OO5 ⋮ Primer encuentro



೫  ˚ʚ🍥  ੭   :𝘾𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖  ₊˚  ෆ
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Los días pasaron hasta convertirse en meses llenos de lagrimas y dolor por parte de Park Jimin al ser diferente que los demás. Sus pesadillas se volvieron una realidad y sus temores fueron en aumento mientras más pasaba por el infierno en vida.

Desde que Jimin se presentó hace algunos años atrás, y para su mala suerte, la mayoría de los alfas que lo rodeaban, siempre buscaban lucir fuertes e Intimidantes para atormentarlo. No era por casualidad, lo hacían con maligna intención, pero como Jimin no deseaba lucir de esa manera, mucho menos cambiar su apariencia a una más ruda y alejarse de quién era, por ese motivo era el blanco fácil para todos ellos y ninguno lo dejaba en paz.

Jimin no comprendía su odio, quería seguir siendo bonito y adorable, ¿Acaso existía algo malo en eso? Se supone que no debía. Lastima que nadie viera más allá y quisiera conocerlo de forma sincera. Incluso, todavía en el fondo de su corazón, deseaba que algún día, un omega lo quisiera de esa forma, sin necesidad de cambiar algo para ser aceptado y no le importará su apariencia. 

Lastima que ser diferente, en medio de una sociedad de pensamiento cerrado, era difícil. Mucho más para alguien tan sensible como lo era Jimin y para su desgracia, no resultaba tan fácil el poder sobrevivir cuando todos estaban en tu contra.

Justo como ahora lo estaba.

─Eres un maldito adefesio, Park.

Hoy por ejemplo, fue otro de esos de esos días en los que estaba pagando caro por seguir en contra corriente de los estereotipos impuestos por la sociedad y su mentalidad cerrada, por esa ocasión era atormentado injustamente.

Los insultos y algunos cuantos golpes no dejaban de llenar su cuerpo, era tratado como un desecho por culpa de no ser el alfa que la sociedad quería.

─Deberías desaparecer, intento de omega.

De nuevo, se estaba repitiendo el mismo escenario y para su desgracia, está vez nadie acudiría en su rescate, su último año estaba siendo una completa calamidad convertida en el infierno. Prácticamente de eso se basaba su vida desde que entró a la secundaria hace dos años atrás, Jimin no podía ser libre por más que quisiera.

La mayoría de sus compañeros eran bastante astutos, se aprovechaban de que sus amigos no estaban a su lado para ir a molestarlo y dañarlo de una forma u otra. Ocupaban los lugares en dónde los golpes no podían ser vistos fácilmente. Y entre burlas, empujones, insultos y uno que otro golpe, ahora estaba en el suelo mientras esos tontos reían, esa era su manera de disfrutar, pero el que se llevaba la peor parte con todo esto era el alfa rubio.

Pudiera haber recibido una patada en la cara, hasta que una voz rompió la atmósfera tensa y lamentable, llegando como luz en medio de la oscuridad para Jimin.

─Oigan, caras de mierda.

La presencia de un tercer extraño en la bolita reunida hizo a todos dirigir su atención al recién llegado a la escena, maldiciendo que estuviera arruinando la diversión.

─Dejen de aprovecharse de los demás y hagan algo productivo, bola de idiotas sin vida.

Vistiendo ropa de color negro, anillos y pulseras en sus manos, pendientes de cruz en sus orejas, uñas pintadas de color oscuro y botas de combate del mismo color hacia que su aura fuera aterradora a pesar de ser un omega. Y al estar tirado en el suelo, con las heridas y golpes en su piel, Jimin no dejó de ver con sorpresa y admiración a ese Omega por haberse atrevido a confrontar a los alfas que hacían de su vida una pesadilla.

─ ¿Quién carajos eres tú?

Los pares de ojos de los matones no dejaban de observar con enojo y frustración de haber sido interrumpidos en su objetivo con querer moler a golpes a ese intento de alfa que robaba oxígeno.

─Por supuesto alguien mejor que ustedes en todos los sentidos, duh ─expresó el pelinegro mascando un chicle y escupiéndole en la cara de uno de esos tipos, sacando un insulto al alfa que lo recibió en su rostro ─, aquí ha llegado tu peor pesadilla, malditos.

En cuestión de segundos la atención pasó de estar sobre Jimin, hacía el omega de vestiduras negras que reía con diversión y burla al ver el saco de alfas inútiles.

─ ¡No me jodas con esas bromas, omega!

El alfa que recibió el escupitajo del chicle quiso meterle un golpe al pelinegro, pero el omega fue más rápido y solamente se hizo a un lado para evitar ser golpeado, haciendo que ese alfa cayera patético al suelo ante la vista de sus demás amigos.

La escena hizo que Jimin se quedará en shock, temblando y sudando frío, no creyendo lo que sus ojos estaban presenciando en ese momento. Sus bullys, esos alfas que lo atormentaron por más de dos años ahora estaban siendo humillados por un omega delgado, cabellos largos y de piel pálida con sonrisa sarcástica que se asemejaba a la de un ángel.

