Capítulo 33

El festejo continuó hasta bastante entrada la noche y una vez el último invitado se fue y el personal abandonó el lugar, solo permanecieron las hermanas, Hurs, Maddox, Melina y Max que seguía mirando por la ventana como desde hacía rato.

   Fue Maddox quien decidió que debería tomar la palabra.

—Quiero compartir con ustedes algo —dijo y Max salió de su ensoñación para incorporarse a ellos.

  Se paró a lado de Melina que lo miró y acercó su mano a su mandíbula para acariciarlo.

   Max le sonrió con cinismo y la tomó de la cintura.

   Gesto que no le pasó desapercibido a Brooke que pensó en que tal vez después de todo Megan no estuviera tan equivocada y realmente Melina fuera amante de al menos uno más de los socios.

   Siguió los movimientos de la mano de Max sobre la cintura de Melina y se dió cuenta de que la acariciaba con su pulgar y que ella a ratos le sonreía de forma rara.

—¿Está todo bien Max? —dijo Brooke—. Te ves raro.

—Supongo que sí —dijo con una sonrisa—. No lo sé en realidad, ¿no les parece que la noche está rara?

—No —dijo Hurs—. El raro eres tú, vaya a saber cuántas veces te le caiste tu mamá de bebé.

   Melina abrazó a Max por la cintura y le dió un beso en la mejilla acariciando su rostro.

—Mi monstruo hermoso tiene que volver —dijo y Max sonrió.

   Sujetó su cintura y dejó un beso en su frente.

  Maddox y Hurs observaron sabiendo que algo no andaba bien con él pero no era ni el momento ni el lugar para hablar del asunto.

—No importa —dijo espabilándose—. Cuéntanos ya el chisme.

—No es un chisme —dijo Maddox.

—Me disculpo entonces, estoy tan acostumbrado a tus chismes que ya no distingo —dijo y Brooke no pudo evitar reír pero se calló al instante para no enfadar a su novio.

—En realidad queremos compartir esto con ustedes porque son la familia de Maddox —dijo Brooke—. Bueno, hace falta Parker.

—Si Melina está aquí no pasa nada —dijo Hurs—. Esta mujer es un periódico, te aseguro que sabe hasta lo que no ha pasado aún. Viene del futuro.

—Calla pene corto —dijo Melina sacando carcajadas—. Prosigue e ignora a estos hombres.  

   Brooke miró a su hermana a quien evidentemente no le hacían gracia las bromas entre ellos, al menos no lo suficiente.

—Sé que ustedes son importantes para él y seguramente son con quiénes a Maddox le gustaría dar la noticia antes que a nadie —continuó tomando la mano de Maddox—. Vamos a casarnos.

   Sus amigos sonrieron pero fue Hurs el más ruidosos y el que parecía estar más entusiasmado que los prometidos. Disfrutaba molestar a sus amigos.

—¡Ya cálmate! —dijo Max.

—Lo siento, soy un manojo de emociones —dijo causando una explosión de risas—. Creo que el pollo hormonado soy yo.

   Se acercaron a felicitar a la pareja uno a uno, incluso Max que disfrutó incordiar a su amigo abrazando más tiempo del necesario a Brooke.

   Todos disfrutaron cuando Hurs destapó una botella para brindar, incluso Scarlett que estaba tan feliz por su hermana que tenía los ojos acuosos.

   Hurs le dió una copa que dejó en sus manos antes de darle un beso en la mejilla.

   Scarlett olvidó por un momento su enojo y le pidió que le hiciera un relato de las expresiones de su hermana y por supuesto de su novio.

  Solo quería que se sintiera feliz y quería que su hermana realmente se casara porque estaba enamorada y no porque deseaba cancelar la deuda.

  Estaba convencida de que Maddox se casaba con su hermana porque la quería, tanto que cuando él se acercó pidiendo un abrazo de felicitación ella se puso de pie apoyándose en su brazo y lo envolvió en los suyos.

