Epílogo

Siete meses habían pasado desde que él y Brooke habían vuelto y todo parecía ir bien entre ellos.

   Las cosas estaban en orden, su familia había desalojado la casa tras cumplirse el plazo de la orden no sin antes Maddox recibiera la visita de su hermano diciéndole que había visto el vídeo, el mismo del hotel donde se veía entrar a Pepper sin coacción y besarlo en el vestíbulo por voluntad.

  Sintió pena por él que siempre la creyó inocente aunque sin duda nada sería igual entre ellos.

  No sabía lo que pasaría o a lo que pensaba dedicarse pero solo unos días después decidió dejar la empresa en sus manos cediendo los derechos y renunciando a esa parte de la herencia.

   Él no quería una empresa, tampoco necesitaba el dinero pero no pensaba dejárselo todo fácil así que estaba dispuesto a dejarle la empresa. La casa la había vendido para montar el regalo de su novia.

   Llevaba meses buscando la verdad de su adopción pero no encontraba nada y temía nunca conocer su origen y aunque le dolía no quedaba más que esperar y aprender a vivir con eso.

   De Pepper no sabía nada salvo lo que Parker le había dicho que era su partida del país; de Megan lo mismo, se había mudado con su familia lejos y Parker la tenía más que vigilada.

   En cuanto a la investigación de la policía, no progresó debido a que nada los inculpaba, aunque estaba seguro de que los agentes los creían culpables y debían andarse con cuidado algún tiempo.

  De Albert se sabía poco salvo que su cuerpo fue a la fosa común tras no ser identificado. Tuvo que darle la noticia a su familia que no lloro en absoluto, al menos no Scarlett que aseguró esperaba un final así para él, su esposa lo hizo durante muchos días pero se recuperaba y Brooke aunque triste trataba de animarse.

   Los dos hermanas pasaban mucho tiempo en el casino y más de una vez miró a Hurs tomar de la mano a Scarlett que sonreía y parecía feliz a su lado.

  Hurs llevaba mucho sin beber ni deprimirse tras su pasado y solo podía atribuirlo a ella que parecía iluminar el mundo de su amigo aunque él no lo admitiría jamás frente a ellos; sin embargo, estaba convencido de que Scarlett Kannavage tenía en sus manos el corazón de Hurs Waldorf.

—¿Se puede saber lo que ves? —preguntó su novia mientras entraba a su oficina llevando un vientre bastante prominente.

   Maddox se acercó para abrazarla y besarla antes de guiarla hacia la ventana desde donde podía ver a su amigo y a Scarlett tomados de la mano mientras ella reía de algo que él decía.

—Estoy imaginando la serie de estupideces que le debe estar contando para que se ría así —dijo y su novia sonrió.

—Hurs la hace feliz —dijo mirando a su hermana—. Cada día se levanta porque desea escucharlo.

—Ella hace a Hurs diferente —dijo y sonrió—. Hurs es como un niñote, parece rudo pero es un Ken.

  Brooke comenzó a reír al escucharlo y dejó un beso en su mejilla.

—Pero no es un Ken tan guapo como tú —dijo y Maddox la abrazó más fuerte.

—Ken es el compañero de compras de Barbie —dijo divertido—. Igual si tenemos una niña voy a dejar que me ponga moñitos y me pinte las uñas.

   La vio sonreír antes de tomarla de la mano y llevarla hasta el auto.

—¿A dónde vamos? —preguntó sin saber porque habían salido así del casino.

   Maddox solo sonrió y la guió hasta un pequeño lugar que parecía una especie de local.

  Abrió la puerta y la hizo pasar.

  Dentro había un enfriador, unas mesas y algunas cosas propias de un restaurante.

—Iba a hacerlo por la noche —dijo mirándola—. Para recordarte que estos meses han sido los mejores de mi vida, en realidad desde que apareciste y ya sabes que soy bastante idiota para esto, pero te amo con cada pedazo de mi alma y no quiero esperar más. Tal vez esperabas algo más romántico, más elaborado pero yo soy así, algo torpe y bueno actuo de forma impulsiva y bueno aquí estoy parado frente a ti, sin el video de los últimos meses juntos, sin la música romántica, sin la familia y amigos, sin la cena hecha por tu madre, sin flores y sin smokin. —Hizo una pausa para arrodillarse y sacar un anillo—, pero arrodillado frente a ti para pedirte que seas mi esposa, esta vez, para toda la vida.

   Brooke le observó con los ojos llorosos antes de llevarse las manos al rostro y afirmar extendiendo la mano.

  Maddox colocó el anillo en su anular y se puso de pie para besarla mientras colocaba la mano sobre su vientre y sentía el movimiento de su bebé.

  Desde que había sido dada de alta no habían podido salir mucho tras su terapia para la pierna pero no importaba si aún así habían momentos que jamás se borrarían de la vida de ambos.

  Era innegable que se amaban y que querían estar juntos.

   Se mantuvieron abrazados y después de fueron a casa para volver por la noche cuando ya la fiesta estaba lista pero para desilusión de todos no hubo propuesta sino solo el momento en que Brooke mostró su mano.

   Fue una reunión de familia y amigos que compartían su felicidad aunque Parker no estuvo esa noche.

—¿Por qué llevas la pajarita chueca? —dijo Hurs—. Siempre es lo mismo contigo, por cierto, me he comprado un traje.

  Se dió la vuelta frente al novio que le silbó.

  Max fiel a su palabra no compró uno nuevo y se puso el mismo de la boda anterior y Parker lucía tan impecable como siempre.