─Al fin la basura está en su lugar ─aplaudió el pelinegro que hizo sin quitar la gran sonrisa de sus labios, mirando a Jimin de reojo para que pudiera gozar el momento y después la volvió a dirigir al grupito ─, ¿Quieren seguir también? Tengo tiempo para todos ─les preguntó ahora a todos los involucrados que lastimaban a Jimin.

Agilidad y destreza.

Valentía y belleza.

Esos fueron los adjetivos que el alfa rubio pudo pensar en ese momento al presenciar el método en defensa del omega. La escena frente a sus ojos era impresionante, sin lugar a dudas había cautivado el corazón de Jimin en ese primer encuentro y lo lleno de esperanza en medio de lo que creía perdido.

¿Quién era ese hermoso ángel?
Su corazón no dejaba de latir por la escena tan magnífica frente a sus ojos.

En cuestión de segundos y cuando menos Jimin lo esperaba, tenía a los cuatro alfas frente a sus ojos, todos arrodillados y con la mirada en el suelo, golpeados y avergonzados por haber sido sometidos por ese omega de piel pálida y cabellos oscuros como la noche.

─Vamos, los estoy esperando basuras ─expresó Min impaciente, causando temor a los que no deseaban acercarse ─, no me hagan perder el tiempo, saben que mis patadas se verán muy hermosas en sus caras.

La única condición que el omega pidió para soltar a cada uno era que debían lamer los zapatos de Jimin hasta dejarlos limpios, sin algún tipo de barro del sucio suelo, y sí no lo hacían, el omega con gusto volvería a disfrutar volver a romperles la cara a cara uno de ellos hasta que se saciará sus deseos. Con toda la frustración del mundo, cada uno de esos alfas terminó limpiando los zapatos de Jimin con la lengua.

Con gran valor y valentía, el omega de nombre Min Yoongi había acabado con toda la tristeza y temor del rubio. Sin tener miedo de que fueran alfas, todas sus pesadillas las pisoteo con sus botas negras, trayendo consigo la paz después de tanta oscuridad.

« Por la diosa luna, no puedo creer que esto esté pasando. » El alfa no podía estar más sorprendido por lo ocurrido, cada uno de los matones de la secundaria ahora estaban bajo sus pies, obedeciendo a un omega, cuando por tanto tiempo le tocó vivir todo esto en carne propia.

─Y antes de que se vayan, sí me vuelvo a enterar que volvieron a lastimar a mi novio, se las verán conmigo otra vez, idiotas ─Yoongi mintió por una buena causa y empujó a esos tontos con fuerza, sacando un quejido de dolor ─, váyanse ahora o los voy volveré a patear.

Antes de que Yoongi pudiera asustarlos un poco más y hacer que se cagaran de miedo, todos se fueron corriendo una vez que los soltó, sin darle tiempo de divertirse un poco más.

Un silencio se hizo presente una vez que el rubio se quedó con el omega pelinegro, y cuando el de la ojos felinos dirigió su mirada hacía el alfa, hizo que el pobre corazoncito de Park Jimin latiera rápidamente a un ritmo casi inhumano, nervioso de estar tan cerca de un omega tan increíble y atractivo como ese chico.

─Déjame ayudarte, niño ─Min extendió su mano hacía el alfa ─, no mereces estar en el suelo después de toda esa mierda.

Y para cuando sus manos se tocaron y sus miradas se conectaron, en ese momento Jimin sintió un escalofrío que recorrió toda su espina dorsal y su pulso temblar ante la presencia de ese omega. El aroma del contrario hacía que su corazón se sintiera tambaleante y su lobo estuviera feliz y nervioso, ¿Qué le pasaba? ¿Esto era normal? Tenía miedo de que fuera grave.

─M-Muchas gracias ─Jimin agradeció con todo su corazón, dejando que las lágrimas bañaran sus mejillas ─, n-no sé que habría pasado sí no hubiera llegado, t-tuve miedo.

─Ellos pudieron haberte matado y lo sabes ─reprendió Yoongi al cruzarse de brazos, haciendo que el otro asintiera con vergüenza por su falta de valor y fuerza ─, ¿Por qué dejaste que ellos te golpearán? Debías haber huido.

Jimin desvío la mirada bastante culpable, pudieron haber golpeado al omega bonito por causa suya y ni siquiera pudo hacer nada, ¿Por qué era tan inútil y no podía hacer nada b? Jamás podría haberse defendido de sus bullys, Se odiaba demasiado con todo su ser.

─N-No soy tan fuerte.

Esa era la única verdad del asunto, jamás llegaría al mismo nivel que ese omega, mucho menos del estereotipo de lo que debía ser un alfa.

─Estoy seguro de que no te volverán a molestar porque les mentí diciendo que eras mi novio. La mayoría me tiene miedo, así que no habrá problema, pero debes empezar a trabajar en ti mismo y no dejarte pisotear por los demás.