—Me alegra que vayan a casarse —dijo tomando asiento de nuevo—. Estoy seguro de que ella te hará muy feliz.

—Estoy completamente seguro de que sí —respondió Maddox mirando a Hurs abrazando a Brooke.

—¿La vas a querer siempre verdad? ¿Te casas con ella porque la amas? Que preguntas tan tontas, es obvio que la amas —se respondió a sí misma—. ¿Quién no podría amarla? Además aunque mi mamá tiene dudas yo sé que la quieres, no podría ser de otra forma. Todo mundo adora a mi hermana y no tenemos nada de valor material que tú puedas codiciar, así que las suposiciones de mi madre están fuera de lugar no es así.

  Maddox miró a su novia que reía de algo que Melina decía y sonrió.

—Estás en lo correcto —respondió después de un corto silencio—. Cualquier que conozca a tu hermana termina queriéndola irremediablemente.

   Scarlett sonrió un poco más tranquila y mientras buscaba su mano para darle un apretón de bienvenida a su familia.

—No somos tan conflictivas como parecemos —dijo con una risilla—. Solo no te la lleves tan lejos. Voy a sentirme sola sin ella pero entiendo que tiene que hacer su vida.

—Estoy seguro de que ella no querrá alejarse jamás —dijo dándole un abrazo de consuelo—. Puedes quedarte tranquila.

—Gracias —dijo un poco más segura.

  Se puso de pie cuando los brazos de Maddox la hicieron levantarse para ponerla a bailar.

  Brooke miró a su hermana bailando con Maddox mientras se reía feliz de disfrutar un momento en el que se sintiera normal.

   Sacó su celular y le pidió a Hurs le que tomara una foto junto a su hermana, este aceptó y una vez la música se detuvo Brooke corrió hacia ella y se posicionó a su lado tomando su mano y diciendo algo al oído para que sonriera.

  Las fotos fueron tomadas por decenas, todos fotografiados junto a los novios que disfrutaban de una velada entre amigos y que además se sentían felices de compartir tiempo juntos.

   Parecía como si las diferencias entre Max y Maddox ya no existieran y contrario a todo, seguían riendo y bromeando como siempre.

   La noche se fue en un abrir y cerrar de ojos, tanto que nadie noto que el alba empezaba a despuntar.

   Comúnmente ese era el horario en el que el casino cerraba, así que para todos resultaba normal estar despierto a esa hora excepto para las chicas.

  Escucharon el sonido de la puerta por lo que fue Melina quien se acercó frunciendo el ceño.

  Miró a sus amigos que miraron hacia la puerta pero se encogieron de hombros por lo que ella terminó por abrir la puerta.

   Una mujer joven aparecía apenada cargando una carpeta.

   Todos los presentes esperaron a que Melina dijera algo; sin embargo, esta al ver a la joven mujer abrió la puerta por completo dejándola pasar.

   Max miraba su copa como si fuera lo más interesante del mundo.

—¿En qué podemos ayudarte? —dijo Melina.

—En realidad he recorrido la zona antes de que cierren buscando si necesitan alguna persona en la cocina o limpieza —dijo la joven.

   Max levantó la cabeza de inmediato al escuchar la voz de la mujer y la miró.

  La chica al ver Max retrocedió por instinto.

  Melina se giró a ver a su amigo que caminaba hacia la entrada al tiempo que la mujer se daba la vuelta para huir, sin embargo optó por detenerse y girarse hacia él.

—Maximilian —dijo cuando esté estuvo a solo unos pasos—. Estás bien y vivo.

   La reacción de Max sorprendió a todos al verlo tensarse y lanzar a un lado a Melina para tomar a la mujer del cuello y apretar con fuerza levantándola incluso del suelo.

   La sujetó tan fuerte que Hurs se puso de pie y Maddox se acercó a tratar de detenerlo.

   La estrelló contra la pared con una rabia imposible de frenar.

—¡Maximilian suéltala! —pidió Melina pero este no hacía caso.

