En el agua

-Y dónde piensas llevarme-. Preguntó Ban-. Mientras intentaba ver el caminó

-Ya te eh llevado a  un lugar que no te gusto demasiado y me has llevado a donde no quería. Así que vamos a un lugar donde podamos pasarla bien. Y creo que a ambos nos va a gustar

-En serio-. Le preguntó  confundido.

-De dónde sacaste el auto-.

-Es de mi hermano. Esta fuera del país así que no lo necesita-. Respondió sin más.

-¿Y adonde vamos?

-Lo verás cuando lleguemos

Jericho iba conduciendo. Ban no tenía ni la más mínima idea de que ella conducía. Y mal no lo hacía,  lo hacía tan bien que conducía a alta velocidad.

-Jericho, en verdad. Si bajas la velocidad también podremos llegar y será más seguro.

-¿Le tienes miedo a la velocidad?- cuestionó divertida. 

-Temo que vaya a morir

-A, pero no temes que yo vaya a morir

-No me refería a ello.

-Cómo digas prin~ce~sa mie~do~sa-. Remarcó cada sílaba logrando molestarme

Odiaba que Jericho me hablara así.  Siempre me llamaba cobarde. Y no lo toleraba.

Finalmente detuvo él auto frente a una casa, extremadamente grande. Cómo era que Jericho conocía este lugar.  Jericho abrió la puerta y metió el auto.

-Ya llegamos. Puedes bajar.

-¿Qué es este lugar?

-Es una de las casas de mi padre-.

-¿Una de las?-. Pregunto incrédulo. 

-En teoría es mía. Dijo que cuando termine la universidad será mía.

-Tu papá parece ser un simple director como tiene tantas propiedades.

-Por la familia-. Ban le miró esperando una explicación más profunda. 
-Mi madre era hija de un rico empresario. Papá era hijo de un amigo de los abuelos. Su matrimonio fue arreglado.  Y al separarse se quedo parte de los vienes de mi madre. 

-Entonces tu y tu hermano son herederos de todo eso. 

-No. Tenemos un tío  y él un hijo. Él es el heredero. Aunque Gustaf heredará todo lo que es de mamá.

-¿Y tú?-. Yo heredare el 20% de los vienes de Gustaf si es que  me caso y heredare el 25% de los vienes de mi padre. Sin incluir está casa. Esta casa va muy aparte de los bienes

-Y que hay de Gustaf. Cuánto heredará él-. Preguntó curioso. Intentando comprender todo aquello. Jericho parecía una persona tan ordinaria que no parecía ser rica.

-Porqué, %piensas desposarlo sí es mucho?-. Preguntó con burla

-Tonta-.

Jericho suspiró y volvió a hablar. 
-Tengo dos hermanos por parte de mí padre. Por ello nos toca un 25% a cada uno-. Le dijo mientras entraba a la casa .

Ban quedo anonado, la casa era enorme y hermosa.
-Y no te parece injusto que a tu hermano le toque todo-. Preguntó mientras caminaban por el livin
 Y Jeri lo guiaba a la sala. 
-No... de hecho estoy agradecida de que me den algo.

-¿Cómo?

-Cuando mi abuelo falleció.  Quedo en testado qué a mi madre le correspondía el 20% de las acciones y el resto para su hermano.  Y lo mismo para el primogénito del primogénito.  Del veinte por ciento, Gustaf lo tiene todo a menos que yo me case. Mi abuelo murió sin conocerme así que se estipulo que si mi madre tenía otro hijo. Si era barón se irían a las mitades y si era niña lo que ya te mencione antes.
 
-Entonces das gracias que te tengan en consideración-. Qué tonto sonaba todo ello para Jericho.

-Quieres saber cómo fui engendrada. 

-Supongo que por hacer el amor-. Dijo Ban acercándose peligrosamente a los labios de Jericho.

-Desde que Gustaf tenía tres años mis padres ya no estaban juntos como una Pareja  Pero debían seguir fingiendo pues el arreglo decía que debían estar juntos durante una década después del nacimiento de su hijo. Aun les faltaban varios años. Y entonces, justo en esta casa. Durante el cumpleaños de Gustaf, mis padres estaban muy tomados, y a pesar de que eran buenos amigos, no tenían relaciones. Hasta esa noche. Y así fue cómo fui concebida obligando les a estar una década más juntos. 

-En ocasiones me siento mal por ellos. Los últimos años fueron un infierno Para ambos
 
-Sólo para ellos

-No eran los padres más amorosos, pero tampoco eran los peores. Creó que si no se hubieran visto obligados a estar juntos por tanto tiempo, todo hubiera sido diferente.

-Pero suficiente de hablar.  De mi. Qué te parece si mejor hablamos de ti.

-¿De mí?

-Sí... siempre que  trato de hablar de ti-. Ban la interrumpió con un beso.

-Exactamente. Siempre haces éso para callarme.

-No es mi culpa. Tus besos y tú cuerpo. Toda tú eres mi adicción. Jericho le sonrió. Ban en ocasiones era un tonto

-¿Quieres algo de beber?-. Preguntó para que cambiar el tema.

