OO3 ⋮ Una fría y cruel realidad
೫ ˚ʚ🍥 ੭ :COMPLEJO DE OMEGA ₊˚ ෆ
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El camino de regreso a casa se sintió lo más pesado y eterno posible, mientras las lágrimas no dejaban de caer de los bonitos ojos de Park Jimin.
Un alfa.
Al final, en los resultados de la prueba de ADN había salido que era todo lo contrario a lo que siempre soñó y no existía sentimiento más horrible que ese. Ahora todos sus sueños y deseos fervientes de ser igual que su madre estaban cayendo como piezas rotas en el suelo. Las ilusiones de conocer un buen alfa como su papá se habían derrumbado en menos de cinco minutos.
El dolor que sentía era desgarrador y su llanto también era cada vez más fuerte en el auto, tanto que ni sus propios padres lograban calmarlo con sus palabras dulces y amor que trataban de brindarle.
Jichul e In Na se miraron con tristeza, no sabían cómo calmar el sufrir de su hijo y que dejará de llorar y sentirse mal por ser un alfa cuando no había nada de malo.
─Cariño, no llores ─la voz de In Na era dulce ─, eres y siempre serás nuestro lindo bebé. Incluso sí ahora eres un alfa, nosotros estamos orgullosos de ti.
─Te amamos, hijo ─apoyó Jichul a su niño sin dejar de perder la vista de la carretera ─, y también quiero que sepas que ser un alfa no es malo. Mírame, soy uno y no soy malo. Te amo mucho al igual que a tu mamá.
La realidad era tan cruel, su sueño, su tan preciado sueño de ser el omega más bonito del mundo, al igual que su mamá, ya no sería posible porque era un alfa y siempre sería uno. No sería bonito y delicado como un omega.
─Papi.
Su mayor inseguridad era tener que cambiar todo lo que era y volver a empezar a ser alguien del que no se sintiera cómodo. Lo poco que sabía de los alfas ─Por lo que decían los maestros en la escuela ─, es que debían ser rudos, también tenían que ser físicamente fuertes para proteger a sus omegas y no lucir “adorables”, entre otras cosas más feas que no entendía del por qué se expresaban así, pero que no le haya sentido del todo porque su papá no era alguien serio y jugaba con él todos los días después del trabajo, no se parecía en nada a lo que decían en la escuela.
─Dime, príncipe.
─Si soy un alfa, ¿Ya no me podré arreglar como lo hacía para lucir bonito? ─Ese era su mayor temor. No quería cambiar ─. Porque yo quisiera seguir usando lo que me gusta y no cambiarlo, ¿Puedo hacerlo, papá? ¿En verdad no es tan malo?
Los dos adultos se miraron de reojo. Claro estaba que ellos lo aceptan, su hijo sería su bebé sin importar que fuerza, en cambio a la sociedad de mentalidad de troglodita si le costaría demasiado acostumbrarse a la idea, porque en la época que vivían seguía teniendo un pensamiento demasiado atrasado.
─Por supuesto que puedes, príncipe ─aclaró el alfa, agachándose un poco para estar a su altura ─. Sí es lo que a ti te gusta, creo no debe haber razón para impedirlo. Puedes hacer lo que tú quieras.
─ ¿En serio? ─Jimin preguntó alegría y más alivio ─. ¿Pero y sí lo que usaba lo que era para omegas?
Claro que el camino que eligiera no sería sencillo, las personas eran demasiado crueles con quiénes son diferentes, pero para eso Jichul e In Na existían, para apoyar a su bebé en todo.
─No hay razón para crear etiquetas, príncipe. Recuerda que mamá también me ha puesto en la cabeza varias coronas de flores y adornos para el cabello, no por por ello quiere decir que soy menos alfa que otros ─Jichul volvió aclarar, haciendo entrar en razón al menor ─. Todo lo que usas también puede llevarlo un alfa, así también me conoció tu mamá y así nos enamoramos.
─Y todavía sigues siendo el alfa más hermoso para mí ─confesó con vergüenza In Na a su esposo y después se dirigió a Jimin con amor ─. Puedes seguir usando toda la ropa y accesorios para el cabello que más te gusten, bebé ─In Na buscó la mano de su hijo ─, no por ser un alfa quiere decir que tienes que cambiar quién eres, no vamos a prohibir ese derecho que por ley tienes.
─Está bien ─Jimin quitó sus lágrimas, sintiendo más tranquilidad al ser apoyado por el amor de sus dos padres ─, gracias, papi y mami.
Desgraciadamente la sociedad era bastante cruel con aquellos que eran diferentes. Ese detalle Park Jimin lo aprendería más tarde, lamentablemente de la peor manera.