—Al fin nos volvemos a encontrar, perra —escupió con desprecio al ver a la mujer mirarlo con temor—. ¿Qué se siente ser la presa y no el cazador?

  Maddox intentó jalarlo para que la liberarse mientras Melina suplicaba que hiciera caso pero parecía imposible.

   No quitaba la vista de la chica que apenas podía respirar.

—Esperé tanto este momento —dijo infligiendo un poco más de fuerza—. He esperado años para acabarte con mis propias manos.

—¡Maximilian suéltala ya! —gritó Maddox intentando alejarlo.

   Hurs se acercó hasta él y lo derribó de un golpe sacándole el aire pero logró que la soltará.

   La mujer cayó al suelo mientras buscaba desesperadamente llevar aire a sus pulmones y tosía sin poder hablar.

  Brooke miró el cuello de la mujer que apenas vio a Max intentando levantarse se puso de pie y echó a correr huyendo de él.

   Max se puso de pie para ir tras ella pero traspasar a Hurs era casi imposible.

—¡Déjame salir! —dijo furioso.

   Hurs lo tomó de la chaqueta y lo arrastró hasta una de las sillas tratando de calmarlo.

  Parecía fuera de sí y a Brooke la asustó sobremanera.

—Creo que mejor nos vamos —le dijo a Maddox—. Lo mejor será que se queden con él, parece que le va a dar algo del coraje.

   Maddox no quería dejarla ir sola por lo que Melina se acercó.

—Yo las llevo —dijo tomando a una Brooke alterada y una Scarlett sumamente asustada y sin comprender.  

   Una vez que Melina y las chicas salieron Maddox miró a sus amigos sin saber cómo ayudar por lo que al final tomó el vaso con un poco de licor de la mesa y la lanzó sobre el rostro de Max.

—¡Ya cálmate! —gritó.

  Vio que al menos surgió efecto y se quedó calmado mirando al frente.

—Se va a arrepentir —dijo mientras sus amigos se miraban entre sí.

   Ambos comprendieron que era ella la mujer por quien Max había perdido la cabeza y quien finalmente significó su ruina.

—No lo dudo —dijo Maddox—, pero matándola no ganas nada.

—Voy a librar al mundo de una escoria —dijo sonriendo con cinismo—. Si nunca has sentido el odio que yo siento entonces no has visto nada.

—No has querido contar nunca lo que hizo exactamente —dijo Hurs—. Lo que haya sido no vale tu libertad.

—Iré a prisión feliz —replicó.

—Será mejor que vayas a descansar —dijo Maddox—. No estás bien y evidentemente necesitas descansar.

—Estoy perfectamente bien —dijo levantándose y caminando a la entrada.

   Miró la carpeta tirada con los papeles esparcidos y los tomó.

  Maddox intentó quitárselos pero no sé lo permitió y salió del lugar sin decir más.

  Los dos amigos se quedaron mirando unos segundos en los que sintieron pena por él, al final Max estaba sacando a flote esa personalidad que le había valido el apodo.

   Ambos estaban convencidos de que no descansaría hasta hacerla pedazos ahora que la había encontrado y no lo culpaba por odiar sino más bien temían por él y estaban preocupados.

   Era evidente que si no hablaba del asunto entre la mujer y él era porque aún seguía doliendo y porque seguramente aún la quería.

—Solo espero que no haga una locura —dijo Maddox.

—Estoy seguro de que lo hará —dijo Hurs—. El problema es que no solo va a destrozarla a ella sino a sí mismo también.

—Estoy seguro de que Parker sabrá ayudarlo —replicó—. Siempre ha sabido unirnos y ayudarnos.

—Espero que sí —dijo sin agregar más—. A pesar de todo, Max es un buen tipo y no merece que esa mujer vuelva a su vida para hacerle daño.

—Espero que se vaya y no vuelva nunca más —respondió Maddox—. No sé qué ganan las ex volviendo del pasado para jodernos.

—Lo bueno es que a mí no me pasa —respondió...

Nos les prometo mucho pero si termino de editar, subo uno mañana. 😘

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