Fetiche

El aire esa tarde era fresco, aspiró profundamente antes de  levantarse, debía volver a casa.
Sólo debía confiar en él ¿no?
Pero en ese punto estaba celosa, demasiado celosa e insegura.

Miró la hora, aun era temprano. Él aun tardaría en volver, después de la segunda clase, se fue de la Universidad.
Ella solamente quería ir a la biblioteca, no tenía ganas de ver a su novio muy cariñoso con otra chica, mucho menos si esa chica era su exnovia.

Suspiró una vez más, no sabía cuantas veces lo había hecho la última  hora.

Sólo confía en él, se volvió a decir antes de emprender el camino a casa, con pocos animos.

Se ocuparía con sus deberes, se relajaría y podrían hablar las cosas con calma, y seguirían como hasta ahora.

Al llegar a casa se dejo caer en el sofá y puso música. En un momento como ese desearía tener a Ban a su lado, tal vez jugando un poco. Pero ahora el era el causante de sus frustraciones. Cerró los ojos en un intento de despejar su mente y lo único que logró fue traer algunos recuerdos pasionales con Ban. Eso no estaba bien, se supone que estaba enfadada.

Comenzó a recoger todo la ropa que había a su alrededor, para lavar, pero  la verdad. No tenía ni un poco de ganas, tomó la playera de Ban.

No tenía la más mínima idea de la razón por la cual le gustaba coleccionar sus playeras. Mentira, si lo sabía, su delicioso aroma a menta. Era tan refrescante, dulce y para su suerte, muy excitante. Más excitante aun cuando recordaba sus aroma al momento de tener relaciones.

Ban no lo sabía pero, su aroma era lo más excitante durante la actividad sexual

Aspiró profunda mente el olor de la playera. Mientras se agolpaban cientos de recuerdos en su cabeza. Sus piernas le temblaron ante el recuerdo, estaba excitada, aquellos recuerdos le excitaban. Las caricias, los besos, ¡Diablos! No tenía la más mínima idea de lo que había hecho. Ban con ella, para que la dejara en ese estado de deseo. Ahora, era ella quien debía tomar un baño de agua fría, muy, muy fría.

Para su buena suerte, Ban llegó en el momento adecuado para ella. —Hola hermosa, como te fue en tu mañana.

Jericho no respondió al saludo, en su lugar se abalanzó a besarle. Un besó tan salvaje, lleno de pasión y deseo.

Ban procuró alejarse de ella. —Fui a jugar con los chicos, estoy sudado, no quieres esperar a que me bañe?

Jericho negó repetidas veces. Y volvió a besarlo —De cualquier forma vas a sudar. Y yo te quiero ahora

Ban desató el cabello de Jericho, le encantaba su cabello suelto, sobretodo cuando este tenía contacto con su cuerpo, era una sensación suave y electrizante.

—Sabes cuan hermosa te vez con el cabello suelto le susurró en su cuello. A lo que Jericho respondió con otro beso.

—Tu siempre te vez guapo.

Ban la cargó y Jericho hundió su nariz en el cuello de Ban mientras la llevaba a la recámara.

Ban escuchó un gemido de parte de Jericho. Su hermosa novia estaba muy sencible. Y adoraba cuando se ponía así

La dejo en la cama, se quitó su camisa. Acarició lentamente el cabello de su novia, era suave y muy sedoso.

Jericho unió sus labios a los de Ban. El olor  natural de Ban estaba mezclado con el de su sudor, pero en lo absoluto le parecía un olor desagradable. —Ban, ¿te he dicho cuanto te amo?

—No, creó que no—. Jericho reprimió un gemido al sentir el aliento de Ban contra sus senos y sus partes rosarse

—Sabes, cuando tu periodo esta por llegar te vuelves muy sensible, y te vuelves atrevida. No sabes cuanto me encanta.
Un
Ban terminó de quitarle toda la ropa y la penetró delicadamente,  para después darse la vuelta. Y dejar a Jericho bajo de él. Jericho lo entendió en seguida. Ella sola dio inicio a los movimientos. Ban tomó sus caderas para marcar un ritmo más rápido mientras veía el cabello de su novia siendo sacudido por cada embestida. Jericho bajó lentamente hasta chocar con el pecho de Ban, respiró profundamente y comenzó a dejar lamidas y pequeños mordiscos sobre sus pesones.

Ban se arqueo de placer al sentir a su novia haciendo eso, pero más por la sensación de electricidad que le producía el toque de sus cabellos

Ban volvió a cambiar posiciones para poder terminar con su juego. Aunque quisiera extenderse aun tenía demasiados cosas por hacer. Y su hermosa novia tendría que esperar.
La besó antes de empezar de nueva cuenta con las embestidas cada vez más salvajes

Finalmente ambos llegaron al clímax
—Esto fue entretenido, eso no voy a negarlo. Pero... quieres decirme lo que está pasando

—¿De qué hablas Ban?

— Vamos Jericho, dime que te molesta.

—En qué te basas para decir que estoy molesta.

Ban suspiró, en ocasiones era la mujer más difícil con la que se había topado.

—Para empezar, te fuiste De la universidad sin avisarme

—No sabía que tenía que decirte todo lo que hago.

—Continuamos con el hecho de que no respondiste mis llamadas y cuando trate de decirte algo. Inmediatamente te lanzaste a besarme

—No es sorpresa que te bese, pero si te molesta podría...

—Deja de desviar el tema y no empecemos una absurda discusión.

—Estoy de acuerdo así que iré a terminar de lavar.

Ban frenó el intento de escape de Jericho sujetando la por la cintura.

—Habla

—Olvídalo—.

—Puedes llegar a ser demasiado....

—¿Fastidiosa? ¿irritante..?.—. Interrumpió a Ban con evidente fastidio

—Obstinada...—. Completo  finalmente, —también sueles ser algo irritable.

Ban la abrazó más hacía sí y dejo un besó en la mejilla —Aún así, te amó

—Lo sé—. Dijo en un susurro. Ban la estrecho

—Te vi hoy...— habló finalmente

— Nos vemos diario, preciosa... cuál es el problema.

— Con Elaine.

Ban se tenso un momento, para después suspirar contra su cuello.

— No hice nada malo, nada de que me deba arrepentir o tú debas preocuparte.
Por ello, me duele que no confíes en mi.

— Te dije que lo olvidaramos.
Y si no tuviera confianza en ti, te abría armado una gran escena cuando estabas con ella.

—Eres una mujer prudente, por es no lo has hecho

—¿Estás Seguro de eso??

—Por supuesto. Estoy tan seguro como que te amó

—Tardaste mucho en darte cuenta

—No fui el único

Ban se las arregló para darle un besó
—Te prepararé algo para comer—. Fue lo que dijo antes de dar por terminada la conversación




Este capítulo fue más  complicado de lo que esperaba.

Me emociona estar aquí, en este punto,  quedan muy pocos capítulos. Me emociona por ser la primera historia que concluire

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