Ambos se dirigeron  a la cocina.

-Éste lugar es enorme-. Le dijo Ban

-La casa de Gustaf lo es más.

-¿Dónde vive el y tu madre?

-Efectivamente-. Jericho abrió el refrigerador. Y miró detenidamente. 

-Hay mucha variedad de bebidas, así que podrías escoger. 

-¿Cuánto tiempo estaremos aquí? -. Preguntó Ban al ver el refrigerador lleno de comida.

-Es un fin de semana largo. Así que pensé, podriamos quedarnos lo suficiente. 

-Lo suficiente son cuatro días, y hay alimentos para más de una semana.

-Yo solamente dije que vendría unos días.  Pero no cuantos.

Tomaron un poco de soda y Jericho lo llevó al patio. Antes de salir comenzó A quitarse todo. Quedándose con un lindo traje de baño

-¿Jericho?

-Tal vez también deberías quitarte algo de ropa-. Aconsejó.
Jericho salió al patio y ahí, Ban, finalmente pudo ver. Lo que Jericho quería mostrarle. Una gran alberca.

Jericho se metió al agua

-¿Sabes que es lo bueno de esto?-. Preguntó Jericho

-¿Toda la casa?

-No Ban. Que la alberca es térmica y sí lo notas bien. Hay un gran domo cubriendo el lugar impidiendo entrar la lluvia o nieve y manteniendo la  temperatura adecuada. Es perfecto para mí

-Por eso eres tan débil, creciste con todo esto-. Dijo Ban recordando que Jericho no era muy tolerante al sol. 

Jericho lo empujó a la alberca. Sin dejarle quitarse algo. Después se  metió ella. Y se acercó a Ban -Ban, los climas aquí son muy fríos. Y cuando fui al extranjero, también fui a un lugar muy muy frío. Mucho más frío que aquí-. Cuando aquí hace mucha calor me pongo mal. Pero es por él clima en que eh vivido.

-Lo sé, solamente quería molestarle.  Pero no ofenderte.

Ban le dio un beso largo y profundo y después se pusieron a jugar. En la alberca un largo rato. Nadaron, y jugaron con una pelota. Cada vez que uno perdía la pelota le daba un beso al otro. Aunque a Ban ya no le estaba agradando únicamente eso.

-Ban,  tengo hambre. Vallamos por algo de comer

Ban la tomó de la mano y la apego a él. Para darle un beso. -Yo también tengo hambre, pero no es la misma que tú

-Así?-. Ban le dio otro besó y desató los moños de su traje de baño. Dejándola total desnuda en el agua.

Besó su hombro mientras la pegaba más a él tomándolo de sus glúteos y dando caricias en él

-Ban. No creó que se al sitio

-Créeme Jericho. Es el sitio éste y todos los lugares de esta casa. Así cuando mires a cualquier lado,  No habrá sitio en el que no recuerdes como te hice el amor. Incluso en el sótano si así lo quieres.

-No. Podemos hacerlo dónde quieras menos el sótano.  Nunca me a gustado ese sitio

-Miedosa-. Jericho lo besó olvidándose de sus palabras.  Solamente quería pasarla bien con Ban.

Se deshizo de la ropa interior de Ban  y enredó sus piernas a sus caderas. Mientras apoyaba sus manos en la barandilla de la escalera. Para no dejarle todo el peso a Ban.

Ban paso de acariciar y masajear sus glúteos a tocar su entrada. Así jericho empezó a soltar gemidos de placer. Jericho se acercó al cuello de Ban y  empezó a besarle. Tratando de disfrutar y darle algo de placer a Ban. Ban la tomo de la cintura y la penetró. Jericho arqueo la espalda ante el repentino intruso.
 

-Mmm. Más... rápido-. Ban logró que Jericho se soltará de la barandilla y le dio la vuelta. Dejándola a ella recargada contra la pared de la alberca. Siguió moviéndose en su interior. Mientras ambos gemian. Jericho no podía más, y Ban lo supo cuando ella apretó el agarre en sus hombros. Finalmente Jericho tuvo un orgasmo y Ban la acompaño liberando sus fluidos.

Jericho respiraba con dificultad debido a lo que acaban de hacer. Miró a Ban a los ojos -Volviste a hacerlo

-Cómo lo sabes. Estamos en el agua-. Jericho le dio un golpe en la frente. 

-Non soy estúpida, Ban.

-Lo sé, eres una mujer muy candente a la cual soñaste quiero tener a mi lado, día y noche. Despierto y dormido. Con la cual únicamente puedo imaginar como hacértelo de mil formas distintas

-Ban!-. Gritó Jericho ruborizada.

Ban la tomó de la cintura dispuesto a seguir jugando con Jericho.


*La imagen de galería únicamente es para que se den una idea. No es exactamente igual. Pero si muy similar


Me tarde en actualizar.  Quería actualizar diario y terminarlo él treinta pero eso ya no pasará.  Sin más espero les haya gustado. Últimamente siento que ya no escribo cosas de su agrado.

Sin más, me despido.

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