೫  ˚ʚ🍥  ੭   ：𝘾𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙟𝙤 𝙙𝙚 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖  ₊˚  ෆ
⋆────ʚ˚ɞ────⋆ 

El otoño había llegado, trayendo consigo no sólo un año escolar más, sino que también aceptación y nuevas ideas en mente para Park Jimin en cuanto a su personalidad: No quería ser como la mayoría de su jerarquía y seguiría siendo él mismo sin importarle los demás.

Y como el nuevo inicio de año escolar estaba a sus puertas, se vistió con ropa linda y cómoda, se arregló lo más bonito posible para la ocasión, no importando lo sucedido en el pasado. Quería seguir siendo el mismo Park Jimin de siempre, no alguien que fingía ser otro.

Lo positivo de toda esa situación es que su primo y amigos de nuevo estaban en la misma secundaria y en el mismo salón que él, así que tampoco estaría solo por el momento. Podría estar en paz. A sus escasos 13 años de edad, había tenido experiencias difíciles en su antiguo colegio por ser diferente a los demás, saliendo casi huyendo para no volver a ser herido. Esperaba que está vez fuera diferente y lo aceptarán como un alfa normal y más del montón.

─ ¡Minnie hyung, has llegado! Me alegra que te estés bien ─expresó Han Jisung con emoción, admirando cómo iba vestido su primo por esa ocasión, sin temor de mostrarse a sí mismo tal como era ─, hoy te ves bastante increíble. Me gusta muchísimo tu ropa.

Jimin se acomodó su enorme suéter de color amarillo pastel y también su bonita boina de lana color azul pastel en su cabeza para lucir bien; En sus mejillas llevaba tiernas pegatinas de ositos y sus uñas estaban pintadas de rosa pastel; una combinación bastante peculiar para ser un alfa.

─Me gusta cómo te has arreglado para hoy ─opinó Seo Soojin mientras mantenía una pequeña sonrisa en sus labios, abrazando a su amigo recién llegado ─, creo que las pegatinas en tus mejillas te hacen ver bastante adorable.

A pesar de que Soojin era también era un alfa como Jimin y su forma de vestir fuera en su mayoría fuera de color negro, no se sentía para nada incómoda con la situación y apariencia de su amigo. Todo lo contrario, admiraba la valentía de Jimin por ser fiel a sí mismo y arriesgarse en ser diferente. Es por eso mismo que Soojin lo respetaba y tenía un inmenso cariño por su personalidad tan cálida luego de que Jimin la recibiera en su grupo hace cuatro años atrás.

─Demasiado hermoso, hyung ─agregó Kim TaeHyung con admiración, estando de acuerdo con los demás ─, estamos seguros que cualquier omega se enamoraría de ti.

Todos habían acordado que para proteger a Jimin, se iban a mudar a otra secundaria y empezar desde cero para ser su ayuda, soporte y protección. Se habían cambiado al mismo tiempo y no se arrepentían de nada, se tenían los cuatro en las buenas y las malas, mientras que sus padres los apoyaban en sus decisiones.

Solamente eran cuatro en su grupo de amigos, dos omegas y dos alfas, no eran demasiados pero lo suficiente para estar completos y a gusto. A pesar de todo, en la anterior escuela decían que eran el grupo desastre al tratarse de un alfa tierno y otra alfa con finos modales, un omega ruidoso y otro demasiado raro, así que ese mix era símbolo del caos en la secundaria, pero a pesar de las habladurías se querían demasiado y apoyaban en todo lo que hacían. Quién sabe si vinieran más integrantes al grupo a futuro, pero con los pocos que eran, era sinónimo de que la mayoría los tuviera en la mira como ejemplo de lo que no deberían ser en su jerarquía, a excepción de Soojin, que representaba elegancia y buenos modales.

─Muchas gracias, chicos ─agradeció Jimin, su fuerte sonrojo se extendió por sus mejillas y las cubrió con sus manitos ─, quise verme bonito en mi primer día.

─Pues has quedado bastante lindo ─Declaró Soojin con cariño, acariciando los cabellos de Jimin con amor hacia su mejor amigo ─, me alegra que sigas siento tú mismo, Mimi.

Deseaba que ese año fuera diferente, pudiera hacer más amigos y pudiera encontrar a su destinado. A pesar de ser joven, era todo un romántico empedernido y como estaba en la edad donde era lo más normal salir con alguien, ahora deseaba que un omega lo ame y no sé sintiera avergonzado de su apariencia. Solía escuchar que algunos decían que los alfas debían ser fuertes e imponer respeto entre las demás jerarquías, pero la idea no le parecía agradable a Jimin porque creía con firmeza que todos debían ser respetados y tratados por igual, mucho menos podría tratar menos a un omega.

─Buenos días, chicos ─saludo la profesora entrando al salón ─, esperó que hayan pasado unas bonitas vacaciones, mi nombre es Han Yeseul y me tocará ser su nueva profesora este año.

