Beso
Cuando le hable acerca de unas vacaciones. No creí que quisiese incluirme en ellas. Esto si que era sorpresa.
Era cierto que todo había mejorado hace tiempo. Pero no creía que a tanto
Cuando me dijo. Voy de vacaciones. Solamente le dije -Diviértete mucho.
-Quiero llevar a alguien.
-Se que tus amigos estarán felices de ir contigo-. Probablemente soné muy seca, pero tenía muchas cosas por hacer.
-Ya decidí quien me acompañará.
-Muero por saber quien es
-Esperó que tengas las maletas hechas para el fin de semana. Y cancela tus planes si es que los tienes
-¿Qué?
-Lo que has escuchado. No acepto un no. Ya tengo todo
Al final no sólo hemos venido los dos. Pues los demás se unieron. Así que era una excursión en grupo.
Los días pasaron de la misma forma. Yo en la cabaña y ellos afuera. Claramente a Ban no le parecía.
-Oye preciosa. Que tal si esta vez salimos solo tu y yo
-En primera. Deja se llamarme así y segundo tengo planes con Guila
-Guila se fue hace un rato con Gowther
¡Traidora! pensé
-Así que, ya no tienes planes.
-No me hagas eso.
-¿Qué?
-Sabes que odio el calor. Aquí está fresco
-Es un día excelente.
-Al menos para ti
💲
Sabía que ella no estaba feliz con el cambio de planes. Cuando logré convencerla de venir solamente fue porque iríamos a esquiar, pero cuando mis amigos decidieron unirse y rentar una cabaña cerca de un lago, todo cambio. Sabíamos que haría calor y Jericho en verdad lo odiaba y se rehusó a venir. Hasta que su amiga Guila le dijo que también iría.
Tan sólo llegar Jericho se puso de muy mal humor y se rehusaba a salir de la cabaña.
-Es un día fresco. Todos bebieron chocolate antes de salir.
-¡Si no voy qué!
-Te llevaré cargando.
-No te atrevas
-Entonces, ven por tu propio pie-.
-Iré a desayunar
-Y después vendrás
-Olvídalo...
-Por lo menos di que lo pensaras.
-Quieres que lo deletree
-Así que sabes deletrear-. Pasó a mi lado enojada.
Salí al balcón de aquella cabaña en lo que ella terminaba. El sol no podía ser tan malo para ella.
-Al fin la invitaste a salir?-. Me preguntó Meliodas
-Qué quieres capitán
-Llevas mucho tiempo viviendo con una mujer y debo agregar, muy atractiva. El hecho de que no te fijaras en ella en algún momento, me parece imposible.
-No es imposible.
-Claro... supongo que Elizabeth a terminado. Iré por ella.
Gustarme Jericho... el capitán siempre me daba dolores de cabeza. Sólo quería llevarme muy bien con ella. Algunas veces era muy malo con ella. Y no quería que pensara que era un gran cretino. Eso era todo. No había más
-¿Lista para salir?
-Dije que no
-Que sentido tiene salir de vacaciones si te quedas encerrada.
-Ve tú sólo -.
-No entiendes los que te digo
-Saldré en la noche
-Qué tal tres horas.
-No.
-Dos-.
-No
-¿Una?
-Media
-Una
-Un cuarto
-Una
-Bien-. La mire sorprendido. Le había ganada. Eso era increíble.
-Entonces vayamos
Jericho no se veía en lo absoluto motivada. No es que no le gustará el sol. Sólo que no podía estar tanto tiempo bajo él. Es todo lo que ella me había comentado.
La lleve a un prado cerca del lago. -Ban regresemos ya.
-Has dicho una hora.
No la escuché quejarse más y sonreí satisfecho. Pero al voltear ella estaba sentada en el único árbol cerca, abanicandose.
-¿En verdad te sientes mal?
-Déjame volver a la cabaña-.
-Hay un río cerca. Podemos pasar un rato ahí. Puedes refrescarte.
Jericho se puso de pie pero en seguida se recargo en el árbol.
La cargue aun con ella haciendo pucheros. Alguna vez escuche a Guila decir que Jericho se había desmayado un par de veces. Después de estar más de cuatro horas bajó él sol
Que tal si te llevo en mi espalda.
No respondió pero sabía que había accedido.
Ban la llevó al río y Jericho no dudo en refrescarse. Aunque no estaba tan fresa como deseaba.
-Aun quiero volver a la casa.
-En verdad te molesta.
-Nunca eh podido tolerar bien el calor. Por ello cada año iba a un lugar muy frío durante las vacaciones.
Caminó hasta estar de bajo de un árbol cerca del río.
-Aquí está lo suficiente fresco
-Voy a dormir en lo que la calor disminuye
Me recosté a su lado. Apenas seria medio día así que si ella decía la verdad estaríamos aquí durante horas
❄
Ya habíamos estado un buen rato aquí. Y ban se veía aburrido. Pero, en verdad ¿creí que podía estar tanto tiempo fuera sin que nada me pasara?. Era una verdadera decepción.
-Volvamos a la casa.
-Aun hace calor.
-Estaré bien
-Si tu lo dices
Emprendimos el regresó. -Gracias por intentar sacarme. Pero no es mi ambiente-. Le dije, tal vez en algún momento.
-Supongo que quieres regresar lo antes posible a casa.
-Sólo un poco
-Te llevó en mi espalda. Vamos a tomar el camino largo
No me dio tiempo de responder cuando se había agachado frente a mi
-No lo sé. No me parece una gran idea
-No tendrás que caminar. Ni gastar energía
Tomó mis piernas y me empujó hacia el. Sujetate fuerte o te caes.
Cuando se levantó no tuve otra mas que aferrarme a él si no quería caerme
Pasé mi mano de su cuello a su hombro y él se estremeció.
-Vaya. No sabia que eras cosquilludo
-No lo soy
-O claro-. Pasé lentamente mi mano por su espalda. Y el se retorció
-Veo que en verdad no tienes cosquillas. Repetí la acción un par de veces más. El empezó a aumentar el ritmo para evitar que siguiera.
Piso mal y ambos caímos al pasto
No pude evitar reír.
-Estas bien-. Me preguntó el en verdad se veía preocupado.
-Sí-
-¿Y tú?
-También-.
💲
Me había dolido al caer y evitar que ella se lastimará. Aunque le había pedido que dejará de hacerlo no lo hizo. Era sensible, pero no tenía que aprovecharse.
Al menos sabia que estaba bien. Tenia el cabello revuelto, lleno de pasto y flores. También algo de tierra
-Eres más sensible de lo que pensé
Me dijo con una enorme sonrisa
Comencé a quitar la tierra de sus mejillas -El capitán tenía razón -. Le dije
-En que eres un grandisimo tonto.
Atrape sus mejillas en mis manos y sin pensarlo dos veces la bese. Se puso aun mas tensa que la vez que la abracé y después de su sorpresa correspondió. No creí que fuera a hacerlo pero me encantó. Me encargué de profundizarlo más y más. Pero ambos. Necesitábamos recuperar oxígeno.
-Creó que es mejor volver a ahora-. Me dijo, mientras escondía su cara entre sus cabellos. Sus mejillas rojas y sus labios brillosos. Su pecho subía y bajaba tratando de recuperar el aire perdido.
Accedí a irnos. Aunque sinceramente esperaba quedarme un poco más.
Aquí les dejo la segunda párate de este fic.
Espero les haya gustado.
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