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¿Cuándo fue la última vez que corrió por sus sentimientos?

¿Cuándo fue la última vez que se sintió confiado en algo? O en sí mismo.

¿Cuándo fue la última vez que se sintió vivo? O que estaba comenzando a vivir.

¿Cuándo fue la última vez que se enamoró?

¿Cuándo fue la última vez que dijo "te amo"?

¿Cuándo fue la última vez que se sintió amado?

Cuando fue la última vez... aquello se sentia tan lejano.

En unos cinco segundos vio correr toda su vida. En cuanto llegó a amar una persona, inclusive, amar por los dos. Pensó que tenía el amor suficiente, para ignorar las señales, para autosatifacerse en el hecho de que HyunJin jamás lo amó.

Y quizas, ahora, estaba obteniendo lo que siempre quiso, su atención. ¿Pero por qué siempre estaba Yujin atrás? ¿Por qué era una sombra que siempre lo seguía?

Estaba perdido. Estaba cegado por sus sentimientos y el pensamiento del quizás: Quizás cambio... quizás ya no es el mismo.

Pero allí estaba. Viendo como HyunJin trataba de explicarle lo que vio, pero él no escuchaba. Su vista se estaba tornando borrosa, todo el mundo daba vueltas, hasta algunos tenían caras graciosas.

No veía.

No escuchaba.

No sentía.

¿HyunJin quería llevarse algo más o ya era suficiente?

Y comprendió, SeungMin tenía razón. Siempre tenía razón, ¿por qué diablos no lo escuchó? ¿Por qué diablos lo defendió ante todos? ¿Por qué diablos se permitió extrañarlo?

Todo a su alrededor se sintió pesado, hasta que el pelinegro tocó sus hombros y sintió como que todo lo vivido por esos dos minutos, fue un simple sueño. Como un ataque de pánico falso.

Como deseaba que ese beso que vio fuese falso, así como los sentimientos de HyunJin.

—JeongIn, yo no la besé, en serio. Ella vino y me tomó por sorpresa y...

—Deja de mentir. De mentirme y de mentirte. Tú sabes lo que siempre quisiste. Usarme para llenar el vacío que dejó en ti. Tú no me amas, ni siquiera me quieres.

Sus ojos miraban a un punto fijo, éstos se llenaban de lágrimas a cada palabra que decía. Quería golpearlo, hasta que sus nudillos no se desgarren por completo, tan solo para aliviar el dolor que estaba sintiendo por dentro.

—No estoy mintiendo. Ya dije que no te mentiría más, ¿qué gano con esto? Sabes que lo que más quiero es tu perdón.

—No parece. Estaba dispuesto, ¿sabes? Estaba dispuesto a perdonarte, a pesar de... de... que no lo mereces HyunJin.

—Lo sé, sé que no lo merezco, ni siquiera tu ayuda o lo que sea. Pero en serio quiero que entiendas que yo no la besé...

—No importa quién besó a quién... Importa que tienes en tus manos lo que siempre quisiste y no vas por ello —sus ojos se apartaron del pecho contrario para posarlos sobre los ojos del más alto, para luego susurrar—. Tienes a Yujin contigo, ¿no eso lo que siempre quisiste?

Silencio.

El silencio se apoderó del pasillo, mucho más porque sabía que más de uno estaba prestando atención a la conversación, pero era lo que menos importaba.

—Estaba cegado. Estaba cegado por lo que creía que era amor y no me di cuenta, no... no... no procesaba todas las cosas que hacía, que decía, como te hacía sentir. Hasta que me lo dejaste en claro y... y supe que esa frase de que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos era cierta. Y no pienses que son excusas, tú más que nadie sabes ésto, que lo estoy tratando. Tratando de remediar cada error que provoqué, tratando de que tú me perdones, ¿por qué lo echaría a perder todo por ella, cuando no siento nada? Sé que tardé, sé que te hice pedazos. Que te utilicé, que me aprovechaba de tu amor, de tu inocencia. ¿Cómo quieres que te demuestre que no fui yo? Porque eso de que no importa quién besó a quién, no me lo creo, JeongIn. Sé que mis palabras ahora te valen mierda, pero a mí no, porque en serio estoy dispuesto a dejarte en claro a quién amo.

Quería besarlo.

Besar ese pucherito que se había instalado en sus labios, sin embargo, se alejó. Retrocedió unos cuantos pasos y volvió a su casillero para cerrarlo, así agarrar su mochila. Tomó la mano de JeongIn y lo encaminó hacia el salón de clases, ya que el receso había terminado.

BeomGyu estaba allí, mirándolo. Tiempo atrás, probablemente le habría sonreído victorioso, pero no debía hacer eso, ni hoy, ni mañana, ni nunca.

Debía dejar atrás el HyunJin que alguna vez fue. Sobre todo si quería el perdón de JeongIn.

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