeza con su arma.
—Creí haber dicho, alto ahí—, gruñó Dust, amenazando con su arma al rubio.
Ink volvió a levantar sus brazos en señal de rendición, antes de volver a dirigirse al reportero, —Blue, por favor, debes dejarnos ir. Por favor, Error necesita asistencia médica urgente.
—¡¿Estás loco?! He trabajado meses sin parar para llegar hasta aquí, ¿y tú quieres que renuncie a la oportunidad de mi vida?—, exclamó indignado el castaño de pecas, —Guardián, o mejor dicho, joven Comyet, realmente me subestimas.
—Blue, la vida de este chico está en riesgo—, suplicó Dream, intentando convencer al periodista también, —Si nos retienes aquí más tiempo, él podría morir.
Dust gruñó y se antepuso a su compañero, —No los escuches, Morita. Es un maldito asesino después de todo. Además, todos vimos como intentó matarse solo, ¿no deberíamos darle lo que quiere?
—¡¿Cómo te atreves?!—, gritó indignado el Guardián, —¡¿Y así te haces llamar policía?! ¡¿Dónde está tu protección al más débil?!
—Detective, somos compañeros para proteger a los nuestros—, añadió Cross, intentando ablandar el corazón del policía, —Somos soldados, nuestro deber es protegerlos, no atacarlos.
El policía se mantuvo en silencio. No parecía querer escuchar, al parecer, al único que escuchaba era al pequeño castaño de pecas que era su acompañante.
Ink suspiró. Se veía derrotado, las sirenas policiales ya estaban a la vuelta de la esquina, Error ya ni siquiera estaba consciente.
No tenía más escapatoria.
—Blueberry, yo sé que no eres una mala persona, sé que no querrás que Error muera por no haber sido tratado a tiempo—, el rubio tomó aire y suspiró rendido, —Si me dejas salvarlo, te diré todo lo que quieras saber, ¡incluso yo mismo me entregaré a la policía!
—¡Ink, ¿qué estás haciendo?!
—Déjame salvarlo, déjame llevarlo a donde puedan atenderlo y te juro que te daré toda la información que necesites sobre mí...—, el rubio miraba fijamente a los ojos del reportero, intentando acudir a su piedad, —...Por favor, no nos queda mucho tiempo.
Los ojos azules del pequeño periodista se abrieron de par en par. Las súplicas del Guardián eran tan sinceras, además que el trato parecía tan tentador.
Aunque su primera opción, de terminar su historia allí mismo y entregarlos a la policía fuera bastante más convincente y sencilla que la propuesta del Guardián, no podía evitar sentirse como una horrible persona al pensar que si elegía su primera opción, era muy poco probable que el Destructor sobreviviera.
Observó con atención los ojos suplicantes del rubio pintor, que reflejaban angustia y temor puro, luego desvió su atención a la pareja que ayudaban al Guardián.
El pequeño rubio de pecas observaba con preocupación al Destructor en los brazos de su novio soldado.
—¿C-Cómo está él?—, preguntó Dream en un susurro, viendo a los ojos a su novio, como si esperara una buena noticia a pesar de la obvia condición del criminal.
—Ya no responde...—, se lamentó el pelinegro, —...Ha perdido mucha sangre, no sé si logre recuperarse a este ritmo.
Dust también los observaba, indiferente. Se volvió a su compañero, aún amenazando a los otros con su pistola, —¿Morita?
—No puedo hacerlo, Dust—, se lamentó el periodista, finalmente dándose por vencido, —No quiero que por mi egoísmo, ese chico muera.
Los ojos desesperanzados de Ink se iluminaron por completo cuando escuchó esas palabras provenientes de Blueberry.
El detective alzó la mirada, un poco sorprendido, pues después de todo el esfuerzo que habían puesto en su investigación, su compañero estaba dispuesto a arriesgarlo todo por salvar la vida de ese desgraciado criminal.
Dream y Cross se quedaron quietos, incrédulos de que las súplicas de Ink realmente funcionaron.
—¿Eso significa que nos dejarás ir?—, preguntó esperanzado el pintor.
—¡Pero no sé librarán tan fácil de nosotros!—, replicó el reportero, consiguiendo que su compañero le observara con cierta duda, —¡Iremos con ustedes! Solo así me aseguraré de que cumplas el trato, Guardián.
Las sirenas ya estaban abajo en la entrada del edificio, la policía no tardaría en llegar a donde ellos.
—¡Bien, bien, trato hecho!—, exclamó desesperado el rubio sin capucha, —¡Vámonos ya, antes de que llegue la policía!
