El sol me dio en la cara y me envolví en las cobijas, No quería levantarme.

Estaba tan cómoda,  pero también casada. Nada más recordar lo de anoche me sentía muy cansada y excitada. Ban ya no estaba a mí lado. Me levanté más a fuerzas que de ganas.  Abrí la puerta y olía delicioso. Ban estaba cocinando. Debía estar de mejor humor. Mucho mejor humor.

Lo ábrase por la espalda
 -Huele muy bien. Hace tiempo que no cocinabas. 

-Creí que te gustaría desayunar antes de irnos. 

-¿Irnos? ¿A dónde?

-El clima es perfecto para que tu puedas salir.  ¿Vez?-. Ban señaló a la ventana. Y sí el día era nublado, como usualmente eran aquí. 

-No hace tanta calor así que ¿A dónde quieres ir?.

-No lo sé-. Ban puso las cosas en la mesa y me indico que me sentara. 

-Así que me invitaste a salir sin saber a dónde llevarme.  Eso no se hace-. Me reprocho.

No entendía de que hablaba hasta que recordé lo que le había dicho anoche.

-Así qué en verdad vamos a salir.

-Tu me invitaste-. Me senté a comer.  A dónde iríamos. Pensé.

Terminamos de comer y  fui a bañarme. Ban me alcanzó a mitad del baño.

-¿Qué te trae por aquí?-. Pregunté un poco sorprendida. 

 -Recuerdo que en varias ocasiones te has colado mientras me baño.

-Sólo fue una vez. Y lo disfrutaste mucho. 

-Yo recuerdo que has interrumpido mi baño varias veces.

-Esas ocasiones no fueron a propósito!-. Corregí rápidamente. 

-Pero han sido más de uno. Así que es momento de regresartelo .

-Entonces hay que jugar-. Accedí divertida

Entienda su juego. Ese brillo juguetón no lo había visto en meses. Siempre ponía esa mirada cuando iba a beber con Meliodas y probablemente iban a hacer tonterías.

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La acerqué a mí y besé. Aunque en lo absoluto me esperaba que ella quisiera mandar.  Me gustaba jugar, era muy competitivo, pero desde ayer había notado que ella quería tomar él control.  Y era  algo que le daría, al final era Jericho de quien estaba hablando y ella amaba tener el control.  Lo sabía bien por todas las veces que me había ordenado. Me sorprendería si nunca hubiese querido tomar el control.  Aunque me fascinaba tenerlo a mí,  al menos en ese aspecto de nuestras vidas.

Metió su lengua a mi boca. Sí estaba decidida a tener  el control total.
Una batalla de lenguas se desató. Hasta que la alejé.

-Estamos en medio de la ducha. Deberíamos de ducharnos-. Advertí
.
-Tu te lo pierdes-. Me divirtió el cómo me lo dijo. Ahora ella era quien decía esas cosas, siempre era yo quien se le insinuaba de esa forma.

Ambos nos duchamos. Jericho me hizo agacharme para que tallara mi cabello. El imaginarme la era una imagen muy tierna. 

Ya duchados y cambiados nos dispusimos a salir.

-¿A donde vas a llevarme?-. Le pregunté.

-Ya que estas dispuesto a hacer lo  que quiero. Vamos a la patinar.

-¿Patinar?-. No había patinado en años. Esto iba a ser un completo desastre. 

-Claro

-Yo no quiero ir a patinar. 

-Recuerdas aquella vez durante las vacaciones, cuando me sacaste de la casa y te dije que no quería ir-.

❄
Ban agitó su cabeza afirmando. -Ahora es el mismo caso.  Tu no quieres pero vas a acompañarme

Vi la mirada resignada de Ban. Sí el me estaba dando control con gusto lo aceptaría.

Caminamos un rato.  Ban tenia razón.  El clima era perfecto para que yo saliera.  Aunque el no se veía muy cómodo.

Llegamos a la pista de hielo. Amaba este lugar, más que ver televisión. Papá lo sabía y me había adquirido una membresía. Mi regalo de cumpleaños, el único regaló que no había sido dinero. Así era como cubriría mis gastos. Primeor, Cuando me  fui de casa, trabaje durante casi dos años. Ahorre lo suficiente para pagar la renta y mis estudios. Después papá se enteró y el me a ayudado a pagarlo. Es lo único que el a hecho siempre. Para mis padres todo siempre fue dinero. Faltaban a el día del padre o el de las madres.  Tenias una generosa cantidad como disculpas. Habían olvidado nuevamente tu cumpleaños. Te pagó un viaje a donde tu quieras y te doy dinero.