   Los tres le dieron un abrazo y le desearon lo mejor.

  Tres meses desde que había pedido matrimonio y después comenzaron los preparativos.

   Le había regalado el lugar a Brooke para su nuevo restaurante donde podría iniciar con su familia, todo con el dinero de la venta de la casa. La herencia seguía intacta y esperaba que un día ella se decidiera a aceptar su dinero. Sonrió orgulloso de su novia y de lo fuerte que era sin necesidad de tenerlo a él.

  Melina apareció sacándolo de sus pensamientos y cargando a la pequeña hija de Maddox; Serena como le habían puesto tenía apenas dos meses de nacida pero hacía a sus padres los más felices y aunque nunca lo admitirían a sus tíos también.

—Dame a la pequeña Lilith dos —dijo Hurs que constantemente abrazaba a la bebé—. Que cosita tan bella, menos mal se parece a su madre y espero sea tan lista como ella y no bruta como su padre.

—Si su madre fuera lista no se casaría con esta cosa —dijo Max—. Mira que pudo tener este filete —añadió señalándose  a sí mismo—, pero le gusta comer frijoles, qué se le hace.

   Parker miró a la niña y apretó sus mofletes antes de mirar a sus amigos.

—Por Dios que triste la vida de ustedes dos —dijo señalando a Hurs y Max—. Parecen las abuelas maternas, casi estoy esperando que pregunten si le han cambiado el pañal o le han sacado el aire a la bebé.

—Yo como mucho pollo y creo que las hormonas me están haciendo daño —dijo Hurs—. Max siempre ha sido un gay de closet disfrazado de macho, no lo juzgues.

   Maddox tomó a su hija y le dió un beso antes de devolverlo a Melina que estaba bastante divertida pero se la llevó de inmediato antes de que la apretujaran.

  Los tres amigos evitaron que Maddox saliera de la habitación durante varios minutos.

—¿Qué les pasa? —dijo contrariado.

—Estamos dando tiempo a Lilith para huir —dijo Max—. Seguro que consigue un ejército de mal que la guíe lejos de sus garras.

—Imbéciles —dijo entre risas—. Lilith será mi esposa hoy y punto.

—¿No te da vergüenza haberte comido la pizza antes de pagarla? —dijo Hurs—. Ya no hay temor a Dios.

  Fue todo el camino refunfuñando y dándoles esos sermones de moral y buen comportamiento que seguramente, pensó Maddox, le robaba a la hija de Parker que bastante bien educada y letrada estaba a su corta edad.

  Cuando Maddox estaba esperándola se sintió nervioso recordando su anterior boda solo que esta vez cuando apareció llevaba una sonrisa hermosa en sus labios y una mirada de anhelo que lo hizo tranquilizarse.

   Se colocó a su lado y esperó a que la ceremonia terminara aunque a él le pareció eterna, pero finalmente, lo había logrado.

    Se casaron felices y con la plena confianza y certeza de que se amaban y nada lo separaría nunca.

—Ven —dijo mientras la veía alzar su vestido y entregar a la bebé a su madre.

   Caminó hasta donde un hombre estaba de espaldas y cuando se giró Brooke abrió los ojos de forma desmesurada.

—Yo soy Parker Walsh Welshmen —dijo haciendo una venia a una Brooke que no cerraba la boca de la impresión.

—No lo puedo creer —dijo mirando a su esposo—. Megan dijo que…

—Te dije que no le creyeras nada —dijo divertido—. Todo es mentira, incluso lo de los 28 centímetros.

   Brooke estalló en carcajadas recordando todo lo que la amiga de la que no sabía nada desde hacía tiempo le dijo sobre Parker.  Todavía se seguía preguntando por qué se fue sin más pero pensaba que tal vez tenía algo que ver con el hombre frente a sí.
   
     Le miró con atención antes de hablar.

—Por eso no apareces jamás —dijo y él asintió.

   Sonrió porque en todos esos meses le molestaba que siguieran guardando el secreto. No culpaba a su madre porque no estaba al tanto de nada y Scarlett no veía que si lo hiciera seguramente estaría al tanto, pero ellos se protegían entre sí y creyó que nunca lo conocería.

  Aún así se alegraba de conocer al último amigo de su esposo.

—Me alegra conocerte al fin —dijo.

—Bienvenida a la familia —dijo él.

  Se retiró sin más dejando a los novios mientras ella seguía sorprendida.

—¿Cómo hace cuando sale a la calle? —preguntó.

—Ese es su secreto y solo lo dirá en su momento, por ahora usted señora debe dedicarse a disfrutar.

  La levantó de la cintura y la besó rápido mientras la giraba y ella gritaba emocionada haciendo que su pequeña familia gritara y los vitorearan.

—Yo sí pude complacer al diablo —dijo cuando la detuvo.

—Hiciste más que eso —respondió sin dejar de ver sus ojos—. Tú tienes al diablo a tus pies porque está perdidamente enamorado de su Lilith.

   Sonrió antes de acercarse a ella y besarla en una promesa que dejaba claro el inicio de una vida juntos, una que duraría una dulce eternidad.

Lloro, ya se acabó pero bueno tenía que terminar. Algunas cosas que no se abordaron por completo se verán en las otras historias. De momento mañana empieza Domar a la bestia, la historia de Hurs.
   PD. Para las que leyeron la historia de Viktor, ya está disponible en mi perfil el prólogo de El segundo amor, la historia de Angelique. Gracias por una historia más conmigo y nos leemos mañana. ❤️❤️❤️😍

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