—Yo los llevo, en mi patrulla pasaremos más desapercibidos—, realmente era impresionante la voz serena e indiferente de Dust. Blue sonrió ante esto y lo tomó de la mano rápidamente para comenzar a guiar a su compañero y al resto de los presentes a las escaleras de la azotea, y finalmente, a la salida del edificio.
~•~
Aquella habitación era silencio total, había mucha tensión en el ambiente.
Gracias a Dream, lograron ponerse en contacto con un médico privado, uno de sus profesores, que les garantizó discreción ante la emergencia.
Gracias a Dust, lograron escabullirse entre las patrullas y salir de aquella escena sin levantar sospechas alguna.
Y ahora, gracias a Sci, el médico y profesor de Dream, Error ya estaba fuera de riesgo vital.
Después de varias horas de intervención, el Destructor ya se encontraba estable, y medianamente consciente. Debido a sus ataques de pánico, tuvieron que cedarlo para que no se intentase hacer más daño.
Ink se paseaba de un lado a otro, impaciente, nervioso, angustiado, sin saber que esperar.
El dúo de investigadores, Dust y Berry, lo observaban curiosos sentados cómodamente en los sillones de la sala de espera, casi acurrucados, con algo de ansiedad, pues el pintor no dejaba de moverse.
En ese momento, Dream estaba intentando hablar con el moreno, para poder entender lo que le estaba ocurriendo. Como futuro psicologo, era su deber velar por el bienestar psicológico de todos, en especial de aquellos como Error, que al parecer, estaban muy inestables emocionalmente.
Claro, él aún era un estudiante, por lo que no podía diagnosticar ningún tipo de trastorno o enfermedad, solo teorizar y suponer, o incluso sugerir. Pero su profesor sí podía, pues él si era un profesional. Aunque en ese momento, él estaba ocupado haciendo otra cosa.
Cross, después de mucho rato de estar solo en un rincón del consultorio, pensando en todo lo que había ocurrido, se decidió acercar al ansioso Ink, que no dejaba de pasearse, entre el pequeño laboratorio de Sci y el ventanal que lo separaba de la habitación donde estaban Error y Dream.
El soldado en formación no se sentía para nada seguro de hablarle a su ex, puesto a que no habían roto en los mejores términos. Sin embargo, aún le tenía mucho cariño a Ink, y se negaba a seguir viéndolo tan nervioso.
—Hey, tranquilo campeón—, intentó decir amablemente Cross una vez estuvo al lado del pintor, aunque se le notaba inseguro, —Él estará bien.
Ink detuvo su caminar para ver detenidamente a su exnovio, y sonreírle. Había pasado mucho tiempo desde que no se veían, y sinceramente no esperaba que su reencuentro fuera en esas condiciones.
Sin embargo, estaba feliz de tenerlo allí presente, —Gracias, Cross. Sino hubiera sido por ti y Dream, Error posiblemente estaría- agh, no quiero ni pensarlo...
—Definitivamente fue algo intenso, más de lo que hubiera esperado—, confesó Cross, debido al extraño reencuentro de ambos, aún así con una sonrisa tranquilizadora, —Aunque no me sorprende tanto viniendo de ti... Siempre te gustaron los problemas.
Ink rió un poco entre dientes, —¡Eso no es cierto!
—¿Ah, no? Y dime, ser un justiciero anónimo ilegal, ¿no es problemático?—, bromeó el soldado, logrando sacar una sonrisa y un ligero sonrojo avergonzado del contrario, —Aun no puedo creer que todo este tiempo, tú eras el Guardián de la Noche.
—Je, entonces hice bien mi trabajo de no levantar sospechas—, rió Ink, ocultando su sonrojo.
—Hasta que te enamoraste de tu enemigo mortal...—, el ambiente acogedor que habían creado ambos ex amantes de pronto se enfrió. Ink no pudo evitar suspirar frustrado y desviar la mirada.
Realmente era algo que aún no había asimilado, y que aún no quería enfrentar, no hasta haber hablado con Error. No era algo de lo que quería discutir, menos con su ex.
—Sí bueno, la vida es impredecible—, contestó el rubio, cruzándose de brazos, —Al menos no me enamoré del mejor amigo de mi novio.
—¡Oye, eso no-
—Solo déjalo, Cross—, interrumpió Ink suspirando, —Eso ya pasó, es parte del pasado. Lo que quise decir es, que no intentes darme lecciones moralistas cuando tú también has metido la pata. Lo que pasó con Error, es mi problema, y no debería ser de tu incumbencia.
