Eran las cuatro de la tarde en aquella casa, Keith no era millonario pero tampoco vivía entre montones de basura y cajas. Sus padres antes de morir trabajaron muy duro para que el peliazul tuviera todo lo que necesitara ¿Tal vez demasiado?. Allí estaba con su mejor amigo y su novia, haciendo la tarea. O bueno, su novia hacia su tarea mientras los dos chicos de la habitación entraron en debate.
— ¿Me estás diciendo que el Call of Duty es mejor que el Free Fire?— Se asombró exageradamente el mayor de los dos.
— ¡Si! ¿Que vas a hacer al respecto?— Keith le saco la lengua.
— Me estás provocando a darte una paliza— Se le veía que podía saltar a descuartizar a su mejor amigo sin importarle el hecho de que su novia estuviera ahí. ¿Lo demandaría por homicidio si fue culpa de la víctima?
— ¡El Clash Royale es mejor! ¡Ahora hagan su tarea!— Cherry los miró fulminante, y solo eso bastó para que los chicos se pusieran modo estudiosos y empezarán sus deberes.
Pasaron unos minutos después de varias bromas y charlas aleatorias hasta que el teléfono de Cherry sonó.
— Agh mierda. Es mi papá, me demoraré hablando y de pasó iré a comprar cosas para la pijamada— Se levantó a responder e irse, no sin antes despedirse de mano con Pico y darle un casto beso en los labios a Keith— Nos vemos— Dijo y cerró la puerta.
— Oye Keith— Él lo miró— ¿Me alcanzas la goma?— Keith asintió y tomó el objeto, lanzándoselo a su mejor amigo el cual lo atrapó sin ningún esfuerzo— ¿Cuando le dirás que somos ex's?— Keith rodó los ojos.
— Te he dicho que no se lo diré, Cherry es muy celosa y capáz nos separe— Pico se le acercó.
— Lo sé, pero igual si se entera de otra forma nos va a culpar— Se quejó otra vez. Keith estaba arto de la insistencia de Pico, aunque como eran ex's, el la conocía muy bien y sabía cómo calmarla.
— Se lo diré pronto— Se sentó. Ambos estaban de frente al otro sentados mirándose.
— Eso dijiste antes— Pico se fue a acercar gateando para intimidar y bromear con el chico frente a él pero terminó poniendo una mano sobre la maldita goma, le dolió— ¡Ay!— Terminó resbalando y cayendo encima de Keith.
— Pico, levántate— Pico estaba con su cara en la entrepierna de Keith por la caída, iba a levantarse hasta que levantó la vista y vio el sonrojo en la cara del peliazul. ¿Así que el pequeño impacto lo hizo sentirse bien?
— No— Keith quedó en blanco.
— ¿Como que no? ¡Levántate!— Lo miró. Al parecer se lo olvidó que el también lo podía levantar ¿O acaso no quería?
— Tu cuerpo no quiere que me levante— Empezó a frotar su cara por encima del short de Keith, el cual no pudo resistir soltar un pequeño gemido se sorpresa. Oh, no.
— ¿Que haces? ¡Tengo novia y puede llegar en cualquier momento!— Aún así, no lo apartó.
— Lo sé. ¿Y?— Pico rió y jugó en poco más a frotarse contra la tela. Luego de eso empezó a usar su boca, sintiendo el miembro erecto de el más pequeño que él.
— Pico basta.
— ... — El no respondió hasta que se levantó, solamente para besar a su contrario. El cual parece haber tomado conciencia de lo que hacía y se apartó.
— ¡Basta!— Respiró fuerte. Pico no hacía ninguna expresión facial.
— Está bien, pero ahora tenemos un problema— Keith sabía a lo que se refería, miró sus entrepiernas, ambas con un bulto en ellas, uno más grande que otro claro.
— Ugh, ve al baño y yo lo hago aquí— Pico negó.
— Hagamos una competencia. Masturbame y yo te masturbo a ti, quien se corra primero pierde— Ok. Keith ahora sí sabía que su ex había perdido la cabeza.
— ¿Que mierda?.
— Hagámoslo y te prometo que no volveré a insistir con que le digas a tu girlfriend.
Keith lo pensó.
— E-Está bien— Ambos empezaron a bajar sus prendas lentamente. Sonrojados hasta las orejas. Keith cerró con seguro la puerta de su cuarto y luego se dirigió hacia Pico, el cual se acercaba lentamente— No. Sin besos.
— ¿Que? Igualmente le vas a ser infiel a tu novia.
— Sin besos, Pico.