Para los padres de Jimin, creían que con la presencia de la mamá de Jisung, en la misma institución educativa, no habría problemas con la seguridad de su hijo porque seguro estaría un poco más al pendiente de la situación y se encargaría de vigilar de cerca a su hijo para que no volviera a sufrir de bullying, al menos esa era su salida rápida para poder encontrar una solución pronto. 

Todo bonito y un plan bien elaborado por parte de lo mayores Park para que los problemas no pasarán a mayores en la vida de su hijo Jimin, lástima que no todo sería color rosa a partir de ese momento y la presencia del alfita en la secundaria no tardaría y evitaría que recibiera comentarios hirientes y desagradables que seguramente lastimarían su corazón y fueran causa de tantas inseguridades futuras.

Y mientras pasaban las horas, en medio de la clase, con la apariencia de Park Jimin causando revuelo en la mayoría de los alfas, y al poseer un suave aroma diferente a los demás, algunos alumnos empezaron a incomodarse ante la infantil apariencia de su nuevo compañero, desatando que comenzaron hablar entre ellos, señalando que el nuevo no se trataba de un bonito omega, sino de un alfa que estaba siendo todo lo contrario a lo que debería ser en la jerarquía.

Todos los alfas de la secundaria, incluyendo a los omegas en el tema, porque no estaban para nada de acuerdo con los recién llegados, juzgando y señalando principalmente lo desagradable que era Park Jimin ante sus ojos. Era como una burla hacía su personalidad y encanto, no era justo que viniera alguien de la jerarquía más alta a burlarse de ellos de esa forma.

El sufrimiento recién estaba a punto de empezar y no tardaría en hacer de las suyas conforme pasarán los meses.

Al menos por esa ocasión empezó como algo leve. Su primer día fue tranquilo, exceptuando el hecho de que no parecía ser del agrado de sus compañeros, desgraciadamente. Por su primer día quiso hacer nuevos amigos, pero los omegas lo veían como sí tuviera cuatro ojos en vez de dos y los alfas solamente pasaban de largo, ignorando su presencia y diciendo comentarios desagradables de su apariencia.

"Niña" e "Intento de omega" fueron los que más predominaron cuando no estaba en compañía de Soojin. Todos sabían que su amiga era una alfa que no dudaría en regresar su descontento en base a golpes o un insulto elaborado, pero Jimin no quería que su amiga se metiera en problemas por su culpa.

─ ¿Cómo te fue en tu primer día, príncipe?

Ahora Jimin iba de regreso con sus padres a casa con los ánimos caídos y bastante pensativo al respecto. De cierta forma quería llorar, pero no deseaba preocupar a sus padres y hacerlos sentir tristes por sus decisiones de seguir vistiendo de tal forma que iba en contra de la naturaleza, así que se obligó de nuevo a mentir.

─Todo bien, papi ─mintió con una sonrisa que no llegó a sus ojos, pero que hizo creíble para no asustar a su padre ─, ¿Cómo estuvo el trabajo?

─Bien y tranquilo por el momento, príncipe ─respondió ─, nuestros inversionistas se han llevado una buena impresión de nuestra empresa.

─Me alegra mucho, papi.

─ ¿Adivina dónde iremos para celebrar tu primer día? ─preguntó sin quitar su sonrisa ─. Mamá ha escogido un lugar especial para nosotros cuatro.

El corazón de Jimin dolió demasiado al ver que su padre se veía demasiado contento con festejar la supuesta calma de su primer día, pero la verdad es que estaba a lejos de estar todo bien. No deseaba arruinar la felicidad de sus padres con sus problemas, no sería bueno, mucho menos justo que les pagará de esa forma. Ellos no tenían la culpa de tener un hijo defectuoso, al menos quería tener de nuevo un buen momento al lado de ellos y su hermanito Jungkook.

─No lo sé ─respondió Jimin sincero, estaba nervioso que su mentira no saliera bien y preocupará de nuevo a sus papás, así que dejó las cargas para después  ─, ¿A dónde es, papi? ─inquirió con más emoción, tratando de calmarse y no atormentarse de lo ocurrido en la escuela, más adelante todo sería diferente y lo ocurrido el día de hoy fuera un mal chiste.

─A Kentucky Fried Chicken.

─ ¡Yo quiero!

Solamente era el primer día y pudiera estar alucinando, capaz y todo estaría mejor en los siguientes por venir y estaba actuando demasiado paranoico por todo lo sucedido el año pasado.

Por está vez Jimin dejaría el destino y su vida en manos de la luna para que lo guiará y ayudará en su camino, teniendo ferviente y esperanzado de que todo cambiará un día y fuera aceptado tal y como era.

Que inocente era.

...

Vivir de forma independiente a la corta edad de 15 años fue demasiado difícil para Yoongi.

Cansado.

Abrumante.

Incierto.