—¡Oh vamos, no era para que te pusieras a la defensiva!
—¡No estoy a la defensiva! ¡Solo digo que no te metas en mis asuntos!
—¡Mira, no me importa si te acostaste o no con el Destructor! ¡Yo solo decía que-
—¡¿Disculpa?!
—¡YA CÁLLENSE!—, ambos fueron silenciados por un furioso Dust, que desde su asiento les gritó, abrazando tiernamente a su compañero, quien estaba acurrucado en su pecho, —Blue intenta dormir, ¿no ven?
Ambos ex amantes intercambiaron miradas, avergonzados. Parecía que lo único que sabían hacer era discutir.
De hecho, cuando ambos terminaron hacía tiempo, lo único que aún los unía era el pequeño soñador, a quién los dos aprecian demasiado y por él intentaron dejar sus diferencias de lado para, por último, soportar la presencia del otro.
Si hubiera sido por ellos, jamás se hubieran vuelto a ver, ambos estaban dolidos por la ruptura, en especial Ink, y lo que menos querían ambos era seguir viéndose.
Sin embargo, gracias a los estudios de Cross, donde pasa encerrado 24/7 en la academia militar y solo sale los fines de semana, la distancia que ambos necesitaban la consiguieron.
Bueno, hasta ahora.
—Yo, emm... Lo siento Ink—, susurró el soldado, intento ser sereno y no alterar a su ex, debido a su discusión anterior, —No quise decir tales cosas, fuí un idiota.
El pintor suspiró y miró a los ojos al pelinegro, —Está bien, yo también lo fuí. Supongo que ambos aún tenemos esa astilla clavada, ¿no lo crees?
Cross rió entre dientes, —Supongo... Si quieres podemos empezar de nuevo. No tenemos que ser los típicos ex que se odian, ¿sabes? Yo siempre he esperado que algún día pudieras perdonarme por lo que te hice.
Ink dejó escapar una pequeña risa aireada, antes de recuperar su mirada seria y desviarla de Cross, —Lo sé, y créeme que eso ya es tema superado. Te perdono Cross, yo sé que no es fácil elegir de quién te enamoras, y hasta ahora no lo había podido internalizar bien.
Pero mírame, aquí estoy intentando ser fuerte y no desmoronarme porque acabo de descubrir que estoy enamorado de un maldito asesino serial.
Cross estaba sorprendido. Ink siempre fue una persona muy positiva y alegre. Los problemas nunca parecían afectarle, era como si irradiara un aura protectora ante los problemas y fuera tan fuerte que él lograba verle el lado bueno a todas las situaciones, inclusive a las peores.
Era algo que le encantaba de Ink, quiero decir, ¿a quién no le gusta tener una persona así de positiva en sus vidas?
Nunca había cuestionado su comportamiento hasta ahora. Hasta el momento en que lo vio al borde del colapso, hasta que lo vio angustiado, sobrepasado, triste...
No era algo que hubiera visto antes.
—Todo estará bien, Ink—, pudo consolar el soldado, dándole un abrazo fuerte, —Jamás te había visto así... Pero sé que podrás superar lo que sea. Si algo conozco de ti al 100% es tu perseverancia y fortaleza. Estarás bien, yo lo sé. Y puedes contar conmigo para lo que sea.
El pintor sonrió en el abrazo, y se acurrucó en el pecho de su ex, dejando escapar finalmente algunas lágrimas y sollozos. Lo había estado evitando, pero simplemente no podía más. Necesitaba contención, y ahí estaba Cross para ayudarle, —G-Gracias, Cross... D-De verdad, gracias...
Antes que Cross pudiera responder algo, el doctor, Sci, salió por fin de su laboratorio, con varios documentos en sus manos.
Ink apenas lo vio, se separó del abrazo y corrió hasta el doctor, limpiándose las lágrimas.
—D-Doctor... ¿Y bien?
Sci lo miró con pena, antes de suspirar y compartir su información, —Los resultados ya están. Según mis análisis, el paciente efectivamente muestra indicios de violación. Encontré varios fluidos en su cuerpo, entre esos líquido preseminal en su parte baja. Según las muestras, fue claramente forzado... Lo lamento.
Ink sintió como un horrible dolor en su pecho le desgarraba los pulmones y cuerdas vocales, al punto de no poder hablar.
No podía creer que en el intervalo donde ambos habían discutido en la universidad hasta cuándo lo encontró a punto de quitarse la vida, le había ocurrido algo tan horrible.