─L-Lo siento mucho ─se disculpó Park Jimin con arrepentimiento ─, debí haberle causado muchas molestias.

─Nada de eso, pero debes tener cuidado de ahora en adelante y no estar solo ─aconsejo un poco más tranquilo ─. A propósito, ¿Cómo te llamas, falso novio? Al menos me gustaría saber el nombre de quién he salvado.

Las mejillas del alfa se tiñeron de carmín y jugó con sus manitos bastante nervioso, la presencia del omega imponía dominancia y hacía que se sintiera tímido e inseguro al respecto, todo era tan nuevo y no sabía qué hacer.

─Jimin. Me llamo Park Jimin ─contestó con timidez, incluso sus mejillas sintieron la vergüenza de estar al lado de un omega tan increíble ─, ¿Y tú, hyung?

Porque Jimin suponía que el omega era más grande que él debido a lo que decía el suéter que llevaba colgando en su mochila.

─Min Yoongi, niño ─respondió el omega con bastante tranquilidad, restando importancia del tema ─, bueno, supongo que te veré luego.

Y antes de que el omega pudiera darse la vuelta e irse a quién sabe, Jimin se atrevió a tomar la mano de Yoongi y frenar su caminar.

─ ¡Hyung!

Jimin no sabía qué es lo que le sucedía, pero creía que no podría perder una oportunidad así y olvidar este día. Su lobo quería saber más del omega. De verdad se lo estaba insistiendo tanto y no quería quedarse con ese sentimiento atrapado en su pecho.

─ ¿Sucedió algo? ─Yoongi se extraño, el suave tacto de la mano del alfita hizo que de alguna forma se sintiera nervioso ─, ¿Te sientes bien?

─S-Si lo estoy, e-es sólo que y-yo ─Park tartamudeó y se arrepintió en seguir hablando, trato de calmarse por unos segundos y volver a insistir ─, en serio, muchas gracias por haberme salvado, hyung.

El primer amor siempre llega como el rocío de una mañana en primavera o la hermosa lluvia de la noche que hacía crecer la vida en la naturaleza, trayendo consigo nuevos sentimientos que empiezan a crecer en el corazón como sí fueran una flor que todavía no ha acabado de abrir sus pétalos y mostrar su belleza al mundo.

─No ha sido nada, Jimin ─Min se encogió de hombros, tratando de no tomar importancia al nerviosismo del alfa ─, puedes volver seguro a casa, ya no hay peligro y no creo que esos idiotas sean tan tontos en volver.

Sin embargo, antes de que ese encuentro pudiera ser roto y posiblemente olvidado, Jimin rápidamente sacó su celular de su bolsillo y lo extendió al omega con nerviosismo en todo su sistema, tratando de que su sonrojo y sus nervios no se notarán tanto y se viera como todos esos alfas que acosaban a los omegas.

─ ¿P-Puedo t-tener su número, hyung?

A este paso, Jimin no sabía de dónde había sacado tanto valor para poder atreverse a tanto y ser bastante descarado con otro omega, ¡Nunca le había pasado antes! Pero no quería vivir con arrepentimientos. Y temiendo ser rechazado por el omega por el pequeño silencio situado entre los dos, Yoongi tomó entre sus dedos el móvil del menor.

─Claro, no hay problema.

El omega no lo dudo demasiado y confío en darle su número a Jimin por la funda color rosa de su teléfono y su fondo de pantalla de gatitos y flores. Alguien así no podía ser malo. Y por otra parte, ahora entendía por qué ese niño era víctima de acoso; Los alfas no soportaban la idea de que alguien de su propia jerarquía fuera tan delicado y diferente de cómo se supone debía ser, pobre chico.

Una vez que el móvil fue devuelto y obtuvo el número de Yoongi, la sonrisa en el rostro de Jimin no pasó desapercibida del omega, quién también quiso imitar la misma acción que el menor pero se contuvo y lo dejo pasar.

─Bueno, ahora que tienes mi número y no corres peligro, debo irme ─Yoongi volvió a tocar el tema ─, esperó tu mensaje que me diga que has llegado con bien a casa, ¿Ok?

─ ¡Yo le escribiré, hyung!

Así que con toda la felicidad del mundo y el sentimiento a flor de piel, Jimin se dirigió corriendo a su hogar, bastante emocionado y tímido por haber tenido el número de su salvador, incluso su lobo no dejaba de saltar de un lado a otro de la emoción. Y no era el único, Yoongi llegó con una pequeña sonrisa al departamento que compartía con Namjoon y Hoseok, pensando en aquel alfa de cabellos rubios y bonita vibra.

Esa noche, Jimin se durmió con la valentía de ese omega en sus sueños, queriendo poder agradecer lo que hizo por ayudarlo aún sin conocerlo.

Con todo su corazón, esperaba poder volver a ver a Yoongi y no tenerlo solamente como un  contacto en su teléfono.

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