Lloraba todas las noches y por la mañana debía enfrentarse a la realidad. Adaptarse no fue sencillo, todo lo contrario, una pesadilla, pero no sé arrepentía de su decisión, mucho menos quería regresar a lo que antes fue. Por más complicado que fuera, tuvo que obligarse a madurar a tan jóven edad y enfrentarse al mundo por sí solo, sin ayuda de nadie.  Prefería no comer, esforzarse en trabajar y dedicarse a sus estudios, que estar bajo la sombra de su padre con pensamiento cerrado y actitud de troglodita que lo atormentaba cada minuto de su existencia.

Yoongi nunca supo del paradero de su madre.

A pesar de mostrarse fuertes, dolía que su mamá no lo buscará o al menos hiciera el intento luego de irse, pero deseaba con todo su corazón que algún día, ella se acordará de él.

Era fin de semana y por esa ocasión, Yoongi se encontraba reunido con sus dos amigos de casi toda la vida ─Kim Namjoon y Jung Hoseok ─, quienes estaban dispuestos a enseñarle algo de defensa personal, para que ningún alfa pudiera pisotearlo o someterlo sin su permiso con su voz de mando. El tema con su madre y la responsabilidad de un adulto solía abrumarlo, pero sabía que tenía que aprender.

Debía avanzar.

Así que intentaba dejar el pasado atrás y luchar en contra aquellos que eran igual que su padre. Llevaba algunos meses entrenando con sus amigos, quienes tenían mayor experiencia de la vida por vivir en las calles. Cabe decir que Yoongi los admiraba, pues desde que eran niños y huérfanos los hizo aprender a enfrentar a la soledad y realidad.

─ ¡Dale más fuerte, Yoongi!

Ahora mismo, Yoongi estaba en pelea de cuerpo a cuerpo con Namjoon, mientras Hoseok daba porras al omega de piel pálida. Y dirigiendo su mirada directo a su oponente, Yoongi trataba de poder hacer caer a su mejor amigo y ganar el combate para sentirse confiado de su avance, pero a falta de rapidez de su parte y malos reflejos, Namjoon hizo que cayera al suelo, haciendo que soltará un quejido.

─Necesito tenerte concentrado en esto. Debes hacerlo más rápido, Yoongi ─Namjoon señaló su falta de concentración ─. No lo dudes solo porque se trate de mi, puedo soportarlo, quiero que tengas la fuerza necesaria para derribar a otro alfa.

La experiencia de estar a la par de un alfa se volvía cada vez más complicada, tanto que Yoongi sentía que se esforzaba el doble y no veía resultados. A veces, odiaba ser un omega, todo hubiera sido más fácil sí fuera un alfa, pues hasta el desgraciado de su padre estaría orgulloso de su existencia.

─Lo sé, Nam. Entendí por las malas ─Yoongi se quejó en el suelo, recibiendo después la ayuda del moreno para poder levantarse ─, perdona mi falta de concentración, no dormí por estar haciendo la tareas para el lunes.

─Pero vas bien, a menos así lo veo yo ─apoyó Hoseok con una gran sonrisa desde lejos ─, has avanzado bastante en estos meses y nos has dado unos buenos golpes.

Cómo siempre, Hoseok siendo el sol del pequeño grupo de tres. Puede ser que se haya quedado sin familia a su lado, su padre lo odiara y su madre haya ido, pero la vida le concedió a dos alfas que cuidaban de él y lo veían como uno más de ellos, sin otras intenciones.

─Si continúas así, en los próximos meses estoy seguro que podrás vencer a cualquier alfa con los ojos cerrados, es cuestión de enfocarte y concentrar toda tu fuerza en los puños ─animó Namjoon mostrando sus hoyuelos a su amigo omega ─, ten confianza, podrás hacerlo cuando menos te lo imagines.

─Gracias por el apoyo, chicos ─agradeció con sinceridad, mostrando una pequeña sonrisa hacía los dos alfas que lo cuidaban ─, quiero saber defenderme de los estúpidos alfas que se creen superiores a los demás o tienen dobles intenciones conmigo.

Tenía tanto con lo que cargaba, entre los estudios, la sociedad de mentalidad mediocre, el trabajo y la ausencia de su madre, Yoongi creía con firmeza que mientras tuviera la presencia de sus dos amigos en su vida, lo tenía todo. No necesitaba a nadie más en su vida para llenar ese vacío que dejaron sus padres y la sociedad al no cumplir el estándar del omega perfecto y sumiso.

Se amaba aún con sus imperfecciones. No necesitaba a nadie para ser feliz. Pero también, su lobo quería merecía ser amado.

Eso sí, Yoongi esperaba que algún día, sí es que existía alguien por ahí, pudiera amarlo tal y cómo era, sin necesidad de cambiar o ser alguien más sumiso para poder complacer a otros. Todavía en el fondo de su alma y con el deseo ferviente en su corazón, anhelaba que alguien pudiera quererlo de la misma forma en que estaba dispuesto a amar.

Hasta entonces, Yoongi estaba decidido a esforzarse y aprovechar la oportunidad de su beca para seguir estudiando. Quería lograr un propósito en su vida y estaba dispuesto a luchar hasta lograr todos sus sueños realidad.