Si tan solo no lo hubiera asustado, no hubiera huido de él y quizás esto nunca le hubiera pasado.
Comenzó a asimilar todo, incluída la hafefobia del moreno, y todo tenía sentido.
Cuando lo tocó más de la cuenta, con claras insinuaciones sexuales, comprendió porque había reaccionado tan asustado.
Pero había algo que aún no le cuadraba...
Intentó hacer memoria como podía, debido a lo malo que era en eso. Intentó recordar sus propias palabras en su enfrentamiento en aquella azotea.
"M-Me violaron, ¿...Eso es lo qué querías escuchar? ¡Me violaron, maldita sea! ¡Más de una vez!"
Más de una vez...
Era imposible dentro de su lógica que todos sus traumas fueran por culpa de esa violación que sufrió esa tarde. Algo más debió haber vivido antes de todo esto, antes de siquiera conocerse.
En ese instante, Dream con un ceño fruncido, salió de la habitación donde el Destructor yacía reposando.
Ink se le acercó de inmediato, preocupado.
—¿Cómo está él?
Dream suspiró, —No quiere hablar. Uno pensaría que estando cedado sería mucho más fácil hablar con él, pero no. Se niega a hablar, no importa cuánto lo intente.
—Las pruebas que le hizo el doctor ya dieron resultados, ¡Él si fue violado, Dream!—, se quejó el rubio más alto. Aún después de todo lo vivido, no podía creer que Error aún siguiera sin cooperar, —Quizás podría hablar yo con él...
—No sé si sea buena idea, Ink—, confesó el rubio de pecas, —Está muy inestable, y no creo que quiera hablar contigo... Ya sabes...
—¡Déjame intentarlo!—, insistió Ink, rogándole a su amigo, —Él sí se lo confesó al Guardián de la Noche, estoy seguro de que podrá hablar conmigo.
El futuro psicologo dudó un poco sobre la petición de su mejor amigo, ya que no sabía si su presencia frente a su paciente tendría consecuencia positivas o negativas, y viendo lo delicado que estaba el moreno, no quería arriesgarse.
Sin embargo, Ink tenía un punto y es que si antes logró confesarle al Guardián la verdad, no había mucho que pudiera negar.
Dream suspiró, sabía que quizás se arrepentiría de esto, —Está bien, hazlo.
—¡¿De verdad?!—, preguntó el rubio más alto esperanzado.
—Sí, Ink, solo... Ten mucho cuidado con tus palabras, él claramente no está bien, y no queremos desestabilizarlo más de lo que ya está—, sentenció el de pecas, antes de suspirar, —Pero antes que nada, ¿tienes el número de alguno de sus hermanos?
Ink parpadeo, antes de fruncir el ceño, —Sí, tengo el del menor, Fish o como sea.
—Sé que no te sientes cómodo hablando con ellos, pero tienen que saber que su hermano está bien y está a salvo aquí—, Dream reprochó a su mejor amigo, extendiendo la mano para que le pasara su teléfono celular, —Yo los llamaré, no te preocupes. Ahora ve con Error...
Ink sonrió débilmente y le entregó su teléfono a su mejor amigo, no sin antes desbloquearlo para facilitarle el trabajo al contrario.
Acto seguido, tomó una respiración profunda para lo que vendría a continuación.
Vio como su mejor amigo le sonreía con ánimos mientras se preparaba para tomar nota. Supuso que esa era su señal.
El pintor asintió, y lentamente entró a la habitación del moreno. Dream se quedaría detrás de la mampara para escuchar atentamente y tomar nota, ya que la habitación era parecida a una sala de interrogación, con un espejo donde podía verse desde el otro lado y una cámara de sonido contenida.
—Suerte Ink...
[Mensaje de la escritora]
¡Hola! Yo realmente no sé si hay gente que lee esta historia, pero de todas formas me siento en la obligación de informarlo.
La historia estará en hiatus por un tiempo.
No porque no sepa como continuarla ni nada, está todo planeado. Solo que no tengo ni tendré el tiempo para escribirlo gracias a la universidad por un cierto periodo.
Si ya me demoro en actualizar, con toda esta carga horaria sería demasiado irrespetuoso no avisar el porque no pasa nada con la historia. Me disculpo de antemano, pero es que la universidad en serio me tiene súper saturada.
Por otro lado, solo quedan unos 3 o 4 capítulos para terminar esta historia, más el epilogo, ¡yay!
Así que, eso. Gracias por su comprensión uwu
Nos vemos pronto espero.
-Natta
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top