— Está bien— Se resignó, ambos se sentaron contra una pared, uno al lado del otro— ¿Listo?
— Si. A la una...
— A las dos...
— ¡Tres!— Los dos tomaron a la vez el miembro del contrario sintiendo esa fuerte presión de sus manos que aún sin hacer movimientos les gustó.
— Cuanto más rápido empezemos más rápido terminamos— Ambos empezaron a mover sus manos a un ritmo lento.
— Recuerda que el objetivo es hacer que el otro termine antes— Le recordó Pico.
— Lo sé. Haré que te corras primero.
— Eso lo veremos.
Keith sabía que estaba acabado. Pico es su ex. Y no eran tan santos cuando eran pareja, habían tenido relaciones sexuales y el mayor era difícil de complacer.
Pasaron los minutos y la velocidad de ambas manos fue aumentando, al punto de que Keith giminiera. Pico sabía aguantarse un poco más, pero Keith era de dejar mostrar el placer que recibía aunque después se arrepintiera de ello.
— Am~ Mhh~— Keith hacia hasta lo imposible para no parar sus atenciones en el miembro contrario, porque si lo hacía podía contar con que había perdido totalmente y el no se rendiría tan fácil al placer.
— Vamos~ Co-Mhhg!- ¡Córrete!— Subió más su velocidad, estaba más conciente que el contrario, pues las manos de Keith empezaron a viajar más lentamente. Ya estaba cediendo.
— ¡N-No! Ahh~
— Se que estás cerca~— Pico miró a Keith a los ojos, no quería perderse si un segundo de su expresión al venirse.
— Pi-co mhh- ¡Pico!— ¿Había dicho su nombre? Si. Pico sabía perfectamente lo que significaba eso. Se había rendido.
— Déjame hacerte ver el cielo~— Ahora si Keith había parado de darle placer al chico frente suyo. Hace mucho tiempo que no experimentaba una mano en su miembro que no fuera la suya. La de Pico era más grande y dura. Simplemente exquisito.
— ¡Ahh~! ¡Pi-coo~! ¡Mhaaaa~!— En los últimos segundos del orgasmo Pico fue bajando la velocidad hasta que el tacto fuera solo la presión.
— ¿Que tal fue?— Preguntó Pico.
— Mierda, perdí— ¿En serio eso era lo único que le importaba?
— Si, perdiste.
— Bien. Ahora déjame hacer que te corras— Pico asintió y Keith, volvió a masturbarlo. El peliazul conocía bien a su ex, y sabía cuáles eran sus puntos débiles así que con atrevimiento metió su boca haciéndole una felación. Pico se asombró.
— Uf~ Atrevido~ Mhg~— Keith sonrió sin parar sus acciones. Pasado el rato sus vaivenes fueron aumentando de velocidad hasta hacer que Pico se corra en su boca.
— ¿Ahora que?— Soltó el pelinaranja mientras tomaba aire. Keith se calló un momento mirando al suelo— ¿Keith?
— Hagamos esto la semana que viene— Pico se asombró— No puedo aceptar haber perdido y... tú no eres como Cherry— Dijo eso subiendo su cabeza mirando a los ojos al pelinaranja, acercándose. Se detuvo al escuchar unos pasos apresurados fuera de la habitación.
— ¡Chicos ya vine!— Se escuchó desde la sala de estar.
— ¡Rápido! ¡Ponte la ropa y limpiemos este desastre!— Susurró Pico mientras se vestía.
— ¡Girlfriend! ¡¿Nos traes agua ya que eras afuera?!— Le gritó Keith en un intento de distraerla mientras buscaba unas toallas húmedas para secar los rastros de semen.
— ¡Está bueno pero no soy criada!— Se escuchó a través de la puerta.
— ¡Termina de vestirte! ¡Dame los pañitos!— Pico ya estaba vestido y empezó a secar el suelo mientras Keith se ponía su short de manera apresurada. Rápidamente botó los pañitos en el cesto del baño, Keith quitó el seguro tirándose ambos a la cama con cara relajada y justo la puerta fue abierta con Cherry y el agua.
— Para la próxima lo buscan ustedes.
— Perdona pero nos daba flojera salir— Rió el más pequeño de tamaño.
Todos siguieron haciendo su tarea, y Cherry nunca se enteró de aquel acto en ese cuarto.
Y así pasaron las semanas, todos los sábados, no importa donde fueran. Pico y Keith llevaban a cabo su inofenciva competencia. Pico aprovechaba aquellos momentos con su ex que aún amaba y Keith se engañaba a sí mismo poniéndose de excusa que siempre perdía sin aceptar que solo quería a Pico.
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