─ ¿Todavía estás triste?
─Ya no, papi ─Jimin sonrió más contento de tener el apoyo de sus padres ─. Ahora sé que puedo seguir siendo yo, incluso sí no soy un omega.
Era su último año de primaria, no habría problema con que quisiera siendo el mismo que ya era.
─Así se habla, bebé ─In Na festejó el gran avance ─. Puedes seguir usando los pasadores en tu cabeza y pegatinas en tus mejillas.
─ ¡Lo haré! ─Jiminnie alzó sus bracitos ─, ¿Sí podemos seguir con la fiesta?
─Por supuesto, príncipe. Es una fiesta para ti, no hay razón por la cual debemos detenerla.
─ ¿Y podré pedir un deseo?
─Claro que sí, mi amor ─aclaró In Na con una cálida sonrisa, recibiendo un asentimiento de su esposo en señal de apoyo ─, todos los que quieras.
─ ¿Puedo decirles mi deseo ahora?
─No veo el problema, hijo ─respondió Jichul mientras asentía y tomaba la mano de Jimin ─, ¿Qué te gustaría?
─ ¡Un hermanito! ─saltó en el asiento del auto ─, ¡Quisiera un hermanito!
Los dos adultos se miraron con impresión y quedaron sin palabras. Y cómo sí hubiera sido mencionado desde antes, en unos meses estaría el pequeño Jungkook como parte de la familia Park.
...
A sus 14 años recién cumplidos, Min Yoongi creía que la vida y los jodidos estereotipos apestaban. No sólo había terminado golpeado y tirado en un bote de basura días atrás por culpa de otros omegas, ahora estaba siendo atormentando por culpa de la casta que no eligió, pero que la luna eligió para él.
Un golpe lo hizo caer en el suelo, hiriendo sus rodillas y codos en el proceso. Ni siquiera tenía lágrimas para derramar, ya las había gastado todas por todo el infierno que ha vivido al lado de su padre alcohólico.
─Un inservible omega, sólo eso me faltaba.
Yoongi trató de levantarse, pero su cuerpo no respondía, mucho menos sus piernas. La voz de mando hacía que respirar fuese mucho más difícil y sostenerse resultará imposible.
─Todo el esfuerzo que invertí en ti se fue a la basura ─se quejó con frustración ─, maldita sea, creí que serías mi orgullo, pero me saliste un maldito omega.
Quería correr.
Incluso llorar o gritar.
Tenía tanto miedo de estar solo en casa, luego de que se quedará sin la compañía de su madre, su único refugio era su propia persona. Su pobre madre había escapado de esa casa, luego de que su marido casi la matará por haber cocinado algo que no le gustaba. Por algo tan tonto y absurdo. Odiaba a los alfas que eran como su padre, egoístas, violentos, alcohólicos y machistas, los aborrece con todo su corazón.
No era su culpa haber nacido omega, pero sabía que para sobrevivir por el momento, debía actuar sumiso.
─Lo siento, papá.
Al principio y se culpó por esa razón, Yoongi pensó que su madre fue egoísta por haberse ido sola y no haberlo sacado de de ese lugar, pero después la perdonó entre sus pensamientos y la comprendió, había soportado demasiado por tantos años.
─Lo único para lo que sirven los omegas es para abrirle las piernas a un alfa y estar preñados.
Sus análisis de ADN se habían atrasado y después de dos años de espera, hace algunas horas salieron y el resultado obtenido no fue para nada del agrado de su padre. Sabía que dentro del corazón del mayor, deseaba poder presentar un Alfa a sus amigos y no un maldito omega con el que se pudieran burlar de él.
Lo único que pudo hacer el omega fue quedarse callado, esperando que su padre se cansará de insultar el nivel de su jerarquía y de nuevo se fuera a beber en alguna cantina.
Esperaría el momento exacto, no importando cuánto tiempo fuera o lo más que sus piernas heridas le permitieran avanzar, anticiparía lo necesario hasta salir de esa casa y no volver jamás.
No importa si tuviera que dormir en las calles o incluso comer de la basura, prefería eso a seguir viviendo un infierno por algo que no era su culpa.
No tenía nada de malo ser un omega.
Por ahora, Yoongi cerró sus ojos y se permitió descansar. Esperaba que pronto el sol pudiera asomarse a través de su ventana y trajera calma después del gran diluvio en lo que se habían convertido sus días.
Ha estado tantos años como un prisionero en su propio hogar y esclavo de un alfa que decía ser su padre, estaba harto, lo único que anhelaba es ser libre.
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