07

¡Me gusta ser!

Sasuke me veía con los hermosos ojos azules de mi cuerpo sin perderme la pista, desde que entre hasta que me senté en el sofá frente de él. No podía ni mirarlo de lo avergonzado que estaba, y de seguro se me nota en toda la cara; gracias a la perfecta piel blanca de Sasuke, seguro el sonrojo es más que claro. Él cruzó los brazos y llamó mi atención el color rojo vivo en sus nudillos.

—¿Qué sucedió? —pregunté señalándolos.

Los miro perplejo, como si acabará de notarlo, y antes de decir palabra alguna, soltó una pequeña carcajada.

—Después de hoy no volverán a molestarte, hermanito.

—¿Eh?

Me hundí de hombros, no pretendía que Sasuke se enterará de esos pequeños detalles de mi vida; pero si va a estar en mi piel por un tiempo, tarde o temprano se daría cuenta del abuso por parte de Kiba Inuzuka, antes mi mejor amigo, pero por un malentendido empezó a odiarme a tal punto de recurrir a la violencia.

—Sasuke yo...

—No, ni lo menciones —relajo los brazos y se dejo caer en el respaldo del sofá—. Por otro lado, felicidades —dejó caer una prueba sobre la mesita de centro—, tu primer cien.

Tome las hojas y las mire asombrado, nunca había visto tantos aciertos en un soló examen. Quería abrazarlo y besarlo, pero me limite a darle las gracias.

—Eres maravilloso —dije, sintiendo como las lágrimas caían por mis ojos a la vez que una constelación de estrellas comenzaba a rodearlo.

Evito el contacto visual retomando su postura de superioridad y frialdad, si es que esa palabra existe.

—Hinata...

—¿Eh? —apenas alcance a escucharle, pues estaba muy ocupado admirando el enorme cien en el papel.

—¿Ella se dio cuenta?

Mi reciente excitación y felicidad desapareció, y recordé porque no podía ni mirarlo a la cara. ¿Cómo le explicó lo sucedido?

—No, sólo... —trague saliva, llegó el momento de la verdad—, sucedieron un par de cosas. Hice que se saltará algunas clases y...

Levanto ambas cejas aparentemente sorprendido.

—¿Y...?

—Casi la beso —reí nervioso.

Sasuke no se inmuto al escucharme, sólo se quedo ahí mirandome con esa fría expresión tras reclinarse sobre sus brazos. Seguro esta pensando en como matarme mientras duermo. Nunca había estado más agradecido estar en su cuerpo, pues si decidiera matarme seria como si él cometiera suicidio.

Iba a replicar para evitar el posible asesinato, pero al recordar la asustada mirada de Hinata, me trague mis palabras. No merecía si quiera estar vivo, en primera porque iba a besar a la novia de mi hermano, y en segunda porque si lo hubiera hecho no haya sido por amor, sino para seguir produciendo esa excitación que me pone tan feliz y que por tanto tiempo busque en la persona equivocada; y en tercera, sentiría que la estoy usando para olvidar a Sakura. No estaría más que aprovechándome de toda la situación. Sin embargo, existía una cuarta situación que me preocupa:

—Sasuke, tengo miedo de enamorarme de ella.

Una corriente de adrenalina cruzo por todo mi cuerpo al escucharlo. Quería estrangularlo por tan siquiera pensarlo, pero había algo diminuto sobre mi pecho que no me lo permitió. Ignorando por completo que él sigue en mi cuerpo, claro.

—P-pero no te preocupes, ella sigue creyendo que yo soy tú —poso su mano tras la nuca y volvió a reír como idiota.

No voy a negar que eso me tranquilizo un poco, pero por como reía se notaba lo roto que estaba.

—¿Qué sucedió con esa chica?

Dejo de reír, y su semblante cambio.

—¿Hablas de Sakura?

—Sí, no estuvo más que todo el día tras de mi.

Volvió a sonreír. Mierda, debo pensar más antes de hablar.

—Sabía que le gustaban chicos como tú.

Mierda de nuevo, ¿en qué lío me acabo de meter? No creí que vería a un Naruto tan destrozado como el que tengo en frente. Y al verlo así, olvide nuestro problema principal.

—Es una molestia.

—Es perfecta.

—Hay mejores.

—Sí, las hay, pero no sabe de mi existencia.

Puse los ojos en blanco.

—Y tiene novio.

—Sí, lo siento.

~⚡~

No dejaba de mirar la pantalla del computador, y a altas horas de la noche y con más de cien páginas visitadas, me estaba pareciendo la mejor opción el visitar a un curandero para hacer que nos devolviera a nuestro cuerpo. Pero...

¿En verdad quiero volver?

En una mañana fui más feliz que en toda mi vida. Incluso el golpear al tal Kiba fue un verdadero placer.

¿De verdad quería abandonar todo eso?

Al acostarme en mi tan amada cama y cerrar los ojos, desee que al despertar siguiera estando en el cuerpo de Naruto.

Continuará...

Complejo de hermano
21/07/19

~☁~

Lo prometido es deuda
Esperón les haya gustado

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