Fingir.

Chile aparco el auto y los tres bajaron  tranquilamente mirando a lo lejos a cierto ruso quien miraba con su faceta fría al latino tricolor con escudo de águila.
—Vaya, su majestad a llegado...— dijo sonriente al momento que México soltaba una risita.

—Ya ya Rusky, ¿Cómo estás? Por lo que escuché USA tiene problemas para seguir con el plan...— comento poniendo su mano en su cintura, mientras que Argentina y Chile se colocaban en los costados del mexicano.
—Todo por aquí sale de maravilla, y en cuanto a eso, sí, no soporta ver a nadie estos días...— los cuatro países comenzaron a caminar entre los pasillos para llegar a la sala de reuniones.

—España parece muy tenso, ¿Le dijiste todo?— Rusia mantuvo su firmeza para que nadie se acercara a México.
—Yo no, al parecer fue uno de mis hermanos que se enteró...— miró la puerta que llevaba a la sala.
—Agh...— se quejó.

—Tranquilo, mientras sigas fingiendo, todo esto saldrá genial, recuerda que si pasa algo que no te gusta, puedes llamarme a mí o a USA.— el más pequeño de estatura asintió entrando a la sala.

México pudo sentir la mirada de ONU sobre su cuerpo, se sentó en donde  la placa con su nombre estaba situada, comenzando a entablar conversación enérgicamente con Brasil y Colombia, quienes sonrientes seguían su jugada.

Evitaba a toda costa la pesada mirada de la organización, quien relamía sus labios con fervor.

USA simplemente era calmado por Francia, su madre junto con Japón.

—Muy bien, doy por iniciada la reunión...—

[...]

México se despidió de su hermano Chile al momento que España se acercaba con su hijo.
—Mi Nueva España, cuando has crecido...— dijo con una sonrisa tomando sus hombros sonriendo con cariño.

—Papá, ya habíamos hablado esto...— soltó una pequeña carcajada comenzando a caminar por los pasillos.
—Pues bueno, hijo mío, tengo que irme...— le dio un fuerte abrazo, acercándose a su oído.

—Si este hijo de puta te hace algo que no puedas soportar, háblame, yo le reviento la cara, México...— se separó y con una sonrisa se fue del lugar.
—¿Uh? ¿D-dónde está mi portafolios?— se cuestionó con aquella voz tierna e inocente, suspiro levemente y se encaminó de nuevo a la sala.

Al entrar, ONU estaba por "salir".

—Oh, México, ¿Que sucede?— sonrió de manera pervertida mirando su cuerpo descaradamente.
—O-oh, bueno, olvide accidentalmente mi p-portafolios...— contestó evitando su mirada.

—¿Por qué no me ayudas en algo? Tengo algo que hacer y necesito ayuda...— sonrió y tomo amistosamente el hombro del país provocando un respingo en el más pequeño, obligándolo a caminar hasta su auto.

[...]

—¡Ngh~!— gimió entre la mordaza sintiendo como su cuerpo volvía a venirse por tercera vez.
—Agh...— jadeo la NASA llenando su ano con semen otra vez.

Salió de su interior mientras ambos observaban fijamente como el semen escurría desde su entrada hasta llegar a sus testículos.
—Ah... Ah...— se escuchaba jadear al mexicano, quien tenía sus ojos vendados junto con sus brazos amarrados detrás de su espalda.

Fue cuando sintió otra vez su entrada ser llenada con algo diferente, un juguete.

Este se mantenía estático en su interior, no podía cerrar sus piernas pues estaban sujetas a las esquinas de la cama.
—¡Mgh!— mordió la mordaza de nuevo al sentir como la mano de alguien tocaba su miembro comenzando a moverlo.

Su cuerpo se removió inquieto soltando gemidos ahogados pues estaba muy sensible en esa parte y no quería volver a correrse.
—¡Mfga~! ¡Detmgha!— jadeaba constantemente, fue en ese momento que quello en su interior comenzó a dar bruscas vibraciones contra su próstata, causando más placer a su cuerpo.

—¡AAAAAAAHHHHHHH~!— gemía de manera aguda rasguñando sus manos en un intento de calmarse.

Fue en ese momento que alguien abrió la puerta con brusquedad.
—¡México!— FBI...

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