Felacion

La cabeza me mataba. Solamente recordaba que había ido a con el capitán porque Jericho aun no regresaba y comenzaba a morir de aburrimiento y desesperación .

Abrí los ojos lentamente. Por suerte la habitación no tenía muchas luz, lo cuál me alarmó. Porque mi habitación tenía bastante luz. La suficiente para causarme una migraña cuando estaba ebrio. Intenté abrir los ojos, pero los sentía muy pesados.

Sentí que algo se removió a mi lado. Eso no podía estar pasando, no pude acostarme con alguien. Eso simplemente, no debía ser.

Finalmente logré adaptarme a la luz y pude observar él cuarto. Está habitación yo la conocía bien.  Volví a cerrar los ojos. Mientras me giraba, tenía que comprobar que ella estaba a mi lado
 

Abrí los ojos y efectivamente, ella estaba a mi lado.

-Creí que nunca despertarás-. Me hablo con una radiante sonrisa.

-¿Qué pasó anoche?-. Pregunté alterado.

-En verdad te preocupas de que hubiéramos hecho algo. Porque según recuerdo... lo has intentado por semanas.

-¿Cuándo volviste?

-Ayer...

-¿Y cuando volví?

 Hace unas horas-
 Volví a mirarla aunque se tratara de Jericho no quería que esto fuese así. Quería recordar cada una de las cosas que le hacía. 

Acaricie su mejilla. En definitiva si esto era lo primero que veía al despertar, seria excelente. -Porque no vas a darte una ducha. Aun apestas a alcohol.

-No quieres venir conmigo? Podemos hacer un par de cosas.  Ya sabes

-No lo creó. Iré a preparar el desayuno. Pero tal  vez, después podamos hacer algo.

Mire el reloj cuando ella se fue. Iban a dar las doce y apenas iba a preparar el desayuno.

Decidí cumplir su petición y darme un baño. Intenté con todas mis fuerzas recordar algo. Pero no venía nada  a mi cabeza.

Así que decidí afrontar a Jericho otra vez. Quería saber si en realidad anoche dejo que sucediera algo. Y si no era así está noche sucedería. Jericho ya le había dejado claro que quería hacerlo. Aunque aún no entendía porque conmigo. Llevabamos bastante tiempo viviendo en ese apartamento y ella nunca llevo a algún chico aparte de Helbram y su hermano y sabía que no había tenido novio.  La pregunta era ¿Porqué?  Jericho era una mujer realmente hermosa.

Aunque existía la posibilidad de que si hubiera tenido alguno y jamas me enteré.

Esa sola posibilidad me molestó. Pero no tenia derecho a juzgarla.

Jericho estaba sentada en el sofá comiendo hotcakes y viendo televisión. 
Me senté a su lado. Esta actividad se había vuelto usual, entre nosotros.
Cuando Jericho no tenía demasiadas cosas por hacer.  Venía a la sala y se sentaba a ver alguna película o serie. Aun recuerdo la de veces que la eh encontrado llorando por algo que pasó ahí.  Aunque prefería no molestarla.  Lo había hecho una vez y no termino nada bien.

Aunque ahora no perdería la oportunidad de hacerlo. -Qué película estas viendo.

-Vas a empezar?

-Me atrapaste-.

-Vamos a hacer algo interesante-. Le susurre al oído. Y deje un beso en la oreja.

-Basta Ban! Me haces cosquillas

-O te éxito-.

-Eres un tonto-.

-Qué hicimos anoche-. Le pregunté y empecé a besarle

-Huy muchísimas cosas... -. Respondió con una sonrisa traviesa.

-¿Cómo cuales?

-Principalmente te la pasaste roncando y yo moviéndote para que te de tuvieras. 

-O eso es mentira. Yo no ronco

-No miento. Entraste a mi habitación, te quitaste toda la ropa. Te metiste en mi cama. Y cuando creí que ibas a hacer algún movimiento, te escuché roncar. 

-Entonces no pasó nada.

-No-.

No pude evitar sonreír. Ahora podía pasar y lo recordaría  totalmente.

-Qué te parece si vamos a la habitación a jugar un largo rato. 

-No creo que sea un largo rato. Meliodas llamó y dijo que te quiere haya .

-Meliodas puede esperar.


Ban me besó nuevamente. No entendía del todo como terminamos en esto. Sólo sabía que era algo que no cambiaría, por nada.

-¿Estás seguro que Meliodas puede esperar?

-Siempre puede esperar. Me acostó en el sillón mientras besaba mi cuello.

Pero esta vez lo detuve. Le quite el pantalón. La ultima vez me quede con ganas de más.  Sin embargo estaba tan estrenada que no podía concentrarme en nada. Ahora todo era diferente.  Y aunque no creía que fuera Exactamente el momento.  Al menos quería divertirme un rato

-Hoy despertaste muy atrevida-. Ban, me sonrió

-Debes ver a Meliodas pero como lo dijiste antes, puedo jugar un rato 

Bese su cuello. Cómo me encantaba besar esa zona, su piel era suave y olía delicioso. El me atrajo de la cintura y empezó a acariciarla. 

-Entonces una vez más no me dejaras hacer nada. Y tengo que conformarme con unas cuantas caricias

-Sabes. . Aun tengo un tiempo por la licencia en la universidad. Pero también tengo planes. Así que después podemos hacer algo

Bajé el bóxer de Ban. Y lo empuje al sillón -Jericho... que planeas

-Tu solo relájate y disfrútalo-. Abrí sus piernas y empecé a tocar su miembro. Acerqué mis labios a su miembro y empecé a repartir besos. Al rededor de él, con mi lengua empecé a dejar pequeñas lamidas alrededor de su glande

-Jericho... no tienes que hacer esto...

-Lo hago porque quiero. Además,  no me dejaste terminar mi desayuno. 

Volví a lamer su miembro deteniendo lo que sea que haya querido decirme.

Seguí lamiendo y masturbándo su miembro

-Con...ti..nua-. Se escuchaba agitado,
Metí su pene en mi boca tanto como pude. Lo estaba disfrutando tanto como él. Ban tenia un sabor único.  No podía describirlo. Seguí escuchando sus gemidos cada vez más fuertes. 

-Lo disfrutas, cierto-. Era la frase que siempre me decía cuando hacíamos algo así

-Jeri... Basta... - Seguí, sin hacer caso a su petición. Lamiendo y masturbándo su miembro cada vez más rápido.  Hasta que se corrió en mi boca. 

Él respiraba entrecortada mente, tomando grandes bocanadas de aire intentando normalizar su respiración. 

Me miró y regalo una sonrisa llena de lujuria.  -No creí que fuese tan atrevida.

Tomó mis mejillas y me besó -Sabes que seguiría con esto si tuviera tiempo. Pero si no voy ahora, tendremos a Meliodas aquí

-Lo sé-.

-Ahora limpiate, no quiero ver a mis hijos en tu cara, cada que hagamos esto.

-Siempre tienes que decir tantas estupideces.

-Y así te encanto

-Ya vete!

El fue a su habitación mientras yo iba al baño a limpiarme.  Y así me encanta.  Era más que encantarme o gustarme. Lo amaba, tanto para dejar que hiciera conmigo lo que quisiera dónde quisiese.

Eran que simplemente no podía controlarme cuando estaba con él. El había liberado un lado de mi que no conocía.  Y ahora no podía parar


Yo se que le faltó más al capítulo. Y trataré de compensarlo en el siguiente

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top