Tienes gripa. Conseguiré al mejor doctor y las medicinas más caras, pero no me molestes. 

Y finalmente, nos vamos a divorciar, pero les pagaremos escuelas en el extranjero. Durante todo el proceso de divorcio mi hermano y yo vivimos en el extranjero. Y por todo ello. Había logrado guardar dinero. El suficiente para pagar la renta y mis estudios.

El encargado me saludo. Y vi a Ban fruncir el seño.

Me dio mis patines. Sí, mis.... venía tan seguido aquí que tenia mis propios patines aquí.

-Tu hermano y su novia acaban de irse.

-Los veré después

Dí gracias al universo por ello. No quería ver a mi hermano mayor

Arden miró a Ban y yo sonreí -Suerte encontrando unos patines a su medida-. Bromee  con Arden

-Debo tener los de payaso en algún lado -. No pude evitar reír ante su comentario. Ban parecía molestó y eso hizo que dejara de reír. 

-Sólo dale unos patines y ya. 

-No voy a patinar-. Me dijo Ban.

-Entonces quédate sentado ahí.  Esperando a que yo me cansé de estar en la pista.

Logré hacer que patinara conmigo un rato. Al principio había caído un par de veces y estado a punto de hacerlo. Otras veces, hasta que finalmente lo domino.

Volvimos a casa. El dijo estar cansado y fue  a su habitación. Me quedé en el sillón y una idea se me ocurrió

El estaba recostado en la cama mirando él techo. Me acerqué lentamente a su cama intentando no hacer ruido. Subí a su cama y rápidamente lo besé.

💙 narrador 💙

Ban se sobresaltó al sentir el movimiento brusco en su cama. Pero reconoció rápidamente la presencia.  Jericho estaba encima de él como lo había hecho la noche anterior.

-Así que ahora eres tu quien se cuela a mi habitación.

-Esto fue así desde temprano. Tú empezaste al hacer el desayuno. Y después colarse en mi ducha-. Ban sonrió y la besó.

Jericho le quitó la playera y empezó a besar su cuello, chupando, besando y succionando. Ahora sería Ban quien tuviera las marcas.  Comenzó a jugar con su pezón. Colo  una mano bajó el pantalón en el cual ya se notaba su erecto miembro. 

Jericho se quitó la blusa. Y siguió besando a Ban. Mientas deslizaba una de sus manos por su torso. Y rozaba a propósito sus intimidades.  Logrando sacarle algunos gruñidos. Se quitó de encima para quitarse el pantalón y las bragas e igualmente quitárselos  él. Quedando así totalmente desnudos.

Besó el glande. Para después dar pequeñas lámidas. Hace tiempo que no lo  había hecho, metió el pene a su boca. Disfrutándola cual paleta. Mientras escuchaba los gemidos de Ban. Comprobado que lo disfrutaba. 

Se alistó para recibir el miembro de Ban en su interior. Pero el la detuvo. -Ban!;
Protestó

-Yo creó qué es suficiente.

-Pero...-. Jericho estaba sorprendida. En verdad había a detener eso ahí. Ella estaba lista y deseosa por recibirlo, y el estaban más que listo para entrar. Dio una sonrisa irónica

-En verdad vas a quedarte así-. Jericho llevo un dedo al pene de Ban y lo deslizó lentamente.

-En verdad estabas coqueteando con el sujeto que trabajab en la pista de hielo y con los demás en la pista

-Yo no les coqueteaba, solamente era ellos a mí-. Sonrió inocente y lo besó  -No quieres que sigamos?-. Jericho se acercó al oído de   Ban y susurró. -No quieres entrar y terminar en mí interior.

Ban sonrió ante ello. Tomó a Jericho de la cintura y la puso bajó él. -¿Estas dispuesta a correr el riesgo?

-Sólo está vez-. Ban no necesitó más para adentrarse en su interior yvolver a salir, mientras  escuchaba los gemidos de Jericho. Siguió entrando y saliendo hasta que culminaron juntos. Él dentro de ella.

Tal vez a Jericho le gustaba tener el control, pero estaba de acuerdo en que Ban lo tuviera en esa situación.  Porque Ban sabía lo que debía hacer, porqué Ban sabia como llevarla al cielo
 Y estaba de acuerdo en dejarla tener el control cuando ella quisiera.

Eh aquí el otro capítulo.  Tratando de ponerme al corriente.
Éste reto lo publique el primero de junio con la intención de terminarlo el 30 de junio. Capítulo diario. Y ese objetivo no a cambiado. En verdad espero les haya gustado el capitulo. 

Y les agrade el rumbo que esta tomando. 
Gracias por leer.